Mi cuñada me sorprendió
Como mi cuñda me incitó a tener una relación, y me sorpredió por lo liberal que era.
La historia que os voy a contar, ocurrió hace unos 7 años y aun continúa para mi fortuna. Trata de mi relación con mi cuñadita, Elisa. Antes de nada os voy a poner en antecedentes, yo soy Juan Luis y vivo en Jaén, aunque soy de Córdoba, como mi mujer y toda su familia. Tengo 37 años y mido 1,94, soy moreno, con ojos marrones y físicamente no estoy mal, hago bastante deporte, sobre todo natación y baloncesto, por lo que me mantengo en forma, pero lo que más destaca es mi altura. La otra persona protagonista de esta historia es mi cuñada Eli, que actualmente tiene 29 años y es la hermana menor de mi mujer Marta.
Mi cuñada la conozco desde hace 15 años, que comencé la relación con mi mujer, es decir que tenia unos 14 años cuando la conocí y, al ser casi una niña, nunca le preste la mayor atención, además, físicamente no es tan agraciada como mi esposa. Mi mujer mide 1,74 , tiene unas tetas maravillosas, que todavía miran muy para arriba y, tiene un culo precioso, redondo, prieto y respingón y, su coño es como un guante para mi polla. Mi cuñada, en cambio es más bajita, 1,60 aproximadamente y como he dicho no tan agraciada, de tetas más pequeñas, pero muy duras y también tiene un trasero de infarto, además tiene un cuerpo muy prieto porque se suele castigar en el gimnasio, precisamente, porque toda la vida la han comparado con mi mujer.
Bueno, voy al grano porque es más interesante, el comienzo de la historia fue un año después de casarme y, ocurrió en una boda de una prima de mi mujer. La familia de mujer es bastante mojigata (bueno casi toda como veréis más adelante), como por ejemplo mi mujer no se pone en bikini en la playa, no fuman delante de sus padres, etc...
Precisamente, en la boda cuando empezamos con el baile, mi cuñadita me dijo que si la acompañaba al aparcamiento para fumarse un cigarro, porque la celebración de la boda fue en un cortijo en el campo, y estaba oscuro pues serian las 24.00 h y, no tenia iluminación. Yo siempre había tenido mucha confianza con mi cuñada, hablábamos de muchos temas, eran quince años conociéndola. En definitiva, aquel día mi cuñada se había puesto un vestido bastante provocativo para lo que era su familia, tenia un escote muy amplio y, se le veía el canal de sus pechos, por detrás era también muy escotado. A mí me había llamado la atención nada mas verla, por ello, cuando salimos a fumarnos el cigarro, le pregunte y me dijo que le dejara que las había tenido con su madre, y yo le dije que estaba magnifica, lo cual era verdad, eso pareció gustarle y, ya nos centramos en ese tema, además como teníamos algunas copitas estábamos más sueltos de la lengua de lo habitual, me dijo que ella ya había cambiado, que usaba bikinis sin que su madre lo supiera, que incluso alguna vez en la playa había hecho topless y, que además usaba tanga en algunas ocasiones como ese día, que tomaba rayos uva en el gimnasio solo con el tanga, etc...
Esa conversación me hizo ponerme muy cachondo y, le dije que nos fuéramos para la fiesta otra vez que iban a echarnos de menos, además porque se me había puesto dura. Pero cuando volvimos a la fiesta resulta que mi mujer estaba bailando con sus tíos, etc... con lo cual yo me quede con mi cuñada sentado. Ella siguió hablando del tema, me dijo que seguro que su hermana nunca usaba tangas y, yo le dije que ni siquiera usaba ropa interior de colores atrevidos, lo cual era cierto. Ella me contesto que la que llevaba ahora mismo era negra con unos motivos dorados, eso me puso todavía más cachondo y, creo que ella lo notaba. Mi porra empezó a ponerse con un buen tamaño, entonces me dijo que bailáramos, pensé que era buena idea para olvidarme de la conversación y así ocurrió, lo sucedido es que, al momento comenzaron con música lenta y, seguí con mi cuñadita la cual empezó a pegarse más de lo normal o así me pareció a mi, el caso es que ya no pude controlar la crecida de mi pene y, ella lo noto. Y sin ningún tipo de tapujo me dijo, que si eso era por ella, a lo cual en ese momento no supe que responderle y le dije que ¿ella que creía?, a lo cual no contesto, solo sonrió, me dio un beso en la mejilla y, le dijo a mi mujer que bailara conmigo, lo cual me molesto en ese momento.
