Mi compañero de universidad

De como logro aceptar que me he enamorado de un hombre.

Hace ya algunos meses que quería escribir algo, mas no podía, por que quería que mi primer relato fuera real y por fin, después de casi 2 años, algo en mi vida cambio.

Me presento; me dicen beto, tengo 19 años, soy estudiante de ingeniería en la universidad de Chile y es justamente en mi facultad donde ocurre la mayor parte de lo que aquí relato.

Desde que me acuerdo, que me han gustado las mujeres, es increíble lo bien que me siento estando con una persona que siento me ama, aun que realmente no sea así, mas si yo lo siento así, soy feliz por un momento. Y es eso lo que siempre he buscado, amor. Y nunca

creí que me podría enamorar de uno de mis compañeros de universidad, es increíble que lo diga así, ya que hace algunos años no se me hubiera pasado por la mente decir palabras como estas, me refiero a que siempre me consideré heterosexual, y ahora sin mas ni mas puedo decir que soy bisexual.

Cuando salí del colegio, di la prueba de selección universitaria (PSU) y, para mi sorpresa, me fue mejor de lo que creía, es decir, pude optar a una de las mejores carreras en una de las mejores universidades chilenas.

Durante los primeros meses de carrera, me fue un poco complicado acostumbrarme al ritmo de universidad, si bien estudié en el mejor colegio publico de mi país, la universidad y el colegio son muy, pero muy diferentes, es decir, si en el colegio estudiaba para los exámenes dos días antes de darlos, en la U. tenia que estudiar dos semanas antes para estos. Y es precisamente por ello que me tuve que meter en un tipo de reforzamiento, o no sé, una ayudantía o algo así, durante algunos días me sentí demasiado bueno para estar allí, me sentía superior al resto, dirán que soy soberbio, pero así me sentía; a medida que pasaron los días, fui conociendo gente, hice amigos y amigas, y una persona en especial me llamó la atención, no sé por qué, aquel chico si bien no era perfecto, algo tenia que me provocaba mirarlo, nunca me había sentido así, es una sensación rara , es como si aquella persona, fuera el retrato de la perfección que yo buscaba, no por lo físico, sino que por su forma de ser, su agradable mirada, esa sonrisa , que hace que cualquier persona se estremezca, no sé como explicarlo, pero a medida que pasaban los días más me gustaba aquel chico, y poco a poco fui notando que, al parecer yo también le gustaba a él; lo noté en su mirada, lo noté en el momento en el que trataba de acercarme a él, el se ponía nervioso, su mirada me llamaba a gritos y no podía sacármelo de la cabeza, no podía, en las noches soñaba con él, solo pensaba él y aun ahora, no dejo de verlo en mi mente.

En las clases de ayudantía, poco a poco nos fuimos acercando, pero de una forma tímida, yo, principalmente, no sabía como enfrentar esta situación, asi que opte por lo mas sano, y a la vez lo más complicado, sacármelo de la cabeza, reprimir mis deseos y dejarlo hasta allí, no podía aceptar la idea de enamorarme de un hombre, no sabía a qué me enfrentaba, es decir, ¿y si me rechaza?, ¿y si lo pierdo como amigo?, no sabia que hacer, no sabía de que forma enfrentarlo, no sabia si lo que veía en sus ojos era amor, pasión o solo era una mala interpretación de mi parte, asi que trate de ser su amigo y solo eso, ya que aquella persona, no la podía perder de ninguna forma, es eso lo que más miedo me daba, perderlo, perderlo para siempre, ya no tenerlo ni siquiera como amigo.

Me parece que no he dado el nombre de él, pues bien, su nombre es Juan.

El tiempo pasaba y cada vez nos hacíamos más amigos, y parecía ser que lo que alguna vez interprete como una mirada un poco pasional hacia mi, fue un gran error, eso me lo dije el día en que me presentó a su polola, francisca, aquella linda mujer que parecía estar enamorada de él asi que poco a poco la idea de ser más que amigos se fue desvaneciendo en mi mente y no quedó mas que en una tontería e mi parte.

Ya casi a mitad de mi primer año de universidad, éramos muy, pero muy amigos, salíamos a fiestas, yo me quedaba en su casa a dormir, y por supuesto el en la mía también,

Claro que nuestras situaciones económicas eran o mejor dicho son muy diferentes, el, es Rico, yo, por mi parte, soy un becado, de situación socioeconómica media, mi casa es el living y comedor de la de él, esa sencillez que tiene, me hizo verlo aun más como la persona perfecta.

