Mi cuñada Lulú.
Mi hermano me nvitó a vivir en su casa. Mi preciosa cuñada me convenció con solo mostrarme su sensual cuerpo, lo demas solo se dio....
Después de terminar mis estudios de nivel secundaria, como premio mi madre me mando de vacaciones a casa de mi hermano mayor quien vivía en ese entonces en una ciudad del centro del país cualquiera que sea, pues creo que casi todos los países en su parte central, tiene una o varias ciudades bellas y tranquilas como en este caso que sucedió la historia de este relato, en una bella ciudad del estado de Morelos México.
Me fui de vacaciones de lo más feliz por volver a ver a mi hermano mayor, después de muchos años de no verlo, y conocer a su familia, pues no tenía aun la oportunidad de conocer a la familia de mi hermano por la gran distancia que hay entre ambas ciudades en donde radicamos.
Llegue a pasar y disfrutar de unos días de vacaciones con mi hermano Carmelo en ese entonces con 38 años, robusto sin ser obeso, de profesión abogado, ganaba bien en su despacho , casado con mi cuñada Lucrecia de 28 años, de estatura mediana, delgada de tez blanca, bonita cara con lentes graduados que le da un toque de mujer intelectual, pelo ensortijado casi rubio le llega a los hombros, de senos medianos y firmes, bonitas piernas estilizadas, lo mejor de su cuerpo son sus caderas anchas, con unas nalgas bien puestas, ligeramente respingonas, lo que la hace tener un cuerpo sensual, aunque generalmente viste de forma recatada, con faldas y vestidos un poco arriba de la rodilla, con poco escote, pero cuando usa jeans ajustados, hace que se le vean sus caderas y nalgas bien delineadas y muy llamativas, cuando vestía así, siempre le decía aprovechando con la confianza que me inspiraba, que se veía muy bien con jeans, que debería usarlos más seguido, solo sonreía complacida.
Ella terminó una carrera de administración que no ejerció porque mi hermano gana lo suficiente en su despacho, por lo que mi cuñada Lulú como le decimos de cariño, se encarga de las labores hogareñas, las cuales las dirige en forma impecable como toda buena ama de casa, tienen una bonita casa de 3 recámaras, la grande matrimonial de ellos, a un lado la de su pequeña hija de 5 añitos y enfrente otra que me asignaron. en general es guapa mi cuñada, y en los días que estuve con ellos congeniamos mi cuñada, y yo creo que le agradé, mucho, porque hicimos buena relación entre cuñados, a pesar que me llevaba más de 10 años platicábamos de todo tipo de temas y lo pasábamos en realidad contentos, tan bien me adapté a convivir con esta familia, sobre todo con mi linda cuñada, que cuando terminaron mis vacaciones, en su casa, mi hermano Carmelo me invitó a seguir mis estudios de preparatoria en la ciudad donde radica.
Lo estuve pensando bien y me decidí casi al instante en que mi cuñada Lucrecia me pidió que aceptara vivir con ellos con esa sonrisa bella que tiene y su forma mirarme, con ojos sensualmente entrecerrados, como si me rogara que aceptase, por lo que esa divina forma de pedirlo hizo que al instante aceptara, después se lo planteamos a mi madre quien al principio no se hacía a la idea de que su hijito la dejara, y aceptó después de mucho insistirle mi hermano, y terminó accediendo poco convencida de que me fuera de casa a vivir con mi hermano. sobre todo por el especial amor que hubo con mi bella madre en el tiempo que estuve viviendo a su lado.
Así pues inicie mi nueva vida con la familia de mi hermano mayor. Todo transcurría con una vida normal, , cada quien a sus obligaciones, mi hermano Carmelo a su oficina de abogados, mi linda cuñada a llevar a mi sobrinita al kínder Garden, para luego regresar a realizar las labores del hogar, yo a mi escuela y regresaba por la tarde a realizar tareas y ayudarle un poco a mi cuñada, cosa que lo hacía con gran gusto porque así me recreaba viendo la bonita y excitante figura de mi cuñada, todo esto era día a día, solo los fines de semana variaba, porque a mi hermano le gustaba tomar la copa, generalmente llegaba ebrio a casa, los sábados y era cuando según él se ponía cariñoso y le hacía caricias y toqueteos obscenos al cuerpo de mi cuñada lulú, ella se ponía roja de vergüenza el que yo viera como la manoseaba, pero no contradecía a mi hermano, porque se ponía irritable si no se dejaba, después terminaban yendo a su habitación, en donde le ponía una buena cogida, porque se escuchaba hasta mi cuarto los gritos y jadeos de ambos, para envidia que sentía al oír cómo se cogían a mi cuñada, esto era casi todos los fines de semana y yo me excitaba ante esto y aprovechaba para darme mis buenas masturbadas, imaginando desnuda a mi cuñadita siendo cogida no por mi hermano. sino por mí, Ufff, que de pajas tan fenomenales me hacía en honor de mi cuñada Lulú.
