Mi cuñadita Laurita (31)

Ultima clavada...

Mierd… quizás el castramiento era mi castigo por tantos años de infidelidad a Vale, que no se lo merecía. Esto me pasa por darme la licencia de desflorar a su hermanita por todos sus agujeros, en todas las posiciones y lugares posibles... por someterla a todas esas vejaciones…

Tal vez era la suma de todos los pecados, por todos mis otros deslices con mis ex… por los traspiés con Vane mientras estaba con Mili, incluso por dejar a Viviana tras poseer a Mili. Ese sueño delirante de días atrás, en mi febril enfermedad, tal vez era un presagio.

Hombre al fin, nuevamente caí en la tentación de las carnes de mi cuñadita… que me costaba decirle que no… a unas horas de la boda… mandarla de regreso a su cuarto, quizás pajearme en la ducha al día siguiente con su recuerdo, para evitar este lio.

Mi verga, inmediatamente se desinflo, ante ese temor latente, se achico a su mínima expresión, como si le hubieran echado agua helada. Eso permitió desengancharme de mi cuñadita, que cayó de lado, mientras su hermana parecía que la dejaría calva de tanto jalarla de los cabellos.

Parecía una lucha de amazonas, Laurita desnuda, con sus senos yendo y viniendo por los samaqueos de su hermana, sus nalgas igual temblando por esos movimientos. Mi cuñadita más que pelear, se defendía, se cubría, para que no le arañase el rostro o demás. Mientras veía los senos de Vale saltar por su remera, sus pezones duros también por el frio de la noche.

Caraj… no seas pendejo… que no se te pare… este espectáculo puede ser un aliciente para el ego, ver como dos mujeres se pelean por uno… pero no es excitante, es como ver a Caín y Abel pelearse… ni se te ocurra excitarte, que le dejas fácil a tu suegra que te castre… me decía.

-        Tampoco lleguemos a extremos… dije intentando calmar la situación.

-        Tu… canalla… me decía mi suegra con tijera en ristre.

Me había liberado de Laurita, ahora tenía libertad en los brazos y piernas para intentar defenderme… sin embargo…

-        Pero… que caraj…

-        Hágalo… grito una voz femenina.

Me vi atado de pies y manos, como en la cabaña donde Vane me amarro. Justamente era ella la que, hacia ese pedido llorosa. En mi desesperación pude librarme de aquellas ataduras.

-        Sosténganlo… ordenaba mi suegra.

De pronto sentí que no podía moverme. Me tenían agarrado de mis extremidades…

-        ¡Qué diablos!... ¿ustedes?

Vi mis extremidades… en un brazo estaba Mili, en el otro Viviana, en una de mis piernas estaba Anita y en la otra Pamelita. Mientras Vane me cubría la boca para no gritar...

-        A la mierd… nooo… llegue a exclamar.

-        Tranquilo… ya paso…

-        ¿Qué? ¿Quién?...

Sentí unos dedos en mi boca, y una mano apresándome de la cintura, para evitar bruscos movimientos. Aún era de noche, estaba temblando de terror… caraj… que pesadilla más vivida… a decir verdad, los fantasmas de mis ex parecían no querer irse… parecían que reclamaban un exorcismo o una ofrenda previa a mi matrimonio.

-        Pobrecito tuviste una pesadilla… se compadeció.

-        ¿Qué haces aquí?... pregunte sorprendido.

Seguía atarantado, en realidad estaba adivinando a ciegas, no quería decir ningún nombre para no cagarla… ¿sería Laurita? ¿Vale?... o quizás Mili ya vino a llevarme a la otra vida… solo sentía una presencia femenina detrás mío, por sus senos en mi espalda y la voz…

-        Solo quería disculparme… me dijo y pude reconocer la voz de Vale.

-        ¿Por qué?... pregunte

-        Por esto… dijo cambiando de tono de voz.

Acto seguido, sentí que me clavaba el puñal en el estómago.

-        Se lo que le hiciste a mi hermana… maldito infeliz… bramo enfurecida.