En julio, cerca de mi cumpleaños, se me ocurrió hacer una fiesta pero como mi casa es muy chica según yo, el habló con sus padres y me prestó su casa, los tíos, como yo les digo a sus padres, no tuvieron ningún problema en prestarme la casa, ya que me tomaron aprecio en el poco tiempo que me conocen, y dicho y hecho, fue la gran fiesta, fueron todos mis conocidos, e incluso gente que en mi vida había visto, pero que parecía que me conocían y si no, eran unos grandes mentirosos.

Los tíos nos dejaron la casa a nosotros dos y ellos se fueron a dormir, aunque creo que poco pudieron por el ruido de la fiesta. ya casi al final de la fiesta, estábamos Juan , su polola, Karol, una de mis mejores amigas y yo, y nos pusimos a conversar ya casi eran las seis de la mañana y nosotros seguíamos hablando y tomando, aunque puedo decir que no bebo demasiado, siempre he tenido esa precaución, por que toda mi vida la he pasado mal por tener un padre y un hermano alcohólicos , como que a mi padre le tengo rencor por como me crió entre gritos y escándalos, siempre mi madre llorando y siempre el borracho, pero mejor no me salgo del tema ,y así estuvimos hasta que nos bajó el sueño y decidimos ir a dormir un rato, Juan y yo nos quedamos en su pieza, y la polola de Juan y Karol se fueron a otra.

Ya en la pieza, seguimos conversando, hasta que yo me quedé dormido, no pasó mucho tiempo cuando siento que un brazo está sobre mi pecho, me despierto y miro a mi alrededor y era mi amigo que entre sueños se acomodaba, se veía tan lindo durmiendo, era tierno y lindo a la vez, esa imagen de un niño inocente durmiendo abrazado de mi me provocó tal ternura que no me aguanté las ganas y le comencé a acariciar la cabeza y en un instante lo becé en la frente y seguí durmiendo.

Desde ese momento, se despertó en mi algo que nunca antes había sentido, era como una obsesión el poder besarle los labios y ser correspondido, pero seguí siendo solo uno de sus amigos, no me atreví a decirle , que el me estaba volviendo loco, hasta este año.

Durante las vacaciones de verano, cada uno se fue por su lado y no lo vi en mas o menos un mes y medio, hasta marzo de este año, cuando volvimos a clases, y por suerte ahora somos compañeros en todos los ramos.

Ya reincorporados en nuestra rutina de universidad, como que el stres pos vacaciones nos llegó o no sé por que, pero decidimos tomar algún deporte, como nunca he sido bueno para el fútbol, desde pequeño que busqué otra alternativa, y siempre me gustó el Karate, practiqué 4 años durante mi adolescencia y solo me retiré cuando entré a la U, así que convencí a Juan para que practicara conmigo.

Aquel jueves después de clases me fui al gimnasio a entrenar, a esa hora no había entrenamiento, mas yo quería practicar solo y para allá me fui, en eso estaba, practicando, cuando aparece mi amigo, Juan, diciendo que venia a entrenar, se cambio ropa y se puso a practicar también, así que le propuse un combate, sin puntos, solo por juego, y en un descuido, dejó su guardia baja, y me aproveché de eso y le pegué en la boca del estomago, no pensé que le había pegado fuerte, si hasta siguió moviéndose como si nada, y de repente me dice: ¡¡espera, espera!!… me quedé sin aire

Se sentó y poco a poco recuperó el aliento, mientras yo lo veía, me acerque para preguntarle si estaba bien, si le había pasado algo y de repente se para y se abalanza sobre mi, no podía sacármelo de encima, el es un poco mas macizo que yo y como pude notar más fuerte también. Me boto al suelo y me agarró las manos, inmovilizándome, el estaba sobre mi evitando que hiciera cualquier movimiento, fue entonces que preguntó si me rendía y yo a gritos le dije que no, y entonces, mirándonos a los ojos, Juan me besó, me besó, me dio un bezo y yo no supe qué hacer, traté de esquivarlo, no sé por qué, eso era lo que quería desde que nos conocimos, y solo atiné a mover la cara, Juan me soltó y se alejó rápido de mi pidiendo disculpas por lo que había hecho, diciendo que fue un error , que no sabía que le había pasado, que no lo quiso hacer, que no me enojara, que no me quería perder como amigo, yo, aun no sé por qué, solo atiné a salir de ahí, salí rápido y me fui a mi casa, lo dejé solo y parecía triste.