En otro fin de semana en que sucedió casi lo mismo de siempre que llega borracho mi hermano, y después de manosearla un rato, se dirigieron a su cuarto a coger, y esta vez para no escuchar sus jadeos, y morirme de envidia, decidí salir al patio a tomar un poco de fresco, pero como la ventana de su habitación, da al patio, veo luz encendida y noto que las cortinas tienen una rendija en donde se puede ver, con morbo y curiosidad me acerco sigiloso, y lo que vi me dejo alucinado, por la rendija pude ver a mi hermano acostado desnudo en la cama con las piernas abiertas, y en medio de sus piernas a mi cuñada en cuclillas, haciéndole una mamada a su erecta verga, ella casi desnuda, tan solo con un chiquito y sexi bikini rojo, en una pose erótica, se veía realmente muy buena, con su perfectas curvas que delineaban sus bonitas nalgas y sus anchas caderas, que movía al compás de la mamada de verga que le estaba propinando a mi feliz hermano, quien disfrutaba poniendo los ojos en blanco y acariciando el ondulado pelo de Lucrecia, dirigiéndola en la intensidad de la mamada, ante esa visión de su cuerpo, se me puso tiesa mi verga, me la saqué del pantalón para empezar a masturbarme viendo el rico cuerpo de mi cuñada, y su boquita engullendo y chupando el erecto palo de mi hermano.
Luego la hizo que lo montase, y mi cuñada sensualmente se incorporó quitándose su bikini, se colocó el glande en la entrada de su vaginita de bellos rubios, se fue clavando ella solita, hasta que desapareció toda la verga dentro de ella, para empezar a cabalgarlo dándose unos ricos sentones y unos movimientos circulares de sus nalgas que hacían disfrutar enormidades a mi hermano que la agarraba por sus lindas caderas y la clavaba duramente, ella jadeaba exageradamente disfrutando de las rudas penetraciones, valla con mi cuñadita, tan modosita que se ve por la casa,
y ahí la veía bien ensartada moviendo su bonito cuerpo, arriba y abajo, disfrutando como toda una hembra en celo, bien que sabía coger, mi linda cuñadita, ante esa imagen no aguanté más y masturbándome más de prisa arrojé mi semen en el piso sin perder de vista los movimientos sensuales de las ricas nalgas de Lulú, casi al mismo tiempo vi que ambos jadeaban y llegaban a su respectivo orgasmo quedando abrazados, los dos agotados.
Con cuidado me retiré de allí para entrar a la casa y fui al baño asearme un poco para dormir, al salir del baño me topé con mi cuñada lulú, venía con un cortito camisón transparente sin nada debajo, se delineaba muy bien su figura, con sus bellas caderas, la manchita de los vellos de su sexo y sus bonitos senos con sus pezones duros aun de la excitación de la cogida que recibió, me quedé con cara de bobo al verla así, su cara aun venia achispada y ruborosa del encuentro sexual, me pidió permiso para entrar al baño, al pasar junto a mí, paso a muy cerca de mí, rosando levemente sus nalgas con mi semi erecta verga, que aun así dio un respingo al sentir el roce con el culito de mi cuñada., la vi sonriendo para sus adentros el saber del impacto que me provocó el roce de su exquisito cuerpo, me fui a mi habitación y me quedé dormido con la bella imagen del cuerpo desnudo de mi cuñadita Lulú
Los siguientes días conviví más con mi cuñada, ahora la miraba con deseo y a ella parecía no incomodarla, al contrario, me ponía más atención cuando le platicaba mis cosas de escuela y de amigos, y siempre me daba buenos consejos cuando se lo pedía, ya casi no me apetecía salir por las tardes con los amigos de la escuela, incluso le ayudaba en sus quehaceres domésticos para estar más cerca de mi cuñada Lulú, y parecía que a ella le agradaba mi compañía pues se veía más alegre y jovial porque se ponía más seguido sus jeans blancos que le hacían verse muy buena, me sentía feliz, pues creía que se vestía así para mí, pues de antemano sabe que me encanta verla con esos jeans, yo aprovechaba cualquier momento para estar cerca de ella, y rosar ya sea sus manos o su cuerpo al ayudarle en sus labores, sentía ese leve contacto con ella como choquecitos eléctricos en mi cuerpo, en verdad me ponía emocionado; me estaba enamorando de mi cuñada?, ya por la noche cuando llegaba mi hermano del trabajo se me esfumaba mi encanto, lo bueno es que casi siempre llegaba muy noche por razones de su trabajo, eso me permitía más tiempo estar gozando de la compañía de mi cuñadita Lulú.
