Mi desconocido

Era muy exitante saber que del otro lado estabas tu deseando poseerme.

LAURIS

Mi desconocido

Solo sé tu nombre, pero me vuelves loca y caliente... El otro día me encontraste en un Chat y nadie me mantuvo tan mojada como tú y tu verga. Ver como te la jalabas por mi culpa me puso toda mojada y caliente, provocaste en mí una opresión en mi pecho, me tenías desesperada. Tus juegos eran traviesos y eso me gustó. La sensación de tener gente a mí alrededor, sin que se dieran cuenta de algo, me prendió aún más. Hubiera querido enseñarte mi tanguita roja y mis tetas que estaban desesperadas también. Provocaste en mi panochita la mejor humedad, tanto que mi pantalón se mojó también. Me has provocado la mejor venida de mi vida, y sin llegar a tocarme. Tu cara toda antojada de mi causó una gran impresión en mi que no he olvidado y mas el haber visto como te la jalabas, tu verga se veía rica. Llegué a mi cama y no aguanté. Me encerré en mi recamara y me quité la ropa, luego con tu voz en mi oído a través del teléfono me hizo imaginarte frente a mí con una mirada desesperada y sin ropa, tu verga se inquietaba. Entonces comienzo a quitarme mi bra muy lento y luego mi tanga ya mojada y lo hago sugerentemente: el imaginarte ahí me enloqueció. Después me senté y me abrí de piernas, mis dedos abrieron mi panochita, dejando al aire mi clítoris, que comencé a tocar y tocar mientras me metía un dedo muy despacito. No tuve obstáculo alguno para hacerlo, ya me encontraba muy mojada, además, pensaba en tu lengua adentro de mi panochita y tus dientes que de vez en cuanto mordían muy rico y muy despacito mi clítoris, y en tus labios que me besaban toda mi panocha muy suavecito, y me volvías loca. Después tu lengua regresaba a mi panochita y tus dedos me tocaban locamente mi clítoris, mientras tu otra mano metía un dedo en mi boca y mojaba mis pezones que estaban muy paraditos; te dabas gusto y los pellizcabas, podía sentir como me venía, ya no lo aguantaba. Los espasmos eran continuos y estaba toda temblorosa mientras intentaba meter otro dedo, entonces comencé a venirme, lo sentía y no dejaba de temblar, fue súper rico y quise seguir pero terminé cansadita y ya no pude. Al otro día, sólo podía pensar en tu verga, en como te la jalabas por mi. Imaginé de nuevo que te tenía frente a mí que me sentaba en tus piernas con la cara frente a ti y mis tetas en tu cara, y yo pasaba tu verga por mi panochita y la detenía en mi clítoris y me ponía a masajearlo con tu suave cabeza, me volvía loca, y tu con mis tetas en tu cara que no dejabas de lamerlas, de besarlas y morderlas, te gustaban. Entonces decidí mojar tu cabecita con mi miel y comencé a metérmela, tu temblaste y te gustaba, te dije que me dieras y comenzaste muy despacito, pero rico, y así seguiste. Luego comencé a besarte y te mordía los labios y esa lengua que me volvía loca, la chupaba y te ponía tan mal, que comenzaste a dar toda tu atención a mí culito y intentar con tu lengua y tus dedos penetrarme a darme más placer hasta conseguir que te suplique me metas tu verga ahí en mi único rincón puro aun, al pedirlo, con rapidez y una gran ternura te dispusiste a entrar en mi erguido duro potente, pero dolía, y casi te saco de mi, pero me di cuenta de que te gustaba y te dejé seguir, al cabo mi dolor se iba y comenzaba a gustarme, así, duro y rápido, y antes de que acabaras te detuve porque aún no te la había chupado; te la saque de mi culito y te desesperaste. Te acosté y te la limpié y luego comencé a besártela, sentía tus temblores. Me subí encima de ti y te puse mi sexo en tu boca, tú empezaste a lamerme toda; yo mientras en tu verga, que empecé a lamer, temblábamos y nos movíamos tanto. Luego llegué a tu verga, tú me deseabas, y yo te chupaba bien rico, te la mamaba bien, como si me fuera la vida en ello; cuando sentía tus movimientos desesperados me la metí entera, pude sentir como te estremeciste. Sentí como estabas a punto de venirte y saque tu verga de mi boca y me la pasé por mis tetas, mientras te la seguía jalando. Tu leche empezaba a salir y deje que te chorrearas en mis pechos, mientras yo me vine en tu boca, con tu lengua moviéndose sin parar, te llené de mis jugos y yo de tu leche calientita. Me diste un beso y jugaste con mis labios y mi lengua, igual que yo contigo; tus manos no soltaban mis tetas. Fuiste insaciable. Días después moría por masturbarme, mi cuerpo me lo pedía, y lo único en lo que pensaba era sexo, sexo contigo que me volviste loca sin siquiera tocarme. Pienso que en las noches entras a mi cuarto, me quitas las sábanas y me comienzas a tocar los pechos, mi piel, mi cuello. Ya no se que hacer, sólo pienso en conocerte, y esa sensación me llena el cuerpo, es un enorme deseo de ser tomada por ti. Me excita tanto el simple hecho de pensar de que a pesar de que me oponga a que me toques, me entregaré al primer beso de esa boca que estoy segura me daría el mayor placer de mi vida. El verte las ganas de cogerme en tus ojos me vuelve aún mas desesperada, ver que te masturbas por mi culpa, ver que te quedas pasmado imaginándome frente a ti, de seguro tenerte frente a mi hubiera sido la cosa mas excitante de mi vida. Verte por la webcam como te la jalabas por mi culpa, ver como acariciabas tu verga, me puso muy caliente, darme cuenta como fui capaz de hacer lo que tú decías mientras pensaba en tus labios, lo hizo mucho más. Pienso muchísimo en que quiero que tu tomes por primera vez mi culito me gustaría que tú me hicieras venirme por primera vez teniendo sexo anal, quisiera saber como se sentiría tener unos dedos en mi culito, tus dedos, meneando y apretando mi culito, mientras me muerdes las nalgas y te pasas a pellizcar y masajear mis pechos, eres quien deseo que tome por primera vez mi culito.

LAURIS