Mi cuñado bisexual

Tomando unas vacaciones con la familia de mi novia, me toca compartir cuarto con su hermano mayor. Despues de un tropieso descubro que el es bisexual y nos la pasamos en grande.

MI CUÑADO BISEXUAL

Habíamos llegado después de un largo viaje en avión a una zona vacacional en la costa de nuestro país, México. El viaje había sido algo aburrido pero al llegar a nuestro destino me olvide de ello. Era un hotel en medio de una zona arbolada con piscinas a los lados y pequeñas cabañas a los lados del inmenso terreno. A pesar de que había gente, el lugar era grande y nunca se veía lleno.

  • Mira Marcos!!! Me encantan las piscinas!! Y de diferentes temperaturas, será una semana inolvidable!! – dijo Sofía con emoción.

  • Así es Sofí, pero nosotros no nos quedaremos en el hotel, sino en las cabañas – dijo su padre tratando de apaciguar la emoción de su hija.

Ese verano la familia de mi novia, Sofía, me había invitado a pasar las vacaciones con ellos, ya que el padre de Sofía, Pedro, había hecho reservaciones unas semanas antes en ese centro vacacional, pero la abuelita de Sofía, quien los acompañaría, no había podido ir ya que decidió a última hora visitar a un pariente que hacía mucho no veía en su pueblo natal.

Al final terminé aceptando pues los padres de Sofía siempre fueron muy amables conmigo y pasar tiempo con ellos no me molestaba. Sofí por otro lado estaba muy entusiasmada porque le encanta nadar. Ella y yo hemos sido "novios" desde hace 2 años y también hemos sido mejores amigos desde 2 años atrás.

Aparte de Sofí también nos acompañaba Carlos, su hermano mayor y responsable de que Sofí guste tanto de los deportes acuáticos. Tanto Sofía como yo, Gustavo, teníamos 19 años y Carlos 27. Al llegar a la recepción dejamos nuestras maletas y nos dispusimos a comer y a recorrer las instalaciones ya que había bastantes cosas que hacer (inclusive espectáculos en el comedor). La noche nos cayó y nos fuimos a cenar y como el viaje había sido largo en la mañana pues yo decidí dormir mientras Sofí y su familia se la pasarían en la alberca.

  • Muy bien chicos, en la recepción ya llevaron nuestro equipaje a nuestras respectivas cabañas, no corazón? – dijo la mama de Sofía y Carlos mientras su esposo asentía con la cabeza

  • A tu papa y a mí nos toca la cabaña 109, a ti Sofí la cabaña 101 y ustedes dos, Carlos y Marcos, compartirán la cabaña 119.

Sofía me dio un codazo y me susurro al oído "a la cabaña más lejos de la mía porque de seguro temen que vayas a meterte conmigo, y ponen a mi hermano de tu guardia" y me sonrió en tono juguetón.

Ciertamente no esperaba que nos pusieran a dormir en la misma cabaña a solas pero de igual manera no era tan malo compartir lugar con Carlos. Al llega a la zona de cabañas mi novia se quedo en la primera, justo cerca de las albercas, sus papas se quedaron a medio camino y ya solo Carlos y yo seguimos hasta la última cabaña.

Al entrar a la cabaña vimos que era amplia, con las dos camas individuales en el medio, un ropero, un armario y un baño al extremo con un lavabo. Nuestras maletas estaban ya junto a la puerta. Carlos corrió y dio un salto en la cama mas cercan a la ventana - ¡Esta es mía! – grito mientras rebotaba en ella infantilmente. Yo me dispuse a recostarme en la que estaba junto al baño y me tumbe, cerrando los ojos.

  • Oye Mark, no vas a venir a la piscina?

  • No…..estoy muy cansado….traigo el traje de baño bajo al ropa pero Aller no dormí nada por estar empacando a última hora

  • Jajajaja, ni siquiera vienes sabiendo que podrás ver a mi hermana en traje de baño, eres el colmo de huevon – me dijo Carlos riendo.

El era siempre muy bromista y bastante divertido, mejor compañero de cuarto que haberme quedado solo en la habitación en caso de que el no fuera. Le sonreí y me di la vuelta, y cuando menos me di cuenta caí dormido.

No sé cuánto tiempo paso, pero al despertar al luz estaba apagada y estaba solo, el sueño había sido bastante reparador, así que me acomode bien en la comodidad de la soledad y pensé que todos estarían fuera nadando.

