Mi cuñada María

Como tuve mi primer encuentro con mi cuñadita María de 16 años, en la propia casa de mi novia, mientras todos dormían.

MI CUÑANA MARÍA

Les voy a contar una historia que me sucedió hace un año, todo empezó cuando fui unas vacaciones a conocer a la familia de mi novia, resulta que ella tenia dos hermanas, una mayor que ella y una menor, pues bien, a la menor yo la había conocido un par de años antes cuando ella vino hasta la capital, no me había impresionado mucho, mas bien me había parecido una chica normal, pro ahora que la volví a ver me apreció la mujer mas guapa de este mundo, con un cintura de avispa y unas caderas, hay de mi, unas caderas que harían delirar al hombre mas frío de este mundo, y al decir verdad no eran tanto las caderas que tenia sino la gracia con que las movía al caminar, junto con su redondo y forme culo, que hacían que cualquier hombre se quedara como un bobo al verla, sus pechos eran firmes y redondos, y sobre las camisas que se ponía se podían observar sus pezones,

Pues bien cuando llegue a casa de mi novia, me quede paralizado al ver como había cambiado mi cuñadita y así se lo hice saber, cuando le dije como un bobo ¡has cambiado mucho María! Ella me dijo - si tal vez -, con un tono un poco desdeñoso, eso hizo que me encendiera interiormente y desde entonces cada vez que podía, la observaba a hurtadillas, sobre todo con esas falditas tan chulas que se ponía y que me hacían delirar en silencio.

Nuestra relación de complicidad comenzó cuando una vez , estabamos mi novia y yo jugando con el perro, María se acababa de levantar y quiso también participar, mi novia dijo que estaba haciendo mucho calor y que iba a traer unos refrescos, como el perro a veces nos hacia caer con sus juegos, resulta que en una de ea caídas ella quedo en una mala posición y yo le pude ver su ropa interior que era(nunca lo olvidaré) de un color blanco con algunas figuras que no pude distinguir de que eran, al principio ella no se dio cuenta pero luego si, me quedo viendo al principio enfadada, luego avergonzada y al final me miro con algo que bien se podría definir entre la lujuria y la picardía.

Pues bien a partir de ese capitulo nuestras miradas siempre llevaban ese tono de picardía, cada vez que podíamos sin que mi nova ni su familia se dieran cuenta nos quedábamos mirando de una forma cómplice y que presagiaba lo que habríamos de vivir

La familia de mi novia me había asignado un cuarto independiente, que se comunicaba con la casa solamente por una puerta que siempre estaba cerrada, ya que siempre tenían inquilinos allí, pero esta vez dado que yo era casi de la familia dejaban abierta aquella puerta y adivinen que, esa puerta daba directamente al cuarto de.... María.

Mi cuñada siempre tenia una jarra de agua, que dejaba en su mesita de noche para tomar uno o dos vasos cuando se despertaba, yo, para tantear el terreno le dije un día que algunas veces me daba sed por la noche y le pregunte si se molestaría si entraba a tomar un vaso de agua de la jarra que, ella me dijo que no, que cuando quisiera bien podía hacerlo, eso para mi fue como una invitación a visitar su cuarto, cosa que prepare para esa misma moche.

A e de las 2 de a madrugada cuando calculé que todo le mundo en la casa estaba profundamente dormido, me levante y fui por mi vaso de agua. Esa era mi coartada por si alguien se daba cuenta que estaba en el cuarto de la hermana de mi novia, me senté en su cama para llenar le vaso e intencionalmente hice movimientos bruscos pero silenciosos para que ella, solo ella, se despertara, cuando lo hizo me miro aún con sueño en sus ojos, pero al poco rato nos quedamos mirando con esa picardía que habíamos tenido en esos días anteriores, ¿te desperté? Lo lamento, le dije, note preocupes dijo ella, es que tenía mucha sed, dije yo, mientras la veía y ella me devolvía esa mirada tan suya, con lo que me sentí con fuerzas para decir, mucha sed.....de ti, y entonces me fui acerando poco a poco a su cara hasta que nos besamos y lo hicimos con ternura y a l vez con oca pasión, ya que nunca antes lo habíamos hecho y como si nunca después íbamos a tener oportunidad de hacerlo, de pronto me fui acomodando en su cama para poder besarla más cómodamente y empezamos a acariciarnos, primero su cadera y su cintura, aquella que desde un principio me había llamado la atención, después fui subiendo mi mano derecha poco a poco hasta sus senos, aquellos senos hermosos con esos pezones que a esas alturas estaban parados y duros los que al primer roce le dieron una ola de placer, por lo que pude percibir y por el gesto de su cara cuando los toque, los seguí acariciando mientras nos besábamos luego baje hasta su cuello y paulatinamente hasta sus senos, mientras mis manos bajaban hasta su coño dándole un masaje circular a sus clítoris, aquella pepita maravillosa y dura, tanta fue la sensación de sentir i boca en sus tetas y mi mano en s coño que le produje, que a los pocos segundos sentí como su abdomen se contraía rítmicamente y s cuerpo se curveaba hacia atrás con lo que comprendí que estaba teniendo su primer orgasmo e instintivamente metí mi mano izquierda en su boca para que mordiera mis dedos y se callara , temiendo que un ruido de más despertaría a mi familia política.

