Mi cuñada es tan zorra como su madre y su hermana

En una visita a mi casa, mi cuñada me demostró que era más zorra que su madre y que mi esposa, su culo estaba hecho para castigarlo, así que se lo rompí sin piedad.

Habían pasado cuatro años desde que mi suegra me ayudó a tirarme a su hija. Yo ya había acabado la carrera, tenia trabajo en Madrid y me había casado con Paula que ahora estaba embarazada. Como era fin de semana, el viernes por la tarde vinieron a Madrid mi suegra Raquel y mi cuñada Marga, esta última tenía ya 20 añitos y, si bien no era un pibonazo como mi esposa y mi suegra, estaba muy apetecible, era más bajista que ellas pero lo compensaba con un culo redondo y prominente y unas tetas enormes. Después de cenar Paula dijo que sentía muy pesada por el embarazo y se fue a la cama, cuando acabó la película de la tele mi suegra y mi cuñada también dijeron que se iban a sus respectivas habitaciones a dormir, por lo que me quede yo solo en el salón viendo la tele, pasado un rato y después de hacer un barrido por todos los canales, sintonice una película porno, el embarazo de riesgo de mi esposa nos había obligado a suprimir nuestros encuentros sexuales, por lo que estaba bastante necesitado, así que saque mi polla y comencé a masturbarme viendo la peli, poco después vi como se abría la puerta y entraba mi suegra, hice amago de tapar mi polla y disimular, pero ella se acercó y me dijo.

RAQUEL.- No pares, sigue tocándotela, ya sabes que a mi no me importa, además, al no poder follar con Paula tienes que estar pasándolo muy mal.

MARCO.- No sabes cuanto, ni siquiera me hace pajas, me tiene muy abandonado.

RAQUEL.- Eso puedo solucionarlo yo. Bueno, si tú quieres.

MARCO.- ¿Qué si quiero? Ya estás tardando mucho.

Dicho esto cogió mi polla, la sacudió un par de veces y bajo su cabeza metiéndosela en la boca, su lengua se movía en mi frenillo y apretaba con fuerza sus labios alrededor del capullo, se retiro un poco sonriendo y mirando mi cara de placer dijo.

RAQUEL.- Ya no te acordabas como te la chupaba ¿Verdad?

MARCO.- Sigues siendo igual de Puta, chúpamela y no pares.

La cogí del pelo y empuje su cabeza hacia abajo para que se tragase mi polla entera, ella comenzó a hacerme una mamada de campeonato, ya no me acordaba de la habilidad que tenia para comerse una polla, su lengua subía y bajaba por el tronco hasta llegar a mis huevos para después tragársela entera. Era un verdadero espectáculo ver como su cabeza subía y bajaba reiteradamente, por un momento subí la cabeza y vi que la puerta estaba entreabierta y había una sombra, no podía ver si había alguien o no, así que me fui al extremo del sofá donde tenía más dificultad para vernos, la puerta se abrió un poco más, y entonces pude observar que allí estaba mi cuñada escondida en la penumbra, como no entraba ni cerraba la puerta tuve claro que le gustaba mirar, y decidí que tenía que darle un buen espectáculo, gire a mi suegra para que quedase de lado y así ella pudiese ver como su madre se tragaba una y otra vez mi rabo. Raquel no había visto a su hija y seguía comiéndome la polla sin parar, y yo intenté calentar a mi cuñada para ver cómo reaccionaba. Como en su día prometí a mi suegra que nunca contaría a nadie lo zorra que era, pensé que tirándola de la lengua podía ser ella quien se lo relatase a su hija mirona.

MARCO.- Vamos, cómeme bien la polla, demuestra lo zorra que eres. ¿Tienes algún hombre que te folle ahora?

RAQUEL.- Desde que acabasteis la universidad y os fuisteis tus amigos y tu nadie ha vuelto a follarme como lo hacíais vosotros.

MARCO.- Disfrutabas mucho con nuestras tres pollas, como tú decías, eras nuestra Puta.

RAQUEL.- Siiii, tú ya lo sabes, me encantaba ser la Puta de tus amigos y tuya, ahora os echo mucho de menos, no sabes cuánto me gustaría que me follaseis los tres otra vez.