Mis pantalones se empezaron a sentir apretados del frente, me apoye hacia abajo y sentí aun más como la tela apretaba mi bulto deliciosamente. Me quede quieto un rato sintiendo como mi bulto se comenzaba a inflar poco a poco hasta que quedo asfixiado por mi ropa. Baje mi mano y lo acaricie suavemente sintiendo los escalofríos recorrerme. Estaba bastante excitado y en ese momento de soledad me pareció oportuno para aprovecharlo.

Comencé a acariciar mis piernas, luego mis manos subieron por mi playera, juguetee con ella y la fui retirando poco a poco. Luego me baje lentamente los pantalones, dejándolos caer en el suelo y quedando solo con mi traje de baño. Comencé a palanquear mi virilidad sobre la tela, sintiendo el movimiento restringido por la ropa, luego pase mis manos por mi abdomen, acariciando l vello que salía desde mi obligo y entraba bajo el traje de baño. Mientras una de mis manos acariciaba y apretaba mis testículos la otra subía por mi cuerpo. Aunque no tengo músculos abdominales, si que soy esbelto y hago ejercicio así que mis pectorales son abultados y bien trabajados.

Los acaricie poco a poco y me estire en la ama como un gato, sintiendo mi erección aumentar con orgullo. Baje mi traje de baño un poco y toque mi carne, primero el tronco y luego la cabeza bajo el prepucio. Comencé a juguetear con ella y a presionarla y moverla hasta que sentí humedad proveniente de la punta. Mi otra mano se hundía en mi vello púbico y en mis ingles, masajeándome.

Estaba al máximo casi, inconsciente en la oscuridad que me abrazaba y concentrado en mi mismo, relamiéndome los labios y empezando a sudar. De repente la oscuridad aclaro, abrí los ojos y ahí en la puerta estaba Carlos de pie, con la mano en el switch y con una bata y una toalla en la mano.

Sorprendido me di la vuelta hacia la pared, y sentí como el color sonrojaba mi rostro a una velocidad brutal.

  • Hombre que pasa?? No es nada que no viera antes!

  • A….si….perdón, no te escuche.

  • Mark, date la vuelta! Jajajajaja

  • No….no, he, como estuvo, y Sofía?

  • Sofí? Ya hace una hora se fue a la cama y mis papas ya se fueron a su cabaña, son las 11 de la noche.

  • Mmm…no me…di cuenta de que era tan tarde.

  • Mmmmm, como quieras Mark, me voy a duchar.

Luego sin darme vuelta solo escuche como Carlos rebuscaba en su mochila por un rato y luego paso frente a mi cama, hacia el baño, aunque yo no me atreví a mirarlo.

Comencé a escuchar la ducha y me tranquilice, aunque aun así mis mejillas seguían rojas de vergüenza. Me puse de pie y a dar un par de vueltas, la verdad es que andaba como animal, excitadísimo y se me notaba mucho; mis shorts mostraban una tremenda casa de campaña que apuntaba al frente. Me concentre lo más que pude, me quede quieto y pensé en cosas totalmente sin sentido por unos cinco minutos, pero mi erección no bajaba, seguía firme como el acero.

En mi penoso estado tropecé con una playera en el suelo, junto a la puerta estaba la maleta de Carlos abierta y totalmente desparramada en el suelo. Me incline a meter la playera y para mi sorpresa la mochila estaba hecha un caos aun peor por dentro, anda estaba doblado, todo estaba hecho bola, tenia cables y cables de audífonos y demás instrumentos eléctricos enredados en la ropa, tenía un calcetín de un color y otro de otro, tenia bolsas de papas fritas a medio comer o latas vacías.

No podía creer que hubiera alguien que "empacara" de esa manera, parecía que esa era la mochila que usaba a diario y no había sacado nada de ahí hacia años. Entre la ropa encontré una bolsa negra muy mal acomodada, pero media abierta y de la cual resaltaban un par de revistas, las tome y para mi sorpresa eran revistas porno de una marca cara. Tome una y la abrí, en la primera página tenia a una mujer de tetas grandes metiéndose un vibrador en el ano.

Mire hacia el baño, nervioso, peor aún se escuchaba la ducha, así que me fui a mi cama, como ansioso de buscarme problemas, y empecé a ojearla. La situación entera me daba mucho morbo y me excitaba, sabiendo que Carlos podía atraparme, así que sentí la calentura subirme grado a grado.

