Mi desconocida (26)

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Mi desconocida 26

  • ¡¡Cristina!! Despierta ya.

  • ¿Qué pasa Marcela?

  • Es tarde…nos quedamos dormidas.

  • Y cual es el problema. No tengo nada que hacer y es domingo.

  • Lo se mi amor, pero aun estamos en el hotel y ni siquiera has empacado tu cosas.

  • ¿Mi amor?

  • ¿Qué?

  • Me llamaste "mi amor".

  • Si. Lo hice…. ¿Te molesta?

  • No. Porque habría de molestarme…en todo caso es lo contrario. Y se acerca a besarme en los labios.

  • Ok. Entonces ¿Por qué lo preguntas?

  • No lo se. Hace ya tiempo que no era el amor de alguien.

  • ¿Así? ¿Hace cuanto?

  • No se…unos tres o cuatro años.

  • Tanto. No te creo.

  • Es verdad. No tengo por que mentirte a estas alturas.

  • Ok. Tienes razón….lo siento.

  • No hay problema ¿ya te duchaste?

  • Si. Y ya estoy vestida como vez.

  • Y ¿Por qué no me despertaste antes?

  • Bueno...te vi durmiendo tan a gusto que

  • Ya. No importa…total no tengo ninguna prisa.

  • ¿No?

  • No. La verdad es que no tengo ganas ni de ir a la oficina.

  • ¿Y eso? ¿No te sientes bien? ¿Estas mareada otra vez?....

  • Uy! Marcela…tantas preguntas, parece interrogatorio.

  • Lo siento, pero me dices que no tienes ganas

  • Si. No tengo ganas de ir a la oficina, pero eso no significa que este enferma…en todo caso de tener algo seria cansancio.

  • ¿Por qué?

  • ¿Por que? Estas bromeando. Me dice sonriente.

  • No.

  • ¿No recuerdas lo que hicimos anoche?

  • Si lo recuerdo…ya entendí, pero igual tenemos que irnos del hotel.

  • Es que ¿no estas a gusto aquí…conmigo?

  • Claro que si, pero me niego a dejarte aquí sola mientras me voy a la tienda.

  • Pero es domingo mi amor. Hoy no tienes que ir al trabajo.

  • ¿Mi amor?

  • Si mi amor. Si yo lo soy para ti tú lo eres para mí también.

  • ¿Sabes algo?

  • Dime.

  • Te quiero.

  • Eso es bueno.

  • ¿Por qué?

  • Porque yo también te quiero.

Me quede mirándola por unos minutos antes de acercarme a sus labios y besarla, besarla…el echo de que me quiera me agranda el corazón no se…me pone contenta y no dejo de pensar en un futuro no voy a poder pasar sin ella, sin besarla…tocarla o simplemente tenerla cerca de mi; como ahora, que estoy encima de ella sintiendo como se aferra cada vez mas a mi cuerpo…a mis labios

  • Mmm, Cristina.

  • ¿Qué?

  • Tocan la puerta.

  • No abras.

  • Pero…mmm…y si es importante.

  • No creo. Nadie sabe que estoy aquí…excepto Andrea, pero ella se fue a lo de su novio.

  • Entonces sigue con lo que hacías.

  • ¿Te gusta?

  • Si…me gusta como me besas ¿Por qué crees que te seguí la segunda vez?

  • O sea…que no me seguiste porque te gustaba yo, sino porque te excita besarme.

  • A no…eso no fue lo que dije.

  • ¿Y que fue lo que dijiste?

  • Que me gusta como me besas. No dije que me excitaba.

  • ¿Entonces no estas excitada?

  • Bueno…si, pero ese no es el punto Cristina.

  • Y ¿Cuál es? Me diste a entender que solo me seguiste porque te excito nada más.

  • Que no te seguí solo porque me excitabas.

  • Entonces

  • Te seguí porque me gustabas y porque no podía sacarte de mi cabeza ok.

  • Ok.

Nos quedamos calladas sentadas una al lado de la otra en la cama. No sabia que decir ¿Cómo es posible que me este peleando con ella si pretendía hacerle el amor hace unos minutos? No me lo puedo creer

  • ¿Cómo fue que pasamos de estar bien a pelearnos?

  • No lo se.

  • No quiero discutir contigo.

  • Yo tampoco, pero tu dijiste que

  • Olvida lo que dije…te quiero y tu me quieres a mi. Es lo único que importa ahora.

  • Tienes razón.

  • Claro que la tengo. Además…quiero seguir besándote si ¿quieres?

  • ¿Y que esperas?

  • Que dejes de estar brava conmigo.

  • No estoy enojada contigo Marcela.

  • Si lo estas. Me basta con mirarte a los ojos.

  • ¿Y que tienen que ver mis ojos?

  • Pues que cuando te enojas se vuelven más oscuros.

  • Y eso ¿Cómo lo sabes?

  • Para que veas que no solo fueron tus besos lo que me gustaron….Me voy a tomar un vaso de agua.

  • ¿Ya no quieres besarme?

  • Quiero, pero estas enojada y así no se me apetece.

  • Pero

  • Me sentare en el sofá a esperar a que se te pase.

La deje sola sentada en la cama con una expresión de irritación que no podía ocultar. No quiero que hagamos el amor estando ella enojada conmigo. No seria lo mismo y además, tomo lo que le dije de mala manera y se enojo sin siquiera yo hacer nada para que lo este…no pienso besarla hasta que deje de ser tan caprichosa

La siento levantarse en la cama y la veo aparecer a metros de mi vista. Esta en ropa interior parada en la pared con las manos cruzadas y…se a enojado mas de lo que ya estaba…su mente imaginativa debe de estar pensando que ya no me gusta besarla…no conozco muy bien a Cristina, pero se que esta provocándome al pasearse por la habitación en ropa interior simulando buscar algo

  • Entonces… ¿ya no te gusta besarme?

  • No. Si me gusta, me fascina, pero no lo haré hasta que te des cuenta de que te enojaste por una tontería.

  • No es una tontería.

  • Si lo es y lo sabes. Es solo que no te gusta dar tu brazo a torcer.

  • Eso no es cierto.

  • Si lo es. Y para que lo sepas a mí tampoco. Así que no te volveré a besar hasta que admitas que estas equivocada y que mal entendiste mis palabras.

  • Pues no pienso.

  • Entonces que quedare con las ganas de besarte porque yo tampoco lo haré.

  • Como quieras…me voy a duchar.

  • Aquí estaré guardando tus cosas en las maletas. Por si me quieres decir algo.

  • Ok. Y no tengo nada que decir.

  • Lo dije por si acaso nada más.

  • ¡Ahhh!

  • Jajaja. Ya veremos quien cede primero.