Mi cuñada CAPITULO II Sueños humedos
Tenía la sospecha de que me habían robado algo, de que mi cuñada había abusado de mí. Era cierto? Era algo inventado?
Os recomiendo leer el anterior relato CAPITULO I "El Bichito" para seguir la historia. Un saludo y gracias por dedicar vuestro tiempo a este relato.
CAPITULO II "Sueños humedos"
Me resistía a creerlo. Estaba claro que había eyaculado y no parecía una polución nocturna. Para eso debería haber más rastro de esperma en mi pantalón. Por otro lado no era normal haber dormido tantísimo. No sabía explicar cómo pero sabía que ella lo había hecho. Sentía que me habían robado sin darme cuenta. Joder me había hecho esto sin mi consentimiento, habían abusado de mí.
Esto no iba a quedar así, mi enfado era monumental. Tenía ganas de volverme loco, usar la violencia pasó por mi cabeza. Esa zorra ha hecho lo que ha querido conmigo. Si había sucedido eso que me temía era una autentica lástima no poder disfrutarlo, la hija de puta de Sara... Por qué no me ha pedido ser donante?
No tenía pruebas. Ella podía negarlo. No iba a denunciarla. Es familia. Está sola…eran los pensamientos que cruzaban mi mente a una velocidad increíble. Tengo que conseguir pruebas! Miré el móvil. Tenía que grabarlo.
Salí del baño y ella estaba cerca de la puerta. Su mirada era de temor
-Sara: qué?
-Yo: qué de qué?
-Sara: Estás bien? Estás un poco pálido
-Yo: Ésta es mi cara de empanado después de dormir una siesta de 6 horas- La hija de puta estaba preocupada. El tono de su voz, su mirada mostraba inquietud. Iba a darle lo que quería.
-Sara: Te preparo algo calentito que te asentará bien el cuerpo. Una sopa y algo ligero?
-Yo: Ligero? No mujer, estoy como nuevo. Aunque tenga pinta de sobado es porque cuanto más duermes más quieres dormir. Si tuvieras más muebles que bajar me ponía con ello, estoy hecho un toro. No tendrás macarrones de esos del medio día? Estaban de miedo y me recordaban un poquito a los que hacía mi madre.
Sara suspiró, seguramente se sintió aliviada. No fue descubierta. Asintió con la cabeza y se dirigió a la cocina.
-Sara: Pon la mesa, anda ahora te saco la comida.
Me di prisa en poner la mesa mientras me fijaba en los detalles de la casa. Miré el móvil y tenía un wasap de mi mujer, ya había llegado. Estaba cansada y se iba a dormir. Un vuelo de 13 horas te tiene que dejar baldado. Respondí el mensaje. Abrí la aplicación de la cámara y me dispuse a grabar. Meses antes me había bajado una aplicación para simular el bloqueo del móvil incluso grabando video. El objetivo era grabarnos a mí y a mi mujer teniendo sexo. No llegué a utilizarlo pero lo conservaba. Era el momento perfecto para utilizarlo
-Yo: Me dejas el cargador del móvil? Estoy en las últimas y tu hermana me tiene que escribir.
Sara volvió con el cargador y con un plato de macarrones hasta arriba. Lo primero que pensé es que si me comía todo eso me iba a entrar un sueño brutal. Irónicamente sabía que si todo salía bien el sueño era una parte importante de todo esto.
Mientras Sara iba y volvía de la cocina al comedor trayendo su plato y un par de cervezas coloqué el móvil a un lado del sofá, conectado al cargador. No se iba a quedar sin batería y no se iba a quedar sin espacio puesto que tenía 64 GB. Todo listo, le damos al "RECORD" y a ver dónde nos lleva esto…
Abro la aplicación que camufla la grabación y simula el móvil bloqueado. Oriento el aparato hacia el sofá y la mesa. Se me escapa una sonrisa maléfica que me esmero en reprimir.
-Sara: Qué sabes de Irene, ha llegado ya?
-Yo: Sí, se acaba de estirar un rato. Ha llegado rendida, lo mismo en un rato nos escribe.-Hay que ser hipócrita para acordarse de ella ahora, está claro que Sara no tiene escrúpulos.
-Sara: Come que se enfría- Me dijo mientras señalaba el plato y sonreía.
Me apresuré en comer, no me dejé nada. La verdad es que me costó un poco terminarme la comida. Un trago largo a la cerveza y listo. Ahora, si todo estaba bien alguien tenía que caerse rendido…
-Yo: Bueno Sara, yo me piro que ya es tarde y tu mañana trabajas.-dije para ver cuál era su reacción.
-Sara: Cómo? Ya? Ehhhhm no decías que los mismo mi hermana daba señales. Yo quiero saber de ella.
-Yo: Tranki te envío un mensaje en cuanto sepa algo, es q me está entrando una morriña que no veas.
