Mi cumpleaños y sus regalos (1)
Me sucedieron una serie de cosas en mi propio apartamento en mi cumpleaños número 40.
Mi cumpleaños y sus regalos
En las diferentes aventuras que he tenido con mis sobrinas esta a sido tal vez una de las más raras y rápidas que yo recuerde, tengo que decir que puede clasificar entre las de no consentido pero les aseguro que no fue una violación.
Como yo soy un tipo soltero y vivo bien, puedo decir que soy de cierta manera acomodado y no me falta nada, lo único cierto es que no soy un violador ni nada por el estilo, vivo mi vida y la mujer que quiera estar conmigo es libre de hacerlo siempre y cuando no quiera manejar mi vida, en estos momentos yo tengo 44 años y he llevado una vida plena y tranquila. Tengo 7 hermanos y todos están casados, somos 5 varones y 3 mujeres, mis hermanos han tenido hijos e hijas y las niñas están entre los 14 años y los 27 años, yo ya he tenido relaciones como con 5 de ellas. También quiero aclarar que yo no he acosado a nadie y tampoco forzado a nadie para hacer las cosas que han sucedido. En esta oportunidad la historia fue con mi sobrina María Victoria, a ella le decimos Vicky y es una belleza que cuando sucedió lo que les voy a contar ella tenía 17 años y yo 40 años, me acuerdo muy bien por que era el día de mi cumpleaños y yo quería celebrar por lo alto el haber llegado a los 40, así que invite a toda mi familia a mi apartamento para hacer una paella, hecha por mi y hacer una reunión de toda la tarde y parte de la noche, compre todos los ingredientes para la reunión lo mismo que una buena cantidad de licor, Whisky, Vodka, Aguardiente, Vino, Cerveza y por supuesto mi adorado Tequila, que sigo considerando el mejor trago del mundo.
Mi apartamento estaba lleno de gente, pero no todos mis hermanos podían estar por que algunos estaban fuera del país y otros estaban haciendo otras cosas que no vienen al caso. Mis hermanos habían enviado a sus esposas ya sus hijos e hijas el caso es que habíamos como 40 personas, todo el mundo se servía lo que quisiera tomar mientras yo me dedicaba a la cocina a preparar una deliciosa paella que un amigo español me enseñó hacer. Me la pasé casi toda la tarde en la cocina preparando la paella y de vez en cuando algún hermano o hermana venía a la cocina y me visitaba y conversábamos amenamente. Ese día mi sobrina Vicky decidió que me iba ayudar y no permitió que nadie más se metiera en la cocina, así que ella y yo preparamos la paella. Entre charla y charlo yo me servía mi tequila, y picaba los alimentos, mi sobrina también decidió que debía tomarse sus tequilas para acompañarme, claro que ella lo hacía de una manera más conservadora que yo.
Como yo ya había tenido relaciones con otras de mis sobrinas ellas querían celebrarme mi cumpleaños a mi manera pero yo les advertí que no hiciéramos nada por que podíamos despertar sospechas, así que ellas se sintieron relegadas y me dejaron solo con Vicky, solo mi sobrina Ana María me dijo al oído: Ya sé tío, ¿tú lo que quieres es acostarte con Vicky?, yo me hice el desentendido y le dije que esa no era mi intención, que a mi no se me había ocurrido, ella insistió y me volvió a decir, tranquilo tío por mi no hay problema, después te doy tu regalo de cumpleaños y si quieres yo hago que nadie te moleste. Yo tengo que decir en mi defensa que mi intención no era hacer nada con Vicky pero...
Vicky es una niña muy bella, tiene el cabello castaño claro, como le décimos aquí en Colombia, ella es mona, su piel es blanca y su cuerpo es bastante atractivo, ella tiene unos senos grandes y un trasero pequeño pero bien formado, su carita es angelical y cualquiera diría que no rompe un vidrio. Vicky iba vestida ese día con un jean descaderado azul y una pequeña ombliguera de color blanco, se veía como un bomboncito, pero tenía que pensar que era mi sobrina y que tenía solo 17 años.
Mi sobrina es muy cariñosa conmigo y cada rato me abrazaba y me daba un pico en la mejilla, en cada abrazo sus senos se me apretaban contra mi pecho y los podía sentir, sus pezones se paraban y se le notaban en su blusa ombliguera, claro que yo la miraba disimuladamente para que ella no fuera a pensar mal. Como teníamos que movernos por la cocina par alcanzar los distintos ingredientes cada rato su culito me quedaba a la altura de mi verga y sin querer en muchas ocasiones le arrime mi verga a su colita, ella no decía nada y por el contrario en algún momento ella inclinaba más su colita para chocar con mi verga, al parecer el juego le gustaba, por que se hizo evidente que en el transcurrir de la tarde y de los tequilas ella me obstaculizaba el paso colocando su cola contra mi verga para que yo no pudiera pasar, cosa que yo aprovechaba para restregársela un poco pero sin llegar a nada más. Cuando por fin acabamos la paella yo me fui a la sala y me senté a conversar con todo el mundo mientras mis hermanas y alguna de mis sobrinas ayudaban a pasar la comida.
