Mi cómplice y yo debutando en club de intercambio
Nos habíamos conocido hacía poco tiempo, pero pronto nos contamos nuestras fantasías y nos poníamos a mil solo con pensar en las ganas que teníamos de hacerlas realidad. ¿Una de ellas? Ir a un club de intercambio de parejas.
Hola a tod@s . En lo único que voy a mentir es en nuestros nombres. Así que ella (mi cómplice encantadora y morbosísima) va a llamarse Elena aquí y yo Sergio. Ahora tenemos 34 ella y 41 yo, pero esa ocasión fue hace 2 años así que... es fácil la cuenta.
Cómo nos conocimos y qué hicimos hasta entonces lo dejaré para otros relatos, igual que cosas que hicimos también después.
En la introducción ya os he dicho que una de nuestras fantasías que queríamos realizar lo antes posible de lo calientes que nos ponía a los 2 solo de pensarlo era ir a un local de intercambio de parejas. Vimos que había uno en zaragoza y nos hicimos una escapada de fin de semana para allá. Entramos por la tarde en el hotel y estábamos ya los dos calentísimos. De normal, por esa maravillosa complicidad que tenemos, nos encencemos fácilmente haciéndonos lo que sabemos que nos gusta a cada uno. A mi me encanta notarla nerviosa de la excitación, acariciarle y sobarle las tetas, que reaccionan al momento, hacer lo mismo con su culo y su coño todo rasurado... Me vuelve loco cuando hace una cosa que nunca antes había hecho ella y que conmigo lo hizo de manera natural desde el primer día: Ponerse a 4 patas o inclinada con las piernas abiertas y separarse ella las nalgas para enseñármelo todo bien enseñado... "Joder" es lo que suelo exclamar cuando hace eso, mientras yo me pajeo pasando mis dedos, mi boca y mi lengua por ahí... Siempre está humedísimo, pero nos gusta que le eche saliva y resbale por su ano y coñiyo. Pero pronto se gira porque lo que más le gusta (afortunado yo) es comerme la polla. La tengo normal. No es un pollón pero a Elena le encanta y se puede pegar rato y rato con su boca haciendo de todo con mi polla... y también lamerme el culo, que me pone a mi también cachondísimo. Yo creo que el truco es que los dos nos hacemos lo que queremos y lo que nos gusta y que precisamente nos pone cachondos el ver que nos hacemos disfrutar.
Así que en el hotel tuvimos una buena sesión, un poco nerviosos por si lo que nos encontraríamos en el local no nos molaría, pero también teníamos claro que de ser así, media vuelta y a jugar entre nosotros, o buscar otras opciones si se presentaban. Pero para superar un posible primer momento nos tomamos entre juegos y juegos, unas cervezas en la habitación y luego salimos a cenar de tapas y vinos. Ella se puso un vestido algo corto, pero no exagerado, y debajo unas medias con liguero, tanga y sujetador, Vamos, muy accesible si nos apetecía lo que fuera en un momento dado. Yo vaqueros, camisa blanca, zapatos y boxer grises. Hicimos un poco de tiempo tomándonos una última copa porque pensábamos que abrian más tarde, cuando no era así y podríamos haber ido antes y haber disfrutado aún más tiempo.
El caso es que llegamos a la puerta, con un videoteléfono. Llamamos,nos sonreímos como los cómplices que somos y pronto nos abrió la encargada del local.Estábamos un poco nerviosos pero mucho menos de lo que esperábamos. La emcargada nos saludó muy amable, nos preguntó si era la primera vez que íbamos a ese local y como así era (ese y cualquier otro local), nos hizo el tour por el local. Primero la barra, donde habia in par de parejas, unos sofás junto a la barra para estar más "modositos", o no. Como quiera cada uno. Luego, tras una cortina estaba la "pista de baile", que permitía ya mas juegos, con esa oscuridad y un enrejado a un lado, por donde podían aparecer sorpresas con las que jugar si ella quisiera. Yo no tengo ningún problema con que juegue también con otras pollas, o coños..., ni ella con que otra chica juegue con mi polla. Lo único que queremos los 2 es que hagamos lo que hagamos (siempre que sea algo que nos guste a los 2, claro) estemos juntos. Luego había unos pequeños apartados con sofás y como cierre, si se quiere, unas cortinas. Más al fondo una habitación con una cama redonda enorme que en ese momento estaba vacia y luego una sauna.
Tras el tour regresamos a la barra con la encargada y nos pedimos unas copas. Nos preguntó si nos había gustado el sitio y le dijimos que sí, pero que estábamos un poquito nerviosos porque era nuestra primera vez. La verdad que a cada segundo el nerviosismo iba bajando y la excitación subiendo. Yo, en un momento dado y para romper el hielo, le dije a la encargada que Elena era muy morbosa y que estábamos deseando jugar, y que si quería que le enseñara el culito de Elena. La encargada, experimentada dijo con naturalidad que si, yo miré a Elena, que se giro hacia la barra quedando yo a un costado y la encargada detrás y le levanté el vestido enseñando bien su culo. "¿qué te parece su culo?" le pregunté. Ella dijo que muy bonito. Eso me excitaba a mi mucho y sabía que a Elena también, y su cara además lo demostraba. Luego le dije que podía tocarlo... es más, que me gustaría que lo hiciera...Y lo hizo. Le acariciamos entre los dos el culito a Elena, haciendo comentarios de lo que me gustaba y sonriéndonos los 3. Nos quedamos luego los 2 sólos y, como no había nadie en la barra y estábamos muy excitados, acabamos rápido las copas y decidimos ir a investigar a la pista de baile. Ufff!