Así transcurrían los días, y cuando era viernes, llegaba mi hermano como de costumbre borracho a manosear a mi cuñada, y a darle su buena cogida, esto me llegó incluso a poner celoso, ya no me gustaban los fines de semana, pero los aprovechaba para espiarles por su ventana y me daba mis buenas masturbadas viendo cómo se cogen el bello cuerpo de mi querida cuñada.
Hasta que un día ella me descubrió espiándoles, fue un sábado en el que a Carmelo y Lucrecia los invitaron a una boda de un amigo de mi hermano Carmelo, iban muy elegantes, mi hermano con un traje fino, mi cuñada Lucrecia con un vestido azul marino de una sola pieza que le llegaba un poquito más arriba de las rodillas, casi a medio muslo, le lucían muy bien sus torneadas piernas, el vestido se le pegaba muy bien a su cuerpo, por lo que se veía muy buena luciendo sus anchas caderas y bonitas nalgas, se fueron no sin antes encargarme muy bien la casa y su pequeña hija Lucrecita, les dije que vallan y diviértanse sin pendiente, que yo me quedo cuidando a mi sobrinita, por la noche cuando se durmió, me fui a estudiar un poco pues ya venían los exámenes de mi escuela, estuve estudiando hasta casi las dos de la madrugada, ya me sentía cansado y con sueño, entonces escuche la puerta de la calle y unos susurros, seguro que eran mi hermano y mi cuñada que regresaban de la fiesta.
Salí de la habitación descalzo sin hacer ruido para cerciorarme que eran ellos, aun escuchaba los susurros, me paré de repente al verlos en la puerta principal abrazados y acariciándose, ambos venían alegres y algo ebrios, una lamparita de la sala iluminaba la escena, mi cuñada de espaldas a la pared, besándose intensamente y manoseándose sus cuerpos por encima de las ropas, me dio morbo verlos y seguí espiando, veía las manitas de mi cuñada apañando el cuerpo de mi hermano fundidos en un ruidoso beso por los chasquidos de saliva, seguro iban a coger ahí mismo, entonces oí la voz de mi hermano:
-Date la vuelta mamita
--Aquí no cariño, está tu hermano y nos puede ver…
-Anda, que estoy muy caliente .cabrona Le apremió mi hermano, que se ponía agresivo cuando estaba borracho…….
--Aquí no Carmelo mejor vamos a nuestro cuarto… se resistía mi cuñada…..
-Que quiero aquí mismo cabrona, si bien que te gusta la verga, te haces la modosita pero bien que disfrutas cuando te la meto hasta el fondo putita….¡…la tomó de los brazos molesto y la forzó a darse la vuelta contra la pared, yo miraba atónito ante la sumisión de mi cuñada, vi que mi hermano se desabrochaba el cinturón para bajarse los pantalones y sacar su erecta verga….
-Anda ahora súbete el vestido cabrona calienta vergas,. Lucrecia bajo sus manos y fue subiendo su elegante vestido azul, quedó enrollado a sus suculentas caderas, hasta que apareció un chiquito bikini rojo que apenas abarcaba sus buenas nalgas…
-Bájate tu bikini cabrona putita caliente…, yo veía perplejo la escena, de como mi cuñada se dejaba vi como mi cuñada se bajaba lentamente su cortito bikini, descubriendo su culo de nalgas rosaditas, paraditas y blanditas, con una rajita rubia, todo esto me levantó mi verga en una tremenda erección, liberé mi duro pene de mi pijama y empecé a tocarme con los ojos fijos en el culo de mi cuñada, nunca me imaginé verla en aquella posición tan erótica y caliente…
-Que buen culo tienes cabrona, si te metieras de puta, de seguro ganarías mucho dinero con estas nalgas y caderas que te cargas, ummmmhhhh.., jadeo mi hermano, al estar acariciando el anito cerradito de mi cuñadita….
