Mi cuñadita Laurita (22)

Son rumores...

Me había salvado de este tipo de cosas… pero con mi cuñadita, siempre estábamos al límite, y por lo que siempre me mencionaba mi suegra, en su familia eran fecundas… fácilmente quedaban embarazadas… a la mierd… me jodi, pensé.

-        ¿Quizás qué?... repuse pálido.

-        Bueno… no sé cómo decírtelo… me dijo algo preocupada.

Yo que buscaba desengancharme de una vez de esa relación con Laurita, ahora podía estar enredado hasta el cuello si mi cuñadita estaba embarazada... después de todo, nunca hablábamos de su periodo menstrual o sus días… si le vino o no… confiaba en su juicio y que me dijera si había algo raro…

-        Solo dilo… replique, me comían las ansias.

Pero, por otro lado, Laurita era una casi una adolescente despreocupada que descubrió el sexo conmigo… no sabia hasta donde llegaba su educación sexual o su preocupación al respecto, quizás me confiaba mucho de ella… y mi suegra que andaba pendiente de su supuesta virginidad, podría saber si tenia algún retraso o no…

-        Bueno… quizás ella… agrego aun dudando.

Luego recordé lo que Laurita me hizo prometerle… “siempre me lo harás” … caraj… si está embarazada, y descubren quien es el padre… Si Vale no me mata, mi suegra me obliga a casarme con su otra hija… amarrándome para siempre…

-        Ósea… es lo que piensa mi mama… agrego excusándose.

No es que me suene mal una relación con mi cuñadita… pero es una niña, apenas si nos conocemos por follar como conejos en cualquier sitio y de manera salvaje… más allá de eso… tener una relación solida como la tengo con Vale… era diferente, con mi cuñadita todo era pasional, con tintes de cariño, pero aun sin conocernos del todo…

-        Vale… ¿me vas a decir o no?… dije casi perdiendo la paciencia.

No es bonito estar ajustando el esfínter, con esa sensación en el estomago de que te vas a cagar… muy aparte de haberla cagado con tu cuñada… y tal vez haber embarrado la relación de tu vida por un desliz…

-        Bueno… ella dice… que quizás Laurita… se esté enamorando de ti… me dijo algo apenada.

Mierd… ufff… recupere diez años de vida… casi me mata del susto. Es otra señal mas de que debo dejar de jugar con estas cosas, pensé. Ahora me hacia sentido porque ese último día, mi suegra casi no nos dejo a solas. Lo único que le permitió fue que me vaya despedir, sabiendo que estaba sobre la hora para no perder mi vuelo.

Antes mi suegra iba tranquilamente al mercado o cualquier otro lado y nos dejaba solos, dándome un tiempo para disfrutar de mi cuñadita. Quizás la hizo sospechar aquellas muestras de alegría de Laurita tras mis cancelaciones de vuelo… o la sonrisa de oreja a oreja con la que volvía Laurita después de nuestras travesías y travesuras buscando terrenos o iglesias. Tal vez mi cuñadita hablaba dormida… o ¿qué se yo?…

Luego pensé… Pero que hija de put… mi novia, me tuvo en vilo varios minutos, solo para eso… tal vez esperando alguna expresión mía que me delatara… veía su cara intrigada, esperando una respuesta mía…

-        Ah… pues… no creo… debe ser… cosas de adolescentes… no se… solo atine a decir.

-        ¿Tú crees?...

-        Bueno es que… ya sabes, yo la trato bien… no soy indiferente como lo fue su padre… me justifique.

-        ¿Seguro?... pregunto dudando.

-

E

s quizás eso… me ve como un hermano mayor o un padre… repuse.

-        Puede ser… dijo Vale cediendo.

-        Si… incluso aquella vez que fuimos a ver los terrenos, Laurita me dijo que sería un tonto si no me casaba contigo… agregue para rematar la idea.

-        ¿En serio?... que linda... dijo relajándose.

-        Si… sentí casi que me amenazo… repuse recordándolo.

-        Jajaja… ay mi hermanita…

Vale se sonrió emocionada y me abrazo… aun así, termino de atar algunos cabos…

-        Ella ¿no te recuerda a nadie?... dijo

-        ¿A qué te refieres?... pregunte, aunque sabia por dónde iba, solo quería tiempo.

-        Ya sabes… a tu ex… en paz descanse… me dijo apenada.

-        Ah bueno… ahora que lo dices… puede ser… pero Laurita es una niña… le llevo muchos años… Mili era… éramos jóvenes ambos… repuse reflexivamente.

-        Quizás Laurita te la recuerda cuando Mili era joven y se conocieron en la universidad… insistió Vale.

