Mi cuñado es hijo mio (I)

Se narra las relaciones entre suegra y futuro yerno.

Hace algunos años tuve amores con una compañera de estudios de la universidad, ella era una mujer catalogada como común y corriente, tenia buena cara, cuerpo más o menos interesante y lo más importante tenia una fabrica lechera bastante abundante, ha se me olvidaba era una excelente mamadora de verga. En una ocasión me invitó a su residencia para que conociera a sus padres y a sus hermanas, todos se desarrollo en total calma.

Con el alboroto de la bienvenida vinieron algunos tragos, y sin darnos cuenta se hizo bastante tarde, mis suegros en un gesto de cortesía me brindaron su casa para que me quedara esa noche allí en el cuarto de huéspedes. Acepté la invitación, todos nos fuimos a costar y yo esta en la cama acostado en solo pantaloncillo, cuando de repente entró mi suegra, con el pretexto de preguntarme si me hacia falta algo, el dije que no y ella vio en medio de las sabanas mi potente miembro y me dijo: esto es lo que se come mi hija contigo? En el momento no supe que decir. Pero, me quedó la curiosidad de que era lo que había querido decir mi suegra.

Los días fueron pasando, y yo seguí frecuentando la casa de mis suegros y mi suegra cada día mostraba más sus atenciones hacia mi se convertían en más evidentes. Hasta que un día me dijo que necesitaba hablar conmigo en privado y que no se enterara su hija. Legue puntual a la cita, y cual fue mi sorpresa cuando me abrió mi suegra en una bata en seda roja, me dijo amorcito, no te asustes que no ha empezado lo mejor. Entre pregunté sí había alguien el casa me dijo que estábamos solitos. Cuando de repente que quito la bata y quedó en pijama, era una especie de baby doll, le dije esa pijama es de su hija, me dijo eso no importa ahora la vamos a disfrutar tu y yo.

Se me abalanzo hacia mi, y me dijo que desde el primer día la había vuelto loca, y que desea que yo fuera su amante ya que su cacreco marido no la satisfacía sexualmente. Le quite la pijama y quedaron al descubierto unas tetas bastante grandes, con una aureolas enormes de color rosado, se la chupe hasta la saciedad, en mi mente me respondía la pregunta que hace rato me hacía mi novia de donde había heredado las tetas tan grandes de tenía, y la respuesta era de la ramera de su madre. Le besé apasionadamente, las llegar el momento de la excitación me dijo que en sus buenos tiempo había sido una gran mamadora de verga. Me desvestí rápidamente y mujer sedienta de sexo salto a mi potente miembro y me la chupo hasta hacerme perder el control, y me vine en su boca y me dijo que era la primera vez en saboreaba una chorro de leche masculina bien caliente y bien servida.

Me lo lamió hasta que nuevamente se puso bien parada y me nuevo la tiré sobre el sofá y metí mi cabeza en medio de sus piernas y me encontré que no tenia pantys la vil zorra solo una poderosa concha; y cual fue mi sorpresa, encontré un bello puvico bastante abundante y largo, que en primera instancia me causo bastante asco pero se lo lamí como un perro en celo. Con mis dientes le halaba los vellos y esta mujer aullaba de placer las cuando decidí meter mi lanza en esa concha húmeda y así fue su euforia que incrementó y me clavó sus uñas en mi espalda me decía que quería más y más. Que le quitara las telarañas que mi suegro no había sido capaz. Estos encuentros, duraron por espacio de diez años, hasta que un día le dije que quería comérmela por detrás, ya que tenia un buen culo y de paso me diera la virginidad de su estrecho culo.

Así fue, nos citamos un día y cual fue mi sorpresa mi suegra había cambiado el look de su concha se la había depilado al estilo brasilero (o sea, sin ningún pelo) se veía hermosa, me la comí a lengua, le halaba los labios y el mordí su exquisito clítoris, hasta que en un momento determinado la cogí a la fuerza y la voltee para alcanzar mi objetivo y me dijo que no quería por detrás que había escuchado que eso dolía, le dije que si no se dejaba se que olvidara de mí, entonces lo pensó y cuando me vio poniéndome la ropa me dijo que aceptaba, entonces mano a la obra o mejor dicho, verga al hueco hediondo, le hice el amor por detrás y grataba cuando estaba metiendoselo, pero después brincaba de locura y me vine en su hermoso culo y me decía que la excitaba sentir como la leche caliente le corría en medio de sus nalgas.

Así, pasaron los días, los años, y yo me comía a mi suegra y a su hija. Un día me dijo que era importante de que hablaramos y fue cuando me dijo que estaba embarazada y que era mio, le dije que no podía ser; me dijo que había pensado en dedirle a mi suegro que era de él pero, mi suegro no la atendía desde hace muchísimos años.

Entonces, planeamos que seduciría a mi suegro y este le haría el amor y después con los días le decía que esta embarazada de él. Mi suegro de comió el cuento y ahora esta feliz el viejo cabrón y yo sigo comiendome a las dos.