A la mierd… al menos no fue castración… me desangrare dignamente con mi verga en su lugar, salvo que después Vale la arranque como trofeo.

-        Por la put… madr… exclame saltando de la cama.

Caraj… tuve un sueño dentro de otro sueño. Mierd… ¿seguiré soñando?… vi la puerta abrirse y la luz, mi suegra y Vale entraron asustadas… comencé a buscar si tenía enganchada por el ano a Laurita, o si mi suegra traía una tijera… no vaya ser que el primer sueño haya sido real.

-        ¿Sigues enfermo?... pregunto Vale acercándose a la cama y al verme temblar.

-        No… no… solo un mal sueño…

En eso vi a Laurita asomarse a la puerta todo soñolienta y curiosa. Caraj… tan fuerte fue mi reacción que desperté a todos. Bueno, pensar que te castren… eriza a cualquiera.

-        Ya Laurita… dejémoslos solos… dijo mi suegra.

-        Pero mama… ¿Vale no va dormir contigo?… protesto algo celosa Laurita.

-        Déjalos… van a ser esposos en unas horas… replico mi suegra.

-        Pero no es correcto… oí insistir a Laurita casi haciendo un berrinche.

Me quise reír de su actitud, pero mi suegra se la llevo de mi habitación y oí que se metieron al dormitorio principal, seguro para darnos más privacidad a Vale y a mí. Creo que mi suegra cedió porque, a fin de cuentas, ya vivía con su hija, pretender aquello de alejarnos era anécdota.

En ese momento con la ensaladera mental que tenía, tampoco me preocupe mucho en Laurita y lo que pudiera pensar o sentir. Ella sabía que aquel último fin de semana, era la despedida de soltero, también sabía que compartía el lecho con su hermana, pero quizás eso no fue tan vivido para ella, como esa noche… siempre que nos visitó o fuimos a verla, dormíamos separados.

Una vez solos, Vale se acurruco conmigo en la cama intentando calmarme, darme su calor corporal y comprensión, como hace días que estuve enfermo… quizás temía que yo tuviera dudas y saliera huyendo en esas ultimas horas.

-        Mira… no sabes todo de mi pasado, tal vez sea tiempo que sepas algunas cosas, ya que nos vamos a casar… le dije, queriendo desfogar esa carga mental de mis ex.

-        Se con quién me caso… ¿Qué me podrías contar que no sepa ya?... me dijo confiada.

-        ¿A qué te refieres?... pregunte intrigado.

Diablos… quizás Vale con ese instinto femenino detectivesco, me había atrapado varias noches hablando dormido, diciendo cosas que quizás me delaten más de lo que he intentado ocultar despierto… quizás era hora de confesar algunos de mis pecados, tal vez así ahuyentaría los fantasmas de mis relaciones anteriores...

-        Se de tus amoríos con tu prima Anita… me dijo como profesora que empieza la clase.

-        Bueno… fue cosa de adolescentes… hace ufff… dije justificándome, al menos no sabía que en esa ecuación también estuvo mi prima Pamela.

-        No te crítico, esas cosas pasaban en mi pueblo… ya sabes, pueblo chico… respondió.

-        ¿Qué? ¿tú también?... pregunte, quizás no era el único con un pasado.

-        Ay no tonto… pero ya sabes que tengo una prima con bastante recorrido… dijo risueña.

Bueno, si me conto de una prima suya que parecía que había arrasado con todos los primos de su familia, ahora vivía en otro país. A decir verdad, Vale era la menor de ese grupo, en su niñez y pubertad fue bastante delgada, no llamaba la atención… veía sus fotos y no podía creerlo.

Me parece que su explosión de formas vino ya en su adolescencia y más aún cuando llego a la capital. Creo que también aquella delgadez se debía a las pobres condiciones económicas de su familia… desde que pudo ser autosuficiente y tener mejores ingresos su salud mejoro también.

-        Ok… y ¿Qué otras cosas sabes?... pregunte curioso.

-        Bueno… del lio entre Vivi y Mili… entre Mili y Vane… me dijo suspirando.