Luego baje paulatinamente a su vientre y bese su ombligo y todo su abdomen, bajando por su monte de Venus asta su coño el cual saboree con como un niño a su paleta, como un loco durante algunos minutos, que a mi se me hicieron segundos y ella fue muy receptiva a esto porque al poco tiempo estaba gimiendo otra vez, esta ve le puse una almohada en su cara para que no hiciera ruido y me dediqué a chuparle ese rico coñito, (que hasta ese momento yo creía virgen) cuando tuvo su segundo y tercer orgasmos consecutivos,

Finalmente decidí ensartarla y poniéndome encima de ella y abriendo sus piernas suavemente con mis manos y mi cuerpo y poco a poco se la fui metiendo, como les he dicho, yo creía hasta ese momento que era virgen y que me iba a costar tanto trabajo como me costó desvirgar a su hermana, (un coño pequeño y cerradito que me valió varias jornadas desgarrar, aunque este es otro cuento) claro que esta vez no tenía ni el tiempo, ni la paciencia, ni el amor, que le tenia a su hermana par esperarla durante muchos intentos para estar dentro de su conchita, por lo que pensaba desgarrarla sin piedad, pues bien, resultó que la niñita no era virgen, lo cual me sorprendió un poco dado su edad (16 años) y porque la familia de mi novia era my conservadora, (mas tarde me vendría a enterar, por su propia confesión, que había perdido su virginidad con un novio que tuvo hacía mas de un año, pero que solamente había sido una vez y que había sido tan traumático para ella, dada la falta de experiencia del tipo, que no lo disfruto sino al contrario fue traumático y que de ninguna manera era lo que se había imaginado, por lo que no quiso tener nada mas que ver de sexo con aquel muchacho y por lo que la relación se acabo)

Una vez estando encima de ella fui entrando poco a poco como no encontré resistencia empecé con mi rítmico mete y saca, todo mi pene estaba empapado de sus jugos provenientes de sus anteriores venidas, además ella, en vez de diminuir su deseo con los orgasmos anteriores , estaba con más apetito que nunca con lo que me decía al oído en el silencio de la noche, más, más... y yo ni corto ni perezoso le daba más, y cada vez más rápido, ella se aferraba a mi cuerpo como queriendo controlar de esta forma el ritmo con el que la penetraba, que para entonces era frenético, hasta que tuvo otro orgasmo enterrándome las uñas en mi espalda, a los pocos segundos, no pudiendo más, le llene de semen su pequeña conchita quedando rendido sobres su caliente y curvilíneo cuerpo nos besamos apasionadamente y al poco rato mi tranca estaba otra vez lista para el ataque, que no se hizo esperar y seguí bombeándole mientras sentía que su cuerpo se retorcía bajo mis brazos en choques de placer cuando vi que sus ojos se ponían blancos y echaba su cabeza para atrás como si tuviera un ataque de epilepsia, pero ambos sabíamos que no lo era, otra vez no resistí más y me vine dentro de ella (toda esa leche en su chochita me produjo futuras preocupaciones de haberla dejado preñada, lo cuál hubiera sido gravísimo, menos mal al final no fue así).

La seguí besando durante un rato pero el sueño me vencía y tuve miedo de quedarme dormido allí y que la otro día nos sorprendieran en su cama por lo que despidiéndome muy cariñosamente me fui a dormir a mi cama, con el sabor de su coñito aun en mi boca y con las formas de su jugoso cuerpo en mi mente, dispuesto a repetir este delicioso episodio una vez más.

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