MARCO.- Sigue chupándomela, cualquiera que te viera se pajearía solo con mirarte.

Yo miraba de reojo a la puerta y allí estaba mi cuñadita, llevaba una braguita blanca y una camiseta cortita de pijama que apenas tapaba sus tetas, su mano estaba metida bajo la braga y se notaba como sus dedos se movían dentro, no había duda de que se estaba masturbando viendo como su madre me hacia una mamada, aquello me excitó mucho, así que intenté calentarla más.

RAQUEL.- ¿Es que Paula no te la come como yo la enseñé? Con las clases que la di debería hacerte las mejores mamadas del mundo.

MARCO.- Si, lo hace bien, tuvo a la puta de su madre como maestra. ¿Todas las mujeres de tu familia sois igual de zorras? Alguna debería ver lo bien que lo haces para que aprenda.

RAQUEL.- Ya sabes que soy una buena maestra.

MARCO.- ¿Has enseñado también a Marga cómo se come una polla o como tienen que romperla el culo?

RAQUEL.- No, aún no, pero si es necesario también lo haré, quiero que mis hijas sepan dar placer a sus maridos, tienen que ser autenticas putas en la cama para ellos, no quiero que les pase lo que a mí, que llevo un montón de años sola porque el mío me abandonó por otra.

Yo miraba de reojo a la puerta y allí seguía Marga, sus dedos se movían con agilidad dentro de la braguita y con la otra mano se acariciaba las tetas apretándolas cada vez más. Raquel también había empezado a pajearse, mientras me hacía la mamada estaba tocándose el coño sin parar.

MARCO.- Sigue chupándomela, no pares. ¿Sigues siendo mi Puta?

RAQUEL.- Siiii, ya sabes que sí, siempre seré tu puta y la de tus amigos.

MARCO.- ¿Y harías todo lo que yo te dijera?

RAQUEL.- Si cariño, lo que tú me pidas,

MARCO.- ¿Le comerías el coño a Marga para enseñarle como se hace?

RAQUEL.- Siiii, se lo comería, pero preferiría ver como se lo comes tú, aún recuerdo como me lo comías a mí, y también como me follabas el culo, nunca he sentido tanto placer como con tu polla en mi culo.

Desde donde yo estaba se veía a Marga sufriendo pequeños espasmos y apretando sus piernas con fuerza, no había duda que estaba sintiendo un gran orgasmo, se retorcía los pezones y respiraba con dificultad, yo esperaba que se decidiese y entrase para así poder follarmela, pero no lo hizo, vi como se marchaba y cerraba un poco la puerta. Raquel continuó la mamada hasta que me corrí en su boca.

MARCO.- Me corro, te voy a soltar toda la leche que tengo acumulada de estos días.

RAQUEL.- Siiiii, dámela, quiero tragármela toda, hace mucho que no se corren en mi boca.

Mientras soltaba la descarga en su garganta metí uno de mis dedos en el culo de Raquel, en cuanto lo notó se movió para facilitarme la penetración, ella aceleró el movimiento de sus dedos en el clítoris y yo metí un nuevo dedo follando su culo con  fuerza. Raquel estalló en un gran orgasmo y gimió sin parar hasta que terminó de correrse.

RAQUEL.- Uffff, ¡Dios! Ha sido estupendo, solo me ha faltado que me clavases la polla en el culo, pero ya tendremos tiempo. ¿Verdad?

MARCO.- Cuando mi Puta quiera.