Comencé a ver muchas mujeres en todo tipo de posición, besándose o dándose sexo oral. Sofía había sido mi única novia y a pesar de que la quería, habíamos acordado a que esperaríamos el momento justo si es que estuviéramos juntos, así que en ese momento yo era virgen y lleno de hormonas. Mi verga ya casi rompía mis shorts así que la saque mientras la tocaba suavemente, cualquier movimiento hacia que casi estallara en orgasmo. Pasando paginas de la revista llegue a una sección con mujeres que eran folladas por dos chicos a la vez, esto me excito aun mas y las caricias en mi pecho y abdomen aumentaban, luego llegue a una sección donde ya no había mujeres……sino solo hombres besándose, tocándose y haciéndose sexo oral.

Mi mente como que se detuvo de repente, una pausa, pero mi corazón aumento su frenético ritmo y mi cuerpo siguió, disfrutando. Mientras seguía ojeando y tocándome, me pregunte ¿Acaso Carlos era bisexual? Había muchas revistas porno con solo chicas, pero porque tendría una con escenas homosexuales en una gran parte de las revistas. Observaba los miembros de esos hombres, restregándose o ser lamidos. Mire como gozaban y se entrelazaban en una pervertida escena de lujuriosa pasión animal.

Carlos era bisexual o gay? Mi mente empezó a pensarlo a tope. Abra tenido algo con otro hombre? Empecé a pensar en Carlos sustituyendo a algún modelo de la revista, besándose y tocando a otro modelo. Me sentía como un tren desbocado, mis pensamientos eran extraños pero estaba a mil y no podía pararme. Al pasar una página algo callo de ella, sobre mi pecho, lo tome con apuro y resulto ser un condón, pero un condón desenrollado y aplastado entre las paginas, por descuido seguramente. Lo acerque a mí, lo extendí y abrió e introduje mi nariz. Un olor fuerte me lleno, a plástico, pero a algo más penetrante aun.

Sin control de mi mismo lo extendí, lo coloque en mi pene y baje suavemente. Me quedaba algo grande de la punta, pero cubrió por completo mi órgano. Mire a un lado de mi y tenía la revista abierta con las escenas homosexuales, mire al frente y vi mi pene hinchado como nunca, enfundado en un condón, eso me excito aun mas, y aparte de todo, era un condón que había usado el hermano de mi novia, un condón con aun restos suyos.

Me masturbe intentando suprimir algún grito pero pocos segundo me duro, ya que junto a la entrada del baño estaba Carlos recargado, solo con una toalla en su cintura, mirándome entre feliz y curioso. Me levante como un resorte, subí mi short sin dejar de caminar y salí a toda prisa de la cabaña, camine en la oscuridad hasta llegar a las piscinas. Vi que al fondo había una piscina de hidromasaje, pequeña y sola (ya serian las 12 am) y me metí en ella son aminorar la marcha.

Me sentía asqueroso, una cosa era que me atraparan masturbándome y otra que me atraparan así, con una revista de…….y un condón ya usado….al pensarlo no lo creía, me había vuelto loco??? Mire hacia abajo, l agua estaba caliente y veía como mi verga seguía dura.

Me puse a analizar las cosas. Nunca me había fijado en otro chico pero mirando la revista me puse a pensar en Carlos, seria que soy bisexual? Me pregunte. Empecé a pensar en el, ciertamente éramos muy buenos amigos y nos ayudamos mutuamente a veces, es muy divertido y me trata bien. Siempre esta sonriendo con sus blancos dientes y es atractivo, pensé….con rasgos masculinos, pelo corto lacio y negro azabache y una piel de color tostado suave. Comencé a pensar en el momento en que me cacho, no se enojo ni me dijo anda, solo miraba dios sabe desde cuando, recordé que traía solo una toalla y como vi fugazmente su cuerpo con curvas…..mis testículos empezaron a palpitar….ahora que haría?

  • Mark, muévete – escuche su voz detrás y el agua se agito, algo grande había entrado y justo a mi lado estaba Carlos.

Desvié la mirada rápido, estaba sentado a mi lado y sobresalía del agua más que yo, ay que es 15 centímetros más alto que yo. – Emm….estoy bien, necesitaba aire – le dije torpemente – Necesitabas estar solo, jajajajaja – me dijo el bromeando – ahí Marcos, no te sientas mal, al menos no conmigo, sabes que somos amigos.

