Mi cuñada fue mi puta

Hace años que esto pasó, aproveché el abandono de su marido para hacerla mi amante, mi puta.

MI CUÑADA FUE MI PUTA

Yo era un adolescente cuando me sucedió esto que les contaré;

Llegó una familia del área rural, había dos muchachas casaderas, muy buenas, tan buenas de cuerpo que de inmediato fueron mis fantasías y me masturbaba pensando en ellas. Las espiaba tratando de ver sus pantaletas cuando platicaban con mis hermanas. Todos los varones de la colonia andaban atrás de ellas, hasta un hermano mío y éste se casó con una de ellas, la más bonita y rica; Francis. El hecho de que se casaran me gustó, sabía que tendría oportunidad de estar más cerca de ella, pues yo era un jovenzuelo.

Cuando mi hermano la llevaba a casa soñaba con ella, y aprovechaba para tocar de más disimuladamente cuando me abrazaba y me consentía.

Ya estando casados mis visitas eran frecuentes ya que vivían frente a la casa, cuando mi hermano trabajaba de noche me pedía que me quedara con ella, sabía que su sueño era pesado así que logré la oportunidad de acariciarle las nalgas y a veces la destapaba para verla, alucinaba al ver esas nalgotas envueltas en su pantaleta pequeña, llegué a lamerlas y las rozaba con la cabeza de mi verga y me masturbaba para eyacular en mis manos y no mancharla. Cuando mi hermano entraba muy temprano a trabajar, igual yo me quedaba desde la noche anterior, recuerdo que cuando se levantaba yo me hacía el dormido, y espiarla mientras se bañaba y se cambiaba.

El tiempo pasó, crecí y mi hermano ya no me pedía que me quedara con su esposa, pero igual la visitaba. Cuando yo ya tenía diez y siete, años, ella ya tenía dos hijos y una recién nacida, la maternidad le sentaba bien, cada vez se ponía más sabrosa, sus tetas y nalgas más grandes, era más antojable. Sabía que muchos del barrio, incluyendo amigos de mi hermano, le traían ganas pero hasta ahí.

Una tarde que regresaba de ver a mi novia, en el camino encontré a mi hermano tomando con sus amigos, sabía que no tomaba por un rato, podía ser por toda la noche, mi mente empezó a planear estar con mi cuñada, y me dirigí a su casa, ahí estaba en la sala amamantando a la bebé de unos 3 meses, platiqué con ella de cosas triviales, le pedí cargar a la niña, cuando me la dio observé su seno que se lo guardó sin preocuparse de que lo viera, aún le salía leche materna, cuando le regresé a la niña, volvió a sacar su pecho para darle de mamar, yo me acerqué para simular que besaba a la niña, pero puse mi mano en su pecho para quitárselo a la niña y ponerlo en mi boca, todo fue tan rápido que mi cuñada me miraba sorprendida quedándose paralizada sin saber que hacer, de repente me empujó;--¿QUÉ HACES CABRÓN?, ¡LÁRGATE DE AQUÍ PENDEJO, VAS A VER LE DIRÉ A TU HERMANO Y A TUS PAPÁS, QUE SEPAN LO QUE HICISTE PERVERTIDO!.—Me decía mientras acostaba a la niña, estaba tan alterada que no se dio cuenta que al agacharse sus pechos se asomaron provocándome una excitación enorme, pero me puse nervioso, y fingiendo seguridad y aplomo la abracé, sus tetas se meneaban con el movimiento, sin importarme nada besaba y mamaba sus tetas, ella trataba de quitarse hasta que lo logró, quiso sacarme de su casa, pero saqué mi verga para mostrársela bien parada y escurriendo líquido seminal, se asustó por mi atrevimiento, para ese momento ya nada me importaba, y como no lograba hacerle nada me conformé con masturbarme delante de ella, diciéndole que desde hacía mucho tiempo era la inspiración de mis puñetas y le conté lo que hacía cuando me quedaba con ella. Todo era tan sorprendente para ella que se quedaba sin habla, mientras me la jalaba en su presencia. Parecía que no quería hacer escándalo, porque noté que se asomaba constantemente hacia fuera, y volteaba otra vez conmigo, no duré mucho tiempo y me vine, mi semen cayó en el piso, el placer era tanto que me pareció una eternidad, mientras me venía ella miraba asombrada como mi verga escupía leche. Cuando terminé ella abrió la puerta y ordenó que me largara, pero antes le dije que esa noche iría y que entraría por la puerta de la cocina, que me esperara, me dijo que estaba loco y que iba a contarles a todos lo que tramaba. Me marché de ahí con el miedo de que contara todo.

