Mi cuñadita Laurita (19)
Cierre de Proyecto
Ya de regreso en la capital, comenzaron de a pocos los dolores de cabeza, respecto a fechas, lugares donde hacer la boda… al principio pensamos hacer una boda religiosa, pero los tramites y las fechas muy lejanas en la iglesia que Vale quería, nos desanimaron de hacerlo.
Muy aparte el tema de gastos de una fiesta grande también nos hizo repensarlo… yo andaba pagando las cuotas de la hipoteca, queriendo adelantar pagos para que el depa fuera al fin mío. Mientras Vale había invertido todo en construirle la casa a su mama… digamos que no estábamos para grandes gastos.
Pero Vale tampoco se desanimó… si bien al principio quiso definir todo por la emoción, luego se dio cuenta de lo engorroso, más aún la falta de tiempo. Conversando con Marce, se puso en contexto, de que ellos tardaron 1 año en planear todo… y al final hasta contrataron una asesoría.
Bueno, Vale no se desanimó, solo que se tomó las cosas con más paciencia, ya que en su trabajo también oyó de compañeras que sus compromisos duraron eso (1 año) o más. Así que aun podía respirar mi soltería un tiempo más.
Mientras tanto, había noticias de que mi cuñadita tras terminar sus estudios, había conseguido un trabajo, andaba más animosa y ocupada. Parecía que estaba madurando la niña y asumiendo responsabilidades en los gastos del hogar también. Cosa que complacía y aliviaba a Vale.
Hasta que el destino nuevamente me puso cara a cara con mi cuñadita… ya sentía que eran como pruebas que me iban poniendo, a ver si las pasaba (es decir, si resistía a caer con Laurita), pero sino pasaba la prueba… me la repetían.
Esta vez fue con motivo de la finalización del proyecto en la ciudad de mi cuñadita, sería otra visita corta. Tras idas y vueltas con el cambio de la dirección (Brayan) y con retrasos por otros imprevistos, al fin estaban cerrando cuentas… me preguntaba si Kimberly había sobrevivido y continuaría en el proyecto… luego me enteraría…
Llegue a la ciudad y nuevamente me recibió mi cuñadita… vino con un vestido suelto, poco provocativo. Quizás porque ya el compromiso era una barrera para cualquier aspiración sentimental que tuviera… luego note que me equivoque.
Alquile una camioneta nuevamente, ya me era una necesidad desplazarme con libertad por su ciudad. En el camino a su casa, Laurita me robo algunos besos.
- ¿Y eso?… pregunte sorprendido, porque en el aeropuerto apenas me dio un breve abrazo, sin restregarme sus redondos senos como antes.
- Ay cuñadito… hay que ser discretos ahora… no se sabe si algún familiar o amigo pueda estar por ahí… ahora eres un hombre comprometido… me dijo seria.
No me sonó mal, una muestra más de que andaba madurando, ya no era tan impulsiva como las primeras veces. No hubo tiempo para detenernos en el camino y tentar otras cosas, era tarde y mi suegra nos esperaba con la cena.
Esa noche ambos dormimos tranquilos. Creo que el nuevo empleo de mi cuñadita la tenia bastante ocupada y cansada. Al día siguiente incluso salió antes que yo a trabajar, solo pude saborear sus formas a través de su falda oscura ceñida, que llevaba por encima de las rodillas y su clara blusa, también entallada y con un leve escote… estaba apetitosa.
Casi protesté porque mi suegra la dejaba salir así… tan sexy… pero recordé que en ciudad no era nada del otro mundo ver ese tipo de vestimenta, más normal debía serlo en esa acalorada ciudad. Por otro lado, no podía estar celando a mi cuñadita… ni con Vale lo hacía… incluso nuevamente vino a mi mente Kimberly y su vestimenta más sugerente aún.