-        ¿Cómo así?... pregunte sorprendido.

-        Te he acompañado a reuniones de familiares y amigos… las mujeres hablan… en la boda de Lalo… ufff… de que no me abre enterado… me dijo agobiada.

Mierd… cierto, en algunas reuniones de compañeros de universidad, algunos de ellos eran parejas desde la facultad. No faltaban las chicas que le habrán ido a Vale con los chismes de como empecé con Mili. Muchas de ellas también me tenían algún rencor por aquello de no haber soportado tener a Mili lejos y caer con Vane en una reunión en la casa de Guille.

Mi madre tampoco era discreta, les conto a todas mis penurias con Mili, o como tuve una novia que no pudo sacarme de aquello, Viviana. Más bien mi madre adoraba a Vale, quizás veía en ella un poco de Mili y Viviana, ese equilibrio que me faltaba para salir de mi pasado y sentar cabeza.

En la boda de Lalo, nos acomodaron en una mesa con las arpías chismosas de la facu. Mientras yo compartía con mis amigos, pensé que Vale y esas chicas hablarían de sus bodas y vida de casado, no que se refundirían en mi pasado universitario y el de otros asistentes a esa boda.

No sé qué tanto habrán sabido esas chicas de mi época de verga loca, espero que mis amigos no les hayan contado, aunque en realidad no era de hablar de esas cosas en grupo de amigos, no sentía que fuera necesario para demostrar mi hombría.

Por ahí con Guille o Rubén que eran mis amigos más cercanos, me conocían mis pecados. Quizás indirectamente Marce (esposa de Guille), pero ella era discreta y no la veía divulgando ese tipo de información, andaba más ocupada con sus hijos.

-        Vaya, tienes mi historia amatoria completa... dije aliviado de que no incluyera a Laurita.

-        Uhmmm no toda… pero ya me enterare… … me dijo a manera quizá de advertencia.

Mierd… se así fue atando cabos sueltos y dio a parar con la historia de Vane, hasta con la de Anita, en algún momento podía reconstruir mi historia con Laurita. Solo que para que eso pase, tendría que tener la confesión de su hermana, porque yo me llevaría ese secreto a la tumba… a menos que… falle el eslabón más débil.

El único cabo suelto en mi historia con mi cuñadita, era Rubén, que me descubrió en el aeropuerto en mi último fin de semana con Laurita. También me ayudo a justificar la perdida de virginidad de mi cuñadita… diablos… tenía que congraciarme con ese infeliz para que no diga nada, o procurar no dejarlo solo con Vale y menos aún borracho, que suele ser más imprudente.

-        Aparte, ya te había dicho ¿no?... me dijo como quien lee una clausula en letras chicas.

-        ¿Qué cosa?... pregunte sin recordar.

-        Que si me eres infiel… te corto las bolas… dijo sonriendo enamorada.

Mierd… y se lo creía, quizás también por ahí iba mi sueño.

-        Solo me siento un poco celosa… no se… me confeso, sacándome de mis pensamientos.

-        ¿De qué?...

-        Haz amado a varias chicas, desde Anita a Mili y Viviana… y yo solo te tengo a ti…

-        ¿Te hubiera tenido tener más amores?... pregunte.

-        No, no me refiero a eso… me hubiera gustado que yo fuera tu único amor también…

Vale me confeso que, había tenido dos enamorados antes. El primero en su ciudad en su época colegial, pero que no duro mucho, parece que otra amiga más experimentada termino por quitárselo, ya que ella no quería intimar con él. Era muy joven y con el temor de repetir la historia de su madre de quedar embarazada a temprana edad y luego ser abandonada.

Y su segunda pareja, fue un chico de la capital que conoció en uno de sus primeros trabajos, el chico estaba prendado de ella, pero Vale no tanto. Se encontraba asentándose en la ciudad y se sintió protegida y querida, tenía con quien pasar el tiempo, pero sintió que no llego a enamorarse y no quiso ilusionarlo, así que termino con él, meses antes de conocerme.