Mientras llegaba la hora, no sabía si me iba a atrever a ir, miraba a su casa desde la mía, y no pasaba nada. Cuando llegó la hora, mis nervios estaban a punto de explotar, no estaba muy convencido de ir, pero decidí arriesgarme, pensando que si la puerta estaba cerrada, no insistiría, pero oh!, sorpresa, la puerta de la cocina estaba entreabierta, solo era de empujar para entrar, cuando lo hice, todo estaba oscuro y entre la penumbra miré una silueta, era mi cuñada Francis, envuelta en una bata muy chiquita y escotada, me acerqué y ella me tomó para que entrara totalmente, empezó a abrazarme y a besarme como loca, ahora el sorprendido era yo, noté que se acababa de bañar, olía riquísimo, de repente me vi con los pantalones en la rodilla y ella hincada mamando mi verga en forma desesperada mientras yo trataba de tocar sus tetas y me agachaba para agarrar sus nalgas. Ella se paró y se sentó en la mesa, me acercó a ella sin dejar de besar mi boca, me tomó de la cabeza y me agachó, quería que se la mamara, yo estaba dispuesto a satisfacerla y empecé a lamer su vagina jugosa y chorreante, estaba caliente su parte, metía mis dedos en su panocha, y cuando introduje uno a su culo, ella suspiró y aumentó sus movimientos pélvicos, y gimiendo, casi gritando decía que se venía, su panocha se humedeció más, y sus manos empujaban mi cabeza en su vagina, sus piernas temblaban, hasta que se calmó, pensé que ahí terminaba todo pero no, me quitó de ahí y rápido me sentó en la silla del comedor, se montó en mí, cara a cara, mientras mi verga entraba en su vagina sus tetas rebotaban en mi cara, yo las admiraba y lamía, ella me exigía que las mordiera, que la hiciera sentir viva, yo encantado con hacerla mía, estrujaba sus nalgas intentando perforar su ano con mis dedos, sentí como temblaban al ensartarse en mi pene. Me parecía un sueño sentir tremenda mujer gozando con mi verga. Sus movimientos eran tan rápidos que sentía que era ella la que me cogía a mí, cuando estaba a punto de venirme apreté sus nalgas, ella me preguntó que si me venía, cuando le respondí que sí, se quitó y de inmediato se agachó para abrir su boca y recibir mi semen, mientras mi leche salía ella tragaba gustosa sedienta de leche, exprimía mi verga con la intención de no dejar ni una gota, cuando terminé de venirme, ella seguía mamando y lamiendo mis huevos agradecida por la venida. Como yo estaba muy joven, mi vera siguió erguida, y sin perder tiempo se levantó y me dio la espalda, sus nalgas redondas me hicieron alucinar, quería morderlas pero ella se colocó en mi palo, era un espectáculo delicioso ver como se tragaba mi verga, ver como sus nalgas temblaban en sus movimientos, yo intentaba abrirlas con mis manos, sentía el ano y lo jugaba, acariciaba su espalda y la besaba, apretaba sus tetas y ella tomaba mi mano para que la nalgueara, noté que le gustan las nalgadas fuertes, hasta dejarlas rojas. Todo parecía una ilusión, estaba cogiéndome a la mujer de mi hermano, y ella parecía otra persona, no era la cuñada seria que conocía, estaba cachonda y deseosa de verga, y yo estaba ahí complaciéndola. Luego de un rato así, se quitó y se sentó en la mesa, me coloqué frente a ella, puso sus piernas en mi cintura y coloqué mi verga en su panocha, aunque estaba oscuro podía ver su cara por la luz de la luna que entraba por la ventana, se veía lujuriosa y caliente por el deseo sexual.