-Se me antoja cogerte por ahí, le decía el caliente de mi hermano, tratando de introducir un dedo en el culo de Lucrecia, mi cuñada también caliente se dejaba y asentía a todo,..
-Ábretelo tu misma que te lo voy a dar ahora por el culo, ya tengo tiempo que no te culeo.., Lucrecia sumisa y excitada llevo sus manos hacia atrás y se abrió los cachetes de sus nalgas, exponiendo su ano rosadito, …
-Así, así, que rico se te ve tu culito aahh, jadeaba mi hermano, se acercó a ella y lubricando su pene con abundante saliva así como el culo de mi cuñadita, procedió a clavarla lentamente, pude escuchar los dolorosos resoplidos de Lucrecia, a la vez que mi hermano se removía para penetrarla mejor, se la incrustó toda y comenzó a contraerle el culo para cogérsela, aplastándole las nalgas en cada embestida, le lamia por el cuello y con las manos le manoseaba los pechos, no pude aguantarme y me masturbé con más ahínco, viendo cómo se culiaban ahora de una forma más veloz a su cuñada Lucrecia, pude ver como los huevos de mi hermano chocaban con los labios vaginales de ella, ante cada arremetida. Lucrecia resoplaba con desesperación, con la frente apoyada a la pared, y las manos hacia atrás, atrayendo más el cuerpo de Carmelo hacia ella, queriendo que la penetrara más profundo. , como toda una hembra caliente….
Pero de pronto Lucrecia miró hacia atrás por encima del hombro, y me vio asomado al fondo, yo continúe masturbándome a pesar de la mirada de mi cuñada, aunque ella no podía hacer nada, porque estaba bien ensartada por el culo, presa de la excitación que tenía en ese momento, solo me hacía gestos con las cejas y ojos, como diciéndome que me retirara, pero yo seguía inmóvil, disfrutando del espectáculo...
-Muévete más cabrona putita que estoy por correrme, oooooioohh, mueve tu culo que me corroo, aahhhhhhhh.. Decía mi hermano….y ella mirándome fijamente empezó a menear sus nalgas, mientras el tomándola firme de sus amplias caderas la embestía fuerte, hasta que Carmelo paró de repente contrayéndose, seguramente llenando el culo de semen a mi linda cuñadita, Lucrecia volvió la mirada a la pared, lo que aproveche para correrme también, casi al mismo tiempo que Carmelo que seguía pegado a ella, besuqueándola toda, hasta que se apartó de ella, sacando su miembro del culo de Lulú y colocándose su pantalón…
-Uuff, Lucrecia estaba que no me aguantaba, y esas ricas caderas y buen culo que tienes me vuelven loco, por eso se me antojó cogerte por tu lindo culito. Lucrecia presurosa se subió su bikini y se bajó su vestido volviéndose hacia él..
--Aquí es arriesgado hacerlo Carmelo, pudo habernos visto tu hermano, decía mi cuñada, mirándome de reojo.
-No te preocupes ya es tarde y están todos dormidos Y si mi hermano te ve el buen culo que tienes a lo mejor se le antoja y se hace una buena paja a la salud de tu culo, y a lo mejor hasta va a querer cogerte, jajajajaja…, anda vamos a dormir que tu culo me dejo agotado, le dijo a la vez que le asestaba una buena nalgada, mi cuñada escuchaba las groserías de mi hermano sin apartar su mirada de mi excitado cuerpo. Yo me regresé a mi habitación y me acosté en mi cama, tenía todo el pijama manchado por haber eyaculado, dormí feliz por volver a ver a mi cuñada desnuda y recibiendo placer, pero celoso de no ser yo el que disfruta de ese bonito cuerpo de mi cuñada Lulú
Al día siguiente y los posteriores Lucrecia trataba de evitarme, en realidad se sentía apenada por haberla visto coger con mi hermano, solo se dirigía a mí para lo más indispensable, yo respetaba su situación emocional. Pero todo cambio’ para mi beneficio, mi hermano se enredó con su secretaria, la conocí cuando ocasionalmente iba al despacho de mi hermano, era una mujer guapa, bastante voluptuosa, poseía unas nalgonas y unos pechos grandes, siempre se vestía muy atrevida con cortitas faldas y generoso escote, por eso no se me hizo raro que mi hermano cayera en los encantos de su secretaria. Ahora llegaba los fines de semana casi en la madrugada, con huellas de que había estado cogiendo con otra, y en ocasiones no llegaba a dormir, mi cuñada sospechaba de que era su secretaria la causante de ese cambio en su esposo, pero no demostraba enfado delante de mí, solo los oía ahora reñir en su habitación, que cosa, antes los oía coger.
