Mi Cuñado (3)
Finalmente entregué mi virginidad a mi cuñado.
Mi Cuñado 3
Finalmente le entregue la virginidad a mi cuñado.
Después de que mi cuñado me enseñara las bondades del sexo oral y me afeitó el conejito, pasaron un par de semanas antes de que volviera a suceder algo nuevo, durante ese tiempo mantuve mi conejito afeitado y diariamente me masturbaba pensando en lo sucedido, la suavidad y nueva sensibilidad de mi zona genital me mantenía en un estado de excitación permanente hasta que nuevamente mi hermana se tuvo que ausentar otro fin de semana.
Al llegar a casa tenia esperanzas de que algo sucediera, pero mi cuñado no estaba, así que me di un largo baño de tina, al salir me aplique crema perfumada en todo el cuerpo, me puse una bata y me estaba cepillando el cabello cuando escuche la puerta de la cochera, instantes después un toquido en mi puerta, abrí y ahí estaba él, me abrazo y me pregunto
¿Estás lista para continuar con tu aprendizaje?
Si
Entramos a la recamara y me abrió la bata
Veo que has mantenido el conejito peloncito
Si, me ha gustado mucho
Bajo la mano y acaricio mi vulva, de inmediato me moje y el clítoris se hizo mas prominente, los pezones se me endurecieron y mi corazón latió mas rápido.
Veo que estas calientita y lista
Si, quiero repetir lo de la otra vez
No, ahora será mejor, hoy dejaras de ser niña y te convertiré en mujer.
Al decir esto me de deslizo la bata por los hombros y cayo al piso, otra vez estaba desnuda frente a él.
Ven chiquilla me dijo
Me beso lenta y largamente, con su lengua exploraba mi boca, sus manos jugueteaban con mis pezones que lanzaban descargas eróticas hacia mi conejito que se abría como una flor, me llevo a la cama y me acostó colocándose encima de mi, se puso a morder y lamer mis pezones, mientras sus expertas manos acariciaban mi clítoris y los pliegues mas íntimos de mi vulva, de cuando en cuando se dirigía hacia mi ano y regresaba acariciando los labios y toqueteando el sobreexcitado clítoris.
No pares, sigue así, así, me estoy mojando mucho.
Eres mi chiquilla, mi nena, mi virgencita.
De repente se separo de mi, apago la luz y se desnudo completamente, la luz de la luna entraba por la amplia ventana del balcón bañándonos, pude ver su cuerpo bronceado, su pecho cubierto de fino vello, sus musculosos brazos y su enorme pene. Regreso a la cama y se dedico a acariciar mi cuerpo, me dio vuelta y beso mi espalda, mis brazos, mis nalgas, mis piernas y siguió descendiendo hasta mis pies, al mismo tiempo me decía:
Me encanta tu cuerpo, tan suave, tan liso, exhala sensualidad por todos los poros.
Me puso de frente a él y beso mi cara, mi cuello, mis pechos; yo estaba completamente excitada y dispuesta a todo, pero mi cuñado es todo un cortesano.
Se coloco entre mis piernas y poco a poco fue descendiendo hasta llegar a mi conejito
Es tan suave, tan carnoso, tan perfumado, este olor, este olor me enloquece.
Al mismo tiempo aspiraba el aroma que todas las mujeres tenemos en nuestras vulvas, yo solo metí los dedos entre su suave cabello y acariciaba su cabeza
No pares, cómeme, chúpame.
Empezó a lamer mis pliegues mas íntimos, enviando vibraciones desconocidas a todo mi cuerpo, con una lentitud y firmeza apasionante, hasta que llego a mi clítoris, lo lengüeteó durante algunos instantes y comenzó a succionarlo y por segunda ocasión disfrute una mamada de clítoris que en pocos segundos me lanzo a la luna, mi cuerpo comenzó a temblar, mis caderas iniciaron una danza tratando de acercar mas la vulva a su boca de y mis piernas atraparon su cabeza.
Ahhhhhh!!, no pares, ahhhhh, sigue, me muero, ¿qué me haces?, ahhhh!!!
Tranquila, que aún no empezamos, esto es solo para prepararte
A continuación se dirigió a su pantalón y trajo un pequeño frasco y me dijo:
Traje esta pomada anestésica, te la aplicaré en el himen para que no te duela al romperse
Tomo un poco de la pomada y me la aplico en los pliegues internos de los labios y en el himen, pues yo tenia un pequeño orificio por el uso de tampones, donde cabía hasta un dedo, pero de ninguna forma cabria el enorme pene de mi cuñado sin llegar a producir enorme dolor.
Sentí un leve ardor en la vulva y en unos segundos un entumecimiento muy agradable, él siguió aplicando mas pomada y acariciando todos mis pliegues, tuvo especial cuidado en no aplicar la pomada en el clítoris
Esto va a ayudar para que tu desfloración no sea dolorosa y si muy placentera.
A continuación se separo de mi y vi como se ponía un condón en su hinchado pene
Te tengo que cuidar mi niña, no queremos tener ningún accidente, además tampoco quiero que este amigo se anestesie, ponte a la orilla de la cama y coloca tus piernas en mis hombros.
Se coloco frente a mi y con sus dedos abrió mas los pliegues de mi conejito, sentí como apoyo la cabeza de su pene en mi clítoris y lo froto, mi cadera se empezó a mover empujándose hacia su miembro, descendió un poco y se apoyo en la entrada de mi vagina
Estas lista, mi amor, voy a penetrarte lentamente, si sientes dolor me dices para detenerme
Si, no tengas cuidado, hazlo rápido que me estoy quemando
Poco a poco fue introduciendo el enorme miembro en mi conejito, baje la mano y sentí como se deslizaba hacia adentro, hubo un leve ardor y poco a poco fue entrando el resto del pene, prácticamente no sentí dolor gracias a la aplicación de la pomada, solo me sentí plenamente llena, mi vagina ocupada en su totalidad, nunca pensé que pudiera introducirse todo ese animal, él me decía:
Relájate chiquilla, piensa que puede salir un bebé por aquí, así que esto debe caber sin dificultad.