-Sara: Bueno al menos quédate un rato, son las 23:55 si a las 0:30 mi hermana no escribe te vas, te parece?
-Yo: Ok, me parece. Vemos las noticias o un capítulo de algo? La verdad es que no sé qué ha hecho hoy de nuevo Puigdemont, dije mientras encendía la tele y me dirigía al sofá, cerca de mi móvil.
-Sara: Serie, serie-dijo con cara de estar hasta el gorro del tema del momento aquí.
Navegamos un rato por los menús de la aplicación de la tv y en seguida encontramos una serie en común. No importaba que yo ya hubiese visto ese episodio, no llegué a terminar de verlo.
La cabeza me daba vueltas, mis parpados pesaban muchísimo. Hacía verdaderos esfuerzos por mantenerme despierto. Me veía a mí mismo peleando contra la gravedad, dando cabezazos al aire. Recordé mi época en el instituto y las clases de historia. Costaba estar despierto en esas clases, pero aquella profesora estaba bien buena.
El problema era la cadencia de su voz, ese ritmo, ese tono leyendo que podía dormir a cualquiera. Hice un pestañeo laaaaargo en el mundo real, mientras tenía los ojos cerrados me imaginé a aquella profesora. Llevaba una blusa blanca, abierta en la parte del escote. Una falda hasta las rodillas. Era rubia, con unos labios perfectos, brillantes, húmedos y de un color rojo vivo. Ella levantó la mirada y empezó a caminar hacia mí. Mientras me piraba a los ojos y mantenía su boquita un poco abierta. Avanza lentamente y se detiene delante de mi pupitre. Deja caer algo y procede a agacharse…
Miro a mi alrededor y nadie de la clase percibe nada raro. Todos están a lo suyo, absortos en sus deberes o en su lectura. Entonces noto la humedad de su boca en mi miembro, recorriendo mi falo con ternura. Esos labios rojos ahora rodean el cuerpo cavernoso de mi pene. A cámara lenta noto como recorre mi pene desde el glande hasta la base. Cuando llega al final su lengua ensaliva cuidadosamente mi sexo. Se separa de él dejando un hilo de los fluidos de su boca. Me masturba cada vez con más energía. Me mira a los ojos mientras de desabotona la camisa mostrándome sus pechos.
-Yo: mmmmmmmmmmmmmmm- me escuché a mí mismo decir, extasiado con aquello
Vuelve a la carga con sus labios y en el momento justo en que se vuelve a abrir su boca recibe tres espesos chorros de mi semen que recibe con lo que parece un jadeo. Introduce de nuevo mi sexo en su boca cosa que vuelve a electrizarme soltando más descargas sobre su cuerpo.
Sus labios, su mejilla y sus pechos bañados por mi orgasmo sin que a ella pareciera preocuparle.
Una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Sentía un placer diferente por haberme corrido de esa manera, sin preocuparme de dónde caía mi esperma. Sin avisar de que me venía el orgasmo. Viendo como mi compañera celebraba mi eyaculación en lugar de molestarle.
…los sueños… qué a gusto estoy!! Aquí tapado, calentito y con los huevos vacíos. No me salgo de aquí en la vida.
Abrí ligeramente los ojos. Todo estaba bastante oscuro. La penumbra de la madrugada apenas dejaba entrar algo de luz por la ventana. Lo que vi no me resultaba familiar, no estaba en casa. Nuevamente aquella manta me tapaba. Estirado a lo largo del sofá tuve la sensación de haber vivido eso antes.
Yo: Sara!!- dije en voz baja recordándolo todo.
Estaba solo en el comedor, a oscuras tumbado en el sofá. El primer instinto fue alargar mi brazo en busca del móvil. Cierro la aplicación de falso bloqueo, como quema el condenado aparato. Seguro que esto no es muy bueno para el móvil pero efectivamente seguía grabando. Le doy al STOP y cierro la cámara.
-Sara: Qué bien que te has despertado, tienes el sueño profundo chaval-dijo saliendo de la nada.
Casi me da un vuelco el corazón, verla ahí de pie en el marco de la puerta de su habitación mirando hacia mí. En la oscuridad, si no fuera porque lleva el pelo corto la hubiera confundido con la niña de "THE RING".
-Yo: Joder que susto me has dado. Qué hora es? Joder las 5 de la mañana. Ya te vale Sara que en hora y media tengo que estar en el trabajo. Si no me llego a despertar ahora qué? Cualquiera te hace caso a ti!!! Anda que…me voy pitando! La próxima vez despiértame como sea mujer!!- le dije haciendo el enfadado.
-Sara: Lo siento es que me daba reparo- dijo falsamente la muy hija de puta.