Me sonrió y se marchó a su habitación, yo me quedé apagando la tele y después me fui hacia la mía. Al pasar por la puerta de Marga vi que estaba entreabierta, me acerqué, la abrí un poco más y pude verla tumbada en la cama, había dejado la persiana subida, así que con la luz de la calle podía observarla con todo detalle, estaba de espaldas a mí, con la braguita metida entre los cachetes de su prominente culo y con la camiseta subida dejando ver sus tetas, no podía apartar la vista de ella, hice un pequeño ruido para ver si estaba despierta, pero no dijo nada, lo que me animó a acercarme más para verla mejor, sus tetas eran enormes, a pesar de lo cual tenía una pequeña areola y un pezón del tamaño de un garbanzo, sin pensarlo llevé mi mano a su pierna y fui ascendiéndola por el contorno hasta alcanzar su culo, lo hice muy lenta y suavemente porque no quería que se despertase, a continuación introduje mi mano entre sus piernas y acaricié levemente el interior de sus muslos rozando la braguita, Marga mostró un pequeño escalofrío y aceleró su respiración, esperé algún movimiento de rechazo pero ella no emitió ninguna queja, esto me hizo temblar de excitación y nerviosismo, estaba claro que mi cuñada estaba dejándome hacer sin poner objeciones, por lo que aumenté mi osadía, me quité la ropa y me tumbé en la cama detrás de ella, poco a poco fui aproximándome a su cuerpo hasta que mi polla entró en contacto con su trasero, la apreté con fuerza contra su culo al tiempo que apoyé mi mano en su cintura y la deslicé poco a poco en dirección a su pubis. Marga seguía sin decir nada, pero noté como movía ligeramente su culo hacia atrás apretándose contra mi polla, de forma que ésta se ajustaba a la hendidura de su trasero. Inicié entonces un suave movimiento frotando mi polla contra su culo, al instante ella comenzó a moverse al mismo ritmo. Ahora ya, sin vacilación, introduje mi mano bajo su braguita acariciando su vello púbico y bajando un dedo en busca de su clítoris, yo lo acariciaba con suavidad y Marga había empezado a gemir, intenté meter mis dedos en su coño, pero como tenía alguna dificultad, di un fuerte tirón y arranqué sus braguitas, ella abrió inmediatamente las piernas facilitándome la labor, sin esperar un minuto llevé mi polla a la entrad de su coño y empecé a pasarlo por los bordes, mi cuñada ya sin disimulo separó las piernas para facilitarme el acceso.

MARGA.- ¡¡¡Métemela por favor, necesito sentirla dentro!!!

Con un movimiento de cadera se la clavé hasta lo más profundo y empecé un movimiento salvaje penetrando su coño una y otra vez, ella me agarraba de la cadera intentando frenarme, pero era imposible, mi polla taladraba su coño sin parar.

MARCO.- Desde que te he visto en la puerta mirándonos no he parado de pensar en follarte, cuando me hacía la mamada tu madre y cuando me corría en su boca, solo pensaba que era la tuya, me encantan tus tetas y tu culo, y ahora quiero correrme en tu coño.

B- Si. ¡¡¡Fóllame bien adentro, haz que me corra!!!

MARCO.- Si, me gusta follar tu coñito. ¿Te lo han follado muchas veces?

MARGA.- No, pocas, pero no hables, fóllame por favor.

Mi mano acariciaba su clítoris y se notaba que ya no podía mas, estaba a punto de correrse, deslicé mi otra mano dentro de su camiseta y agarré una de sus tetas, primero con suavidad para después apretar con fuerza su pezón, estaba casi seguro que le hacía daño, pero no me importaba, quería poseerla de una manera animal, que sintiera el sexo de una forma salvaje, follármela como seguro ninguno de sus novietes lo había hecho hasta ahora.

MARGA.- ¡¡¡¡DIOS!!!! Me voy a correr, fóllame con fuerza, así, ya, ya, ya, me voy, siiiiiiiii

Al decir esto me excitó más y empujé con fuerza hasta que acabé corriéndome en su coño.

MARCO.- Agggg, me corrooo, siiii.

MARGA.- Ha sido estupendo, pero ahora debes irte, podrían venir mi madre o mi hermana.

Al día siguiente mi cuñada no podía mirarme a la cara, cada vez que nos encontrábamos bajaba la vista, intentaba no hablar conmigo y me evitaba. El domingo por la mañana, mi esposa y mi suegra dijeron que querían ir a comprar ropa para el futuro bebé y querían que yo las acompañase, mi cuñada dijo que se quedaba en casa durmiendo. Cuando estábamos en el centro comercial dije que había olvidado la cartera y tenía que volver a casa, por lo que dejé a las dos comprando y yo regresé. Cuando entré por la puerta mi cuñada no me esperaba, estaba en la cocina preparándose el desayuno  en braguitas y camiseta, abrí la puerta y me quedé mirando su estupendo trasero, ella se ruborizó e intentó salir para vestirse pero la sujeté por la muñeca y tiré de ella hacia mí pegando sus tetazas contra mi pecho y agarrando sus cachetes con mis manos, su culo era grande y duro.