Partí a la oficina a encontrarme con el nuevo gerente del proyecto, Kevin… otro cuyos padres seguramente vieron esa memorable serie gringa de televisión “Los Años Maravillosos” … pues bien, Kevin parecía más serio y medio nerd, al menos me inspiro más confianza que Brayan que tenía una pinta de bribón.
Nuevamente me instale en la oficina, Kevin llamo a su asistente para que me apoye con los documentos que necesite… me prepare para recibir a Kimberly, seguramente había engatusado al nuevo gerente que se veía medio ingenuo, pensé maliciosamente.
- Hola… tú de nuevo… dije sorprendido, quizás debí callarme.
- ¿Se conocen?... pregunto Kevin animado.
- Si… la saludé al ingresar, pensé que trabajaba en otra área… repuse intentando salvar la situación.
- Ah que bueno… Laurita es muy eficiente en su trabajo, cualquier documento que necesites, ella puede conseguírtelo… los dejo… me dijo y salió a seguir con sus temas.
Ni bien cerró la puerta, hubo una sonrisa cómplice entre ambos...
- ¿Por qué no me dijiste?... le pregunte.
- Primero pensé que sería bonita una sorpresa… me dijo Laurita animada.
- Vaya sorpresa… dije gratamente sorprendido.
- Luego no sabía si te iba a incomodar… agrego Laurita apenada, tal vez recordando que la última vez me enfade porque me fue a buscar a esa oficina, lo que termino en un dulce castigo para su abultado trasero.
- No, para nada… todo bien… solo hay que hacer el trabajo y ya… le dije, ahora si comiéndola con la vista.
Luego pensándolo fríamente, en parte creí que no sería muy ético que ella siendo casi familiar mío (por el compromiso con su hermana), que trabaje en un proyecto que yo revisaba. Ya saben, en todo trabajo hay auditorias, sin embargo, Laurita no llevaba el mismo apellido que Vale, era de padres diferentes… aparte, Laurita consiguió el trabajo sola, sin mi ayuda, así que no veía problemas.
Después Laurita me conto que, que vio el anuncio del trabajo, en realidad era una práctica, en su instituto. En realidad, había estado haciendo sus prácticas en esa empresa cuando aún estudiaba, pero que no quería decirle a su mama porque se iba a preocupar de que no rindiera en sus estudios.
En la empresa viendo lo trabajadora que era, decidieron contratarla esos últimos meses del proyecto. Me recordó algo a Vale cuando la conocí en mi trabajo, supuestamente la habían contratado temporalmente por unos temas urgentes… termino quedándose hasta ahora e incluso ya la habían ascendido.
Bueno, al menos me quite otra tentación de encima, al parecer Kimberly también había salido del proyecto con Brayan. Me imagino que en alguna auditoría interna habrían descubierto que muchos de los gastos fueron regalos de Brayan que fueron a la casa de Kimberly.
Volviendo al relato, aunque fue difícil al principio, ya que nos pasábamos buen tiempo en coqueteos y juegos, logramos un equilibrio… a la fuerza también, porque había constantemente gente entrando y saliendo por diversos temas, teníamos que guardar apariencias.
Al final de cuentas, ese primer día lo manejamos con cierto profesionalismo. Volvimos al final del día a la casa juntos, aprovechando que casi no había gente… no sería nada del otro mundo que jalé a una compañera de trabajo, después de todo me dije.
Durante ese día de trabajo, tuve la tentación de poseer nuevamente a mi cuñadita, en aquella oficina, igual que la última vez. Sin embargo, después de varias indirectas y sugerencias, entendí la negativa de Laurita… me hizo señas con un lápiz, apuntando a una esquina del techo… habían colocado una cámara de vigilancia…
Quizás adoptaron esta medida, tras los malos manejos de Brayan, quien sabe si se habría llevado documentos para evitar que lo investiguen, o hasta tal vez se pudo llevar implementos del proyecto, de manera revanchista como pago.
Luego Kevin me diría que no me preocupara mucho, porque esa cámara grababa, pero no tenía audio… bueno, al menos mis coqueteos o insinuaciones sexuales a Laurita no quedarían registrados, me dije.