Un poco más tarde fui a la barra a pedir una copa y, apareció ella, pero yo le conteste cortado, serio y, me dijo que si me salía fuera a fumarme otro cigarro, a lo cual yo le dije que no me apetecía, pero ella insistió, me dijo que tenia que hablar conmigo y, ante su insistencia yo accedí. Cuando salimos, ella me pido disculpas, me dijo que sentía lo que había pasado, pero que, no era plan de seguir en la pista de baile, delante de todo el mundo, pero que en mi coche ahora podía acabar lo que se había empezado. Yo que todavía estaba caliente, sin pensármelo dos veces accedí, nos fuimos a mi coche, nada más llegar me cogió la polla y, me dijo que tenia ganas de verla al natural, porque por lo que había notado no estaba mal, así que yo me la saque y, aunque no la tengo exagerada, unos 19 cm y de buen grosor, a ella le encanto o por lo menos eso me dijo y, empezó a hacerme una paja, por que me dijo que ella no se iba a desnudar, para que no lo notasen en la boda y lo único que hice fue sobarla bajo su vestido, le palpe las tetas que las tenia muy duras y con los pezones erectos y le metí el dedo en su coño que lo tenia húmedo, pero no me dio tiempo de mucho más porque me corrí en sus manos, y ella casi simultáneamente tuvo un orgasmo. Eso sí, fue una buena corrida, ella luego me limpio con unas servilletas y me dijo, que era una pena, pero, que no teníamos tiempo y, así acabo ese día.
No obstante, como yo estaba en Córdoba, me quedaba a dormir en casa de mi suegra y, al dia siguiente por supuesto la vi, yo había pensado esa noche si cuando se le pasaran las copas se podría enfadar, porque yo ya si estaba obsesionado con fallármela algún dia, pero ocurrió todo lo contrario, cuando por la mañana nos vimos, ella me sonrió y, me dio un beso en la mejilla, pero, más cerca de la boca de lo habitual, con lo cual me dio a entender que los dos pensábamos igual. Posteriormente hablamos, hicimos planes, para que al siguiente fin de semana vienese a nuestra casa, con la excusa de ver unos muebles que habíamos comprado, lo cual a mi mujer le pareció muy bien, además pensábamos en la ventaja que mi mujer también trabaja los sábados por la mañana, con lo cual tendríamos toda la mañana para nosotros.
Y, efectivamente, el viernes de la semana siguiente, llego a nuestra casa, vestida como siempre, con unos vaqueros y un jersey, pero yo la vi mucho más sexy, le observe, y hasta me parecía que se le notaban los pezones bajo el jersey y, cuando baje al aparcamiento con ella, para subir la maleta, en el ascensor, ella ya me toco mi polla, me dijo que si la tenia en estado de revista, porque ella no se iba a conformar con lo de la semana anterior. Pero, cuando llegamos a mi casa, todo siguió su curso normal, charlamos de los famosos muebles, cenamos y cuando eran las 23,30 mi mujer dijo que se iba acostar, porque al dia siguiente trabajaba y además se tenia que levantar a las seis como siempre y nosotros nos quedamos viendo la televisión en el salón, que por fortuna, esta en la parte opuesta de la casa al dormitorio donde dormía mi mujer. Así que todo empezó a pedir de boca.