MARGA.- ¡Déjame Marco!

Hice caso omiso y la apreté mas fuerte, podía notar como sus tetas se clavaban contra mí y su corazón latía acelerado.

MARGA.- Déjame, por favor.

En lugar de eso le di la vuelta, metí mi mano bajo la camiseta y la llevé a su pecho, como no llevaba sujetador la amasé con fuerza y después pellizqué su pezón, su respiración se agitaba cada vez más.

MARGA.- ¡¡¡ No por favor!!! Esto no está bien, suéltame.

MARCO.- Noooo, a ti te gusta, eres como la puta de tu madre, te encanta que te follen y voy a darte ese gusto, ya verás como disfrutas.

MARGA.- Suéltame o tendré que decírselo a Paula.

MARCO.- Hazlo, díselo y entonces yo le contaré lo puta que eres, sabrá como me pedías que te follase el viernes por la noche, también puedo decirle a tu madre que te masturbabas mientras la veías hacerme una mamada. ¿Ahora qué me dices? ¿Vas a dejar que te folle? Seguro que sí, lo estás deseando, las tres sois iguales, os encanta tener una polla dentro.

MARGA.- Lo del viernes fue un error, no deberíamos haberlo hecho, suéltame por favor.

Mientras hablábamos, yo había descendido mi mano hasta su entrepierna y la había metido en el interior de sus braguitas, mis dedos ya acariciaban su clítoris y uno de ellos penetraba su coñito.

MARGA.- ¡¡¡ NO!!! Déjame irme por favor.

MARCO.- No, vas a probar la misma polla que ha follado el culo de tu madre y de tu hermana.

La cogí de la mano y la llevé al salón echándola sobre el sofá, de un tirón arranqué sus braguitas y metí mi cabeza entre sus piernas, ella intentaba cerrarlas pero sin demasiada fuerza, mi lengua ya estaba acariciando su clítoris y dos de mis dedos penetraban su coño, sus gemidos empezaban a oírse con claridad.

MARGA.- Ummmm, ummm.

MARCO.- ¿Te gusta que te coma el coño?

MARGA.- Ummmm, siiii, pero esto no está bien, eres mi cuñado.

MARCO.- No te preocupes, déjate hacer, ya oíste ayer a tu madre, a ella se lo comí muy bien.

MARGA.- Siiii, sigue, cómemelo como a ella, quiero sentir lo mismo que ella.

Ahora sus manos se cerraban sobre mi cabeza agarrándome del pelo y apretándome contra su coñito.

MARGA.- Ummmm. ¡¡Que bueno!! Sigue.

Cuando vi que estaba cerca de correrse, me retiré y tiré de ella poniéndola de rodillas al borde del sofá, empujé su cara y pecho para que descansasen sobre él y metí un dedo en su coño, noté que estaba completamente húmeda, así que lo llené de sus flujos y de ahí lo llevé a su culo, presioné ligeramente y vi como su esfínter cedía permitiendo que mi dedo entrase completo.

MARGA.- Aggg. ¡Me haces daño!

MARCO.- ¿Es que nunca te han follado el culo tus amiguitos?

MARGA.- No, a ellos solo se la chupo y en alguna ocasión dejo que me follen. ¿Quieres que te haga una mamada a ti?

MARCO.- ¿No quieres probar lo mismo que tu madre y hermana? Ya la oíste, a ella le encanta tener mi polla dentro de su culo.

MARGA.- Siii, pero ten cuidado por favor, no me hagas daño.

MARCO.- No, te la voy a meter hasta romperte el culo, como hice con ellas.

MARGA.- Ufffff, no, me da miedo, y podrían darse cuenta si me haces daño.

Yo seguía lubricando mis dedos en su coño y metiéndolos después en su ano, poco a poco me resultaba más fácil, su esfínter estaba perfectamente lubricado y mis dedos entraban y salían con facilidad.

MARCO.- ¿Los notas? ¿Notas como te follo el culo con mis dedos?

MARGA.- Si, pero no notó ningún placer y me da miedo. ¿No prefieres que te la chupe?

MARCO.- Bueno, vamos a ver cómo me la comes.

