Mi curiosidad

La curiosidad puede originar situaciones inesperadamente... placenteras.

Mi curiosidad

Bien lo decía mi madre, " Gara, las personas curiosas se crean problemas sin necesidad" . ¡Qué razón tenía, la pobre!.

Tenía que ser yo, siempre yo, la que ese día pasara por la calle de los Bancos, justo en el momento que la mujer que iba delante de mí empezara a discutir a gritos.(Era una mujer rara, no podía describirla. Sus movimientos... sus formas...su pelo aleonado. Nunca he visto una combinación de mujer tan... no sé) Ella no dejaba de gesticular con una mano, mientras que con la otra apretaba con fuerza el diminuto móvil. Jamás imaginé que una mujer pudiera mandar tantas andanadas de palabrotas por minuto. Quedé inmóvil, detrás de ella, sin saber a donde ir. Ella seguía escupiendo las palabras, mientras se giraba hacia mí y se paraba a un metro de distancia (perfecta, debo decir, para escuchar sus "lindezas") -¡Te la tiraste en mi casa, pedazo mamona! ¿Te creías que no me iba a enterar, perra, más que perra?... ¡No lo niegues! La muy zorra me lo contó con todo detalle...... ¡Y una mierda! Ella quería que pasara esto, te lo advertí, pero como siempre me soltaste el tema de los dichosos celos....... Ya, y yo me lo creo, ¡No me caí ayer de una higuera, cabrona! Tu querida cochina me relató como la llevaste a ¡mí casa!, la besaste hasta hartar, la jodiste como quisiste con ¡mis consoladores!, se corrieron como las putas que son en ¡mí cama!, y para demostrar que todo eso sucedió tu zorra, esa asquerosa ramera, hija de la grandísima puta ( No veo la relación de la madre en todo esto) .... dejó un mensaje con su barata pintura de labios en ¡mí espejo! ...... ¿Que qué decía, arpía? Pues decía que te la follaste y fue el mejor polvo que le han dado, con fecha y firma incluida, además de un adjunto par de tangas, la tuya y la suya... (¡Menuda penca la tía! Pobre con la cornuda) .... ¡Vete a tomar por culo! .

El móvil salió como una flecha de su mano y lo estampó contra la acera. (Vaya carácter) Se quedó mirando las tripas del desgraciado teléfono por unos instantes, para luego posar su mirada en mí. (¡Era una gata!) Mi garganta se secó de pronto. Seguía mirándome, sin decir nada. Pensé que era el momento de esfumarme y me dispuse a seguir mi camino... -¡Oye! ¿Puedes decirme que carajo estabas haciendo? ¿Nadie te ha enseñado a no ser novelera? Apreté el paso poniendo tierra de por medio. La condenada tenía ganas de pelea y yo hubiera sido una contrincante esmirriada, gracias que pude escapar de la situación.

