Mi desconocida (8)

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Mi desconocida 8

Se detiene en la puerta antes de salir, salgo detrás de ella sin despedirme de Miguel. La veo caminar por la calle pensativa....quizás piense en mi o tal ves en la persona que la enamoro. Va distraída....cruza los brazos dejándome ver sus curvas, aquel vestido le da una redondez excitante a su trasero...se pone la chaqueta, no se fija en los autos al cruzar la calle...sigue su camino por las calles frías sin percatarse de mi presencia al seguirla....choca con una señora, le pide disculpas y camina un poco mas entrando en un edificio.

Me escabullo por su portal y me meto en el ascensor con ella. No se percata de mi presencia hasta que, después de esperar que presionara un botón le pregunto:

  • A que piso vas. Me mira sorprendida...

Se ve preciosa con la interrogante en la cara...se lo vuelvo a preguntar y acto seguido de presionar el bendito botón, le planto un beso en los labios que nos sacude a las dos....

El ascensor sigue su recorrido y nosotras ahí, besándonos. Yo con mis manos en su rostro y ella quieta y sorprendida. A los segundos siento sus manos tomarme por las cintura arrimándome a su cuerpo y aprisionándome en sus brazos mientas que yo enredo mis dedos en su cabello y alrededor de su cuello sintiendo la delicia que era besarla y tasarla....

El ascensor se detuvo en seco logrando que se separara de mi. Se abrió la puerta y ella se adelanto para salir, yo solo la miraba deseando volver a deleitarme en su boca y comérmela a besos....y estando con un pie fuera del ascensor me dice:

  • ¿Vienes? Y me sonríe.

Le brillaban los ojos. Me miraba diferente...con mas suavidad que deseo, pero no pensé mucho en el significado y solo la seguí por el pasillo hasta una puerta al final. Iba detrás de ella, sintiendo aquel calorcito en la boca del estomago que lo percibía cuando me sentía enamorada de un hombre, pero esto era diferente, me lo provocaba aquella mujer que caminaba por delante de mi, a la que anhelo de una manera mas allá del deseo carnal.

Abrió la puerta de su departamento entrando en el y dejándola abierto para mi....La cerré detrás de mi y dirigiéndome a ella con la misma insolencia que ella lo hizo hace unas semanas atrás la hice voltearse y solo la bese.....rozando mis labios con los de ella, mordiendo su labio inferior.....tentando con mi lengua su comisura labial para luego incitar a su boca a que se abriera para mi y me entregara su sabor.

Sus manos bajaban por mi espalda mimándola con pausados movimientos consiguiendo que se crispara la piel. Todo se me estremeció al percibir su lengua escabullirse por mi cuello y enredándose en el lóbulo de mi oreja...no pude evitar suspirar y sonreír con ella, cuando al mismo tiempo y, llevadas por el mismo deseo, comenzamos a despojarnos de nuestras ropas y, quedando solo en ropa interior y sin dejar de besarnos y tocarnos me deje guiar por ella hacia su habitación.

Estábamos en la puerta de su cuarto. Ella acariciaba mis glúteos mientras que yo en un impulso le quito el sujetador dejando sus senos al alcance de mis ansiosos dedos. Los acaricie desde sus inicios pasando la yema de mis dedos por sus casi endurecidos pezones....

Sin prisas la recosté en su cama y me tumbe a su lado rozando mi cuerpo con el de ella.... la siento conmoverse con mi contacto, suspirar al sentir mis manos acariciar delicadamente sus muslos.....su pubis...su vientre y su ombligo hasta volver a sus impertinentes pechos que sin poder evitar mis ansias los presione delicadamente......

Pase una de mis piernas por encima de ella y estando de rodillas deje caer todo el peso de mis glúteos en sus muslos logrando que se estremeciera conmigo. Ella solo me miraba con aquellos ojos negros que me hechizaban...destilaban lujuria seduciendo a mis ojos al instante de entregársela....

Me acerque a su boca y me deleité en su paladar, mi lengua emprendió una batalla con la de ella y juntos nuestros labios me vi sorprendida por ella al percibir como con destreza me quitaba el sujetar y se separaba de mi boca para morder con suavidad mis pezones, causando que mis suspiros se volvieran quedados gemidos.....

Apoye mis brazos a cada costado de los suyos dejándome hacer por ella...entregándome al placer que era sentir su boca succionando....besando y lamiendo mis pechos garbosos, mientras que con una de sus manos rozaba mi espalda con la yema de ellos enloqueciendo a tal punto que no sentí cuando nos vimos interrumpidas....

Sentimos la puerta del departamento que se cierra de golpe haciéndonos incorporar al mismo tiempo que ella decía...

  • ¡Daniela! Dijo Marcela levantándose de la cama.

  • ¿Quién es Daniela? Le pregunte temiendo su respuesta.

  • Mi compañera....pagamos juntas el piso. Me respondió cerrando la puerta de la habitación.

Podía ver una pizca de miedo en sus ojos antes de acercar su oído a la puerta.

  • Creo que es mejor que salgas a hablar con ella. Le dije.

  • ¿Y que quieres que le diga?

  • Da lo mismo lo que le digas....ella lo va a saber igual.

  • ¿Por qué?

  • Porque nuestra ropa esta esparcida por el departamento.

  • ¡Mierda! .... Tienes razón. Mejor salgo a ver. Y se dirigió a un armario y saco un camisón de dormir poniéndoselo antes de salir, pero se detiene en la puerta y se voltea hacia mi mirándome pensativa....

Se detuvo en la puerta y se da vuelta hacia mí, mirándome sentada en la cama antes de dirigirse nuevamente al armario y sacar otro camisón entregándomelo antes de salir por la puerta....

  • Póntelo. Me dice un poco seria.

  • ¿Para que? Le pregunto frunciendo las cejas.

  • Yo no salgo sola a dar explicaciones.....porque de seguro las va a pedir.

  • ¿Te da miedo? Le pregunto con sarcasmo.

  • No, pero tu empezaste con esto....y además va a querer saber con quien estoy.

  • Salgo, si admites que te da miedo salir sola. La desafío.

  • Ya te dije que no me da miedo. Me responde exasperada.

  • Se te nota que lo tienes, así que mejor admítelo. Y le sonrío con picardía.

  • ¡¡Que no lo tengo!! Casi me grito.

  • No hables tan fuerte que te va a oír tu amiga. Le informo casi riéndome de ella.

  • Pero si ya sabe que estamos aquí.

-Si, pero lo que no sabe es que estas conmigo, es decir....una mujer. Y la miro interrogante.

  • Esta bien....me da una chispa de miedo salir sola.... ¿Contenta? Me admitió al fin.

  • Si, lo estoy. Me dice poniéndose el camisón - Vamos.