Seguía mal la relación entre ellos, lo que ocasionó que entre mi cuñada y yo volviéramos a tener más confianza, ahora pasaba más tiempo con ella, platicamos nuestras cosas, sin mencionar nunca la vez que me descubrió viéndola coger, ni la infidelidad de mi hermano, que ahora incluso no llegaba a casa los fines de semana, se iba a pasear con su amante, yo trataba de darle ánimos a Lucrecia, pues la veía deprimida, y la empecé a invitar a salir con mi sobrinita, ya sea al parque o al cine y aceptaba mis invitaciones, la pasábamos bien los tres, sobre todo yo cuando íbamos al cine , le pedía a Lulú que se pusiera esos jeans ajustados que le quedan tan bien , me complacía y ya en el cine aprovechaba al estar sentado junto a ella para con sutileza rosarle con mi mano su brazo y pierna, ella me consentía, esa vez me animé y puse mi brazo a sus hombros en un tierno abrazo, ella volteo a verme y me regalo una sonrisa de aceptación, el tener su cara cerca me dieron ganas de besarla ahí mismo, me acerqué a ella lentamente, pero se giró de pronto a ver a su pequeña hijita que estaba en el asiento de lado de ella, y al comprobar que mi sobrinita no se daba cuenta de nada por estar atenta viendo la película, se giró de nuevo hacia mí, y noté aprobación y complacencia en su bello rostro, aproveché esto y besé su linda boquita que tiene de labios finos, ella entreabrió su boca y aproveché para meter mi lengua y nos dimos un apasionado beso que ella correspondía entrelazando su lengua con la mía, este mágico momento duro un poco, pues estaba mi sobrinita a nuestro lado, se giró de nuevo a seguir viendo la película con una sonrisa de satisfacción al igual que yo, la tome de su mano y entrelazando sus dedos con los míos seguimos viendo el filme, hasta que este terminó, y nos fuimos de regreso a casa todos felices y contentos, sin decirnos ni una palabra, solo nos dirigíamos miraditas de complicidad y deseo mutuo, me sentía feliz y excitado ante lo que estaba sucediendo con mi linda cuñadita Lucrecia.
Mi hermano seguía cada día más interesado en su relación con su secretaria, por lo que ya tenía tiempo que Lucrecia no tenía relaciones sexuales, quizá eso motivo el que un día que llegué un poco tarde a casa por estar con los amigos, vi a mi cuñada en su habitación y sentada en su cama se estaba tomando una cuba de brandi, me extrañó porque ella no toma sola, casi lo hace cuando esta mi hermano Carmelo con ella o cuando van a alguna fiesta o reunieron social, estaba viendo televisión con su cuba en la mano, al pasar por su cuarto la saludo…
-Hola cuñada, he llegado, que haces a estas horas despierta?
--Aquí sola de nuevo, porque creo que hoy tampoco va a venir Carmelo a dormir como ya es costumbre, de seguro estará con la fulana que tiene, y estoy viendo un programa de tele, mi hijita ya se durmió, y estoy tomando una cubita, gustas una cuñadito, anda pasa y hazme un poco de compañía,. Sin pensarlo un instante acepté gustoso, me senté a un lado de ella, tenía ahí mismo la botella de brandi, con hielos y gaseosas, se levantó de la cama a preparar mi cubata, pues también tenía otro vaso, quizá lo tenía todo preparado para cuando llegara, la botella estaba un poco consumida, tal vez mi cuñada Lulú ya llevaba tres cubas y se le veía un poco alegre, estaba vestida con un ligero camisón de seda que le llegaba a medio muslo mostrando muy bien parte de sus lindas y estilizadas piernas, al estar de espaldas veía de cerca sus anchas caderas y sus bonitas nalgas con un discreto escote enseñaba el nacimiento de sus pequeños pero bonitos senos, que aprecié de cerca cuando me dio mi bebida, me estaba excitando en ese momento con mi linda cuñadita.