Sin embargo, ahora resultaba que en la casa estaba vigilado por mi suegra, y en la oficina por la cámara. Bueno, tal vez ante mi falta de fuerza de voluntad, para no caer en tentación con mi cuñadita, esta vez el destino me puso más escollos… difíciles de salvar… quizás por fin regresaría a mi ciudad sin abusar de Laurita… al fin habría resistido… nuevamente fui iluso…
Al día siguiente, volvimos a la misma tónica de trabajo… aunque en realidad, ya después del almuerzo habíamos casi terminado. Hicimos buen equipo, también pensé que los contratiempos que tuve en mi última visita habrían sido causados por Kimberly y Brayan con su ocultamiento de información.
- Bueno, ya casi… solo me falta cerrar algunas cuentas y ya… le dije.
- ¿Ya vas a regresar a la casa?… me repuso apenada.
- No, puedo hacer algo de tiempo, te hago compañía y volvemos juntos… respondí.
- Si… porque… me dijo dudosa.
- ¿Qué paso?... pregunte curioso.
- Es que este proyecto ya termina… dijo tímidamente.
- ¿y?… pregunte sin aun entender.
- Quizás la próxima que regreses… ya estés casado… dijo triste.
Era cierto, finalizado el proyecto, terminaban los lazos de mi empresa con la constructora para la que ahora trabajaba mi cuñadita. Ya no habría más pretexto para que la empresa me envié a su ciudad. Era ya mi última visita de soltero…
Por lo que percibía en mi cuñadita, después de casarme con su hermana, creo que ya cerraría toda posibilidad de continuar con sus aventuras conmigo. Lo que empezó como una curiosidad de aprendizaje sexual… estaba llegando a su fin… tal vez esa sería la última vez que podríamos tener algo.
- Ya no va haber tiempo para mi… me dijo a modo de reproche.
A decir verdad, ese día su ropa estaba un poco más corta y escotada que el día anterior, como siempre, era una delicia ver sus formas. No era digno desaprovechar esas curvas… más aún que, como la vez anterior, siendo viernes por la tarde… ya muchos se habían retirado… solo quedaba un pequeño inconveniente… la cámara…
- Lo tengo… dije, se me había prendido el foco.
La cámara solo capturaba un ángulo de la habitación, básicamente donde estaba mi escritorio y los documentos. Le indique a Laurita como evadirla, primero saldría normalmente, luego volvería a entrar, pero esta vez pegada a la pared. Así engañaríamos a la cámara…
- Pero ¿en dónde?... pregunto Laurita.
Era una pregunta valida, porque ya no podíamos usar el escritorio como la ultima vez… si lo hacíamos pegados a la pared sería muy incómodo, con la posibilidad de que la cámara capte algo… solo quedaba un lugar disponible…
- En el baño… le indique.
Cuando Laurita estuvo cerca, me aproximé, saliendo del ángulo de la grabación y abrí la puerta y entramos sincronizados. Ya dentro sonreímos aliviados… comenzamos a besarnos tiernamente, luego lujuriosamente en aquel estrecho espacio.
- ¿Y cómo?... me pregunto ansiosa.
- Por atrás… le dije, y sonrió.
Rápidamente le di vuelta y la puse contra el lavabo, creo que la excito mi brusquedad, más aun verse en el espejo con sus enormes senos inflándose con su respiración agitada, parecía que los botones de su blusa iban a reventar.
No di pie a que dijera algo más… solo le levante la ajustada falda y sus nalgas saltaron disparadas, agradecidas que las libere de su prisión… mi verga estaba recontra dura. Ya podía apreciar la ansiedad en los ojos de mi cuñadita a través del espejo.
- Hazlo… por favor… me pidió excitada.
Hice a un lado su diminuta ropa interior y enfilé a su ano que latía ansioso por recibirme. Así empezó nuestra despedida… con mi verga perforándola y Laurita resistiendo presionada contra el lavabo. Sus manos se asían con fuerza de los bordes del lavado.