Sus nalgas se restregaban en la mesa, mi verga entraba y salía toda mojada de su vagina, el ir y venir de sus tetas no cesaba, parecía que exprimía mi verga con su raja logrando hacer que me venga de nuevo, cuando se lo hice saber le pregunté que si quería que me viniera en su boca;

--¡NO PAPITO, VENTE EN MI PANOCHA, YA PROBÉ TUS MECOS, SABEN DELICIOSOS, AHORA QUIERO TU LECHE DENTRO DE MÍ, LECHE DE OTRO, QUE NO SEA LA DE TU HERMANO!.—Hasta ese momento me había olvidado de mi hermano y de todos, y saber que la mujer que gemía por mi verga era mi cuñada, me excitó más y dejé escapar mi semen dentro de ella, como si quisiera lastimarla, o preñarla para demostrar mi virilidad, --¡AH, AH, ME VENGO CUÑADA, ME VENGOOO!.—exclamaba emocionado al saber que eyacularía en la mujer que por tanto tiempo había sido la inspiración de mis puñetas;

--¡AH, AHH VENTE PAPI, VENTE ADENTRO, NADA ME IMPORTA CUÑADO, CÓGEME ASÍIII!.-- como locos nos venimos, de la lujuria mordía sus pechos y ella mi cuello, dejando marcas y chupetones que podrían delatarnos, eso a ella parecía no importarle. Terminamos sudados y cansados, ella seguía besándome agradecida. Yo después de la pasión quería irme, ella me pidió que me quedara, lo iba a hacer pero de pronto escuchamos que alguien tocaba la puerta, rápido me vestí y salí por la cocina, era su hermano que estoy seguro me vio salir de ahí. Después de esa noche, nuestros encuentros fueron casi a diario, aprovechábamos cada oportunidad, cogimos en su cama, la sala, la cocina, en mi casa, y en donde se nos antojaba y podíamos. La relación duró varios años, nos volvimos adictos uno al otro, incluso después de que me casé, aunque no le gustó mucho que lo hiciera, seguimos teniendo sexo, mi cuñada era mi amante y decía ella misma que era mi puta, la que estaba dispuesta a abrir sus piernas o boca para deslecharme, y en ella satisfice por muchos años mis instintos, hasta que llegó a la familia otra cuñada; Marlen, que la verdad tenía una cara de puta que no podía con ella, era más coqueta y sabía que le gustaba la verga, así que me la cogí, pero la primera se enteró y dejamos de hacerlo. En la próxima les relataré más de Francis mi cuñada, y mis cogidas anales con ella, mi cuñadita putita como le gustaba que le dijera.

MANNY

MI CUÑADA FUE MI PUTA 2

Anteriormente les relaté como fue que me cogí a mi cuñada, la verdad me gustó escribirla, por eso sigo con la segunda parte.

Como saben, Francis y yo cogíamos en todos lados, pero nuestros palos favoritos eran los mañaneros. Cuando mi hermano se iba a trabajar, yo llegaba unos pocos minutos después, apenas abría la puerta y me encamaba con ella, me confesó que le excitaba coger conmigo después de ser cogida por mi hermano, cuando lo hacíamos el semen de mi hermano salía con mis embestidas. De plano mi cuñada se había descarado conmigo, le gustaba que le llamara mi puta, eso la volvía loca, en el trance amoroso me decía que la idea de coger conmigo la excitaba ya que sentía que se vengaba de mi hermano que la abandonaba mucho, solo había algo que no hacía conmigo; coger por el culo, según ella, no lo había hecho, sus nalgas ricas se me antojaban demasiado pero no lograba convencerla de que me diera su culo. Pero una ocasión que nos molestamos, no lo hacíamos casi por un mes, al principio quería buscarla, pero pensé en que mejor ella me buscara, y lo hizo, yo me hice el ofendido y no cedí fácilmente aunque me quemaba por coger con ella.