-        Eso ya es mi pasado… he cometido mis errores… pero no me arrepiento… al final de cuentas… todo ese camino recorrido… me llevo a ti… le dije.

-        Ay que lindo…

Sonrió y me dio un beso, luego se entristeció un poco… ya habíamos hablado (parcialmente) de mis demonios… quizás ahora tocaba hablar de los suyos.

-        También quería disculparme… me dijo apenada.

-        ¿Por qué?... pregunte temiendo que saque el puñal y mencione a su hermana, como en el último sueño.

-        Ya sabes, por el problema de la vez pasada… dijo avergonzada, aunque fue un berrinche.

-        Ah no te preocupes… dije, en ese momento era el menor de mis problemas.

-        Me hiciste desconfiar con tu alejamiento… y bueno yo también tenía mis dudas…

-        ¿Sobre qué?... lo que te dijo tu amiga sobre mi supuesta despedida de soltero…

-        No es eso… no es fácil confiar… mi primer enamorado me fue infiel… a mi madre la abandonaron con dos hijas… el matrimonio o los hijos no garantizan nada…

Debía reconocer que fue difícil llegar al punto de la convivencia con Vale, o que me confiese su amor, tenía mucho miedo de sentir. Incluso en la intimidad, si bien era fogosa y predispuesta a todo lo que le pidiera… su sexualidad no fue tan plena hasta que, después de terminar y alejarnos unas semanas, ella volvió decidida a dejar sus temores y hacer que funcione.

Después del viaje, mi actitud esquiva y mis dudas sobre si amaba a Laurita y debía fugarme con ella. Esa actitud despertó nuevamente los fantasmas de Vale, y con razón. Todos tenemos nuestros líos y yo embebido en mi mundo, había olvidado los temores de mi futura esposa.

-        Lo se… Vale… lo se… pero intentemos hacer lo mejor que podamos… no repetir los errores de nuestros padres y tratar de ser mejores…

-        Sé que has tenido tus cosas con mujeres… pero también sé que eres un buen hombre… por como cuidas a tus padres, a pesar de los problemas que tuvieron, por como amaste a Mili y aun te culpas por no haber estado para ella… a otros hombres estas cosas les hubieran dado igual y hubieran seguido con su vida….

-        Tampoco he sido un santo… pero si, en algún momento me fui perdiendo… le dije.

Sentía que Vale me estaba poniendo sobre un pedestal, y sabía que no lo merecía, recordando mis deslices con su hermana y mis épocas de verga loca, y como Vale me ayudo a salir de eso.

-        Me gustaría que te lleves mejor con mi madre… siguió Vale con ganas de conversar.

-        Bueno, tu mama es desconfiada, es difícil… dije justificándome.

Esa señora me tenía entre ceja y ceja, era amable conmigo, pero en el fondo sabía que me andaba puteando por si hacia sufrir a su hija. Esperaba que después de casarnos, se soltara un poco más conmigo o dejara de verme con esa cara de querer mandarme un conjuro o maldición.

-        También sé que amas a mi hermana… dijo suspirando y me dejo helado.

-        Como una hija… repuse rápidamente para no generar suspicacias.

-        Claro… no podría ser de otra manera… dijo feliz, sintiendo que era el padre que le falto, o no sabía si seguía tanteándome para descubrir algo extra.

Si supiera como puso mi mundo de cabeza su hermanita, con sus bronceadas y redondas formas, como me pidió que la desvirgue y termine inaugurando de manera salvaje todos sus agujeros, sometiéndola de las maneras más pervertidas con su sumisa aceptación… pensar en eso fue haciendo que mi verga despierte de su sueño.

-        Ahora vas a ser solo mío… dijo algo posesiva, agarrándome el pene.

-        Espera… dije algo sorprendido, no quería que asocie lo de su hermana con mi erección.

-        ¿Por qué esta así?... pregunto curiosa.

-        Ah bueno… ya sabes… quería ir al baño… cosas de hombres… le dije disimulando.