Mi mente se quedo en blanco y solo me quede mirando hacia el otro lado por un par de minutos. Sentí movimiento en el agua y la curiosidad gano, voltee y vi a Carlos a escasos centímetros de mi, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, meneando de un lado a otro su paquete que se veía abultado apuntando hacia un lado.

Lo mire hipnotizado hasta que el abrió sus ojos y me miro, luego extendió su brazo y tomo el tronco de mi pene por sobre el traje de baño. Me retorcí un poco al sentir su fuerte apretón pero más me distrajo al idea de no eyacular ahí mismo. Su mano subió a mi glande, empezó a masajearlo rítmicamente, sobre la tela, presionando. Deje salir un ligero gemido y sentí al calentura llenarme de nuevo. Me recargue en el asiento de la piscina como él y vi como retiro u mano de su miembro, mirándome aun con sus penetrantes ojos negros. Puse mi mano sobre su pene, la ropa era lo único que separaba nuestra piel. Empecé a recorrerlo de arriba abajo y a sentir su forma, con las olas masajeando mi cuerpo y su mano mi miembro.

Así estuvimos un buen rato hasta que me tomo de la cintura y me jalo hacia el, de frente, y quede sentado entre sus piernas, frente a frente con nuestros órganos pegados entre nuestros cuerpos. Después un largo beso, suave y húmedo, que aumento mi latir del corazón. Empecé a mover mis caderas suavemente para restregarme en su entrepierna y el hiso lo mismo, pase mis brazos alrededor de sus hombros, que eran bastante grandes, y seguimos besándonos.

  • Siéntate en la orilla – me indico suavemente. Yo me pare sintiendo el peso de mi traje de baño empapado y me senté con los pies colgando a la piscina.

Me jalo del traje de baño fuertemente y casi me tira al agua de nuevo, pero solo saco mi traje y dejo mi miembro al aire frio de la noche, totalmente parado y ya fuera de su prepucio, con los huevos hinchados de leche. Paso sus manos en mis muslos (lo que me hizo brincar de escalofríos) y puso sus labios en el glande, bajando poco a poco y engulléndolo. Estuve a punto de gritar al sentir su boca cobijar mi verga, húmeda y tibia, y su lengua enredarse en mi tronco. Cerré los ojos y resistí para no venirme. Carlos sacaba mi órgano de su boca y lo volvía a engullir por completo, una y otra vez con ritmo y como todo un profesional. Hundí mis dedos en su negro cabello y lo aleje, vi como su lengua seguirá extendida y con un hilito de liquido pre seminal que la unía a mi miembro, y es que ay estaba a punto de venirme.

El noto el esfuerzo que hacía, así que se alejo y se puso de pie en el asiento de la piscina, sosteniéndose de una trabe que sujetaba el pequeño techo que la cubría. Lo que había visto anteriormente no era producto de mi lujuria, su cuerpo si estaba perfectamente torneado, con unos abdominales bien marcados, un pecho fuerte y sobresaliente, unos sexys pezones color chocolate y unos brazos y hombros grandes y musculosos, todo con un tono moreno parejo.

Empecé a tocar desde sus músculos con gran apetito y subí por su abdomen, toque su carne fuerte y firme y baje su traje de baño. U verga mojada salió rebotando, ancha y de unos 28 cm (la mía era de 13), sus huevos colgaban y su cuerpo era lampiño, solo tenía sobre su órgano un tapetito de pelo negro cortado cuidadosamente al ras. Su glande sobresalía de entre su pellejo. Abrí al boca y la apreté para sujetar la carne y baje, tratando de comer tanto como pude. El prepucio bajo y Carlos dio un quejido y se tambaleo.

Su rosa glande era suave y su tronco venoso, saboree lo más que pude y metí su verga a mi boca para masajearla con mi lengua, mi falta de conocimiento hiso que en alguna ocasión chocara con mis dientes pero yo seguía y el nos e quejaba al respecto. La metía lo más que podía mas no entraba toda, así que me concentraba en lamerla de los lados, de arriba abajo y chupar la punta. Con mi otra mano me dedique a tocar su abdomen y su pecho hasta donde podía, tenía un cuerpo envidiable.