-Y que estás viendo por tele?, le pregunte a Lucrecia, brindando con ella y dando un sorbo a mi bebida.
--Salud cuñado, es un programa de debate sobre la prostitución, dicen que las que se dedican a eso lo hacen por necesidad de dinero, pero que muchas lo hacen por gusto, tú qué opinas?, me preguntó sentándose de nuevo a un lado mío, un poco más cerca de mí.
-Pues creo que si lo hacen por cualquier motivo, tienen un gran riesgo ante enfermedades infectocontagiosas y agresiones tanto física como emocionalmente, por lo tanto ante cualquier motivo, deben tener muchas precauciones para ejercer la prostitución.
--Tienes razón cuñado, eso mismo opinó hace rato Claudia Islas (una actriz que estaba invitada al programa, entre otras personalidades) dando un gran sorbo a su bebida hasta casi terminarla, y continuar hablando…..
-Pero creo que los que no toman ninguna precaución de ningún tipo son tu hermano Carmelo y la puta de su secretaria, por eso desde que me enteré de su relación, no he permitido que tenga ningún tipo de contacto sexual conmigo, y quiero que sepas cuñado que no lo extraño, me lo dijo esto último viéndome fijamente a los ojos, a través de sus lentes que la hacen ver muy interesante a la vez que tomaba mi mano y la colocaba por encima de su muslo desnudo, pues su bata se le había subido un poco, dejando ver sus bonitas piernas……
–Y quiero confesarte algo cuñado…….
-Ee este tú dirás Lulú, le conteste nervioso, emocionado y excitado. De sentir su tersa piel con mi mano
--No dejo de pensar en el día que fuimos al cine y me diste un beso, y la verdad me gustó mucho besas riquísimo, y desde hace tiempo que tu hermano me tiene olvidada por estar enredado con la piruja de su secretaria, tal vez sea también eso por el cual recuerde mucho ese día y estoy muy agradecida contigo porque estos días te has portado muy bien conmigo y mi hija, y pienso mucho en ti no como mi cuñado, sino como hombre, y he tenido fantasías contigo en mi intimidad, creo que me estoy volviendo loca, sé que esto no está bien pero era necesario que lo supieras, no sé qué pienses ahora de mi...ante su confesión moví mi mano en su muslo desnudo, acariciándolo sutilmente.
-Lucrecia esto que dices es complicado, pero te confieso que tú también me gustas mucho, eres una mujer muy linda, me encanta tu forma de ser pero eres mi cuñada y.....de pronto me interrumpió.
--No digas nada, en este momento solo somos tu y yo...se acercó a mí, se retiró sus lentes y vi que sus ojos brillaban, mientras mi mano seguía acariciando su terso muslo, acerco su boca a la mía y nos dimos un rico y húmedo beso, entrelazando nuestras lenguas, nos recostamos en la cama sin dejar de besarnos, se veía preciosa tendida en la cama, apenas iluminada por la luz del televisor, me subí encima de ella sin aplastarla del todo, pero haciéndole sentir mi dura verga y con mis manos empecé acariciar su lindo cuerpecito, sobre todo me esmeraba en acariciar sus bonitos pechos y sus anchas caderas, me incorpore un poco para retirarle su camisón, dejándola tan solo con una tanguita rosa que traía esa noche, me volví agachar para besar de nuevo a mi cuñada en sus finos labios, acariciando sus pechos al mismo tiempo, ambos cerramos los ojos para sentirnos, nuestros labios se abrieron para que nuestras lenguas se encontraran, mi mano que acariciaba sus senos sintieron la dureza de sus pezones, debido a lo excitada que tenía a mi cuñada, por lo que decidí bajar un poco y mis labios llegaron al nacimiento de sus pechos, besando y lamiendo llegué a uno de sus duros pezones, lamí alrededor y empecé a chuparlos, mi cuñada se estremeció arqueando su espalda a la vez que sentía la dureza de mi bulto sobre su pubis.