Íbamos ya los 2 bastante cachondos, y nada más entrar dimos con una primera pareja, semidesnudos, metiéndose mano. Nosotros hicimos lo mismo a su lado y tras tocarnos con ellos para comprobar que les apetecía jugar con nosotros, Elena, sin dudarlo un momento, se arrodilló y se colocó entre mi polla y la del otro tío (los 2 las teníamos fuera ya) y empezó a hacernos una mamada de las suyas. Alternaba las pollas en su boca mientras yo sobaba el culo y las tetas de la otra chica. Creo que ella se puso un poco celosa por cómo se la estaba chupando Elena de bien, así que tiró de su pareja con disimulo para salir de la pista. Eso sí, el otro tío y yo teníamos la polla ya en todo lo alto. Otra pareja jadeaba a nuestro lado. Él estaba apoyado en la pared, follando a su chica, que estaba de pie, inclinada, de espaldas a él. Elena se acercó a chuparle un poco la polla al tío y yo me puse delante de ella, sobándole sus tetas sudorosas y besándole mientras ella, que gemía a base de bien, se dedicaba a pajearme con una mano. Estuvimos así unos pocos minutos y Elena me propuso ir a conocer otro sitio. En concreto, alguno de esos apartados con sofás que os he comentado.
Entramos en uno en el que había una pareja en uno de los 2 sofás.Allí empezamos a besarnos delante de la otra pareja, que también andaba igual. Pronto me bajó Elena los pantalones y bóxer y yo le quité el vestido. se arrodilló entre mis piernas y empezó a darme una de esas gloriosas mamadas que os he dicho que hace, a la vez que yo veía también cómo miraba la otra pareja. Les hice un gesto para que supieran que podían acercarse si querían y eso hicieron. Primero el tío se puso a acariciarle el culo a Helena un poquito y luego pasaron los 2 a nuestro sofá, sentándose uno a cada lado, mirando cómo me la chupaba y acariciándole las tetas, culo y coño a Elena los 2. Yo estaba en la gloria, encendidísimo y no había más que mirar a Elena para comprobar que ella estaba igual o más cachonda que yo.
Como nos enteramos al entrar de que el local cerraba antes de lo que pensábamos, teníamos "prisa" por conocer todos los lugares del local que nos fuera posible, así que nos levantamos, vestimos de nuevo y fuimos a la habitación de la enorme cama redonda. Allí nos encontramos a la pareja del principio, que estaba desnuda del todo y follando como locos. El tumbado boca arriba y ella, gimiendo como una loca, de rodillas sobre él. Nos desnudamos también nosotros. Elena se arrodilló y se puso a comer tanto la verga del tío cuando salía de vez en cuando, como el clítoris y el coñito de ella. Yo me puse de pie y ella se dedicó a darme una mamada buenísima, ahogando sus gemidos. Entró otra pareja en el cuarto, también desnudos, y se dedicaron a mirarnos primero y luego a sobarnos... Era una gozada tener a aquella chica haciéndome una mamada toda excitada y la otra chica acariciándome ahí donde podía mientras veía a Elena que a la vez que seguía entregada a la tarea de satisfacer a los dos, estaba siendo sobada por el otro tío.
Así estábamos cuando llegó la encargada para avisarnos que dentro de poco iban a cerrar el local, así que a los dos nos apeteció cambiar para hacer una última cosa. Nos fuimos de nuevo a uno de esos apartados, pero era uno que estaba más abierto. Elena me hizo sentar y de nuevo se arrodilló entre mis piernas. En esta ocasión teníamos una pareja nueva frente a nosotros. Ella volvió de nuevo a darme placer (menudo placer) oral y yo le levanté el vestido para que la otra pareja le viera el culito con la tanga... De vez en cuando me incorporaba un poco para apartarle la tanga y abrirle las nalgas y enseñarles el precioso paisaje que podía verse de mi maravillosa "cómplice". Ellos miraron al principio y luego se acercaron para empezar a sobarle también entre los dos. Así estuvimos hasta que me corrí en su cara (a mi me gusta aguantar mucho sin correrme y que Elena se corra todas las veces que sean posibles, que aquél día fueron bastantes), sobre todo porque iban a cerrar el local.
Me quedé vacío, con toda la leche que salió después de tanto rato de semejante calentón. Luego nos tomamos una copa rápida (después de vestirnos y asearnos) con la última pareja y fuimos hablando. Tan rápida que tuvimos que dejarlas a medias, así que salimos a la calle los 4 y seguimos hablando y... ¿algo más? Lo dejo también para un posible próximo relato, así como una cosa que me comentó Elena que le gustaría haber hecho y que, si es posible que vayamos en breve, seguramente haremos realidad.
Espero que os haya gustado. Yo reconozco que mientras lo iba escribiendo recordaba esos momentos y no podía evitar excitarme.
Hasta pronto. Saludos.