Llegué al trabajo tarde, como siempre, la jefa me lanzó su eterna mirada condenatoria y me sumergió en la pesadilla. Trabajos y trabajos atrasados, de todo el departamento de Contabilidad. Estaba concentrada en cuadrar un balance que me pilló desprevenida el grito de mi jefa – ¡Gara, a mi despacho¡ Esta vez me manda de patitas a la calle. – Jefa, ¿desea alguna cosa? (¡Ay! La cornuda) Estaba de pie, hablando por teléfono, mansa, sin furia alguna. Mi jefa, sentada y enfrascada en su agenda me indicó que tomara asiento. Por mi mente desfiló la larga lista de problemas que me había causado mi extrema curiosidad. Desde la vez que el Padre Juan me sorprendió dentro del confesionario, mientras Doña María confesaba "el pecado" con el Carnicero del barrio... – No lo pude evitar, Padre ¡él cerró la puerta con llave! Es un hombre grande y basto, bruto como un arado. Le dije que me dejara salir, que era una señora, que me respetara. Pero él se abalanzó como un burro sobre mí. Con su cosa fuera del pantalón, ¡enorme y fea, Padre! Me arrancó el traje con sus callosas manos. Yo no paraba de rogarle que no lo hiciera. Me resistía, Padre. Él me obligó a metérmela en la boca y no paraba de moverse. Luego me arrastró hacia el almacén... me agarró los pechos y los mordió, Padre ¡Quería morirme! (De gusto) .... rompió la ropa interior.... me abrió de piernas y allí mismo.... sobre una de las piezas de carne me la metió, embistiendo como el animal que es, Padre. Estuvo dándome hasta que se hartó... ¡Padre, perdóneme.. Pero no... Jamás supe si Doña María la "santa" se corrió. El tirón de orejas que me dio el Padre Juan fue descomunal. Aunque años más tarde, me enteré que la pobre "no lo pudo evitar" con casi todos los comerciantes del pueblo. Todavía tengo la marca del pequeño desgarrón que me causó el maldito jalón de orejas. Claro, que no fue nada comparado con el día de la boda de mi hermana. Yo la verdad no pretendía hacer lo que hice. Me picó la curiosidad, nada más. Mi cuñado tenía una furgoneta Toyota Hiace, que era la delicia de mi hermana. En ella vi como se daban el lote muchísimas veces, delante de la casa de mis padres. Al principio me repugnaba ver a mi hermana comerse la polla, tragarse sin reparos las corridas del novio, pero luego...

La boda se celebraría en la casa de un familiar del novio, en el jardín, a lo americano. No me gustaba ni el vestido, tipo pastora de los Alpes, ni la estúpida fiesta con clase. No podía gozar como quería. Así que en cuanto me deshice del traje, me largué a investigar... La famosa furgoneta estaba aparcada en una zona apartada. Quizás desentonaba entre tantos coches señoriales. Se movía levemente, pero lo suficiente para llamar mi atención. Asome poco a poco la cabeza por la puerta trasera y miré hacia el interior.. (¡Mi Tía!) La hermana de mi padre estaba mordiéndole las tetas a una camarera de la empresa de Catering..... - ¿Te gusta, perrita..UMMM?¡Claro que sí!... Desde que te vi supe que serías mía ¡Ábrete bien para mí!... Ummh.. AHHmm... ay ay ayyy... Eso es, quiero escuchar tus gemidos... Fuerte, más fuerte... UUUUUMMMM SIIIII SIII AYYY MAMIIII AUUUHG ... Te voy a follar el coño como nadie... ¡Qué bien huele!... Y que bien entra mis dedos... ¡TOMA, TOMA!.....Si...Mueve, mueve ese culito para mí... Mi tía se abalanzó sedienta sobre el chochito de la camarera, que por entonces no paraba de aullar. Jamás pensé que fuera a comérselo literalmente, pero poco le faltó. Mi entrepierna se había convertido en una catarata de jugos salados. No pude contenerme y me metí la mano hasta el fondo de mi coño, buscando satisfacerme, mientras veía follar a mi Tía.... ¡Dame tu culo, preciosa!... Quiero hacerte mía, toda mía....NOOO...AYYYM, NO NO AYYY AYYYY AUUUMM SSSSS NOOO BRUTAAAG... SIII, SI MI VIDAAAAG AAY SI... Una avalancha de sensaciones recorrieron mi cuerpo sin poder evitar gritar en mitad del orgasmo. Mi tía presa del pánico, abrió la puerta con tanta fuerza que acabé con la nariz rota, tirada en medio del aparcamiento y presa de todavía de la monumental corrida. No sé que pasó después, porque perdí hasta el conocimiento. Nunca les dije a mis padres lo ocurrido. Pensaron que me lo tenía merecido por ser tan curiosa. Claro, que si llegan a saber la verdad....