Me fui sin darle dos besos, bajé las escaleras de dos en dos. Los cinco pisos se me hicieron eternos. No pude esperar, en el portal. Al refugio de la soledad abrí la galería de video y le di al PLAY a lo último grabado. Avancé un poco manualmente, aproximadamente 30 minutos desde que lo puse a grabar. Ahí estaba!!! Le di al PLAY de nuevo con la escena ya empezada. La protagonista subía y bajaba con sus labios por mi miembro. Aquello no era una conducta propia de familiares, aquello era incesto. La había pillado y ahora tenía la prueba. Mi erección fue instantánea. Cómo la chupaba Sara!! Pero qué esmero y cariño le ponía!! Que sensualidad!! Era perfectamente normal que yo hubiera tenido aquel sueño. En el mundo real también me estaban dejando seco. Nunca mejor dicho.
Pensé en cascármela allí mismo. Calma! Pensé, hay que pensarlo todo bien. Guardé el móvil y me dirigí hacia mi casa. Vivimos a cuatro manzanas, las recorrí corriendo. Parecía un "runner" de esos que se levantan bien temprano para hacer deporte. Yo el deporte lo hice por la noche y por la tarde, pensé. Ahora toca llegar a casa y analizar la jugada.
Un par de calles más, corre Miguel, la recompensa te espera.
Llegué al portal, con nervios abrí la puerta y subí las escaleras a trompicones. La sangre no estaba precisamente en el cerebro. Entré en casa, enciendo la tv y prendo el móvil. Aquello había que verlo bien, a pantalla grande. Bajo la persiana de la ventana y el volumen de la tele. Lanzo la aplicación de video hacia el televisor y voilá. Bendita tecnología!!! El comedor de mi cuñada en mi tele de 55", me siento en sofá y a ver porno casero se ha dicho.
Avancé hasta que ella apareció. Yo estaba dormido. Me movió ligeramente tocándome el hombro. Yo no contestaba pero ella insistió. Mi cuerpo sin mi voluntad permanecía en la posición en la que lo dejé mientras veíamos la tele. Me zarandeó bruscamente pero yo no respondía, me abofeteó. Me pareció ver como se mordía el labio. Entonces me dio una hostia bien dada, fuerte. No fue para nada algo sexual, sin duda si con esa no respondía había quedado en brazos del dios del sueño. De la guantada que me dio la parte superior de mi cuerpo quedó ladeada hacia el móvil. Aquello de momento no era erótico. Ella desapareció del encuadre y solamente quedé yo, un muñeco sin vida con una postura un tanto forzada y la boca abierta empezando a babear. Menudo comienzo
Entonces apareció de nuevo. Menuda diosa. Unas piernas blanquísimas completamente desnudas. Se había quietado el pantalón, tan solo llevaba una camiseta de estar por casa. Y ahí, en la unión de esas preciosas piernas su más preciado secreto: su sexo. Me encantaba aquello que estaba viendo, qué lástima no haberlo disfrutado en directo!. Su pubis estaba sabiamente cubierto de pelo, en la medida justa, haciendo un triángulo perfecto. Ni demasiado grande ni demasiado pequeño, como en esas películas de los 70 o los 80, si he de decir que me gustan con vello. Tenía un coño perfecto
Mientras yo miraba absorto su entrepierna ella se movía en escena acomodando cosas. Retiró hacia atrás la mesa que había frente al sofá y ya con sitio para ponerse frente a mis piernas, tiró de mis pantalones dejando lo mío al descubierto.
Hinco las rodillas, abrió mis piernas y no tardó ni un minuto en cogerme el pito, flácido y pequeño. Y ahí, en ese momento en el que seguramente en mi sueño húmedo tocaba el cielo con mi sexo ella se inclinó hacia delante y rodeó con sus labios mi miembro.
Sara mantenía mi pene dentro de su boca, sin moverse, respirando sobre mi pubis. Dejaba que el calor de su aliento hiciera crecer aquello. La imagen era la mejor del mundo, mi cuñada de rodillas frente a mí haciéndome una mamada. Cuando pensaba que la cosa no podía mejorar se escuchó una vibración en la filmación, me había llegado una notificación y ella se sobresaltó. Sin sacarse mi polla de la boca que para entonces ya estaba en su máximo grosor, giró la cabeza y miró hacia el móvil. Qué imagen!! Mi cuñada mirando a la pantalla mientras tenía mi miembro en la boca!! Consciente de que la distracción había sido un mensaje procedió a retirarse el pelo que tenía frente a la cara, dándome una imagen perfecta de sí misma, justo antes de volver su cabeza al frente para continuar la terea. Mientras hacía esto, una mano que tenía hasta entonces apoyada en mi pierna bajaba y se perdía entre las suyas.
De forma rítmica pero muy suave movía su cabeza engullendo mi miembro a la vez que trabajaba su propio sexo.