-        No se… pero no la veo con esos ojos… me genera afecto Laurita, tal vez el recuerdo de Mili, pero también porque no tuvo el cariño de su padre… dije mintiendo.

En este punto mi cabeza volvió a la ensaladera de recuerdos que tuve en esa búsqueda de iglesias, no era solo el recuerdo de Mili… sino también de Anita, un paisaje similar, el campo, la fogosidad de los encuentros casi a escondidas y entre los matorrales… solo que nunca le había comentado a Vale de esa relación.

-        Ay discúlpame… no te quise hacer sentir mal… dijo viéndome abrumado.

-        No te preocupes… en realidad… tú me ayudaste a salir de eso… dije recordando como Vale me saco con sus tonteras y como jugando de seguir atrapado en el pasado.

-        Y no fue fácil… eh… me reprocho graciosamente.

-        ¿Cómo así?... replique.

-        Si no te hablo en ese bus… ni caso me haces… me dijo, recordando que ella inicio aquel inocente coqueteo años atrás, y ahora vivíamos juntos con planes de casarnos.

-        Bueno… bueno… pero yo te invite a salir…

-        Pero prácticamente yo te bese… me dijo sin querer perder-

-        Ok… tu ganas… como siempre… dije riendo.

Vale tenía esas cosas que, sin necesidad de mucho, me hacía sonreír, olvidarme de todo. No era necesario tener un encuentro salvaje, o una conversación morbosa… solo conversar amenamente y el tiempo pasaba… era mi equilibrio, entre lo pasional y la madurez.

Tras cenar algo ligero, conversando sobre su ciudad y lo poco probable de celebrar una boda allá, nos fuimos a dormir luego. Ya comenzaba a hacer calor, Vale dormía apenas con una remera delgada que apenas le tapaba las nalgas y una pequeña tanga. Alguna vez, Vale me dijo, que cuando vivamos juntos y haga calor, se pasearía desnuda por el depa.

Se me acerco y me abrazo por detrás, quizás se sentía culpable por haberme revuelto los pensamientos con aquello de que su hermanita estaba enamorada de mi o por recordármela como si fuera mi ex. O tal vez Vale solo quería sexo… pero Laurita me había dejado seco y, me sentía cansado, quizás abrumado por pensar en todo lo que venía sucediendo.

También yo me sentía culpable, por no retribuirle a Vale su afecto. Tenía mucho que agradecer por tenerla en mi vida… a pesar de ser el canalla que era, engañándola con su hermanita menor… luego pensé en las consecuencias que tendría si se descubría lo que tenía con Laurita o… como fatalmente pensé al inicio… mi cuñadita se embarazaba o confesaba algo.

Me quede pensando en aquello un buen rato, mi reacción inicial de temor, de alguna manera me iba dando luces de que no quería perder a Vale… ya había perdido a Mili por unos traspiés con Vane… no quería pasar lo mismo de nuevo y luego arrepentirme de lo que pudo ser.

En ese momento de lucidez que tuve, pensé que ya había pasado por relaciones pasionales, aventuras locas y demás… y lo único constante en este último tiempo era Vale… fue mi conexión a tierra cuando andaba perdido en mi nebulosa y había perdido a Viviana… volver con Vale era como volver a mi hogar… podía tener planes a futuro…

Quizás con ella tenía lo mismo que mi padre tuvo con mi madre, tras esa experiencia por la cual mi abuelo lo voto de la hacienda, mi madre ayudo a tranquilizar los demonios de mi padre y hacer las paces con su pasado… y por lo que recordaba, mi padre aún tenía la chispa meterse entre los matorrales y hacerlo salvajemente con mi madre como en su juventud.

Sabiendo que tenia mas claro lo que quería en mi futuro, fui quedándome dormido… hasta que desperté con un leve rayo de sol por la ventana, era temprano y seguía aun cansado, me levante a cerrar las cortinas.

Al regresar a la cama, vi a Vale echada casi boca abajo, con las sabanas a un lado, la remera levantada, sus blancas y redondas nalgas al aire… apetitosas como siempre, apenas si se veía que traía ropa interior, ya que sus abultados glúteos lo tapaban… ¿Por qué seguir buscando tentaciones?, si tengo todo lo que quiero… justo aquí… pensé.

Traía una erección matinal, fui al baño a mear… y regresé a la habitación… mierd… no era solo la necesidad de mear… las curvas de Vale seguían manteniendo erecta mi verga. Me recosté al lado de Vale, dándole la espalda para dejarla descansar… pero tras un rato… nada…

-        Que diablos… total va ser mi esposa… susurre para animarme.