--Aaaahhhhh, cuñadito, que bien lo haces, sigue, sigue mi amor aaahhhh, gemía mi cuñada acariciando mi cabeza y mi espalda, después de mamar un rato más esos lindos senos, me incorpore para retirarme mi pantalón y liberar mi erecta verga que pedía a gritos entrar en acción, al tiempo que ella se retiraba su húmeda tanguita, al ver mi verga en todo su erección se sentó en la cama y con sus manitas la empezó acariciar, luego se acercó para empezar a lamer riquísimo, luego abrió su boquita y poco a poco se la fue introduciendo a su cavidad bucal con algo de dificultad, pues a pesar de no tener el pene muy largo, si lo tengo ancho, me seguía chupando desde mi grueso glande hasta el tronco, pasando hasta mi huevos que los lamia muy rico, aun con el enorme placer que me estaba dando la rica mamada de mi cuñada Lulú, alcance sus lentes y se los volví a poner, siempre fue mi fantasía que me chuparan la verga una dama con lentes, lo vi en una peli porno y ahora allí estaba esa linda dama de mi fantasía, y nada mejor que mi querida cuñada, Lucrecia seguía chupando, la tome de su ensortijado cabello y dirigía la rica mamada, que bien sabia mamar vergas mi cuñadita, nunca me habían dado una mamada así como lo hacía Lulú, la detuve un poco porque sentía que me iba a venir en su boca, y yo lo que quería era meterle la verga a mi cuñadita por su linda vaginita rubia, pero ella seguía chupando mi verga, le avisé que ya me iba a correr, y ella intensificó más la mamada, se la sacó un poco de su boquita para chuparme los huevos y masturbarme con ímpetu, esto no lo aguanté y me corrí, de mi dura verga salieron disparos de semen a su linda carita, algunos chorros los dirigí intencionalmente a los cristales de sus lentes, haciendo realidad mi fantasía de correrme en la cara y lentes de una mujer, y esa mujer era mi preciosa cuñada, era tanta la leche que avente que casi toda su carita estaba impregnada de mi semen, ella abrió su boquita para ir tragando la leche que escurría desde sus lentes y cara a su boca, sacaba su lengua y lo saboreaba, era fantástica esa imagen de mi cuñada,,,,,,,
--Caray cuñadito, que forma de venirte, me dejaste toda llena, pero esta rica tu lechita, mmmmhhhh, se quitó sus lentes y chupo el semen que ahí había, se limpió bien su carita, luego me tomo de nuevo mi pene y empezó a limpiármelo con su lengua, dejándolo bien brilloso y limpio, pero seguía duro, listo para meterle la verga a mi cuñadita Lulú…..
La recosté de nuevo en la cama, Lucrecia abrió ligeramente sus piernas exhibiendo su precioso coñito, dispuesta a recibirme, el momento tan anhelado había llegado, me iba a coger a mi linda cuñadita Lulú, me coloquee entre sus piernas y dirigí mi dura verga a la entrada, restregando sus labios vaginales en forma circular, mojando mi glande con los jugos que desprendía el chochito de mi cuñadita, cuando mi gorda verga penetró dentro del cálido coñito de Lucrecia, me abrazó y besó con pasión, entonces me deje caer hasta que nuestros pubis se unieron, toda mi verga estaba dentro de mi cuñadita que empezó a disfrutar.
--Aaaahhh, que placer sentir tu verga dentro de mí, aaahhh, ahora cógeme, cógeme bien cogida cuñado…empecé a moverme lentamente pero con intensidad, m verga resbalaba por las paredes de su mojada vagina, arrancándonos gemidos de placer, poco a poco iba aumentando el ritmo de la cogida, mientras nuestras bocas se unían en un apasionado beso, sentía de pronto su cuerpo tensarse de placer, su cuñado aparentemente inexperto en las artes amatorias la estaba llevando al éxtasis, mi gorda verga entraba una y otra vez dentro de ella, seguíamos besándonos a veces con pasión y otras con ternura, sentía que me iba a correr en cualquier momento por el placer de estarme cogiendo a una mujer prohibida, blanco de todas mis fantasías sexuales, después de estarla penetrando encima de ella, retire mi verga dentro de ella, que incrédula me pregunto qué porque lo hacía..