Era temporada navideña, y la nochebuena estaban en mi casa, mi hermano había tomado demasiado y dormía en la recámara, al parecer estaba deseosa de verga pues me llevó casi a la fuerza a su cuarto donde mi hermano dormía, ella insistía en que cogiéramos ahí, yo no quería arriesgarme, y sobándome la verga me decía en voz baja;

--¡ÁNDALE PAPI, CÓGEME AQUÍ Y AHORA!.—Yo trataba de resistir pero me excitaba su comportamiento de mujer cachonda, ponía mis manos en sus nalgas;--¡TÓCAME!, ¿APOCO NO QUIERES COGER A TU PUTITA EH?, ¡ANDO CALIENTE PAPI CÓGEME!.—Insistía mientras se volteaba y levantaba su vestido para restregar sus nalgas en mi verga que seguía entre mis ropas.--¡NO SE TE ANTOJAN ESTAS NALGAS PAPI, ANDA Y SI QUIERES ME COGES POR EL CULO AMOR, PERO CÓGEME, CÉGEME!.—Mi cuñada dio en el clavo con lo que dijo, miré a mi hermano que roncaba de borracho, ella y yo sabíamos que nada lo despertaría, sin más hice su tanga a un lado, me agaché para lamer su culo, ella al sentir mi lengua suspiró de placer y movía en círculos sus caderas, mientras lamía su ano, mis dedos exploraban su panocha, su humedad delataba sus ganas de ser poseída, la coloqué empinada en el sofá, de esa manera sus nalgas estaban más arriba, y su vagina expuesta, lamía todo, mordía suavemente sus nalgas, y no tardó en tener un orgasmo largo y rico, sus piernas temblaban como siempre tiemblan cuando se viene, ella sin más me exigió que me la cogiera, yo no perdí tiempo, me levanté y la acomodé para metérsela por el culo, no iba a perder esa oportunidad de gozar su rico trasero, cuando coloqué mi verga en la entrada de su hoyito, ella suspiró y se hizo hacia atrás, mi verga entró como si nada, me di cuenta de que ya había sido penetrado por otra verga, en esos momentos no me importó, estaba contento metiendo mi verga en su rico y delicioso culo. Sus nalgas temblaban en cada embestida, yo arañaba su espalda, ella tomó mi mano para que la masturbara mientras su culo era perforado por mi verga, sus gemidos aumentaron, no le importaba que mi hermano estuviera a unos cuantos metros de nosotros, yo no aguanté mucho, sus movimientos aumentaron diciendo que se venía, pero yo lo hice primero, apreté sus nalgas mientras vaciaba mi semen en su recto, ella trataba de apretar su ano y sus piernas otra vez temblaron, ronroneaba como gata en celo mientras disfrutaba su orgasmo. Así nos quedamos por un rato, yo no quería sacarla, acababa de coger el culo que muchos deseaban, el de mi cuñada. Para salir de ahí, me fui para otra parte simulando que no estaba, cuando llegué ella ya estaba con la familia, mi hermano seguía profundamente dormido.

Desde esa vez, su culo fue mío casi a diario, ella me confesó que mi hermano gustaba de cogérsela por ahí, pero muy de vez en cuando, y que a ella no le gustaba tanto, ya que él solo se la cogía y ya, y conmigo se atrevió a pedirme que la masturbara, lo que le causó un placer como nunca, y cogérmela por el culo, se hizo una costumbre muy rica.

Mi cuñada me recibía en su cama vestida muy erótica, usaba tangas de hilo dental, o baby dolls, pero a mi me encantaba cuando traía minifalda o bien cuando usaba liguero y medias, según ella, su esposo, o sea mi hermano no sabía que ella tenía ese tipo de ropa, yo lo dudaba pero no me importaba, con tal de que lo usara para mí.

Yo estaba contento con mi cuñada, delante de los demás todo parecía normal, al parecer nadie se enteró, pero lo dudo, ya que una ocasión en que acababa de entrar a su casa, estaba cogiendo en su cama y una silueta apareció en la ventana, nos asomamos y era otro hermano mío que espiaba, en otra ocasión mi mamá entró y alcancé a esconderme entre las cobijas, me quedé paralizado arriba de ella, se fue casi de inmediato y seguimos cogiendo.

Cuando se cambiaron de casa, nuestros encuentros se espaciaron, pero la calentura era más así que hacía hasta lo imposible por estar con ella. Una tarde llegué, estaba mi hermano y me invitó a tomar, yo iba con otra intención pero acepté, luego llegó un compadre de él que se unió a libar, mientras tomábamos, mi hermano bromeaba de lo buena que esta su mujer, yo solo asentía con la cabeza. Como no tarda en embriagarse, se puso necio, y quería ir a un bar, yo le dije que me sentía mal y que prefería marcharme, insistió en que me quedara a dormir, yo no me hice del rogar, mi hermano y su amigo se fueron, yo me preparé para disfrutar a mi cuñada. Me quedé en la sala mientras los niños se dormían, en eso el teléfono sonó, era mi hermano para avisar que iría a la casa de su compadre, que estaba retirado y planeaba quedarse.