Tal como estaba, giré su cabeza y metí mi polla en su boca, ella pasaba su lengua por mi glande y después se la metía en la boca, pero no tenía la experiencia de su madre ni de mi esposa, yo empujaba con fuerza para que se la metiera más adentro pero ella intentaba pararme, imprimí más rapidez a mis caderas penetrando su boca y, aunque ella intentaba mantener el ritmo, le era imposible, mi polla era demasiado grande para su pequeña boca. Pasado un rato aminoré mi empuje y Marga comenzó a hacerme una mamada más pausada, pero no era esto lo que yo quería, así que volví a inclinarla sobre el sofá y empecé a pajearla con un mano mientras con la otra lubricaba su ano, ella me pedía que lo hiciese con cuidado y yo así lo hice, mis dedos se empapaban en sus flujos para después abrir el esfínter anal entrando y saliendo suavemente, mis caricias en su clítoris estaban haciendo efecto, mi cuñada ya no paraba de gemir y mis dedos invasores ya no le molestaban, al contrario, levantaba su prominente culo en busca de ellos.

MARGA.- Ufffffffff, me gusta, así, así, ummmm, métemelos así.

Al tiempo que decía esto mecía su culo suavemente y separaba sus cachetes con la mano dejándome ver como mis dos dedos penetraban su esfínter sonrosado y prieto y se enterraban profundamente en su ano.

MARGA.- Asíiiii, que rico se siente, sigue un poco, sigue y después méteme la polla, la quiero dentro.

MARCO.- ¿Quieres que folle tu culito virgen? ¿No decías que esto no estaba bien y que te dejase? Seguro que estabas esperando que llegase para que te rompiera el culo. ¿Verdad?

MARGA.- Siiii, fóllamelo, quiero que lo llenes con ese rabo.

Mientras me hablaba había llevado su mano hacia la espalda y estaba cogiendo mi polla con la mano y sacudiéndomela arriba y abajo. Apreté su cabeza contra el sofá hundiéndola entre los cojines y le dije.

MARCO.- Estás completamente húmeda, prepárate para recibir mi polla dentro.

MARGA.- Si, por favor, hazlo ya.

Me levanté ligeramente, llevé mi capullo a la entrada de su culo y presioné con fuerza hasta que mi glande estuvo dentro, ella separaba sus cachetes con las manos y yo podía ver como su esfínter cedía y luego se cerraba alrededor de éste engulléndolo. ¡Que sensación! Su culo estaba prieto y mi polla se movía despacio para profundizar más en su interior.

MARGA.- Aggggg, la noto dentro, se siente tan prieta, sigue por favor.

MARCO.- ¿Quieres que te la clave entera?

MARGA.- Siii, quiero sentirla toda dentro, clávamela.

Vi que sus manos apretaban con fuerza un cojín, me incliné hacia adelante empujando su cabeza contra el sofá y di un golpe de cadera metiendo mi rabo hasta adentro, después empecé a moverme con rapidez consiguiendo que mi polla se enterrase por completo en su culo, estaba logrando clavársela en lo más profundo de su ser.

MARCO.- Ya la tienes toda dentro. ¿La notas?

MARGA.- Si, si, la noto dentro, si, follame, no pares.

MARCO.- ¿Te gusta que te folle? ¿Quieres que te rompa el culo?

MARGA.- No, no, por favor.

MARCO.- ¿No quieres que te folle?

MARGA.- Siiii, follame, pero no me rompas el culo.

MARCO.- A las putas como tu hay romperlas el culo bien. Porque tú eres una puta ¿Verdad?

MARGA.- Si, si, soy una puta, fóllame, fóllame.

MARCO.- NO, tu no eres una puta, eres MI PUTA, igual que tu madre. ¡Dilo!

MARGA.- Si, soy tu Puta, soy tu Puta, follame.

MARCO.- Dime que te rompa el culo.

MARGA.- No por favor, no me hagas daño.

MARCO.- Pídeme que te rompa el culo o paro.

MARGA.- Si, si, rómpemelo, rómpeme el culo por favor, pero no pares, fóllame bien.