Pasó la comida y seguimos la reunión conversando y tomando licor, cada uno el que le gustaba. Mi sobrina Vicky me atendía a mí sirviéndome mis tequilas, cosa que ella aprovechaba para tomar también. La reunión fue pasando y la gente se fue retirando para sus casas. Se venían a despedirse y yo realmente no me daba cuenta quién entraba o salía.
Como a eso de las 9 de la noche solo quedábamos como 5 personas, mi sobrina Ana María, su mamá y el novio, que no se pierden ninguna reunión y solo se van hasta que se toman todo el trago, estaba Vicky que se iba a quedar a dormir en mi apartamento por que al parecer sus padres ya se habían ido y según dijo ella debía cuidarme esa noche, aunque podría ser que pasaran a recogerla más tarde y por último un gran amigo mío que se llama Carlos y fue el que me inició en esto de comerme a mis sobrinas.
Yo estaba conversando con mi Carlos de cosas de nosotros y no nos dimos cuenta que solo quedamos mis dos sobrinas y nosotros, Ana María también se había quedado pero eso no era ninguna novedad ya que su mamá la dejaba quedar en mi apartamento desde siempre, estábamos conversando los dos hasta que mi sobrina Vicky me llamó a la cocina, yo me levanté y fui a atender a mi sobrina cuando me doy cuenta que ella estaba bastante pasada de copas, ella se me tiró a los brazos a decirme que yo era su tío predilecto y que me quería mucho, cosas de tragos pensé yo, Vicky me preguntaba. ¿Tío tú si me aprecias?, claro Vicky tú eres una niña muy linda y muy especial conmigo, le respondía yo. Ella me abrazaba otra vez y me decía que ella sentía que yo la rechazaba. Me estaba armando un drama de novela, pero com tenía mucho trago encima, tocaba abrazarla también y llevarle la corriente. En esos abrazos, Vicky me daba besos en las mejillas y me decía que me quería muchísimo, yo le respondía que yo también la quería mucho y esas cosas. Estábamos en esas cuando Ana María entró a la cocina y de dio cuenta de todo y me dijo: Tío Vicky está muy borracha, no le pares bolas, entonces Vicky decía que no estaba borracha sino que ella me quería mucho y seguimos así un rato, después le dio por que ella también quería mucho a Ana María y la abrazaba y le daba besos.
Me las llevé para la sala y seguimos conversando pasando el rato, otra vez Vicky se paró y salió hacia el baño y antes de entrar al baño me volvió a llamar:
Tío, ven para acá que te quiero decir algo. Yo me levanté y fui a donde estaba Vicky allí me volvió abrazar y darme picos y me decía lo feliz que estaba en mi cumpleaños, que me quería mucho, que yo era su tío preferido, que siempre lo había sido, que se sentía muy contenta por que yo también la quería y cosas así. Mi sobrina me tenía abrazado del cuello y seguía dándome besitos, yo también la abracé y la podía sentir completamente, sus senitos aplastados en mi pecho y sus piernas se metían entre las mías. Me seguía dando besos y yo decidí que también debía darle besitos: Tío, te quiero mucho, eres maravilloso, me decía, entre tantos besitos, nuestras bocas se juntaron para darnos piquitos en la boca, piquitos sin ningún morbo ni nada, solo piquitos. En esas estábamos cuando en un momento dado mi sobrina me dio un beso más largo en la boca, yo al principio cerré mis labios pero ella ya estaba insistiendo demasiado, así que abrí mi boca y nos dimos un beso de lengua, ella como que reaccionó un poco pero no me soltaba. Volvía a decirme que me quería mucho. Volvimos a darnos un beso en la boca con lengua y todo y este ya fue un poco más largo, me estaba calentando con mi sobrina, mi verga se me estaba parando más de la cuenta y la situación se estaba saliendo de lo normal. Mi sobrina me decía: ¿Ves cómo te quiero yo tío?, soy capaz de darte besos y todo. Yo le decía que yo también la quería mucho. Nos volvimos a dar un gran beso y ahí pensé que ya no podía aguantar más, así que la abracé con más ímpetu y la empecé a besar en serio, ella me respondía perfectamente así que mis manos se fueron directamente a sus nalgas, las empecé a acariciar suavemente y poco a poco, el sentir sus piernas y todo su cuerpo era una sensación maravillosa, la fui apretando contra mi cuerpo de tal forma que hacía que su entrepierna se frotara contra mi verga, la situación se estaba tornando más morbosa cada vez, mi sobrina estaba respondiendo muy bien y se dejaba hacer cada vez más entregada, se sentía delicioso abrazar ese cuerpecito tan maravilloso, las caricias iban en aumento y nos estábamos restregando el uno contra el otro, yo me le estaba devorando su boca y estaba perdiendo la cabeza.
