Mi Cuñada Adolescente (2)
Como antes les dije, éste es un relato de la vida real, de los momentos que he disfrutado al tener una cuñada adolescente.
Mi cuñada adolescente 2
Como antes les relate, después de llevar algún tiempo con mi novia, mi mente y mi deseo me llevaron a aprovechar un día la oportunidad de espiar a mi adorable cuñadita desnuda.
Muy bien, pues he de decirles que en aquella oportunidad mi cuñadita contaba con 17 años de edad, y ya estaba de muy buen ver; bueno el caso es que a partir de ese día mi obsesión por volverla a espiar e incluso por tocarla se volvió enorme.
Pues he de comenzar este relato diciéndoles que poco tiempo después de que espíe por primera vez a mi cuñadita, algún par de meses quizas, ella por fin tuvo su primer novio, era un muchacho más o menos de su misma edad.
En fin, al dar inicio esta relación de noviazgo, mi cuñadita se comenzó a apartar un poco de nosotros, esto debido a que antes a ella le gustaba acompañarnos a mi novia y a mi a todos lados, pero como todo en esta vida, ella fue evolucionando y "experimentando" nuevas cosas.
Para mi fortuna, luego de unos cuantos meses de noviazgo de mi cuñadita, ella volvió a acercarse a mi novia y a mi; como era todavía "chica", solamente se veía con su novio por la tarde. Por la noche, después de cenar en casa de mi novia, ella y yo nos quedábamos en la sala viendo un rato la T.V.
Así pues, mi cuñadita comenzó a quedarse con nosotros por las noches en la sala; un buen día, viendo una película nos quedamos los tres hasta la madrugada, mi novia como trabaja durante todo el día, no aguantaba el sueño y se recostó en una de mis piernas, como era lógico no terminó de ver la película, mi cuñadita al no estar acostumbrada a desvelarse tanto, prefirió seguir el ejemplo de su hermana y también se recostó en mi otra pierna.
Ahí las tenía a las dos, una de cada lado dormidas sobre mis piernas; yo dejé de ver la película, y fije mi atención en el delicado cuerpo de mi cuñadita.
Al dejar pasar unos minutos, y asegurándome que ambas estuvieran completamente dormidas, puse mi mano sobre la espalda de mi cuñadita, lentamente comencé a deslizarla hasta llegar a su cinturita, después de frotarla un poco, y sentir como no tenía ni un solo gramo de grasa, continué mi recorrido tocándole sus caderitas, hasta que finalmente llegué a sus nalgas, que sin ser muy voluptuosas, si son duritas y formaditas.
Después de estarle acariciando el trasero un buen rato, y dándome cuenta de que se encontraba profundamente dormida, me decidí a darle unos buenos pellizcos en las nalgas.
Al notar que no había reacción alguna de su parte, y con mi pene a punto de estallarme por la erección que tenía, tomé el riesgo y la moví un poco para comenzar a bajar el cierre de su pantalón.
Ella ni siquiera se inmutó, metí mi mano por el cierre de su pantalón y le acaricie por encima de su pantaletita su peluda vagina.
Era tanta mi calentura a ése momento, que sin medir las consecuencias, traté de desabrocharle su pantalón, para así poder manosearla directamente, ya que su pantaleta al ser de corte normal, la tenía apretada por su pantalón hasta la altura del ombligo.
Fueron muchos mis intentos por liberar aquél botón, sin embargo fue inútil.
Pero como dicen por ahí: "no hay mal que por bien no venga", reaccioné, deje esa lucha por la paz, subí el cierre de su pantalón para que no se fuera a dar cuenta, y opté por meter mi mano por debajo de su blusa que por cierto, traía por fuera.
Entonces, comencé otra nueva sensación, recorrí con mi mano su delgado abdomen, y llegué hasta la parte inferior de su brassier.
Al llegar a ése punto, comencé acariciándole los pechos con las llemas de mis dedos en forma circular, terminando mi recorrido al pasar mis dedos por en medio de sus dos pechos.
Ella, me supongo, por su rostro, al sentir mis caricias estaba teniendo un sueño erótico, no se si soñaba con su novio o simplemente en alguna fantasía sexual, pero yo, que sabía que era algo más que un sueño, lo disfruté plenamente.
Minutos más tarde, decidí dar el golpe final y meter mi mano por debajo del brassier, para poder palpar esos bonitos senos, que a éste punto ya tenía bien duritos, y tocarle esos pezones rozaditos y grandes, que yo ya había tenido el placer de ver; sin embargo, al comenzar a meter mi mano, un poco fría, mi cuñadita realizó un moviemiento brusco y se despertó.
Para mi buena suerte pude retirar mi mano rapidamente, y ella no se percato de lo ocurrido.
Sin embargo, y tal vez por sentirse un poco húmeda, por lo del "sueño" que tuvo, optó por retirase a dormir a su cuarto, no sin antes despertar a mi novia. Una lástima, ya que yo había pensado que podría retirar la cabeza de mi novia, dejándola en el sillón, mientras yo caminaba hacia la cochera para volver a espiar a mi cuñadita.
En fin, así terminó aquella larga noche, en la cuál pude tentar el cuerpo de mi cuñadita.
Espero que este relato 100% real les haya gustado, de ser así pronto les volveré a escribir para relatarles más de mis experiencias con mi cuñada adolescente.