Mi cuñado me da lechita (IV)
Continuo en el amor con mi cuñado, además de despistar a mi esposo sobre mi embarazo.
Recordarán que mi cuñado Jorge, es quien me ha dado a probar las delicias del
sexo, esta es una situación de mi vida, (Irenita): Una semana después de la
cuarta ocasión que estuve con mi cuñado, me le insinúe lo más que pude a mi
esposo, no lo hice antes porque me sentía y me veía mis partes íntimas irritadas
y Efrén mi esposo, podría tener malos pensamientos y por ello espere; así que
esa noche debería servirme para simular mi probable embarazo, él me abrazo y me
llevo a la cama, nos besamos apasionadamente, le dije cuanto lo amaba y que
quería que esa noche fuese especial, y procedí a besar cada centímetro de su
cuerpo, bese sus ojos, su nariz, sus labios su mejilla, me solace en su cuello
se lo chupe y le dije que era una vampira , que no solo le chuparía el cuello
sino que también un lugar muy especial, al que le tenía ganas desde que nos
casamos. Él estaba super-excitado, ya que no me dijo nada, ya en otras ocasiones
lo había intentado pero él salía con su compórtate, no seas alocada, una esposa
lo hace normal con su marido y sólo con él.
Me acerque, le bese la punta de su verga, él suspira (me pareció oír que entre dientes me decía: ándale putita, sigue), que dices mi vida, ...¿puedo seguir?, ... él solo asintió.
Lo bese desde la punta hasta su base, mi mano acariciaba sus huevos, se los estruje y también los bese, durante un rato le lamí sus huevos y me los metí a mi boca para chupárselos, sentía en mi mano como le crecía su verga, estaba super-excitado, para mí que nunca nadie le había besado sus partes nobles, y me constaba ya que hasta ese momento me toco a mi agasajarme con su verga. Nuevamente recorrí su verga saboreando cada vena que lo recorría, chupándolo completamente, saboreando su sudor, que me pareció agradable, le chupe su glande, saboree toda su cabeza, de la verga de mis placeres y...
Efrén me separo y me dijo deja metértelo porque ya no aguanto, así que dirigió su verga a mi entrada principal y me la metió de un sopetón, por la excitación yo ya me encontraba lubricada y por ello me entro con suavidad, en menos de un minuto me descargo su semen en mis entrañas. Yo hubiese deseado que esperase más tiempo, pero no se pudo aguantar. Me la saco ya medio flácida y me dijo que le había encantado la forma de hacerlo. Se volteo en la cama y se queda dormido.
La verdad yo me quede insatisfecha y cuanto desee estar con mi cuñado, con mi Jorge, él si que sabía darme verga por un buen rato y de menos dos raciones excelentes de lechita caliente en mis puntos de placer. Así cansada y medio deseosa me quede dormida.
Por la mañana después de prepararle el desayuno a mi esposo, que se encontraba muy contento, aproveche para decirle que anoche le había engañado, ya que no era día estéril para mí, sino que era de mis días más fértiles y que bien podría quedar embarazada; se sonrió y me dijo: no te preocupes ya lo tendrás, porque me sacaste demasiado semen y lo más seguro es que si te haya embarazado, seré un padre feliz. Me dio un beso y se fue a trabajar.
Yo me quede satisfecha, no tanto por la noche pasada sino porque había cubierto las apariencias; me bañe, me vestí y me dirigí para mi trabajo.
Esa mañana durante los ratos de poco trabajo, me ponía cachonda viendo a los compañeros su entrepierna, que verga tan preciosa se les veía, especialmente la de Ruper, mi compañero de lado de escritorio, se le notaba demasiado su verga, aún sin estar en su apogeo, que buena verga tienes, pense quisiera tu lechita; decía en mi mente. Nunca había pensado en cosas de este tipo, fuera de mi esposo y de mi rey Jorge, pero nunca en otro hombre, me gustan mucho, pero fuera de pensar que son guapos, nunca pense nada más; pero probablemente la verga de Jorge, había despertado en mi una nueva faceta libidinosa en mi interior. Así que eso y el que mi esposo me dejase insatisfecha la noche anterior me tenía al borde del abismo y cualquiera que me pidiera mis nalgas, en ese instante las pondría a su disposición.
Para colmo de males tenía mucho trabajo y después de ir a comer regrese a continuar con mi trabajo, que me llevo toda la tarde y parte de la noche, como a las 8 ya nadie estaba en el trabajo y como me sentía muy cansada, preferí dejarle ahí. Me disponía a abandonar el sitio, cuando divisé a Nacho, una persona de limpieza que aseaba un escritorio frente al mío y que no separaba su vista de mis piernas, yo por lo absorta en mi trabajo no recordaba que él me había saludado hacía como media hora y que se puso a limpiar, mientras que yo creyéndome sola trabajaba, para sentirme más cómoda con las piernas abiertas y no me percataba de que había estado calentando a Nacho. Le mire de pies a cabeza, dándome cuenta de lo bien excitado que se encontraba por la protuberancia tan notoria al frente de su pantalón. ---¡¡¡ que gran verga!!! Y ¿ yo sin tener a mi Jorge?---
Nacho, ya ni notaba que estabas aquí, deberías...