Cuando pude pensarlo un poco mejor no entendía por que había reaccionado así, no dije nada, solo me fui, como si me hubiera molestado, y fue justamente lo contrario, me gusto, me gustó mucho, ese bezo era lo que había querido desde que lo conocí, y yo solo corrí como un cobarde que no quiere aceptar sus verdaderos sentimientos, su tendencia homosexual reprimida, como un cobarde que no fue capaz de luchar por lo que realmente quiere.

Durante los días que siguieron traté de evitarlo, traté de no hablarle, reprimiendo mi anhelo de besarlo, reprimiendo mis sentimientos, y parecía triste, parecía que el mundo se le acababa, lo noté en su mirada, lo noté en sus ojos, esa mirada que tanto me gustaba, lo noté en esa sonrisa que ya no aparecía mas que como amago, ahora estaba triste, por mi culpa, y yo, cada minuto más confundido. Ahora el también me evadía, no nos hablábamos, y no decíamos nada de lo que había pasado.

Pero faltó a clases el lunes, y yo no pude soportar pensar que le había pasado algo, que era mi culpa que no fuera a clases, así que decidí ir a su casa, no quise llamar por teléfono, por que tal vez me cortaría, tenia que verlo y decirle, gritarle que algo me pasaba con él, que me provocaba sentimientos que nunca antes había percibido, que no sé, tal vez, estaba enamorado.

Cuando llamé a la puerta me abrió la nana de la casa y me dijo que Juan estaba en su pieza, que la noche anterior había tenido fiebre, y que por eso no había ido a la universidad, que si quería pasar que subiera a su habitación, cosa que hice tímido y pensativo, no sabiendo qué decir, no sabiendo que podría ocurrir.

Entré a su cuarto sin llamar, solo abrí la puerta y de inmediato lo vi acostado en su cama, movió rápidamente la cabeza para ver quien entraba y cuando me vio me preguntó que qué hacia ahí, con un tono un tanto retraído; me acerqué hacia él poco a poco y una vez que estuve sentado justo a su lado, entonces hable:

-hace días que te he estado evadiendo, necesitaba tiempo para procesar lo que me estaba ocurriendo, disculpa por haber reaccionado de esa forma aquella tarde, pero me desconcerté en ese momento…. Pero…pero

No sabia qué decir, asi que no hablé más y me acerqué a el y solo lo besé. De inmediato el respondió, un poco en desconcierto pero de la manera más linda posible, se abrazó y me dijo: Te amo desde el primer momento, no sabes lo mucho que me ha costado aguantarme las ganas de besarte y estrecharte en mis brazos cada vez que estabas cerca. Calla- le dije- solo abrázame.

En ese entonces nos unimos en un profundo beso que por fin salía, nos unimos en una pasión que nos estaba volviendo locos y que solo quería salir y ser consumada

Mientras nos besábamos nos empezamos acariciar, y poco a poco comencé a desnudarlo, besé cada lugar de su rostro y su cuello, y volví a subir mientras nos acariciábamos, ya estábamos casi desnudos, y solo nos besábamos y acariciábamos, y entonces comencé a bajar por su cuerpo hasta que llegué a aquel lugar prohibido hasta entonces para mi, me pegué a su cuerpo y me abracé de él, era la primera vez que estaba tan cerca de un hombre, era la primera vez que mi olfato sentía tan de cerca aquel aroma que por primera vez me volvía loco, no aguanté más y lo desnudé completamente, entonces el me levantó cariñosamente y me comenzó a besar, fue entonces su turno de desnudarme, entre besos y caricias, me desnudó completamente, y me bezo cada lugar de mi cuerpo, me hizo obtener un placer para mi jamás soñado, podría decir que toqué el cielo, especialmente cuando tuve a mi mejor amigo, compañero y ahora mi gran amor dentro de mi. Nunca antes había penetrado a un hombre, y nunca antes había sido penetrado, esa fue mi primera vez, y ha sido la mejor experiencia que he tenido.

Desde ese día, que yo, por lo menos parece que encontré lo que tanto he buscado, Amor, y bien nadie sabe lo nuestro, para todo el mundo aparentamos ser solo amigos.

Espero les guste mi relato, y sin mas que agregar me despido.