Mi cosita (2)
La protagonista sigue experimentando su pasion por la exhibicion haciendose cada vez mas atrevida.
Desde la experiencia del autobús no pasaba ni un solo día en el que no me vinieran a la mente las escenas vividas aquella tarde, deseaba volver a sentir esas sensaciones, y no había noche que no me tocara recordándolo todo pero la verdad es que no sabia muy bien como poder provocar una situación parecida, y no me veía con gabardina y desnuda debajo, la verdad es que no.
Fueron pasando los días, y quitando algún fin de semana que con mis amigas enseñaba más o menos según la ropa que habíamos decidido ponernos, no hacia nada interesante, a parte ya que el hecho de dejarme ver como antes con mis amigas no me provocaba ninguna emoción.
Una arde quede con mi madre después de las clases en un centro comercial para acompañarla a comprar unas cosas para casa, a la hora fijada nos encontramos en la entrada de dicho centro y las dos nos encaminamos hacia la cafetería a tomar un café antes de empezar nuestro periplo de compras, nada mas sentarnos en una mesa de la terraza observe que un hombre de unos treinta y tantos años que estaba justo enfrente mió no dejaba de observarme, y la verdad no sabia porque ya que iba con el uniforme, falda negra y verde a cuadros tableada por encima de la rodilla, calcetines negros, polo blanco, jersey negro de pico y un anorak por debajo de las rodillas.
Cuando mi madre fue a pedir los cafés aproveche para quitarme el abrigo, al ponerme de pie, observe como el hombre me miraba al tiempo que me fije como se llevo la mano a la entrepierna, ver eso y venírseme toda la historia del bus a la cabeza fue uno, enseguida sentí como una quemazón en mi sexo, decidí sentarme sin poder evitar mirar de reojo al tipo, nada mas sentarse mi madre abrí las piernas disimuladamente por debajo de la mesa, al mismo tiempo que hablaba con mi madre observaba al hombre que en ese momento tenia la vista perdida debajo de mi mesa, pasado un rato baje mi mano para rascarme la rodilla haciendo que sin querer mi falda se subiera lo suficiente como para que el tipo pudiera ver mis braguitas sin ningún problema, el saber que me miraba hizo que mi sexo se empapara y si no fuera por que estaba con mi madre al lado quizás habría sido mas atrevida.
Seguí en esa posición abriendo y cerrando ligeramente los muslos para deleite del mirón hasta que decidimos irnos, al pasar por su lado pude contemplar como su excitación era evidente por mucho que intentara disimularla poniendo la mano por encima.
Yo me sentía muy caliente y solo giraba en mi mente la posibilidad de repetir esa escena.
Entramos en el supermercado del centro y diciéndole a mi madre que iba a mirar unos discos nos separamos quedando en buscarnos por móvil.
Me dirigí hacia la sección de música pero no encontré lo que buscaba con lo que comencé a pasear por los pasillos en busca de mi madre, al pasar por la sección de zapatería vi a un hombre que apoyado en el carro observaba como su mujer se probaba unos, nada mas pasar a su lado sentí su mirada recorrerme el cuerpo, así es que decidí pararme a mirar los zapatos para que pudiera verme bien, cogiendo un par me senté en el banco y poniendo el pie encima de la rodilla comencé a desatarme el mió, en esa postura estaba claro que todo mi muslo derecho se mostraba perfectamente y eso me lo confirmo el hombre al cambiarse de sitio para ver mejor, disimuladamente, como si no me percatara de que estaba ahí, me gire lo suficiente para que pudiera ver mas que el muslo, en esa postura era bastante fácil, la mirada que recibí fue como un latigazo en mi sexo ya de por si húmedo de la situación anterior.
Pero yo deseaba mas, así es que poniéndome de pie me acerque a la estantería cercana donde estaba el hombre, me agache mirando el genero que había abajo pero dándole la espalda a el, en esa posición abrí los muslos y me aparte las braguitas a un lado dejando libre mi sexo al tiempo que dejaba que mi falda resbalara por mi muslo lentamente, en ese momento sentía como el corazón me latía en la sien con muchísima fuerza al tiempo que mis pezones se ponían duros hasta el punto que al rozarse contra el sujetador me provocaban escalofríos por toda la espalda, por fin cogiendo aire me gire sin dejar de mirar los zapatos pero girando la cadera hacia el desconocido, de reojo pude contemplar como el hombre se sorprendió al ver mi sexo libremente, pude ver como se coloco incomodo el paquete en el pantalón lo que me dio a entender que la tenia dura, yo me sentía excitadísima, así es que moviéndome me fui acercando hasta donde estaba el, hasta el punto que casi nos rozamos, su mujer estaba en el otro lado de la estantería por lo que el tipo pudo mirar sin problemas, que era lo que yo mas deseaba, al rato di por finalizada la sesión y decidí seguir buscando a mi madre.
