Mi cuñado
Cada vez que lo veía a mi cuñado, sentía esas cosquillas ahí abajo que me daban ganas de hacerle de todo.
Siempre que veía a mi cuñado en las reuniones familiares se me mojaba la panocha y no podía dejar de tratar de llamar su atención (por suerte, nunca me costó llamar la atención de los demás, ya que mi cuerpo me ayuda bastante.Los años en el gimnasio me dieron este culo que no se puede dejar de ver. Hasta las mujeres me lo halagan). Siempre que lo veía, aprovechaba para abrazarlo y apoyarle mis pechos en el suyo. Cuando estaba sentado, siempre lo abrazaba de atrás, rozandole las tetas en la espalda y hablándole bien cerca del oído.
Me decidí un día y se me ocurrió decirle a mi novio que salgamos a tomar algo con su hermano(mi cuñado) ya que estaba solo. Por suerte, esa noche mi novio estaba súper cansado y las copas que tomamos le hicieron mucho más efecto que a nosotros dos. Así que cuando volvimos a casa, lo único que pudo hacer fue acostarse.
Mi cuñado y yo nos sentamos a mirar una peli en el sillón, abrazados porque yo tenía un poco de frío. Yo estaba que no daba más, quería comérmelo todo! Y por lo visto el también. Tenia mi mano en su pierna y podía sentir como se le había agrandado un poco. Cada vez más ganas tenía. Hasta que no aguante y se la empece a acariciar por arriba del jean. De golpe se le puso mas que dura y grande. No tardo ni un minuto en agarrarme de la cara y darme un beso que me estrujaba toda.
En medio del beso, yo podía sentir como se me mojaba toda mi conchita y me latía cada vez más. Mientras mi cuñado me seguía besando, bajo su mano, la metió por la falda de mi vestido y pudo sentir mi tanga toda húmeda. Me tocó por encima de ella hasta que de a poco me fue corriendo la tanguita y me pasaba su dedo mayor por dentro de los labios.
Se podía sentir a lo lejos el calor que teníamos!
Sin pensarlo dos veces, me metió el dedo en mi conchita toda mojada y se me escapó un gemido sin darme cuenta. Me tuvo que tapar la boca porque yo no me podía aguantar. Se me acercó al oído y me preguntó si quería que me coja. Le supliqué que si, hasta que se desabrochó el pantalón y sacó su verga. Era enorme, podía verle las venas que parecían explotar.
Me puso boca arriba en el sillón y, mientras me tapaba la boca, me la apoyó bien suavecito en mi conchita. Podía sentirle la cabeza como me rozaba la entrada y me hacía dar cada vez más ganas. Hasta que senti como de a poquito empezó a metermela hasta lo más profundo de mí. Mientras me mordía el cuello, me cogia como si hiciera años que no lo hacía.
Me sacó toda la ropa para poder lamerme y chuparme las tetas mientras me cogia como un dios. Me empezó a meter y sacar la verga tan fuerte y tan rápido que sin poder controlarme acabe tres veces seguidas. Él jamás paró, me puso en cuatro y me la metía y sacaba y cada vez que me la metía se escuchaba el ruido de sus testículos contra mi concha, que me la estimulaba tanto que acabe de nuevo.
Tenia muchas ganas de que me la ponga por el culito y como a cualquier nena caprichosa, me lo cumplió al instante. Primero me lamió todo mi culito, metía la lengua y sus dedos, hasta que despacito empezó a metermela. Ya no me tapaba la boca porque se escuchaban igual mis gritos. Se la sentía toda como iba entrando. Hasta que empezó a cogerme fuerte de nuevo. Ya no podía respirar de la excitación!! Sentía que me iba a desmayar. Hasta que me llenó el culo de leche. Fue hermoso porque sentía como le latía con cada chorro de semen. Era increíble, así como sus gemidos cuando acababa.
Fue la mejor cogida de mi vida! Era imposible no querer seguir.
Por suerte mi cuñado vive cerquita y cada que mi novio se vaya a trabajar, puede venir a cogerme como solo el sabe