En un momento dado se levantó, mi cuerpo seguía inerte. Se veía mi rostro, se me reconocía. No era algo bonito verse así, perecía borracho. Me sacó de esos pensamientos ver que ella cerró las piernas del muñeco que tenía delante, colocándose a horcajadas sobre mí. Sabía lo que iba a pasar, era raro. Era como ver una película sobre una fantasía. Era como un recuerdo que no sentía haber vivido. Entonces guió con su mano mi falo enhiesto y bajó su entrepierna lentamente hasta tocarlo, hasta penetrarse a sí misma con él, hasta cubrirlo por completo, haciéndolo desaparecer.
Mi excitación era máxima, mi mano iba y venía por mi miembro mientras Sara cabalgaba lentamente mi cuerpo. Alzaba ligeramente su cuerpo sobre el mío para luego dejarse caer con todo su peso.
-Sara: mmmmmmmm- aquello empezaba a subirle la temperatura y a hacer su efecto
Prácticamente se movía hasta sacársela y volvía otra vez y otra vez a hacerlo mientras su respiración se agitaba y se iniciaban sus jadeos. Sus manos que hasta ahora se apoyaban en mí ahora buscaban sus propios pechos. Se bajó un poco la camiseta, sacándose la manga de un lado, dejando ver unos perfectos senos que botaban rítmicamente.
-Sara: Ahhhhh te gusta lo que te hago, ahhh ahhh ahhh- decía a su inerte compañero
Sus pezones duros recibían las caricias de su dueña. Aceleraba el ritmo de sus botes sobre mi miembro, más fuerte, más alto más rápido cada vez
-Sara: ahhh, ahhh, así, ahhh, ahhh, siguehh- sus jadeos se volvían cada vez más agudos
-Yo: Grrrrrrrrrrr- El muñeco frente a ella emitió un largo y reprimido gruñido que parecía ser el estertor apagado de un orgasmo robado
Esta reacción mía hizo que los gemidos de Sara cambiaron de tono y de intensidad volviéndose más graves y más guturales.
-Sara: ahh, ahhh, ahhh,-su cuerpo se tensaba mientras arqueaba la espalda y botaba sin parar-ahhhhh, ohhh dios, ohhhhhh, OHHH, OHHHHHGGGGGGG, OOOHHHHHHSHH, OOOOOOOHHHHHH, OOHHHHMMFFF
Sara se corrió con mi polla y me hizo correrme dentro de ella. Lentamente cesó en sus movimientos e inclinó su cuerpo hacia delante, dejándose caer sobre mí. Descansaba todavía estando yo dentro de ella. Estuvo así un par de minutos, supongo que hasta que mi pene salió sólo perdiendo toda fuerza.
Sara desmontó a su amante inmóvil, puso una mano en su entrepierna intentando que no cayera nada al suelo. Lo que hizo a continuación me sorprendió sumamente y es que para mi sorpresa, se puso al lado mío en el sofá. No lo hizo sentada sino con el tronco donde nos solemos sentar y las piernas en lo alto del respaldo. Había escuchado que esta posición favorecía el avance del esperma y parecía que lo estaba poniendo en práctica.
Se giró hacia mí, volvió a morderse el labio inferior y cerró los ojos. Una hora después se levantó a apagar la alarma que ella misma había programado desapareciendo del encuadre. Regresó unos 10 minutos más tarde y empezó a normalizarlo todo. Limpió mi entrepierna, colocó la mesa frente al sofá y subió mis pantalones. Torpemente tiraba de mis piernas para colocarme a lo largo del sofá. Al final lo consiguió. Me tapó, se acercó a mi rostro y me dio un beso muy tierno en los labios. Salió del encuadre y la luz se apagó
-Yo: Guaaaaau- dije fuera de mi mismo.
Miré a mi alrededor y había semen por todas partes, no había tenido nada de cuidado. Aquello había sido parecido a la fuente de Montjuïc, un monumento que tenemos aquí en Barcelona.
Miré la hora: 6:09, fatal para ir al trabajo. Pero….quién iba a ir al trabajo teniendo tanto por hacer? Cogí el teléfono y llamé al curro. Comuniqué la muerte de mi abuelo al trabajo y dije que me cogía los días que me tocaban, el entierro era en Cáceres y al ser a más de 200 kms de distancia me tocaban 5 días de permiso. Mi mente funcionaba a todo trapo, no había sentimiento de culpa, mi abuelo materno de Cáceres murió antes de nacer yo.
Me di una ducha, cogí las llaves del coche y la cartera. Salí de casa. Bajé al parquin y me puse a conducir. Durante el trayecto tendría tiempo de pensar, había mucho por hacer. Esto solo era el comienzo y sabía perfectamente cuál sería el siguiente paso.
Continuará…
Por favor decidme que os ha parecido el relato. Espero vuestras críticas a ésta fantasía. Podéis escribirme a socrales82@hotmail.com