Entré a la recámara discretamente, cuando mi cuñada me recibió, me pidió que me bañara con ella, le dije que mejor cogíamos y me iba, pero me informó de la buena noticia, estaríamos solos en su cama toda la noche.

Me sentía raro ver a mi cuñada desnudarse delante de mí, nos metimos a la regadera, y disfrutamos del agua caliente, lo más caliente que aguantáramos. El agua caía en nuestros cuerpos, mientras nos besábamos como dos adolescentes, acariciaba su cuerpo desnudo que se estremecía con mis manos, bajaba metía mis dedos en su panocha que pedía a gritos verga, le dije que esa noche deseaba su culo, seguimos bañándonos, se agachó, abrió sus nalgas y empezó a darse un lavado anal, me encantaba ver como metía sus dedos, y enjuagaba su recto, apenas terminó y puse mi verga en su ano, mi verga entró con tanta facilidad que parecía que se la acababan de coger, pero era que acababa de meter todos sus dedos para lavarse. Duramos buen rato así, el agua caliente nos excitaba más, cuando decidimos salir, nos secamos y nos fuimos a la recámara, me recostó y se empinó frente a mí, como sabe que me gusta, movía sus nalgas cuando le pedía que imaginara que otro se la cogía mientras me la mamaba. Mi cuñada gozaba mamando mi verga, lamía mis huevos y los metía a su boca, parecía que veneraba mi verga, me levanté y me paré en la orilla de la cama, ella seguía mamando mi verga, me encantaba tenerla en esa posición, ver sus enormes nalgas, sus piernas ligeramente abiertas, me estiraba para acariciar su trasero y abrir con mis manos su culo, y ponérselas rojas de tantas nalgadas que le daba, dejé que gozara mi verga, levantaba mi palo para que lamiera a su gusto mis bolas, luego la levanté y la empiné, me agaché para mamar su panocha que escurría de jugos, su ano ya estaba dilatado, a ella le gustaba que lo abriera lo más que se podía, yo encantado de tratarla como a mi puta. Me coloqué detrás de ella para metérsela en su raja mojada, que ansiosa recibió mi palo mientras suspiraba, ella gemía y preguntaba si me gustaba, le contestaba la verdad, estaba loco por esa nalgas y saberla prohibida era más excitante. Le decía mil cosas, le preguntaba si otros se la cogían, me decía que no, que solo mi hermano y yo, pero que conmigo era una puta, y con su marido la esposa que solo abre las piernas y ya, yo lo dudaba, ya que conocía a mi hermano y sabía que era muy caliente, o a lo mejor con su mujer se detenía.

--¡AY, CUÑADA, QUE RICA ESTAS, MAMITA SABES QUE ME ENCANTA COGERTE!, ¿DIME CUANTAS VECES TE HÉ COGIDO?.—le preguntaba perversamente.--¿CUÁNTO TIEMPO TENEMOS COGIÉNDO MAMACITA?.—

--¡MUCHO PAPI, TANTAS VECES QUE HÉ SIDO TUYA, NO LLEVO LA CUENTA PERO SON MUCHAS,TU ME HAS COGIDO MÁS VECES QUE MI PROPIO MARIDO PAPACITO!.—Esas palabras me llenaban de orgullo, sabía que todo eso estaba mal, pero no importaba, el placer de sentirme dentro de mi cuñada era mucho mayor.