Nacho, se había acercado a mí, y me dijo tajantemente, "sabes que tienes unas piernas muy lindas y que desde donde me encontraba, observaba claramente la rajita de tu panocha marcada en tu pantaletita, y la verdad se antoja, y no te voy a dejar ir, ya que necesito quitarme esta calentura que tú has provocado, al exhibirte frente a mi"... Recordarán que yo me mantuve casi todo el día excitada y deseosa de ir con mi cuñado Jorge, para satisfacer a mi panochita, por ello, es que no dije nada, y en mi interior asentí a la propuesta de Nacho.
Me rodeo con sus brazos, espera Nacho, por favor compórtate. No te preocupes no va a pasarte nada de lo que no te hallan hecho ya me dijo en mi oreja, mientras la besaba, no aguante más y.yo le correspondí abrazándome de su cuello y abriendo mis labios para besarnos, él introdujo su lengua y que deliciosa la sentí, se la succione con mis labios y empece a jugar con ella con mi lengua; mientras él me apretuja contra su cuerpo, acariciándome mis nalgas sobre la falda, no tardo mucho en levantármela y acariciarme sobre mi pantis, mientras nos seguíamos besando.
Mi mano desabrocho su pantalón y ávidamente tomo el objeto de mis placeres, su verga que se encontraba caliente y rígida como a mí me gusta.
Mientras él me decía cosas lindas: Te encanta mi verga, verdad mamacita, sigue que te va a salir rica lechita,..., que buenota estas y que experta eres para manejar mi verga.
Yo le besaba sus labios, su cuello, su cachete izquierdo, su oreja, mmm. Ay Nacho, que buenote estas, cógeme, hazme tuya, te deseo, quiero sentir tu verga dentro de mí.
--Un momento chiquita, antes deseo tener esos labios sobre mi verga, incate y empieza a besar.---
Nachito, no sé..., yo nunca he besado una cosa de éstas, le decía mientras se la sobaba a todo lo largo, es tan grande y caliente, no creo poder, noooo,
---¿Segura que no?---
Me hinqué frente a su verga y la tome con mis dos manos, la empece a besar, mmm que caliente y rica se sentía, mmm Nacho, muaaa, que deliciosa sabe corazón.
---Ves y no querías---
Yo seguí besándola, desde donde me encontraba levante la vista, me pareció un adonis, y me sentí feliz y dichosa de tenerlo ahí todo erecto y todo para mí, después de un rato de besársela me puse a chuparla, sabiendo que le podía extraer un suculento banquete para mi boca, pero después de un rato, Nacho, me tomo de los hombros y me levanto, vamos chiquita quiero cogerte como se debe, me recargo en un escritorio, me bajo mis pantis y froto su verga en mis labios vaginales, yo adelantaba mi pelvis, pues ya deseaba la medicina que calmaría mi calor.
Adelante corazón, soy toda tuya, perfórame, lléname con tu sabrosa vergaaaaa.
Nacho poco a poco me la fue metiendo, que delicioso se sentía, percibía en mis músculos el palpitar de su verga y lo bien que se habría paso hacia mis entrañas, pareciera que esta era su funda, ayyyyyyy, que ricooooo, Nacho, dame maaaaaaas. Él inició un mete y saca, así que cada vez que él me la introducía, yo levantaba mis nalgas, esperando recibir más y más verga, Nacho, mi reyyyy, parteme, ábreme, papacitoooo, que delicia, maaaas, mis jugos inundaron su verga, lo cual le sirvió de estimulo, ya que más fácilmente podía meter y sacar su rica verga;..., después de un rato que me basto para reponerme, seguí pidiéndole más y más verga. ¡¡¡Papacito, dame tu leche, inúndame con ese rico semen que tienes reservado para mí!!!!, ¡¡¡Mí rey, mí papacito, dammmme!!!. Su verga disparo su carga dentro de mí, sentí que saldría lanzada fuera de ahí, ya que me disparo con tal fuerza, como no lo había sentido nunca. Papacitooo, y me vine nuevamente, sobre su verga, que se encontraba aún en mi interior,
Nacho, que feliz me has hecho, mi rey, mi corazón, eres todo un macho, que rico me lo hiciste, deseaba tanto tener una verga deliciosa dentro de mí, gracias mi amor.
Él simplemente me besa y así permanecimos por un rato abrazados, con mis piernas alrededor de su cintura, mis brazos en su cuello, sus manos sobre mis nalgas y su verga semiflácida en el interior de mi vagina.
Después sentí como se levanta nuevamente su verga, me dijo sacándomela mientras yo hacía un gesto de desencanto; no pongas esa cara mamita, voltéate que quiero probar tu culito. Pero,...,
Verás que rico te trato. Bien, solo porque de verdad me haz hecho inmensamente feliz. Me voltee, me apoye sobre mi escritorio, Nacho me llega por detrás y poco a poco fue introduciéndome su verga por mi culo, medio me dolió un poco al principio, pero como estaba bañada su linda verga con nuestros jugos, me resbalaba deliciosamente en mi interior. Después de unos minutos de metérmela con dulzura, me lleno mis entrañas con su semen, mientras yo dejaba salir nuevamente mis jugos producidos por un orgasmo delicioso, saberme una puta, ya que era el tercero que me cogía en mi vida, sin tener una amistad anterior, pero con el gusto de saber, que era un gusto diferente, de travesura hecha en mi trabajo.