Yo se la clavaba muy fuerte en sus entrañas y ella movía sus caderas sin parar, levantaba el culo y empujaba hacia atrás para ir al encuentro de mis caderas, ambos nos movíamos acompasadamente facilitando su camino de acceso. Sin duda se la había metido entera, notaba a cada empujón como mis huevos golpeaban violentamente contra su perineo, a pesar del posible dolor que estaba sufriendo, el placer que recibía le hacía reaccionar a esa tremenda polla que la invadía una y otra vez con más movimientos de su trasero. Solté su cabeza y llevé mi mano a sus tetas apretándolas, estrujándolas, las tocaba con violencia, pellizcaba sus pezones queriendo hacerla sufrir. Esto la excitaba aún más, estaba fuera de sí, había perdido el control.

MARGA.- ¡Clávamela, por Dios! ¡Rómpeme el culo! La quiero toda dentro. ¡Fóllame como a mi madre!

MARCO.- ¡¡Zorra!! La tienes toda dentro ya, no vas a poder sentarte en una semana por Puta.

MARGA.- Agggg. Da igual rómpemelo cabrón, rómpemelo. Ufffff, me gusta.

Marga apoyaba las manos en el sofá y empujaba con fuerza hacia atrás para que la penetrase aún más y así conseguir que mi polla entrase hasta el fondo de su culo recién desvirgado.

MARGA.- ¡Métemela más Cabrón! La quiero toda entera. Vamos, rómpeme el culo.

MARCO.- Eres más Puta que tu madre y tu hermana.

MARGA.- ¡COMO ME GUSTA! ¡SI SI SI FOLLAMEEEE! ¡METEMELA, MAS MAS MAAAASSS! ¡OH SI SI SI! ¡CLAVAMELA BIEN ADENTRO! SIIIIIIIIII

Oírla me excitaba mucho, así que di un nuevo golpe de cadera y se la clavé hasta el fondo, sin sacarla y agarrando fuerte sus caderas, continué empujando, su culo estaba sufriendo un castigo que jamás hubiese pensado que podría aguantar una mujer, y a mí me estaba produciendo un placer desconocido. Noté que ella estaba a punto de correrse, así que mis movimientos se fueron acelerando al tiempo que retorcía sus pezones con más fuerza.

MARGA.- ¡¡ME CORROO!! No puedo más, ya me viene. Aggggg, ¡Dios mío! Esto ha sido estupendo, no creo que pueda volver a repetirlo nunca.

MARCO.- Ahora me toca a mí. ¿Dónde quiere que me corra en tu boca o en tu cara?

MARGA.- No, en la boca no por favor, córrete en mi culo, llénamelo de leche.

MARCO.- Ok, pero tienes que prometerme que dejarás que me corra en tu cara otro día.

MARGA.- Siii, cuando quieras, pero ahora lléname el culo de leche.

Aceleré el ritmo hasta que me corrí expulsando mi leche en el interior de su culo dolorido, continué descargando hasta que salió la ultima gota, al sacar mi polla su esfínter se cerró de nuevo, aún así la leche salía de él y resbalaba por el interior de sus muslos.

MARCO.- Ha sido estupendo, veo que las tres tenéis un don especial para el sexo.

MARGA.- Ahora ya tienes tres Putas a tu disposición.

MARCO.- Si, y esta noche quiero que me hagas una buena mamada, quiero correrme en tu boca.

MARGA.- No vamos a poder, tendrá que ser en mi próximo viaje.

MARCO.- No, cuando se vayan tu madre y Paula a la cama tu te vas también, yo me quedaré viendo la televisión y vuelves después.

MARGA.- Pero podrían vernos.

MARCO.- No, espera diez minutos  a que se hayan dormido.

Esa noche hicimos lo que habíamos previsto, las tres se fueron a la cama y quince minutos más tarde apareció Marga en el salón, yo ya tenía una película porno puesta.

MARCO.- Venga, ponte de rodillas delante de mi y hazme la mamada que me debes.

MARGA.- Joder, nos pueden ver.

MARCO.- Ponte de rodillas en el suelo y chúpamela ya.

Con mala cara y un poco nerviosa se arrodilló, sacó mi polla del calzoncillo y empezó a chupármela.

MARCO.- Quiero ver como se la chupas a tus amigos, hazme una buena mamada, quiero que me la dejes bien limpia.