--¡DIME MAMITA!,¿NADIE MÁS TE HA COGIDO APARTE DE MÍ?.---¡NO AMOR, SOLO TU, SOLO HE SIDO TUYA, MÁS TUYA QUE DE TU HERMANO QUE ES MI ESPOSO!.—

--¡PERO MAMACITA, SI ESTAS TAN RICA, SÉ QUE HAS DE GUSTARLE A OTROS!.—

--¡TAL VEZ PERO NADIE MÁS QUE TÚ ME COGE!.—

--¿Y TU COMPADRE, NO TE LAS HA PEDIDO?.—

--¡NO, NUNCA!.—

--¿Y NO TE GUSTARÍA COGER CON ÉL?,¡DIME LA VERDAD!.—

--¡SI, ESTA BIEN BUENO, PERO JAMÁS ME HA INSINUADO!—

--¿TE GUSTARÍA QUE TRAJERA A UN AMIGO?.—

--¿TU QUIERES QUE ME COJA OTRO?.—

--¡SI PUTITA MIA, QUIERO QUE GOCES DOS VERGAS, UNA POR EL CULO Y LA OTRA POR TU PANOCHITA!.—

--¡AY, SI PAPI, SI TU QUIERES ESO, TE COMPLAZCO!.—

--¡NO CUÑADA, SI LO HACEMOS ES PORQUE TU QUIERES, NO PORQUE YO LO DESEÉ!.—

--¡SI PAPI, ESO QUIERO, SER COGIDA POR DOS, O TRES, LOS QUE SEAN, QUE ME TRATEN COMO LO PUTA QUE SOY!.—

--¡YA VES MAMITA, QUE TE CUESTA DECIR QUE TE GUSTA!.—

--¡AY PAPI, TU TIENES LA CULPA DE QUE SEA ASÍ, ME HAS CONVERTIDO EN UNA CALIENTE!.—

--¡NO ME ECHES LA CULPA, SIEMPRE FUISTE UNA PUTA, YO SOLO LO QUE HICE FUE AYUDARTE A SACARLO!.—

--¡SI AMOR ESO SOY, Y ME GUSTA SERLO, UNA PUTA, TU PUTA PAPI, LA PUTA DEL QUE ME TRAIGAS, AHHH.AHH!.—

Puse mis pies en la orilla de la cama, ella seguía empinada y se la metí por el culo que ansiaba algo dentro, mi verga entro fácil, esa posición la volvía loca, ya que mi palo entraba en su totalidad, y ella se masturbaba mientras recibía verga por su ano, pero es cansada esa posición, así que me acomodé en la cama sin dejar de darle por el culo, la puse boca arriba y puse sus piernas en mis hombros para ver su cara mientras observaba como mi verga entraba en sus intestinos, le pedía que se masturbara y sin reparo lo hacía, sin sacarla me acosté boca abajo, ella empezó a dar sentones en mi verga, la cama se saltaba al compás de nuestras cogidas, la volteé para seguir con su culo, sus nalgas temblaban y se estremecían con mi palo adentro, luego la puse boca abajo, para que ella con sus nalgas levantadas las moviera de arriba abajo, y en forma circular, mientras me sostenía en su espalda, ella sabía que esa acción me volvía loco y me hacía venir, así que movió su culo más rápido, el alucine era tal que no aguanté y mis mecos salieron para ser depositados en su interior, donde muchas veces han quedado. Para eso ella ya había tenido varios orgasmos, sin sacarla nos quedamos bien dormidos, cuando despertamos a ella le dolía el culo, me decía que era un dolor placentero, y que todo el día se sintió abierta del culo, cosa que la excitó d nuevo.

Al día siguiente, mi hermano llegó y de inmediato se fue a dormir, mientras lo hacía, me cogía a su mujer en la sala, para venirme dentro de ella, como lo deseaba, ya que traía el dispositivo. Dispositivo que parecía haber fallado, pues como cogía con ella al menos dos veces por semana y siempre me venía dentro de su raja, en una de esas pensó que estaba embarazada, recuerdo que esa fue la única vez que me rechazó, ya cuando se dio cuenta de que era falsa alarma, volvimos a las andadas y a las cogidas. Nunca llevé al amigo, me hubiera gustado hacerlo, pero de repente todo terminó, cuando al parecer ella se enteró de que también me cogí a la esposa de otro hermano, una recién llegada a la familia, creo que alguien me vio salir de ahí, y le contaron, aunque a mi nadie me dijo nada, pero ella me reclamó, yo mientras tanto disfruté a mi nueva cuñada, una mujer con una cara de puta que no puede con ella, de hecho no era el único, pero cogía como la mejor, luego les cuento porque eso es otro relato. MANNY