Mi cuñada 17
Viciosa insaciable para un cuñado vicioso e insaciable. Cuarteto, filial, madura e interracial
Lunes día 12 de diciembre, me levanto muy alegre, he dormido de un tirón y me he levantado con mucha energía. La primera que me ve y me saluda es mi cuñada que la noto deseosa por cogerme, me hago el duro cuando me pregunta si voy a volver pronto o mejor aún si me pensaba quedar, que ella llevaría al peque a la guardería, siguiendo mi plan le dije que me iría. Se puso triste y de mal humor, aunque trato de que mi hermano no lo notara. Le pregunte delante de mi hermano si ella estaría en casa, porque me tenía que llegar un paquete, que me habían dicho que a partir de las 11 de la mañana y como muy tarde a la 1 lo traerían. Mi hermano me dijo que él estaría hasta las 10,30 más o menos que luego se iría porque tenía una reunión. Ella dijo algo que no le entendimos y luego dijo con voz más clara, que vale que estaría allí. Me despedí y me marche, pero no me iba muy lejos, volvería en poco tiempo a la casa.
Cuando calculo que se había ido mi cuñada regreso, pero no lo hago solo, aunque sé que contravengo lo dicho por mi hermano, acudo con Jasir y Samuel, se los presento a mi hermano como compañeros de la uni y que al final nos vinimos a casa para preparar un trabajo de los tres, mi hermano estuvo hablando con nosotros un rato y le pareció bien que estudiásemos allí. Yo esperaba que mi cuñada llegara tarde y se llevara la sorpresa. Estábamos en el salón salió el tema del partido del Madrid y Samuel y mi hermano se liaron a hablar del partido. En ese momento se oyó la puerta. Mi cuñada que no nos veía al oír voces pregunto en voz alta a mi hermano que con quien hablaba. Él le dijo que se acercase y cuando entro en el salón y nos vio, Ignacio les dijo mi mujer Paula y les presento a ellos, mi cuñada les dio dos besos como si fuera la primera vez que se veían. Ella dijo que iba a colocar en la despensa lo que había comprado y se fue. Yo fui al momento a la cocina y ella mirándome muy seria me recordó lo que acordamos con Ignacio y me dijo que ya podía buscar una excusa e irnos. No dije nada me acerqué a ella y aunque se resistió desabroche su pantalón y metí mi mano dentro de su pantalón. Pude comprobar que estaba más que mojada. Aunque estaba así, me dijo que me olvidara y que nos marchásemos. Le dije que no había ningún problema, que, si cambiaba de idea, se subiese y se pusiese otra ropa, ya que iba con pantalón y jersey. Mi hermano empezó a recoger sus cosas cuando le llamaron y aplazaron su reunión para las 4 de la tarde. Subió a la planta de arriba a decírselo a Paula, todo había cambiado. Mi hermano bajo con Paula, invito a mis amigos a que se quedaran a comer, Paula lo desintegro con la mirada y luego a mí. No se había cambiado de ropa.
Ignacio se dio cuenta de que mi cuñada se había enfadado y me dijo a mí los dos a solas, que la culpa era mía que la tenía muy abandonada y estaba revolucionada, que a ser posible después de comer me quitara a mis amigos de en medio y aprovechara para hacerla algún cariñito. Samuel y mi hermano retomaron su conversación futbolística y Jasir y yo nos quedamos hablando, le hice una seña indicándole la dirección de Paula, él me dijo que quería un vaso de agua y yo le dije dónde estaba la cocina que se acercara que mi cuñada se lo daría. Jasir decidido fue a la cocina y oí como le pedía el agua. Me levante para saber a qué se debía el silencio Y Jasir y Paula estaban besándose, aunque ella hacia aspavientos de querer quitarse, pero no con mucha insistencia. Jasir hizo lo mismo que yo antes, desabrocho sus pantalones y metió su manaza dentro, haciéndolo con rudeza y Paula mordiéndose los labios y apretándolos y cuando menos se lo esperaba Jasir saco la mano se chupo los dedos y la dejo tal cual. Mi cuñada tenía que estar ya fuera de sí y su coño más aún. Comimos pronto y al llegar los postres Paula se excusó con una supuesta jaqueca y que se iba a tumbar una hora antes de ir por el niño. Ignacio la dio un beso para no molestarla luego y ella nos abandonó con una mirada hacia mí de tirria y de resentimiento, que me dejaron inquieto, hasta ese momento nunca la había visto así conmigo.