-¡Gara, despierta! Salté como un resorte de la silla -¿Será posible?. Mi jefa no dejaba de farfullar por lo bajo... -¿Para qué me necesita?. .. - Te presento a Sandra, tu nueva "jefa"... (un pitido ensordecedor se instaló en mis oídos)... -¿Mi nueva qué...?... –Jefa. Da gracias a su buena fe, porque yo estaba decidida a mandarte hoy a la puta calle.. (¡Ufff! ¿Qué hago? La cornuda de Sandra me troncha) Ella tenía posada su mirada de gata en mis pechos. Recorrió todo lo que quiso mi cuerpo. Hasta parar la vista en mis ojos. (Reconócelo, Gara, ¡estás muerta! No te queda otra)... - ¿Por qué?...-¡No te dije! Deberías mostrar más entusiasmo por la oportunidad que te ofrecen. Mira que eres...-¡Déjalo, Magda! Ella y yo nos comprendemos...

Volví a mi mesa de trabajo. Todo estaba ya pactado, sin mi consentimiento. Hoy sería mi último día de trabajo en esta empresa. Sin embargo, lo que me tenía preocupada, era la mirada directamente sexual de la cornuda. Sabiendo lo normalita que soy, no me lo explico. Al final llegué a la conclusión que yo iba a pagar los platos rotos de las "pone cuernos". Llegó la hora de irse, de recoger lo poco que tenía mío y largarme. No había dado ni dos pasos en la calle, cuando mi nueva jefa me bloqueó... -¡Vamos! Te vienes conmigo. No pude abrir la boca, jaló de mí hacia su coche. - ¿Te gusta escuchar las conversaciones ajenas, guapa? (Vuelve a la carga)... - Perdóneme si la molesté. No quería escuchar... pero usted se plantó delante de mí... -Ya... Su mano se aproximó a mis pechos y lentamente me los acarició.... -¡Señora, espere que no soy...! (Nulo intento ¡La mamona me estaba reventando las defensas!) Ella continuaba acorralando mis tetas, ahora entre sus manos.... ¡Por favooorrr umm! (Nulo intento) Cerré los ojos (UMMM, SII, ¡muérdete la lengua, que no se entere que gozas!) Su boca cubrió mis labios, mimando primero uno...(AUMMM HUMM HUMMMM) Luego el otro..... (UHMM SIIIII UMMMMM OUMMM)... Escu.. MUUCH..chemmmee....MMMMM..espere un...UMMSII (Nulo intento, ¡estás gozando, admítelo!) Me hallaba sumida en una calentura salvaje. La maldita mujer sabía lo que se hacía. De repente se alejó de mí y puso en marcha el coche. No me volvió a tocar ni a dirigirme la palabra hasta llegar a una zona residencial muy conocida. Confieso que estaba asustada. Aparcó el coche en el garaje. Nos quedamos las dos sentadas, sin apenas emitir ruido alguno. Su mirada volvió a posarse en mí. Nerviosa, bajé la vista hacia sus muslos (¡No, mira a otro lado!) Mis ojos subieron hacia... (¡Ay, mamá! ¡Qué par de t... !).... - Si sigues comiéndomelas con la mirada no vas a dejar sitio para el plato principal. Vamos, quiero darme un buen baño relajante. La seguí como una abejita, zumbando detrás, mientras ella, toda néctar, se alejaba. Mi cerebro no paraba de emitir mensajes eróticos al resto del cuerpo. (¡Estás colada, caliente y húmeda!... por ella) Su casa resultó toda una sorpresa. Yo me hice una imagen más sofisticada y moderna, pero resultó ser todo lo contrario. La sencillez reinaba en ella. Absorta en mis pensamientos el tiempo pasó... y ella volvió ¡desnuda!. Sin mediar palabra me apresó la cabeza entre sus dos manos, acercó su boca y me besó casi con furia, sin dejarme respirar. Su lengua recorría cada rincón de mi boca abierta, sedienta. Llegaba a la barbilla, al cuello... para luego volver a castigarme con otro beso. La ropa ya no existía, ni los reparos impuestos en mi subconciencia.... -¿Dime corazón, cuánto de curiosa eres? UMMM Sus manos aferraban mis tetas, masajeaban, tiraban de mis pezones... UMMM.. SIII... NO TAN FUERTE .... MMM... SIII SIIIII.... AUGH.. NO... NO MUERDAS…MMMM…..SIIII… ESO… ASI..UMMMMM… -Si pudiera comérmelos, ¡que ricos!