Mi desconocida (2)

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Mi desconocida 2

Me empuja con fuerza, alejándose de mí lo más que puede. Esta parada a un costado de su silla. Me acerco a ella pausadamente...

  • Quédate donde estas.

  • ¿Y mi curiosidad?

  • Ya la has saciado ¿no? Me has besado y has visto lo que haría....

  • Yo no te he besado aun. Me acerco un poco más....

  • ¿Qué?

  • ¿Estas sorda? He dicho que no te he besado aun.

  • ¿Y entonces que fue eso...?

  • Solo un piquito, no un beso real, no para mí. Estoy a un paso de ella.

  • Pero para mí si lo fue, así que te vas ya de aquí.

  • ¡A no! Yo no me voy sin besarte. No te seguí para nada.

  • Pues tendrás que hacerlo, por que no te lo permitiré.

  • ¿Lo dices en serio?

  • ¡Claro que si!

  • ¿Y estas muy segura de ello?

  • Por supuesto que lo estoy. Lo dice ya exasperada.

  • Bueno, ¿Te propongo algo?

  • ¿Qué?

  • Déjate besar por mi y no me vuelves a ver en tu vida ¿Aceptas?

  • ¿.....?

  • Lo piensas demasiado...

  • .....Esta bien, pero luego te vas.

  • Si. Lo prometo. Y me pongo la mano en el pecho.

Doy el paso que me separa de ella. La miro a los ojos y bajo mi mirada a sus labios, carnosos y rojos, se me apetecen bastante. Ella esta quieta y muda, solo siento su respiración que se cuela por mi nariz, tan tibia y suave. Me gusta, me gusta mucho la fragilidad en la que se encuentra ahora frente a mí.

Mis manos no se mueven en lo absoluto, están quietas en sus costados impacientes por un roce. Su cabello cae a un costado de su cuello libre y liso. Acerco mi rostro un poco mas al de ella, su respiración se vuelve agitada de repente, estoy a cinco centímetros de su boca, me inclino un poco mas, siento como sus manos rozan las mías, se estremece....hace que se me ponga la piel de gallina....levanto mis brazos y tomando su cara con mis manos, beso sutilmente su labio superior, luego el inferior, froto mis labios con los de ella y su boca se abre para mi como una flor. Me adentro en la superficie de su boca buscando aquel sabor placentero en mi paladar, pude sentir el sutil calorcito que emana de su cuerpo, una grata excitación. Me aventure mas profundo en su boca, encontré su lengua, la palpe con la mía, le contagie mi locura y comenzó a jugar con la mía, en eso percibí como su boca se abrió mas y fue ella la que busco mi lengua, fue deliciosa la sensación de su aliento en todo el vestíbulo mi boca....

La besaba con ansias, con una ternura que solo ella me producía y que solo con ella disfruto, me deleitaba en la comisura de sus labios, los mordía con afán, con delicadeza, pero sin peder lo salvaje al hacerlo. Ella se dejaba hacer sin la menor intención de apartarme. Ya llevaba más de diez minutos besándola y Cristina se dejaba. Le gustaba, lo se...percibí como sus manos se posaron con firmeza en mi caderas y me arrimaban mas a ella, puso una mano en mi espalda y con la otra me toma por la nuca haciendo mas profundo el beso...libere su rostro de mis manos y la arrincono contra la pared de su oficina, ubico una de mis piernas entre las suyas y la flexiono haciendo presión en su entrepierna. Ella se cuelga de mi cuello y yo la aprisiono entre mis brazos con fuerza.

Siento su perfume en mi nariz, nacen de nuevo mis ambiciones de tenerla....le saco la blusa de dentro de su pantalón, meto mis manos dentro y buceo en su piel hasta llegar a sus pechos semi- erectos, les proporciono una pequeña presión y se refleja en un suspiro que va a hacer eco en mi boca...

Se aparta de mi ligeramente, me mira provocativa....alguien toca la puerta.

  • ¿Cristina estas ahí?

  • Si María.... ya voy. Le responde.

  • ¿Estas bien?

  • Si. No pasa nada estoy...con una clienta. Y comienza a arreglarse la blusa.

  • Oh, esta bien.

Cristina se sienta en su silla. Nerviosa, con las mejillas coloradas...yo la miro deseosa y maldiciendo en mi mente a su secretaria, si ella no hubiera llegado...

  • Es mejor que te vayas.

  • ¿No prefieres que me quede?

  • No. Ya me has besado. Ese fue el trato ¿no?

  • Si.

  • Entonces vete.

  • Como gustes...adiós.

Saco el seguro de la puerta. La abro con lentitud…ella ni se inmuta. Sigue sentada como si nada ¡que ganas de tocarla….! Pero lo prometí así q es mejor que me vaya de una vez...

  • Salgo a las 5…se dice en un suspiro.

Me volteo y me acerco a ella despacio