-Espera lulú, siempre he soñado con cogerte agarrado a tus preciosas caderas,.. así que me hinque en medio de sus piernas y atrayéndola de sus anchas caderas le enterré de nuevo mi verga dentro de su húmeda vaginita, ella arqueo un poco la espalda pare facilitarme la penetración, afianzado firmemente a sus anchas caderas la atraía hacia mí para cogérmela de una forma muy placentera, de esa forma podía ver bien como entraba y salía mi duro miembro mojado de los fluidos que segregaba dentro de su rico coñito, me causaba mucho placer ver los bellos púbicos rubios chocar con los míos cuando la penetraba profundamente, también veía su linda carita con un rictus de placer y lujuria, después de estarla cogiendo de esta placentera forma, me cansé un poco de esa postura y sin sacarla me acosté de nuevo encima de ella para seguírmela cogiendo y besar con pasión esa linda boquita que tiene mi cuñada, después de un rato de mete y saca, mis músculos se empezaron a tensarse, nuestro orgasmo iniciaba lentamente le advertí:
-Cuñadita mmmhhhh, que placer me das, me voy a correr, me voy a correr aaahhhhhhh, Lucrecia también estaba al borde del orgasmo con sus piernas rodeo mi cintura y me apretó para sentirme más dentro, tenía mi verga hasta el fondo de ella lista para regar su vagina con mi semen.
-Lucrecia, aaaahhhhhhhh ya me viene, me corro, me corro, aaaahhhhhhhhhhhh….
--Si, siii correrte. ..Córrete dentro mi, niño, mi amor, aaahhhhhhhhh, lléname con tu lechita cuñadito, aaaaahhhhhhhh… Me tensé y empecé a correrme en el fondo del coño de mi cuñadita, que al sentir el placer de recibir chorro tras chorro de caliente semen se corrió conmigo, esto era el paraíso, sentimos que el mundo entero se paralizó, solo existíamos nosotros dos, solo existía el placer, el placer de depositar mi semen dentro del coño de mi linda cuñadita Lulú, compartiendo estos momentos de placer, nuestras bocas seguían fundidas saboreando nuestras lenguas, primero termine de regar su cálida vaginita de Lucrecia que seguía teniendo espasmos, ahora nos besamos con pura ternura, ella me acariciaba el pelo, yo su nuca, así estuvimos unos largos segundos, sin sacar el pene de su vagina, empecé a lamer y besar su cuello, bajando lentamente con mi lengua hasta sus erectos pezones, goloso empecé a chuparlos, sin sacar el pene de su vagina que seguía erecto, empeche a moverme de nuevo dentro de ella que débilmente protestó…
--Por dios cuñado otra vez?, me quieres matar….
-Si cuñadita te quiero matar pero de placer, jejeje. Sin sacarla dentro de ella me voltee para que ella subiera encima para que me cabalgara, y le dije:
-Ahora si cuñadita mátese usted solita jejeje…. Estiré mi mano para volver a tomar sus lentes y se los volví a poner…..
-Pero quiero matarla de placer a vergazos con sus lentes puestos, te ves preciosa así bien ensartada y de lentes, jejejeje…..Ella divertida solo sonreía ante mi broma….
—Si serás cabron cuñadito pero eres maravilloso, jamás he sentido tanto placer y ahora quiero sentirte de nuevo como te corres dentro de mi…y empezó a moverse dando unos ricos sentones, veía como sus senos se movían al ritmo de cada clavada, yo afianzado a sus lindas caderas imponía el ritmo de las embestidas, esta vez duramos cogiendo más tiempo, y de pronto..
-Aahhhhhh, ummmhhhhh, Lucrecia ya, ya me viene de nuevo, aaaahhhhh..mi cuñada me miraba fijamente mientras me corría, su cara crispada por el placer, sus dientes apretados, su vagina me succionaba mi verga al sentir el repentino calor de una nueva descarga, AAAAAAHHHHHH, jadeamos al unísono al llegar nuestro mutuo orgasmo, terminamos agotados, ella se desplomó sobre mi cuerpo, después nos desacoplamos saliendo mi verga de su rico coñito, y se recostó a mi lado, nos abrazamos, yo con mi cabeza sobre su pecho, mientras ella me acariciaba con ternura mi cabello, pasaron los minutos no sé cuántos pues daba igual, yo acariciaba sus sensuales caderas y nalgas, ella seguía acariciando mi cabello, ambos con los ojos cerrados, estábamos muy felices, pero de pronto nos dimos cuenta de algo, algo con lo que no contábamos, algo que nos asustaba, nos dimos cuenta que estábamos actuando como dos enamorados, luego cuando estuvimos algo consientes le susurré al oído:
-Te amo cuñada Lucrecia…..
--Yo también te amo cuñado Misael….nos dimos un tierno beso y abrazados nos quedamos dormidos, no como cuñados, sino como amantes….FIN.