En un segundo Vicky se despegó de mí y me dijo: Tío tengo ganas de orinar. Yo la solté a mi pesar y le abrí la puerta del baño y la vi entrar, mi sobrina me dijo: Ven tío, no me dejes sola. Ella me hizo entrar al baño con ella y cerré la puerta tras de mí, estaba como alucinando. Mi sobrina se fue bajando los jeans y fueron apareciendo sus nalguitas perfectas debajo de un panty negro muy sexy, no lo podía creer mi sobrina iba a orinar delante de mí, se bajó los pantys y se dio vuelta y le pude contemplar su monte de venus con unos pelitos claros, aunque un poco más oscuros que su cabellera. Se veía perfecta, sus hermosas piernas y su figura de mujer, que delicia pensaba para mis adentros, se sentó en la taza sin ningún pudor y la observe detenidamente como abría sus piernas y aparecía su cuquita abierta para poder orinar, vi salir el liquido y me excite como nunca, en ese momento me hubiera podido meter entre sus piernas y beber de sus orina. Estaba como loco, se veía realmente hermosa. Se levantó y observé sus jean en el suelo y sus pantys en sus pies, las escenas era inolvidable, me le acerqué y la volví a tomar entre mis brazos y le di un beso muy morboso, me la quería comer todita, ella se dejaba, pasé mi mano por su cuquita y ella solo atinó a jadear un poco pero me abrió las piernas para que mis dedos recorrieran su cuquita todavía mojada.
Empecé a masajearla con mis de dedos y la recorría de atrás hacia delante, ella estaba perdida, su mirada no se podía definir, estaba entregada a mi mano y a mis besos.
En un momento ella me pidió débilmente que la dejara: Tío, suéltame, tío ya no más, tío por favor, no está bien, esto no está bien. Yo le dije: Déjeme, mi amor, estas muy rica, déjame un ratico más, no te va pasar nada. Ella se limitaba a jadear y a gemir un poco, pero sus piernas no se cerraban y sus manos no me detenían, mientras tanto yo seguía metiendo mis dedos en su cuevita, estaba super mojada, pero insistía, ya tío, no más déjame, déjame, pero yo no podía parar, mis ideas estaban en otra parte.
En un movimiento rápido me arrodillé y metí mi cabeza entre sus piernas y apunté mi lengua a su cuquita ella solo me tomó la cabeza con sus manos y guiaba mis embestidas, trataba de abrir más sus piernas pero el jean en sus pies no la dejaban. Con una mano le levanté un poco uno de sus pies y pude sacarle el jean y el panty, así quedó liberada y le levanté un poco una pierna y pude meter mi cabeza muy bien entre sus piernas, empecé a chupar su cuquita así como todos sus jugos.
Ella insistía, tío no más que me vas a matar, no puedo más tío, no puedo más, me agarró mi cabeza y me apretó lo más fuerte que pudo. Estaba teniendo su primer orgasmo de la noche, yo me bebí todos sus fluidos y me separé de ella. No la deje reaccionar y tomándola por la cintura la hice voltear y me senté en la taza al tiempo que la hacía que se sentara encima de mí, mis manos no dejaban de recorrerla, le separaba otra vez las piernas y desde atrás le acariciaba su cuevita tiernamente, ella separaba sus piernas y me dejaba hacer, desde su orgasmo no pronunció ninguna palabra más, creo que mi sobrina estaba en otro mundo, apoyo su cabeza en mis hombros echándola hacia atrás, en un rápido movimiento yo como pude me saque mi verga la senté en ella. La sensación de poner mi verga bajo sus nalguitas casi hace que me viniera a chorros, no sé cómo pero me contuve, mi verga se abría camino entre sus nalguitas, ella se movía para acomodarse mejor, al sentir mi verga empezó a gemir y a mover sus caderas de un lado para otro como si ya supiera lo que tenía que hacer, por mi mente pasó la idea que ella ya había tenido experiencia por que colocó sus manos en mis piernas y se empezó a mover cada vez mejor pero mi verga todavía estaba en su culito, en una de sus pequeñas levantadas metí mi mano y pude dirigir mi verga hasta su cuquita, ello lo sintió por que empezó a jadear más fuerte y a moverse mejor para lograr que mi verga se fuera metiendo en su cuquita, cuando me di cuenta mi sobrina ya había logrado que mi verga estuviera entrando en cuevita, ella estaba manejando la situación, por mi posición no podía hacer casi ningún movimiento, se estaba comportando como una maestra, se levantó un poco y se sentó rápidamente, mi verga había entrado completamente, estaba toda