Me bajé el short, me puse detrás de Vale… fui jalando su ropa interior hacia abajo, ella medio dormida no se quejaba, entre sueños me dejaba actuar… hasta que…

-        Uhmm… Danny ¿Qué haces?... dijo Vale sintiendo mi verga hurgando sus nalgas.

-        Nada… nada… sigue durmiendo… le dije excitado.

Mi verga fue haciendo diana en su vagina que, a pesar de todo, estaba húmeda. Al ir deslizándose mi pene en su tibia vagina, Vale se fue estremeciendo, aun con los ojos cerrados… su piel se erizaba…

-        Ayyy… amorrr… me estas violando… uhmmm… dijo casi sin aire, arañando las sabanas.

Sin embargo, Vale iba abriendo mas las piernas para dejarme entrar, mientras mi verga terminaba de llenarla y luego la iba bombeando. Vale, con movimientos suaves, resistía entre las sabanas y la almohada, ahogando algunos gemidos. Su mano tomo la mia que sujetaba sus nalgas…

-        Que rico… Uhmmm… decía ahogadamente.

-        ¿Qué cosa?... dije para incentivar su morbo.

-        Amanecer con tu verga en mi culo… me dijo sonriendo con los ojos entrecerrados.

-        Aun no esta en tu culo… dije juguetonamente.

-        ¿Qué?... ohhhh…

-        Ahora si…

Aprovechando su aceptación o distracción, deje de bombear su vagina y le ingrese mi verga en su ano, que, por lo continuo de su entrenamiento en los últimos meses, estaba mas dilatado y me acepto… aun así infructuosamente, solo entro la mitad.

-        Amorrr… me partiste el culo… Uhmmm… se quejó graciosamente.

La sentí temblar, ponerse la piel de gallina, sin embargo, no huyo, resistió en su sitio. Creo que Vale se había quedado con ganas la noche anterior, quizás pensaba que me dormí molesto con ella… ahora me permitía hacerle todo… aunque en realidad, ahora que recordaba, siempre me dejo hacerle todo lo que quise…

-        Amorrr… vennn… métemela más… dijo jalándome, buscando satisfacerme.

Vale se termino de echar boca abajo, jalándome con ella para que me ubique encima. Creo que aún se sentía adormilada, esperaba que yo hiciera todo, mientras ella seguía descansando sus carnosas formas.

Me coloque encima del gran culo de Vale, quien si decirle nada, paso sus manos por detrás y se fue abriendo las nalgas. Me recordó como su hermanita el día anterior, hizo la mismo, solo que yo la obligue… Vale me lo ofrecía intuitivamente.

-        Uyyy amorrr… ya entro todo… déjalo ahí un ratito… exclamo satisfecha.

Estaba encima de ella, mi verga atorando su ano, mientras su gordo trasero temblaba complacido y su esfínter palpitaba agradecido en mi pene. Vale, jalaba las sabanas, mientras movía el cuello nerviosa, disfrutando sentirse así… con el culo lleno.

-        Uhmmm… mejor a si… dijo.

Vale jalo una almohada y fue colocándola debajo de su abdomen, cosa que su gran culo se levante mas y ahora lucia enorme. Nuevamente paso la mano por detrás y se abrió las nalgas para que su enrojecido ano llene mi vista.

-        Ahora si… reviéntame el culo amor… dijo lujuriosa.

Mi novia estaba abocada a complacerme y complacerse ella misma. Solo me hacia recordar un poco o quizás compararla con Laurita. Mientras Vale me proponía hacerle cosas, Laurita aun inexperta, era mas sumisa, esperando que la someta… pero tenían en común aquella morbosidad al hablar… al pedir…

-        Uyyy que rico amorrr…. Uhmmm… gemía extasiada Vale.

Intentando no pensar en Laurita y su culo abierto del día anterior, me desfogue con el culo de Vale. Queria acallar esas voces y recuerdos en mi cabeza. Mi verga entraba y salia salvajemente en su ano, mientras la cama temblaba al igual que Vale.

-        Ayyy amooorrr… acabaaa… Uhmmm…

-        Vas a ser mi esposa… me vas a complacer… le dije excitado.

-        Si amorrr… yo te complazco… dijo Vale con nuevos bríos, sabiendo que iba ser mi mujer.

Veía a Vale casi arañándose las nalgas, para mantenerlas abiertas… era para ella misma difícil agarrar, con sus pequeñas manos, tan carnosos glúteos… pero hacia lo posible para dejar su culo abierto y que mi verga la clave hasta la raíz.

-        Ohhh…. Uhmmm… te amooo… ufff… exclamo casi gritando, tuvo que ahogar sus demás exclamaciones en la almohada para no despertar a los vecinos.