Lógicamente, nada más mi santa mujer se acostó, la conversación dio un giro de 180 grados y sin miramientos, le dije que, quería que me enseñara esa ropa interior de la que hablaba, etc... y así fue, me hizo un desnudo integral que, ¡!madre mía!!, algo que mi mujer nunca habría hecho, porque aunque follabamos muy bien, ella era un poco mojigata en la cama, como he dicho. Por primera vez pude ver las tetas de mi cuñada, pequeñitas pero duras como piedras, sus maravillosos pezones oscuros, y lo que más me impacto su coñito casi rasurado entero, solo conservaba un minúsculo triangulo de vello, vaya maravilla, era de las cosas más bonitas que yo había visto y, todo solo para mí. Pero, todo ello sin hacer mucho ruido, porque, mi mujer acababa de acostarse y, aunque cuando se duerme su sueño es muy profundo, temíamos que todavía no estuviese dormida del todo. Así que, se puso el tanga y sujetador, aunque con la bata cerca y, nos sentamos en el sofá y comenzamos a hablar, con lo cual yo estaba a punto del infarto, ella me pregunto que ¿qué le parecía su cuerpo?, a lo que le conteste la verdad, que estaba muy buena, pero ella mismo me dijo que, ciertamente, su hermana estaba mucho más buena que ella. Ella siempre con ese complejo de patito feo.
Mientras hablábamos, nos acariciábamos y, la calentura de ambos iba subiendo por segundos, sobre todo llegado un momento que me pregunto que si su hermana era buena en la cama, a lo que yo le respondí que sí, pero que, tenia muchos tabúes y, a ella se le iluminaron los ojos y me dijo, "ya se algo en lo que voy a ser mejor que mi hermana" y, me pregunto que "¿qué es lo que mas deseaba hacer y no se lo permitía su hermana?", y yo, sin dudarlo le dije que me encantaría que me hicieran una mamada, a lo cual ella respondió, que me iba a dar la mejor mamada de mi vida y, sin pensárselo dos veces, me bajo el pijama, se puso de rodillas y como ya mi polla tenia un buen tamaño, se la metió en su boca y empezó a chupar como si se le fuera la vida en ello, yo no se como lo hacia, pero mi polla se la metía entera en la boca, yo creo que le llegaba hasta la garganta, y cierto era que yo estaba disfrutando como un cosaco, de vez en cuando, se la sacaba de la boca, me pasaba su lengua por toda el miembro, me daba bocaditos en los huevos, e incluso me lamía el agujero del culo, yo nunca había sentido nada igual, por lo cual en poco tiempo, me noté que me venia la corrida y la saque de su boca. Fue algo bestial, me vinieron tres espasmos, todos acompañados de gran cantidad de semen. Cuando acabe de correrme, ella estaba llena de semen, su cara, sus pelos, sus tetas, algo increíble para mi.
Yo me quede satisfecho, pero ella lógicamente no, por lo que tras lavarse un poco, se metió mi polla otra vez en su boca y lógicamente comenzó a tomar nuevamente su tamaño de guerra, que era lo que ella quería.
Entonces me dijo que ahora yo tenia que comerle su coño, porque aunque yo tenia 30 años y ella solo 22, ella era la que llevaba desde el principio las riendas, y a mí me gustaba, así que obedecí y comencé a comerle el coño, le pase mi lengua por todos sus pliegues, deteniéndome largos ratos en su clítoris, y note que tuvo dos orgasmos, porque jadeaba como una fiera, tras lo cual me dijo que me pusiera un condón para que la follara, pero yo me negué y, le dije que no me correría dentro, pero antes le pedí que no gimiera tan fuerte, porque temía que con sus jadeos se despertara su hermana, le metí toda la polla y ella se volvía loca, decía que nunca había sentido una polla tan profunda, y sobre todo que sentía todo su coño lleno, yo mientras me la follaba, le pellizcaba sus pezones y ella incluso me pedía que lo hiciera con más fuerza, follamos de todas las posturas, arriba, debajo, de lado, y además como es bajita, para mí era muy manejable, esta vez aguante más y ella se corrió por lo menos dos veces más y cuando yo ya estaba a punto la saque y me corrí encima de su cuerpo, porque lo ultimo que quería era dejarla embarazada.
Ella estaba toda pringosa, cara, tetas, pelos, porque mis corridas siempre son muy abundantes, lo cual a ella le encantaba, sentirse llena de leche por todos lados, porque se la refregaba sin parar. Cuando acabamos, nos duchamos y nos fuimos a la cama, con la tranquilidad de que mi mujer estaba dormida y que no se había enterado de nada, pero con el morbo de que me había tirado a su hermana casi delante de sus ojos. Al día siguiente continuo la fiesta y muchas fiestas más que os contare en otra ocasión.