enterrada en ella. Vicky empezó a gemir y a balbucear palabras que no entendía. Seguía subiendo y bajando, mi verga entraba y salía, entraba completamente y casi la sacaba toda, estaba gozando, como dije ella controlaba toda las embestidas, ella misma fue acelerando las embestidas y yo solo podía meter mis manos entre sus senos y apretujarlos, yo le decía: Que rico, mi putica, te mueves delicioso, sigue mi amor, dale más mi putica. Mi sobrina aceleraba cada vez más los movimientos. Yo quería botar mi lecha ya pero no quería darle ese gusto, así me contuve lo que más pude hasta que ella misma se detuvo en un orgasmo inmenso, tensó fuertemente todo el cuerpo y se dejó caer encima de mí ya sin las manos en mis piernas, estaba casi desgonzada, yo aproveche para darle los últimos empujones, le clave mi verga hasta el fundo como en 10 oportunidades con todas mis fuerzas, quería que sintiera mi verga en todo su esplendor. Con el último esfuerzo me vine a chorros, creo que solté un litro de leche, como nunca casi grito yo del placer tan maravilloso que había tenido. Mi sobrina siguió encima de mí un buen rato mientras yo la seguía acariciando por todos lados, le dije que había estada maravillosa y que habíamos tenido un polvo excelente, ella solo me abrazó y me dio un beso muy profundo.
Como mi sobrina estaba ya bastante ida, me tocó ayudarla a ponerse el pantalón, pero solo eso la deje los pantys me los guardé en mi bolsillo, siempre lo hago. Es como el recuerdo más preciado para mí. La vestí y la tomé de la cintura y salimos del baño. Vicky estaba totalmente acabada, no reaccionaba. En un principio pensé que había sido que su silencia me estaba recriminando por lo que había hecho pero después me di cuenta que era que los tragos la habían dejado K.O.
Cuando salimos del baño llamé apresurado a Ana María y ella corrió a mi encuentro, como vio que llevaba abrazada a Vicky, me miró a los ojos y con una mirada cómplice se río, yo le dije: Ana por favor hay que llevar a acostar a Vicky, está muy mal, ayúdala tu. ¿Sí?. Mi otra sobrina me dijo que entre los dos la lleváramos, la fuimos llevando al cuarto para acostarla, entramos al cuarto y le dije que ella debía acostarle pero Ana me dijo: No, tío, no te vayas me tienes que ayudar, yo le respondí, pero mi amor, tienes que desvestirla y esas cosas, ella me respondió, no te hagas el tonto tú la acabas de ver toda, así que me tienes que ayudar, yo no pude decirle que no. Ana María me preguntó si había acabado dentro de ella y yo asentí afirmativamente, entonces me pidió que si yo tenía pastillas para el día después. Yo fui hasta mi habitación y se la di. Ella me dijo: Tío eres tremendo, vas acabar con toda la familia. Yo le sonreí y le dije que no había sido mi culpa, ella casi me obligó hacerlo. Ella me miró con cara de no creerme y me dijo: Tío, tu amigo no hace si no hacerme propuestas indecentes me tiene cansada, yo solo quiero hacerlo contigo. Y en ese momento me dio un beso en la boca. Yo le respondí, no le pares bolas a mi amigo, seguramente está muy borracho y no sabe lo que dice, además quien no te tendría ganas con ese cuerpo tan espectacular que tienes. Ella puso mi su mano en mi verga y me dijo: Lo que tu digas pero yo no quiero hacer ningún trío ni nada por el estilo. Tu amigo es muy morboso, él me decía que tú estabas comiéndote a Vicky, que por qué no hacíamos la mismo, yo le decía que estaba loco, mi tío es incapaz de hacer una cosa así, pero él me dijo que tu le habías contado cosas. ¿Tío tu le dijiste lo de nosotros?, yo le respondí que no, que cómo se le iba a acurrir tal cosa, que yo no iba andar contando cosas privadas. La sonrisa de mi sobrina me dio indicios de que ella se había armado una película en la cual ella era la invitada especial, pero no sabía lo que esa noche le esperaba, bueno ni yo tampoco.
En resto de la historia queda para otra ocasión, sé que me van a llegar correos insultándome pero yo creo que no busqué hacer nada, no es que me esté haciendo el desentendido pero si creo que las circunstancias me llevaron a hacer esto, o mejor las cosas me fueron llegando y solo tuve que hacer lo que cualquier ser humano morboso haría. Si quieren escribirme a mi correo electrónico y hacer sus comentarios y contarme historias similares pueden hacerlo a nacho130462@yahoo.com