Ignacio se marchó y se despidió de mis amigos y le dijo a Samuel que ya seguirían otro día hablando de futbol. Oímos salir el coche de mi hermano y les avise a mis amigos de que todo se había torcido que mi cuñada estaba más que enfurecida. Ellos me decían que era una pena y me ayudaron a recoger toda la mesa. Estando recogiéndola oí como me llamaba mi cuñada, Rober sube un momento y yo para evitar ninguna discusión, sería mejor que primero se le pasase el enfado le dije, acabamos de recoger y nos vamos no te preocupes. No recibí contestación lo que me hizo suponer que era eso lo que quería que nos fuéramos. Ya teníamos casi todo recogido cuando oímos a nuestras espaldas, que os habéis amariconado los tres, era Paula que venía completamente en pelotas y después de decirnos eso se dio la vuelta y meneando bien el culo se volvió a ir, que decir que salimos los tres detrás. En vez de ir a su habitación, se metió en la mía porque dijo que se quedaría un olor importante y prefería que fuese allí por si no daba tiempo a ventilarse y nos dijo que hacíamos vestidos todavía que solo teníamos 1 hora. La tumbamos e la cama Samuel se entregó por completo a sus pezones, Jasir a su coño y yo la besaba. Desde el primer momento se notó su estado ardiente. Deje de besarla y nos pusimos a comerle sus dos pezones Samuel y yo. Ella tampoco perdía el tiempo porque mientras se retorcía y gritaba pidiendo más, estiraba sus brazos para coger bien el rabo de Samuel y el mío. Me apretó el rabo muy fuerte de forma exagerada y tuvo un orgasmo de locura máxima. Gritaba y nos decía que éramos unos cabrones por haberla puesto cachonda, que ahora lo íbamos a pagar caro. Jasir se incorporó y me dijo a mí, menuda cuñada más puta y cachonda que tienes, nunca había visto algo así. Les dijo que se pusieran preservativos y les dijo también que uno se pusiera tumbado boca arriba y fue Samuel, no se esperó se colocó el rabo en la entrada de su coño y se sentó de golpe sobre él y su mirada se convirtió en vicio, lujuria, yo me puse de pie frente a ella y le dije vamos puta ya sabes que hacer, ella se agacho un poco y se metió mi rabo en la boca, me ponía muy cachondo como me la chupaba.
Jasir miraba cautivado la escena que tenía delante y tuve que espabilarlo y le dije que le reventara el culo a la puta de mi cuñada, Paula lo oyó y me absorbió el rabo de una forma caliente. Jasir coloco detrás y empezó, Paula dejo de chupármela y mirándome a los ojos me dijo que gracias y su expresión cambiaba a cada momento y una vez que lo tuvo todo dentro su expresión era de felicidad, se volvió a meter mi rabo en la boca, mientras nos follábamos todos sus agujeros y cada vez nuestras palabras eran más duras o fuertes, pero la verdad es que eran por lo buena que era follando y se lo decíamos y notaba como cuanto más le decíamos lo bien que follaba, el culo como se tragaba el rabo de Jasir y como lo movía y yo le decía lo bien que manejaba su boca y su lengua, ella se calentaba más. Nos dimos cuenta de cómo tuvo dos orgasmos más de forma rabiosa y por tener mi rabo en la boca, no se la oyó bien. Nos corrimos en cascada los cuatro y ella se tragó toda mi corrida como nunca antes lo hizo, fue fabuloso. Paula nos dijo que la habíamos dejado reventada, pero que con mucho gusto. Se tenía que ir a recoger al niño. Me ofrecía a hacerlo mientras ella aireaba la habitación, se aseaba y me dijo que si, que mejor que fuera yo. Ellos se despidieron y se fueron y yo fui por el niño. Cuando regrese, estaba ya vestida. Se había puesto uno de los vestidos que solía ponerse en casa para estar cómoda y sin sujetador, porque los pezones se le marcaban mucho, dio de merendar al niño y luego mientras él jugaba hablamos de lo que había pasado.
Paula – Rober te has pasado, si tu hermano se entera ponemos en peligro todo. Solo puedo estar contigo no con otros hombres y encima en casa. Es demasiado riesgo.
Yo – No me digas que no ha merecido la pena. ¿O es que no lo has pasado bien?
Paula – Esta claro como lo he pasado, no seamos hipócritas. Pero no puede volver a pasar.
Yo – Que tristes se quedaran Samuel y Jasir de no disfrutar de ti.
Paula – No me refería a eso, me refiero a que en esta casa no puede volver a pasar. Por qué no nos pille Ignacio.
Yo – Cuñadita si seguro que si mi hermano nos ve y le hacemos participar se pondrá como un mulo, ¿o es que no le gustaría?
Paula – Seguro que lo mismo si, porque es muy guarrete, pero no quiere.
Yo – Lo probaremos esta noche, cuando estés en la cama, le dices que no hemos hecho nada porque a mí me duele la tripa, que ando con diarrea, vómitos, un virus estomacal. Tú te pones como tú sabes con él, diciéndole que estas muy cachonda, que bajaste en falda y que veías como mis amigos te miraban descaradamente y como notaste que se empalmaban, sus bultos, etc., tu sabrás mejor que yo como decírselo, ¿has cogido la idea?
Paula – Lo hare, un resultado seguro es que se correrá muy rápido ya lo veras y me quedare cachonda.