-        Que rico culo amor… murmure agitado sobre ella.

MI verga le escupía tibia leche en sus aun adormecidas tripas. Su gran culo blanco lucia desparramado y abierto. Mientras yo satisfecho lo observaba… se veía rojo, con las marcas de sus propios dedos y uñas que pugnaron por mantenerlas abiertas…

-        No amor… no salgas aun… se siente rico… me dijo cariñosa.

Vale paso sus manos por detrás, para contener mi cintura, para que mi verga siguiera presionando sus nalgas y abriendo su ano. Le bese, la cabeza, luego Vale se acomodo de lado y pude besar sus jugosos labios y su lengua, me incentivo agradecida… tanto que logro sacarme unas descargas mas de leche… cosa que la hizo sonreír entre mis besos.

Estuvimos entre caricias unos minutos, luego caímos en cuenta de la hora. Era lunes, había que alistarnos para ir a trabajar. Nos bañamos juntos entre besos, jugueteamos con la idea de hacerlo en la ducha. Vale se ponía de espaldas contra la pared de la ducha, se abría las nalgas para que la penetre, veía mi verga pararse y luego decía…

-        No amor… vamos a llegar tarde… riéndose.

Desayunamos de buen humor, sintiendo que tenía todo en casa y que no tenia porque buscar mas afuera… y que por momentos me sentía algo abrumado por la situación con mi cuñadita, andar escondiéndome… ya no era un adolescente y Vale en mas de una oportunidad me demostró que era la mujer de mi vida… entonces para que más…

-        ¿Sabes qué?... le dije.

-        ¿Qué?... me dijo.

-        Y si nos casamos solo por civil… propuse.

A veces dicen que no es bueno ofrecer algo cuando uno está feliz… pero sentí que tras los rumores del alma en pena de la iglesia, o del enamoramiento de Laurita. Cada vez estaba mas cerca de la cuerda floja… y sabia como terminaba eso, con mi viejo amenazándome partirme el alma cuando estuve con Anita o con Mili enojada conmigo a la distancia… no quería echar a perder esta nueva oportunidad de ser feliz que tenía al frente.

-        No bromees… me dijo incrédula Vale al ver que no reaccionaba pensando estas cosas.

-        Sé que quiero que seas mi esposa… al menos avancemos por eso, que es lo que legalmente importa… le dije.

-        ¿Hablas en serio?... dijo emocionada.

Esos segundos del día anterior, que se me hicieron eternos, pensando que Laurita podía estar embarazada, a final de cuentas, terminaron de darme la respuesta acerca de mi mejor elección a futuro. Claro que quería y deseaba a mi cuñadita, con todo el morbo que conllevaba… pero… lo que construí con Vale en todo este tiempo… era difícil tenerlo con Laurita.

Aparte que con mi cuñadita estábamos en etapas diferentes. Vale era mas madura, mientras Laurita era aun una niña caprichosa que podía sacarme canas verdes… creo que ya era tiempo de dejar esos juegos y evitar pasar esos sustos… si seguía jugando con fuego, me podía quemar…

-        No necesito una boda grande religiosa, al menos no por el momento no… hacemos una boda pequeña civil, amigos cercanos y familia cercana y ya… unos 20 invitados… máximo… y ya… en un mes o dos ya estamos casados…

-        Claro… luego con paciencia ya planeamos la boda religiosa.

-        Si… para que tanto estrés por eso… incluso podemos darnos un buen viaje si hacemos algo pequeño, en vez de gastar en una boda grande, gastamos en la luna de miel...

-        Ayyy… te amo… por esas cosas te amo… piensas en todo…

Lleve emocionada a Vale a trabajar, no dejaba de darme besos en cada semáforo. Pensé que tomaría unos 2 o 3 meses realizar los preparativos… iluso… al día siguiente Valeria ya tenía las cotizaciones de 3 lugares posibles y disponibilidad en un mes… Diablos… creo que ya las tenía casi reservadas… bueno… quizás es mejor así.

Ese fin de semana, fuimos a casa de mis padres a visitar a mis viejos… nos felicitaron por la decisión. Mientras mi madre conversaba animada con Vale sobre el vestido y las demás cosas de la boda, mi viejo me jalo a un costado para conversar…

-        Al fin hijo… buena decisión… dijo aliviado.

-        Gracias viejo… le dije.

-        Mejor ahora… antes que sigas metiendo la pata… me dijo como advertencia.

-        ¿A qué te refieres?...

-        Vamos… no te hagas… soy tu padre y sé de qué pie cojeas… repuso.