En realidad, era un poco de ambos, en el primer sueño que tuve, pensé que había ido al baño, pero era parte de esa fantasía, aun quería ir a orinar. Así que aproveché eso para ir discretamente al baño, oí los ronquidos de mi suegra, esperaba que esta vez fueran reales.

Pobre Laurita dormir con ese ruido, a fin de cuentas, ella dormía como piedra… no vaya ser q me espere detrás de la puerta como en mi sueño… mire porsiacaso ante la mirada intrigada de mi novia… que a estas alturas pensaba que había enloquecido.

-        Bueno… intentemos dormir… le dije, acostándome a su lado.

No tenía cabeza en ese momento para pensar en intimidad, creo que en parte sentía que habíamos hecho catarsis, nos habíamos ahorrado muchas horas y dinero en terapia… pero…

-        Danny… tu verga endurecida me dejo intranquila… me confeso poniéndose melosa.

-        ¿Ah sí?... Pero tu hermana y tu mama están al lado… dije excusándome.

-        Vas a ser mi esposo… y me vas a complacer… dijo algo autoritaria tomando mi verga.

Mi pene seguía erguido, mi novia lo tomo con decisión, aparto las sabanas y la empezó a pajear y a mamar en la oscuridad. No proteste, ni quise hacer mayor ruido para no despertar a mi suegra y Laurita. Quizás Vale pensó que, ya que yo la sometí en su oficina, era hora de compensar las cosas y que ella también tenía derecho sobre mi verga, así como yo sobre su gran culo…

-        Espera… vamos a hacer ruido… le advertí.

Pero mi novia no oía razones, parecía poseída, una vez que sintió dura mi verga. Se sentó encima mío. En mi ausencia en el baño, ya se había quitado el short, solo se quedó con la remera que apenas le cubría el pubis. Mi verga hizo diana en su empapada vagina, Vale tembló al sentirla.

-        Uhmmm… siii amor… asiii… mi esposo… clamo satisfecha.

Parecía que necesitaba su catarsis sexual también, seguro a su manera quería exorcizarme de los recuerdos de mis ex. Se dedicaba a brincar armónicamente en mi verga. La cama iba comenzando a crujir, yo más preocupado por hacer equilibrio y que no suene tanto…

-        Soy tu mujerrr… mi amor… soy tu mujerrr… Uhmmm…. gemía complacida.

-        Siii amor… eres mi mujer… decía siguiéndole el juego, no quería que grite.

Viéndola súper excitada, pensé que quizás le había gustado aquello de hacerlo en lugares (como en su trabajo) o situaciones indebidas (a pocos metros de su madre), le había ganado el morbo que esas situaciones generaban.

-        Uhmmm siii… mis tetas… son tuyas amor…

Intentando incentivar más su éxtasis, comencé a estrujarle los senos, por sobre la remera… ella se la quitó inmediatamente, devolvió mis manos a sus senos, cuyos pezones habían endurecido. Luego tomo una de mis manos y las puso en sus nalgas, quería que los estruje también.

-        Mi culo también es tuyo amor… todo tuyo… Uhmmm…

Vale comenzó a brincar más rápido, luego menear su enorme rabo en mi entrepierna, basto un movimiento, para en toda su excitación, llegar a un sonoro clímax que tuve que ahogar con mi mano en su boca. La cama tembló junto con Vale...

-        Uhmmm amorrr… ohhhh… Uhmmm…. exclamo satisfecha.

Luego se dejó caer sobre mi pecho, mientras recobraba la respiración, sus senos se hundían en mi pecho, mientras yo seguía masajeando sus gordas nalgas.

-        Ufff… gracias amorrr… lo necesitaba… pero ¿y tú?... me dijo al no sentir una descarga de semen en su interior…

-        Ah no te preocupes… estoy bien… le dije calmándola.

En parte sentía que sería cruel con mi cuñadita, si aún despierta nos escuchaba haciéndolo. No me sentía muy cómodo con eso… en ese momento… pero Vale era insistente.

-        No amor… dicen que, si te quedas con eso, te puedes enfermar… me dijo graciosamente.