Antes de que llegara mi hermano me comí un buen bocadillo y otras cosas para cenar. Fuimos a cenar y dije que yo no. Mi cuñada dijo que había estado vomitando toda la tarde, etc. y mi hermano lo achaco o que había tomado algo que me sentó mal o a algún virus de los que circulan en esta época. Mi hermano se fue a su habitación después de ver un poco la TV y yo me subí con él. Yo estaba pendiente y mi cuñada cuando paso por la puerta de mi habitación me lanzo un beso. Llevaba una botella en la mano.
Ignacio - ¿Qué es eso?
Paula – Agua con limón, para que se le asiente el estómago a tu hermano, que ahora iré a ver como se encuentra y se la dejare.
Ignacio – Pues son simpáticos los amigos de Rober, sobre todo Samuel, sabe el tío un montón de futbol. ¿Cómo los has visto tú?
Paula – Que como los he visto, pues hormonas andantes.
Ignacio - ¿Y eso? ¿Qué quieres decir?
Paula – Manche la ropa que llevaba y me subí a cambiar, cuando baje no paraban de mirarme, si me agachaba miraban el escote, me miraban el trasero.
Ignacio – Tan descarado fue.
Paula – Trataban de disimular, pero una no es tonta.
Ignacio – Así que les gustaste y se pusieron cachondos contigo, que putita que eres.
Paula – No sé si ellos se pusieron cachondos, pero yo me puse como una perra y para colmo tu hermano se pone malo.
Ignacio – Y por lo que veo sigues cachonda.
Paula – Pues como estas tú también, que ya veo tu tienda de campaña. Voy a llevar el agua a tu hermano.
Ignacio – De eso nada puta primero vamos a hacer lo que yo sé.
La primera parte estaba cumplida, estaba más salido que un mono. Deduje por lo que oía que Paula se la debía estar chupando. Él le preguntaba que si le gustaría tener la polla de los tres jovencitos y ella le dijo que eso era mucho, pero lo decía de tal manera que al oírla se calentaba cualquiera. Mi hermano le pregunto entonces por sus bultos y ella le decía que se veían potente y mi hermano cada vez peor le pregunto por el negrito si sería verdad lo que dicen de ellos y ella le dijo que por lo que abultaba que sí, mi hermano no se aguantó más y se corrió. Mi cuñada le dijo que cada vez duraba menos y él le dijo que es que oír lo que le había contado le puso fuera de sí y ella le pregunto si había sido lo que había oído o lo que él había imaginado. Paula se fue a lavar la boca por lo que oía y cuando regreso a la cama.
Ignacio – Se me ocurre la idea de volver a invitarles, pero en fin de semana, por ejemplo, para ver un partido de futbol y ver cómo se comportan, como se ponen.
Paula – Tú estás loco. Y querrás encima que me vista enseñando todo.
Ignacio – Es para pasarlo bien luego cuando se vayan.
Paula – Te conozco que cuando te pones, te pones. Luego me dirás que me roce, luego que haga algo más fuete y al final me veo abierta de piernas para todos. Y luego te enfadas por salirse todo de madre.
Ignacio – Venga mujer, no seas así, si sabes que lo vas a pasar bien.
Paula – Lo mismo a Rober no le gusta.
Ignacio – Tu déjame a mí que ya lio yo a mi hermano, solo para que vengan a ver el futbol, no le diré nada más y tú tampoco.
Oí como Ignacio le daba las buenas noches y se quedó todo en silencio. Mi hermano le dijo si no iba a llevar el agua a mi habitación. Ella dijo que casi se le olvida. Ves y no tardes que mañana hay que madrugar. Mi cuñada entro en mi habitación, nos besamos y tenía el coño al máximo. Me hizo una seña de que me esperase. Salió y dijo que iba por una aspirina y por un trapo húmedo, que me había subido la fiebre. Cuando regreso con el paño húmedo para la frente, se lo puse en la boca para que lo mordiera y de forma más que bestial, la apoye y de pies me la folle, estuvimos así un ratito y fue el polvo más rápido que tuvimos, nos corrimos los dos y de qué manera. Hoy martes por la mañana, mi hermano mientras nos íbamos en el coche de forma pesada ha estado insistiendo para que vengan mis amigos a ver el futbol, ya que siempre lo ve el solo. Que, aunque el partido del Madrid y del Valencia no se sabía, que podíamos ver Atlético de Madrid las Palmas que lo pondrán sobre las 4 de la tarde y rematarlo viendo el Sevilla Málaga que es a las 9 menos cuarto de la noche. Yo le decía que uno era muy pronto y que ellos comían también y vendrían con la comida en la boca como quien dice y que el otro acababa tardísimo. Ignacio lo soluciono en que podíamos hacer una barbacoa para la comida y luego una cena. Quede en preguntar a mis amigos. Llamé a mi cuñada y le conté todo, su respuesta y con la voz que pone cuando esta cachonda fue de que era un degenerado y yo le dije sí, pero ahora mismo te has mojado de golpe y unos segundos de pausa para decirme que cerdo que eres, como sabes ponerme.