Trague lo más que pude después de un rato y me atragante, no podía con tanto, la saque y empecé a toser apenado. Carlos me acaricio del cabello como si fuera su hermano menor, y salió de la piscina empapándome, me extendió su mano y me sonrió – Vamos al cuarto – me dijo y me ayudo a ponerme de pie. Quizás nos pudiera ver alguien, pero no nos importo, dimos la vuelta a las piscinas totalmente desnudos, ambos con nuestros órganos erectos al máximo y goteando agua. Carlos paso su brazo sobre mi hombro y me atrajo hacia si todo el camino, mientras yo pase mi baso alrededor de su cintura esbelta y lo abrase.

El contacto de nuestros cuerpos desnudos era fenomenal y el frio viento nocturno acariciando nuestras herramientas.

Legamos a la cabaña, abrió la puerta y yo entre, Carlos cerró y se puso a esculcar en su mochila. Yo solo observaba hambriento su duro trasero empinado moverse mientras buscaba. Por fin saco algo y me lo lanzo – Ten campeón!

Y en la cama donde estaba callo una botella de líquido transparente. El se acerco sin poder contener su sonrisa y se subió a la cama, me tomo de los lados y empezó a agasajarse con mi cuerpo, me beso el cuello, luego lo lamio suavemente y fue bajando poco a poco hasta mi pecho, el cual no estaba tan desarrollado como el suyo, pero el empezó a acariciarlo y luego a morderlo con apetito, metía gran apte de mi carne en su boca y jugaban con su lengua y luego al dejaba, dejando mi pecho totalmente húmedo. Mis pezones pasaron por lo mismo, los succionaba y lo pellizcaba con entusiasmo. Yo mientras pasaba mis manos por sus hombros y su ancha espalda de toro, ansioso de su caliente piel.

Carlos se cocolo sobre mí, en posición de 69. Pero al ser más alto que yo nos costo acomodarnos hasta que concedieron nuestras armas con nuestras bocas. Su boca aprisiono mi órgano entero y yo trate de hacer lo mismo con el suyo, esta vez sin el agua de piscina, saboreaba mejor su piel salada e intensa. Mi lengua bajaba por su tronco hasta sus testículos, me estiraba para alcanzarlos y lamerlos, con esa piel tan suave. A él le fascinaba y bajaba más sus caderas, y de igual forma lamia mis huevos y los metía enteros a su boca.

Me sentía en el cielo y que estallaría, o que me daría un ataque cardiaco. El alcanzo la botella que había en la cama y virio su liquido tibio en mi órgano, luego empezó a masturbarlo de arriba abajo, era lubricante. Si manos e sentía tan suave y resbalaba en mi verga como nunca. El seguía poniéndome más y este escurría entre mis ingles hasta mi culo y a la cama. Deje de mamársela y empecé a gemir sin control. Mi cuñado empezó a tocar sus glúteos y sus testículos, embarrádnoslos de ese líquido también, goteando en mi rostro.

Por fin me soltó y se recostó en la cama a lado mío, me incorpore y lo vi tan excitado como yo, sudando a mares y respirando agitadamente, pasando sus manos por su musculoso cuerpo. Tomo sus piernas con su brazos y las subió tanto como pudo, dejándome ver su culo abierto, con su ano reluciente del grasiento liquido

  • Ven wey, jodeme….

Me acerque e incline contra él, tome mi verga, al cual se resbalaba de mis manos por el aceitoso liquido que la me empapaba, y la coloque en su entrada. Lo mire fijamente, por si no quería, pero él me sonreía con una mirada de deseo y ansias. Empuje suavemente y sentí como el pelo de su ano se enredaba en mi glande, y como su yo se empezaba a abrir, devorándome mi tranca con toda suavidad.

  • Aaaaa……aaaagghhh

Los dos gemimos fuerte cuando por fin mi miembro entero entro en el, dentro era tibio y carnoso, palpitante y sentía cada respiración suya, mientras que la entrada apretaba mi tronco. Moví la cadera en reversa y la saque por completo, observe como su carne se abría y salía mi verga mas húmeda aun, luego volví a empujar, como queriéndolo experimentar todo de nuevo. Seguí suavemente, con cada embestida Carlos se retorcía y yo sufría por no venirme. Luego empecé más fuerte y constante.