Una vez que estuvo toda adentro, espero unos instantes a que me acostumbrara a tener el miembro adentro y empezó a bombear lentamente, al principio en movimientos cortos y poco después sacaba prácticamente todo el miembro y lo introducía nuevamente, yo me sentía en las nubes, la sensación era increíble
Mas, mas, dame mas, métela hasta el fondo, métemela toda
Se inclino un poco mas sobre mí y me abrió los labios para exponer completamente el clítoris, inicio movimientos de bombeo mas regulares y cada vez que llegaba al fondo, con su pubis presionaba mi clítoris enviando oleadas de placer por todo mi cuerpo
Me estas matando de placer, métemela mas fuerte, mas, mas.
Casi no podía hablar sentía como se acercaba el orgasmo en fuertes oleadas, un intenso hormigueo se inicio en la punta de mi clítoris y se derramo por todo mi cuerpo, la vagina se contraía espasmódicamente y los pezones me dolían de tan duros, sentí como se contraía mi cara en un gesto de placer, solo podía emitir sonidos guturales ughh-ughh- y tuve mi primer orgasmo vaginal por penetración de un miembro masculino, pero mi cuñado no dejaba de bombear, apenas se iba extinguiendo cuando sentí las oleadas de un segundo orgasmo, me faltaba respiración, la cabeza me daba vueltas y pensé que me iba a desmayar; al sentir los espasmos vaginales del segundo orgasmo él dejo de moverse y me dijo:
Así, apriétame, atrápame con tu conejito, no me sueltes
Sentí además como palpitaba su miembro dentro de mi vagina prolongando mi orgasmo.
Con mucho cuidado bajo mis piernas de sus hombros y extrajo su pene, bajo su cabeza y me dio un beso en la vulva
Gracias por darme la oportunidad de ser el primero en tomar tu conejito.
Fue subiendo la cabeza, besando mi clítoris, mi abdomen, mis pechos, mis pezones, mi cuello y llego a mi boca dando un largo y profundo beso.
A continuación, me dio vuelta y me ayudo a levantar mi trasero, colocándome en posición de perrito, pero con mis brazos descansando sobre la cama y apoyando mi cabeza de lado en mis brazos.
Me beso nuevamente la vulva y lamió mi sensible ano, se hinco detrás de mi y abrió con sus dedos mi conejito, apoyo la cabeza de su miembro en mis lubricados pliegues e introdujo sin dificultad su grueso pene en mis entrañas, nuevamente inicio un bombeo lento y profundo, ahora cada vez que embestía sentía como sus testículos golpeaban mi excitado clítoris enviando oleadas de placer a mi cuerpo. De repente sentí como uno de sus dedos empezó a juguetear en mi ano y poco a poco se fue introduciendo, mis gemidos solo lo excitaron mas y en poco tiempo el bombeo se hizo mas fuerte y profundo
- Dame mas, dame mas, no pares, tócame el clítoris, ughhhh
Tómala, toma toda la verga, es para ti, te voy a llenar toda
Lléname papacito, dame mas, no te detengas, no te detengas
En breve sentí nuevamente el hormigueo, pero ahora se iniciaba en mi vagina y en mi ano, ayudado por el dedo que tenia incrustado, sentía ahora los espasmos vaginales y anales, pero mi cuñado no dejaba de bombear, y llego otro orgasmo y otro mas, yo prácticamente me encontraba sin sentido, flotaba en un inmenso orgasmo, me sentía como una enorme vagina penetrada por un enorme pene, de repente escuche la voz de mi cuñado:
Voy a terminar, te voy a dar toda la leche, quiero que la sientas dentro de ti, tómala, tómala, es toda tuya
Dio una embestida final, sentí como mi vagina dejaba de contraerse para sostenerse en un prolongado espasmo, nos desplomamos sobre la cama respirando agitadamente, él sostuvo el condón con sus dedos y retiro el pene de mi ahora ex virgen vagina.
Se quito el condón y me lo enseño diciendo:
Mira la cantidad de leche que me has sacado
Me volví a ver el condón y vi que todo el extremo estaba lleno de su semen, lo dejo sobre el buró y me beso largamente
Te gustó Me dijo
Es lo mejor que me ha pasado - contesté
Gracias por dejarme tomar tu virginidad
No puedo pensar en alguien mejor que tú
Prométeme que te cuidaras y siempre que lo hagas tendrás mucho cuidado
Prometido
Ahora descansa, pero te advierto que faltan algunas cosas por aprender
Bueno dije casi dormida con la satisfacción que dejan las relaciones placenteras
Me beso en la frente, tomo el condón y su ropa y se fue, me dormí acariciando mi penetrada vulva.
Al día siguiente me dio curiosidad de ver mi conejito, tome un espejo y me puse de espaldas en la cama abriendo las piernas, el himen había desaparecido, había unos pequeños hilitos de sangre seca y me ardía un poco, no me había dolida prácticamente nada gracias a la pomada anestésica que mi cuñado me había aplicado.
Pensé en todas las historias de terror que contaban mis amigas sobre la pérdida de la virginidad y me reí, lástima que no les pudiera contar esto, al menos no con quién sucedió, ojalá todas las mujeres fueran tratadas así en su primera vez, me consideré afortunada
Claro que hubo otras lecciones, pero eso es otra historia