Me quería hacer botar mi leche a como dé lugar, quizás también para sentir que despertaba mi morbo también y que me podía satisfacer…

-        Ven amor… hazme tu perra… dijo ansiosa, sabiendo que me excitaría.

-        Mejor al suelo… vamos a romper la cama… le dije y le dio más morbo la idea.

Tiramos las frazadas al piso, ya suficiente crujía esa cama, no quería tentar la suerte y que fuera Laurita la que se aparezca con tijeras en la puerta, tras someter a Vale en una posición que parecía ser solo de mi cuñadita.

-        Amor, rómpele el culo a tu perra… dijo sensualmente.

Vaya que Vale se las traía, había derrumbado su última muralla de pudor con aquel encuentro en su oficina, la notaba cada vez más desinhibida y segura de querer disfrutar del sexo. Empinaba su enorme culo blanco, abriendo las piernas para que gozara de aquel espectáculo con la iluminación artificial que entraba por las cortinas semi abiertas.

-        A la mierd… que rico culo… solo me quedo confesar embobado de las formas de Vale.

Al ver que no reaccionaba, Vale comenzó a mover sus nalgas, las cuales rebotaban en el aire. No me hice de rogar, penetre a Vale sin piedad, comenzó a retorcerse entre las frazadas, llego a hundir el rostro, mientras sus brazos y puños se contraían.

-        Asiii… amorrr… asiii… hazme tu perra… dijo soportando mis embestidas.

Su voz ahogada, apenas murmullos, alimentaban mi morbo, ver temblar sus gordas y blancas nalgas, estaba funcionando, iba exorcizando aquel recuerdo de su hermana… mi novia me daba ese placer, quizás ya no tenía que temer tanto hacer ruido, tal vez había que dejar las cosas fluir, para que mi cuñadita se dé cuenta que debíamos cerrar ese capítulo.

-        Uhmmm… siempre seré tu perra amor… Uhmmm… exclamo excitada.

-        Si… siempre… mi perra… dije estimulando su placer.

Mi verga entraba de manera despiadada en sus entrañas, aquella dulce fricción, sus gemidos, su rostro de lado pasándose la lengua en los labios, sus senos saltando, sus nalgas temblando, su manera de disfrutar ser sometida como mi perra… como mi mujer… dispuesta a darme todo lo que quisiera con tal de hacerme llegar…

-        Espera amorrr… uhmmmm… ohhh… dijo cubriéndose la boca.

Nuevamente se retorció de placer, mientras con ese panorama, mi verga no necesito de mayor aliciente para llenar sus tripas de litros y litros de leche. Vale seguía con el culo empinado, su ano latía como queriendo succionar toda mi leche…

-        Que ricooo… al finnn… dijo recuperando el aliento triunfal.

-        ¿Al fin que?...

-        Nuestra despedida de solteros… dijo complacida.

En su mente también quería despedir nuestra soltería de esa manera. Al poco rato, cogió mi verga y la limpio, luego no se detuvo y siguió succionando por inercia. Logro sacarme una segunda descarga de leche, que engullo de buena gana… si iba a ser mi mujer, podría ser mi puta y mi perra al mismo tiempo… ya no había lugar para vergüenzas o pudores mal entendidos.

Luego, feliz se fue al baño a limpiarse. Regreso y se acurruco a mi lado tranquila, esta vez caímos dormidos… Al final esa madrugada si hubo una última clavada… no fue una puñalada, bueno quizás si… pero en el ano de mi novia que yacía complacida…

En unas pocas horas, en la boda, vería a algunas de mis antiguas compañeras amatorias, podría ver a algunos de mis fantasmas cara a cara… quizás Vale me quiso dejar seco para que no tiente algún reencuentro con alguna de ellas.

Después de todo, creí que este último encuentro con Vale fue una buena manera de dejar mi soltería, total ya había tenido mi fin de semana salvaje con mi cuñadita, esto era la cereza del pastel… al menos eso creí… pero el destino sigue dando sorpresas…

Continuara….