Extendí las manos y empecé a tocar su abdomen musculoso, y su pecho duro y firme, luego pase a sus pezones y empecé a pellizcarlos. Carlos reía con los ojos cerrados, en un grito ahogado. Me incline y recosté sobre él, hundiendo mi cara en su axila con una arbusto de vellos, pude oler su sudor y aroma a macho intenso en todo su esplendor.

Me empecé a mover más duro y fuerte, con todas mis energías, sintiendo como rasgaba la carne adentro y como su cuerpo vibraba con cada empujón. Tome la botella del lubricante y al derrame en su pene, y luego empecé a masturbarlo como él lo había hecho conmigo, mis dedos resbalaban por toda su extensión y el liquido escurría hasta donde nos uníamos.

  • Aaaaa…ssssss…siiii Marquitos….aaaaa…..chingame, rómpeme como rompes a mi hermana!!! Sigue!!!

Tales gritos me incitaban aun más hasta que no pude más y me corrí de un grito, dentro de él. Sentí como su cavidad se llenaba de mis jugos y como mi energía escapaba. Retrocedí y mi órgano salió con una sensación de vacío, adolorido y aun lubricado. Caí rendido a su lado y jadeando, con mi verga aun parada y ondeando. El por su lado se coloco en mi trasero y tomo mis glúteos con sus manos, empezó a meter su lengua en mi culo poco a poco. Sentí su cara entre mis nalgas y su lengua acariciar mi ano. Jamás lo había sentido y me sentí en el cielo, después de tal orgasmo cerré mis ojos y sentí de nuevo la calentura invadirme. Después de tentonerarme y besarme, mi culo quedo totalmente húmedo y sentí algo suave y mojado presionado mi hoyo.

  • Ahora si Marquitos, vas a sentir lo que es ser la puta de un semental

Y sentí mi ano abrirse y casi rasgarse, dejando entrar un intruso que fosaba la entrada, me arquee hacia atrás y grite, pero nada cambio el hecho de que esa salchicha dura entro en mi ser como una daga. Su verga era más ancha y más larga que la mía, sentí como la punta llegaba casi a mi espalda y como mis piernas se abrían con control. Mi pene se endureció de nuevo a su máximo como un rayo.

  • Mmmmmm…..joder……que culito más rico me voy a chingar

Lo sentí salirse poco apoco pero al llegar al glande, volvió a entrar con fuerza. Cada embestida paraba mi corazón y me hacia gritar pero esto fue cambiando poco a poco, ese punzante dolor que sentí en mi ano fue llenándome de placer, desde m cadera hasta la punta de mi cabello. Su verga trituraba casi mi próstata haciendo que mi órgano tuviera espasmos y chorreara leche de cuando en cuando.

Carlos siguió con las embestidas y la cama empezó a chocar con la pared, haciendo tremendo ruido, igual yo ya no podía soportar el aguantar gritar y el gemía más y más fuerte, embistiéndome más duro como un pistón. Mi verga no pudo más y estallo lanzando chorros de leche que cayeron en mi pecho y mis entrañas apretaron el órgano de mí cuñado con tal fuerza que él también se vino dentro de mí.

Su órgano salió dejándome una sensación de vacío pero de un placer celestial. Sentí como él se abalanzo sobre mí y empezó a lamer el semen que había caído en mi pecho, succionando mi carne y mordiendo mis pezones de nuevo. Fue bajando hasta llegar a mi miembro y lo engullo de nuevo, ahora todo flácido. Era delicioso sentir su lengua jugar con migo como dos serpientes, enroscándose y peleando. Poco a poco mi verga comenzó a crecer de nuevo dentro de su boca y mi cansado cuerpo revivió.

Nos abrasamos en la cama, el sobre mi me cubría por completo, y nos besamos. Nuestras lenguas violaron la boca el uno del otro, intercambiamos saliva y escupí en su boca mientras abrasaba su enorme espalda, sus brazos fuertes y acariciaba sus músculos y sus enormes manos me tocaban con tal deseo y pasión que mi piel se crispaba. De nuevo hicimos un 69 delicioso, ahora o con más practica y saboree con calma sus jugos que salían por el ojo de su miembro.

Carlos se inclino boca abajo a cuatro patas y me dejo agasajarme con su culo, sus nalgas bronceadas y duras como al roca me provocaban morderlas y lamerlas, agárralas con toda mi mano y gozarlas. Lubrique mi verga de nuevo y lubrique su culo son mis dedos y lo volví a penetrar.