Me sentía importante, fuerte y terriblemente atractiva, esas sensaciones me encantaban, sin olvidar por supuesto lo excitada que estaba, la sensación de humedad entre mis labios, el deseo de tocarme y no poder hacerlo hacia aumentar mi estado.
Cuando encontré a mi madre ya había acabado de comprar y estaba esperando en la caja, al salir decidimos dar una vuelta por las tiendas, paseando por los brillantes pasillos podía contemplar en algunas baldosas mi sexo expuesto debajo de la falda, lo que me producía pequeños espasmos de placer al saber que quizás alguien también podría verlo.
Mi excitación iba en aumento, quizás mas que nada por la necesidad que tenia de tocarme, pero claro, eso era imposible, nos paramos cuando mi madre decidió entrar en una tienda de ropa de casa, yo me quede fuera, estábamos en la segunda planta y ante mi se extendía la larga escalera mecánica llena en esos momentos de gente subiendo y bajando, la barandilla era de acero inoxidable y cristal por debajo por lo que decidí apoyarme en ella con la esperanza de que alguien al mirar para arriba me viera.
Mi necesidad aumentaba, quería tocarme, así es que entrando en la tienda busque a mi madre para decirle que me iba al baño, tras quedar con ella en un sitio, me fui hacia allí.
Entre en el ascensor y pulse la planta donde se encontraban los servicios, al salir un pasillo que conducía a dos puertas, hombres y mujeres, una idea arriesgada me paso por la mente, pero mi excitación era mas que mi precaución así es que entre en el de hombres que en aquel momento solo tenia a dos clientes que se me quedaron mirando con cara de sorpresa, yo sin mirarlos me acerque al baño de minusvalidos y entre en el dejando la puerta abierta, sentía mi corazón correr salvajemente al tiempo que mi respiración iba totalmente acelerada, ahí parada enfrente de la puerta abierta los nervios me devoraban, por fin decidí hacerlo, me saque la falda y me quite las bragas para después sentarme en el water, abrí mis piernas todo lo que pude y cerrando los ojos comencé a tocarme, sentía mis dedos chapotear entre mis jugos al tiempo que estos aumentaban por las caricias y mi excitación por la situación, comencé a tocarme el clítoris rápidamente, cuando por fin abrí los ojos casi me da algo, los dos tipos que estaban en el baño estaban dentro del water junto con otro, en definitiva tres hombres dos de los cuales tenían su polla fuera y se estaban tocando mientras miraban como me masturbaba, el ver esas pollas duras ante mi me descompuso, no podía dejar de mirarlas mientras mi mano seguía acariciando mi clítoris duro como una piedra, sentía miedo a que la situación se descontrolara pero al mismo tiempo una sensación de excitación brutal, sin dejar de tocarme me subí el jersey hasta pasarlo por encima de la cabeza, quería que me vieran bien, luego saque mis pechos del sujetador, mis dos tetas quedaron a la vista con los pezones totalmente duros y de punta, esto hizo que el otro hombre entrara dentro del pequeño recinto y se me acercara, en ese punto me asuste un poco, pero no por eso deje de tocarme, aunque la verdad es que no hubiera podido, tal era mi excitación, cuando el tipo estaba a menos de medio metro de mi, vi como se abrió su pantalón sacándose la polla, esta era grande y venosa, y sin dejar de mirarme comenzó a tocarse, pronto se acercaron los otros dos, quedando rodeada, estaba extasiada mirando como esos miembros a menos de treinta centímetros me miraban, hasta mi llegaba el olor de sus sexos, veía como sus manos subían y bajaban cada vez mas rápido hasta el punto en que note que iban a correrse, entonces cerré los ojos gozando de la situación, cuando note el calor de la primera corrida sobre mi cuerpo acelere el ritmo llegando al clímax y corriéndome salvajemente.
Cuando los espasmos que me recorrían cesaron abrí de nuevo los ojos para ver como solo dos de los hombres me miraban, y uno de ellos aun seguía masturbándose mientras el otro se escondía sus herramienta, este ultimo por fin exploto llenando mis pechos de su leche caliente, sin decir nada se fueron dejándome sola, sentía todo mi cuerpo sudado y en tensión, deje que pasaran unos minutos para recuperarme y por fin me limpie con papel los restos de semen que tenia en el cuerpo para luego ponerme bien la ropa de la parte de arriba y por fin la falda, cuando salí de ahí en busca de mi madre no había nadie en el baño
Ya en el coche de regreso a casa volví a memorizarlo todo, me sentía orgullosa y capaz de cualquier cosa, eso me gustaba, a parte de que cada vez sentía mas intensa la necesidad de volver a repetirlo.
Dejarme comentarios si deseais que os siga contando mis aventuras. Gracias.