- Ahhh… Uhmmm… así sentirá ser puta… dijo delirante.
- Pues hoy… hoy vas a ser mi puta… le susurre al oído.
- Si… si… tu puta cuñadito… seré tu puta… Uhmmm… dijo sonriendo excitada.
Hasta que sucedió lo que presagie, ante el ir y venir de mi verga en sus tripas, ese impulso se transmitía a través de su cuerpo, hasta llegar a sus redondos senos, que apenas eran contenidos por esa blusa ajustada… al final uno de los botones termino cediendo, y abriendo mas su escote… dejando su brassiere al aire.
- Jálame las tetas cuñadito… me pidió morbosamente viendo sus senos saltar.
Sin dejar de castigar su enorme culo, deje una de mis manos estrujando sus glúteos y pase la otra mano por delante, no tuve que hacer mucho esfuerzo, uno de sus pezones ya estaba a la vista, solo lo jalonee y pase mi mano por su seno para liberarlo. Laurita me miro agradecida por el espejo… parece que eso la animo… comenzó a culearme.
- Uhmm… Rómpele el culo a tu puta… siii… gemía alocadamente.
Volteo el rostro y me robo un beso de manera incomoda, en su frenesí parecía que se iba a contracturar… me compadecí un poco de ella, sin embargo, no quise perder los roles…
- Ven puta… dije jaloneándola.
- ¿Qué?... ohhh siii… me dijo sumisa.
La voltee… ya tenia la falda en la cintura… me senté en el inodoro y la obligue a sentarse frente a mí, encima de mi verga…
- Despacio cuñadito… me dijo temblorosa insertándose mi verga.
- Rápido puta… le dije dándole un palmazo en su nalga, para devolverla a su papel.
- Ohhh… siii… siii… dijo adolorida tras ser clavada brutalmente.
Se aferro a mi cuerpo para soportar el dolor, prácticamente me puso los senos en la boca, me dedique a succionarlos y mordisquear sus pezones. Laurita alucinada de placer comenzaba a menear su enorme rabo en mi ingle.
- Uhmmm… siempre voy a ser tu puta cuñadito… Uhmmm… se atrevía a ofrecerme, febril de placer.
Ante tal declaración, solo me quedo pasar a sus rojizos labios y besarlos con pasión, devolverle el cumplido con mi lengua y jaloneando su labio inferior con mis dientes, cosa que la hizo enloquecer y empezar a brincar sobre mi tiesa verga.
- Ayyy… ya no… ya no… cuñadito… Uhmmm… se quejaba al borde del clímax.
- Resiste putaaa… me atreví a exigirle con otro palmazo en sus nalgas.
- Siii… siii… resistooo… decía sumisa.
Cada vez saltaba con más fuerza, mientras yo con mis manos me dedicaba a jalonear sus inflados glúteos, casi arañarlos como la última vez, cosa que la excitaba más… un último movimiento, meneo sus caderas casi como licuadora sobre mi verga… esta vez fui yo el que no resistió…
- Ohhh… mierd… exclame complacido.
- Queee… Uhmmm… gimió sorprendida mi cuñadita retorciéndose.
Se dejo llevar por el torrente seminal que la invadía, que iba atorando su cavidad anal… al fin le permití relajarse y mi descarga la llevo a un placentero orgasmo, que disfruto encima mío, con su rostro enrojecido, mordiéndose los labios para que no la oigan gritar… sus senos nuevamente en mi rostro, esta vez me dedique a besarlos entre jadeos.
- Ayyy… eres un malvadooo… me reprocho, quizás mucho castigué su ano pensé.
- ¿Qué? ¿no te gusto ser tratada como puta?... le dije descaradamente.