Esta vez más duro y con todas mis fuerzas, empecé a entrar y salir más rápido y con más ganas. La cama entera brincaba y el gemía ruidosamente como un animal, su cuerpo entero saltaba y su negro cabello se mecía al otro lado. Yo gozaba sus deliciosas nalgas y las apretaba con mi verga adentro, apretaba y la sacaba, le daba de nalgadas y sentía como sus interiores vibraban. Me volví a correr.

Luego el me coloco de lado y se puso detrás mío, levantándome una pierna y penetrándome por detrás, me sujetaba con su enorme mano por el pecho y su lengua pasaba desde mi cuello hasta dentro de mi oído. Su órgano duro y húmedo entraba y salía al ritmo de su celestial cadera y sus movimientos veloces. Esta vez sí sentí como su leche me golpeaba las paredes anales.

Descansamos un rato, agotados, pero nuestras manos no podían dejar de tocar al otro, yo acariciaba su pecho y el mi culo con tal suavidad. Nos volvimos a enredar y a besar, a acariciar y a excitar como nunca. Me acosté boca arriba, mientras él se sentaba en mi arma, bajaba poco a poco empalándose a el mismo, con una gran sonrisa de placer. Sentado totalmente en mí y con mi ser bien adentro, empezó a saltar y a cabalgarme como un loco. Mi órgano ya dolía por tanto trabajo pero ver a ese hombretón musculoso y moreno rebotando en mi virilidad era algo que me daba todas las energías del mundo.

Me corrí de nuevo pero ya no tan copioso como antes. Cuando él se despego dejo mi verga toda embarrada de mi propio semen que le había puesto instantes antes y su hoyo estaba ya bien abierto y también con semen.

Se sentó y yo sobre sus piernas, me fue penetrando conmigo recargado en sus piernas y abrasándolo. Estábamos cara con cara y abrasados, yo rebotaba mientras lo acariciaba y nos besábamos incontables veces. Pero poco tiempo después el se vino y cayo rendido. Yo caí a su lado, sintiendo su semen escurrir entre mis glúteos y me dormí, abrasándolo.

En la mañana el teléfono nos despertó. Carlos contesto balbuceando y se volvió a acostar.

-Quien era? - Pregunte – mis papas…..que nos estaban esperando a desayunar pero irían a una plaza…que nos verán allá….

Mi cuerpo dolía, mi verga también y mi culo ardía como nunca pero el tan solo ver a Carlos desnudo a mi lado me hacía saber que todo el dolor no era nada.

  • Mark……follas como un ángel…..no recuerdo haber cogido tan rico desde hace años

  • Jeje, Carlos….no sé qué decir…me encanto – y me incline a besarlo

  • Eres una ricura Marquitos, desde que te vi en plena faena al llegar de la piscina me encendiste

  • Enserio? Pues si no fuese por tu desordenada maleta y tu bolsa negra no abría pasado esto

  • Si

  • Porque traes todo eso en la mochila?

  • Es la mochila que siempre uso, siempre llevo esas cosas conmigo, aunque nunca espere encontrar en ti a un compañero para poder usarlas

Carlos se paro y saco la bolsa negra de su mochila, de ahí saco un par de revistas, otro lubricante, condones y saco un vibrador y unas esposas de piel negras. Me las enseño triunfal y me sonrió.

Nos duchamos y nos cambiamos y alcanzamos a su familia en la plza. Ese día todo aprecia normal y la noche anterior parecía una ilusión, pero cuando Sofía me abrasaba sentía algo diferente…deseaba que fuesen los brazos de su hermano.

Esa noche la ilusión volvió. Aunque no aguantamos tres veces como esa primera noche, Carlos y yo volvimos a coger deliciosamente usando las esposas y el vibrador. Nos colocábamos los condones y nos excitábamos y masturbábamos con ellos, pero siempre nos penetramos sin usarlos y siempre nos corríamos el uno dentro del otro. La noche siguiente paso lo mismo y ya no me interesaba anda mas, solo que anocheciera por siete días.

Actualmente sigo con Sofía, y espero nunca acabar con ella, aunque no hemos tenido sexo, una vez a la semana visito su casa en la mañana, mientras ella sale a la escuela y sus papas trabajan, para gozar como rey con su hermano Carlos.