Marga pasaba su lengua por mi capullo, recorría mi rabo hasta la base de los huevos y volvía a introducírselo en la boca, estaba claro que quería demostrarme lo buena que era en esto, quería competir con su madre. Mi polla, bastante grande para su pequeña boca, la llenaba por completo, ella se esmeraba y con suavidad pasaba su lengua por el orificio del capullo, a continuación se la metía entera y la relamía a fondo. ¡Como me gustaba verla! Ella, de vez en cuando miraba hacia arriba para ver mi cara de placer.

MARCO.- ¡¡¡Qué bien la chupas!!! Me gusta ¡SI!

Marga presionaba sus labios sobre mi capullo y movía dentro su lengua al tiempo que me pajeaba con la mano. Yo no podía apartar mi vista de ella, en un momento que lo hice miré hacia la puerta y vi que estaba ligeramente abierta y allí, en la penumbra, estaba mi suegra con las bragas ligeramente bajadas y la mano metida en su coño, al comprobar que la había visto sonrió, me lanzó un beso y siguió pajeándose sin parar. Como estaba a punto de correrme se lo dije a marga.

MARCO.- Voy a correrme ya, y como buena Puta quiero que te lo tragues todo.

Miré hacia la puerta y mi suegra estaba haciéndome un gesto, lo entendí al instante y cambie mis instrucciones para Marga.

MARCO.- No quiero correrme en tu boca, me voy a correr en tu cara, quiero que tengas los ojos abiertos y veas como lo hago. ¿Entendido?

MARGA.- ¿No quieres que me lo trague? Hasta ahora todos los chicos me han pedido correrse en mi boca.

MARCO.- Veo que eres muy puta, igualita que tu madre.

MARGA.- Si, como ella te dijo la otra noche, soy tu Puta, para lo que quieras.

Ella, a pesar de la conversación, seguía mamándomela sin parar. De repente noté que me llegaba el orgasmo, saqué la polla de su boca y la orienté a su rostro, me quedé tenso y al momento descargué un primer chorro de leche sobre su cara, ella intentó cerrar los ojos, pero la agarré fuerte del pelo y la dije que los abriese, la segunda descarga le cayó en un ojo y la última entró por el orifico de la nariz. Marga movía los párpados para poder abrir el ojo cubierto con mi corrida, también soltaba aire por la nariz para expulsar el semen que le había entrado en ella.

MARCO.- Ahora recoge la leche con el dedo y llévatela a la boca, que no se caiga ni una gota, trágatela toda.

Mi cuñada recogía la leche, se chupaba el dedo y se tragaba toda sin dudarlo, después miraba hacia arriba esperando mi aprobación. Su madre, desde la puerta, se reía al tiempo que se corría fruto de la paja que acaba de hacerse viendo a su hija.

MARGA.- ¿Te gusta como lo he hecho?

MARCO.- Mucho, has estado estupenda, eres una buena mamadora.

MARGA.- ¿Pero quién es mejor mi madre o yo? ¿Te la chupa mejor ella?

MARCO.- Las dos sois igual de putas y la chupáis muy bien, quizás habría que reunir a mis amigos y que ellos valoren quién es la mejor.

MARGA.- Esos amigos de los que hablaba mi madre y que se la follaban todos a la vez.

Raquel miraba desde la puerta y escuchaba sorprendida, acaba de darse cuenta que su hija había oído toda la conversación del viernes.

MARCO.- Esos amigos, como ya escuchaste a tu madre, ella era la Puta de los tres y nos la follábamos por turno.

MARGA.- No estaría mal, las dos podríamos dejaros secos a los tres, jajaja.

MARCO.- Seguro que sí. ¿Qué te ha parecido el polvo de esta noche? Ha estado bien. ¿Verdad? ¿Te ha gustado como te he follado el culo?

MARGA.- Me ha encantado, pero creo que me lo has roto, no sé si podré sentarme mañana.

MARCO.- Pues a partir de ahora ya sabes que siempre que quieras aquí me tendrás para repetirlo, a ti y a cualquiera de las mujeres de tu familia.

Marga se incorporó del suelo, donde aún estaba de rodillas, y en ese momento Raquel desapareció de la puerta, después nos fuimos todos a dormir.

A la mañana siguiente Raquel me dijo que tendríamos que hablar con tranquilidad los dos, o quizás los tres….