- Si, me encanto… dijo un poco avergonzada tapándose el rostro con una mano, luego agrego aliviada… Ayyy… me hiciste llegar ricooo…
Nos reímos unos instantes y volvimos a besarnos, en nuestro relajo, casi pierdo el equilibrio… estábamos disfrutando el momento… hasta que… oímos unos pasos acercándose… estuvimos en silencio unos instantes… y luego…
- ¿Danny?... pregunto tocando la puerta del baño.
- Si… si… disculpa que no salga… dije, fingiendo estar en otras necesidades mientras seguía teniendo a Laurita enganchada.
Mi verga comenzó a deshincharse en su orto y la gravedad fue haciendo su trabajo, las gotas de leche que invadieron sus tripas, comenzaban a gotear en el inodoro.
- ¿Estás bien?... insistió, parece que se quería despedir antes de irse.
- Comí algo de comida típica y no me sentó bien… dije fingiendo incomodidad.
- Uy… lo siento… ¿viste a Laurita?... replico.
Si, está aquí, la tengo atorada hasta las tripas, retorciéndose con mi leche que aun sale… quería decirle, pero me contuve. Entendí que estaba con deseos de despedirse y de tener mis impresiones sobre mi visita… dado que la última vez que hice un informe sobre ese proyecto, terminaron sacando al encargado.
- Ah… si… le dije, que ya estaba por salir… que no necesitaba más su ayuda… creo que ya se fue… le dije.
- Ah ok… yo también voy de salida… cualquier cosa, me llamas… me dijo.
Ufff… adentro respiramos aliviados al oír sus pasos saliendo y la puerta de esa oficina cerrándose. La pobre Laurita estaba toda contraída, no la habían dejado disfrutar su orgasmo, pero ahora se la veía más aliviada con su ano chorreando de mi semen.
A manera de despedida, me dio una última limpieza a mi verga. Se acicalo en el baño, le hice señas nuevamente para que salga evadiendo la cámara y me espere en la camioneta. Yo me quede unos instantes más, baje la palanca. Aliste mis cosas y nos fuimos a su casa.
Termine de ordenar mis maletas y esta vez Laurita no me acompaño al aeropuerto. Creo que no se quería quebrar como en mi última visita de trabajo, en que la vi despedirse llorosa. Solo un abrazo y un beso en la mejilla ante la mirada de mi suegra.
Llegue al aeropuerto… con sentimientos encontrados… quizás aún no estaba listo para abandonar del todo mi soltería… o abandonar a mi cuñadita… pensaba en esto cuando me acercaba a la señorita de la zona de embarque… esperaba que me dijera que mi vuelo se canceló por mal tiempo.
- ¿Cómo esta el clima?... pregunte intentando forzar una respuesta que me haga quedar.
- Tenemos buen tiempo hoy señor… me dijo, quizás recordándome, ya era visitante frecuente de esa ciudad.
- Sabes que… le dije.
- ¿Si señor?... pregunto intrigada.
- Puedes cambiarme mi retorno para el domingo… le dije.
- Con mucho gusto señor… dijo sonriendo y agrego… justo hay una persona esperando que se desocupe un asiento en el vuelo de hoy.
- Qué bueno que mi sitio ayudé a alguien a regresar… dije complacido.
- Es difícil ¿no?... me dijo curiosa.
- ¿Qué cosa?... pregunte.
- Despedirse de esta ciudad… me dijo sonriendo, quizás adivinando mis motivos.
- Si… sí que lo es… repuse reflexivo, aunque más que la ciudad era de Laurita.
- Me alegro que le guste nuestra ciudad… dijo amablemente dándome mis nuevos boletos.
Así… retomé a casa de mi suegra… bajo el pretexto de mal clima… con la sorpresa de mi cuñadita que casi salta a besarme, pero se contuvo ante la presencia de su mama. Sabía que era por ella, esa no era época de tormentas… la única tormenta estaba siendo nuestra relación maltrecha.
Luego tuve que llamar a Vale para darle la misma noticia… Sera la última vez que hago esto, me dije intentando callar mi conciencia…
Continuara….