-        ¿Cómo sabes?... pregunte, a ese viejo zorro no se le pasaba nada.

-        Tu mama me mostro las fotos de tu cuñada… me dijo.

-        Ah… ok… solo atine a decir sintiéndome expuesto por ese viejo zorro.

-        Se que ya no te puedo partir el alma… pero… solo te puedo aconsejar que no dejes pasar a esta chica… entendí lo de Viviana… pero no pierdas a Valeria… dijo concienzudamente.

A estas alturas ya me había ganado algo del respeto de mi viejo, ya nuestra relación era mejor, después de los momentos críticos que vivimos, en que termine haciéndome cargo de mi madre, la casa y las deudas. Mi padre estuvo agradecido porque me comporté a la altura y no salí huyendo a vivir mi vida y dejarlos con ese caos.

-        Se que te deje una carga pesada esos años… a veces pienso y lamento que… de no ser por eso, quizás hubieras podido pasar más tiempo con Mili…

Algún momento pensé en eso, pero como reprocharle por mis traspiés, nos alejó mi inmadurez, mis celos o revanchismo por meterme con cada loca en mi camino. Mi viejo no había sido un mal padre, fui afortunado de tener una profesión gracias a ellos, nunca me falto nada ¿Cómo quejarme?… lo mínimo que podía hacer era quedarme a pesar de que el barco se hundía…

-        No… viejo… yo… yo cometí mis errores… y ya está… paso lo que tenía que pasar… igual agradezco tus palabras… dije algo conmovido intentando no lagrimear.

-        Me alegra que todo este superado… y que encamines tu vida… repuso el también emocionado, casi hasta las lágrimas.

-        Gracias papa… dije y nos abrazamos, como machos, procurando no llorar.

Intenté entender porque mi viejo había sido tan duro conmigo esos años en que estuve enredado con Anita y luego con Mili… quizás le recordaba sus épocas, mi abuelo tampoco fue muy tolerante con él. Mi viejo me crio de acuerdo a lo que vivió y creyó que era mejor para mi… y por lo que veía con los años se estaba ablandando.

-        ¿Dónde va ser?...

-        Vale tiene 3 opciones… pero yo pensaba en un club campestre de los militares…

-        ¿Conoces a alguien ahí?

-        Un viejo militar…

Al día siguiente fui con Valeria a visitar el club campestre. Me recibió de buena gana mi ex suegro, que había retornado hace un tiempo de Estados Unidos. Después de perder a su esposa e hija, no le quedaba nada allá, decidió regresar a la compañía de sus familiares y amigos. Ahora administraba ese club.

Después de su retorno lo había ido a visitar algunas veces para conversar, tomar una cerveza y saber cómo iban las cosas. Creo que Mili hubiera deseado que su padre no caiga en depresión, le hubiera gustado tener gente cerca que lo anime…

-        Que gusto muchacho… que guapa novia… me dijo.

Tras indicarle nuestros planes, nos felicitó y ofreció su ayuda en lo que necesitemos. Mientras tomaba una cerveza con él, Vale fue a explorar un poco alrededor y ver posibles ubicaciones de la ceremonia alrededor del salón de baile o la piscina.

-        Me alegro que rehagas tu vida… ya era tiempo… mira que hasta Paul ya se casó… me comento.

-        Gracias Señor… ¿usted como esta?... le dije, ya en confianza.

-        Bien, me gusta este lugar… aquí pase quizás los mejores momentos con mi esposa e hija… cada vez que veo una familia joven, lo recuerdo y me reconforta… este lugar me hace feliz… dijo.

Hasta que vino Vale emocionada… parecía que había encontrado un espacio que le gusto…

-        Va estar bonita la ceremonia civil… dijo animada.

-        ¿Solo civil?... dijo el militar.

-        Bueno… es que la religiosa puede demorar más… por lo de separar iglesia y eso… dije.

-        Si gustan conozco a un cura de un cuartel al que fui destacado… vive cerca y oficia en una iglesia no muy lejos… no creo que tenga problemas en venir para una boda en este club… ofreció el militar.

-        ¿En serio?… Gracias… dijo Vale, abrazándolo.

-        Lo siento muchacho… la sentencia está dada… dijo bromeando el militar, luego agrego… si van a hacer las cosas… háganlas bien…

Pues bien, fijamos la boda en 2 meses, que daba tiempo para hacer los trámites. Pasamos de 20 a 50 invitados… ni muy grande, ni muy pequeña… mi viejo insistió en apoyarme con los gastos, luego hicimos la lista y mandamos las invitaciones…

Ya no eran solo rumores de boda… ahora iba en serio….

Continuara….