¡Tócame... cariño...tócame los pechos, bésamelos ¡por favor, ya!... Mi boca buscaron sus pezones duros, con los dientes los castigaba, con mi lengua... los consolaba. Estaba loca de deseo por mi bella cornuda. Nos llevamos como pudimos al sofá, ella tirando de mí ... yo tirando de ella... Caímos... necesitaba probar su sabor...lo necesitaba...(Curiosidad, nada más...)... ¡UMMM, QUE RICO!... Su clítoris pedía guerra, desafiándome erguido, rojo de furia... ¡Sí! se sometería a mi lengua, a mi boca!... –AMOOOR SIIII.. SIIII..MMMM...QU...GUUUSTOOO...DAME... MMMASSS... MMMMM...SIGUE..UMMM... NO LO DEJEEEEES...MMMMM...FOLLAMELO....FOLLA..ME....MMMUMM ... SIIII... JÓDEME CON TUSS MMMM DEDOS..SIII....AAAY... AAAYY...SI.. Su cuerpo se estiraba y se contraía, sus piernas se abrían ofreciéndome todo su hermoso sexo.. yo no podía parar... lo conquistaba con mi lengua....mis dedos respondiendo a su llamada la penetraban con ritmos rápidos y profundos... si ella no se corría pronto yo me moría de deseo... - YAA.., SII YA... VIENE... OH CORAZÓN... YA... DEJA.. DEJA..ME.. CORREME...EN TU BOCAAA MMMMM....SSSSSIIII...AYYYYYSSIIIIIIIIIIIII. La cornuda se quedó desmadejada, con los ojos cerrados, al mismo tiempo que su cuerpo temblaba. Pasó tiempo hasta que la vi moverse lentamente... como una "perezosa"... acercándose a mi cuerpo, lentamente... subiendo por él... hasta situar su cabeza entre mis pechos. Me miró a los ojos y sonrió... (¡Estás clavada, Gara! Esta mujer te puede) Su boca lamió mis pezones sin dejar de mirarme... - AYYY.. Q MMM..BUENO..SI NO PARES ¿SII?.. ¡CÓMMO MUMM ME..GUSTA!..ME FALTAA POQUITO...DALE..SII.. YAA LLEGO..SII.. PORFA..SII MMUH NOO..NOO..SIII ASII SI SI..SI..ASI..AYYY AYY...SI ME VIENE..SIIII. YA...AYYSI..¡MMMMI BAMBI!. (¡Muerta!) Ella sigue encima de mí... la noto deslizarse lentamente... hacia abajo...poco a poco... dándome largas (¡Venga ya! ¡Por amor...!) ... - ¡ AUG, NO MUERDAS, DEMONIOS!.. La muy mamona me está clavando los dientes en mi clítoris...no quiere dejarlo vivo...(¡Ay, amor! ¿qué me haces?)... Algo maravillosamente alargado y grueso está entrando en mí, sin llamar. Levanto la cabeza... la mirada de mi Bambi atenaza la mía... siento... me estremezco...no puedo más... me voy a correr y no quiero...deseo que beba de mí... - MI NIÑA... TU BOCA..., QUIERO TU BOCA..CORRERME ENTERA...SIII UMMM.. SI.. ASI..AYY.. BAMBII... YA...YA ME..SI YA AQUÍ VIENE.. TOMALO... SIII.. EN TU BOCA...AYYYSIIA... YYSIISIIII.. (¡Resucité!).

Volvió a subir por mi cuerpo... lentamente... llegó a mi boca... a mi barbilla... acercó sus labios a mi oído... y me susurró... - Después de esto, espero que te mantengas bien lejos de las conversaciones ajenas, no sabe lo que te podría pasar si sigues por ese camino, amor... La curiosidad mató al gato, ¿no?... Sí mi amor, pero al revés...

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