Mi compañero de trabajo iii
Continua mi historia con mi compañero de trabajo... Ustedes ya saben que me desvirgó en su casa partiéndome en dos, Y aunque me hizo llorar me hizo sentir una mujer.
Continua mi historia con mi compañero de trabajo... Ustedes ya saben que me desvirgó en su casa partiéndome en dos, Y aunque me hizo llorar me hizo sentir una mujer.
- Estuviste llorando? - Preguntó mi mujer.
- No mi amor es que se rompió mi monitor y me pusieron uno viejo que tampoco anda bien... me destrozó los ojos.
- Pobrecito. - Me dio un beso en cada ojo y se fue a la cocina a buscar mi comida,
Así trasunta mi doble vida... Amado y amando a mi mujer, Deseada y deseante de mi amante. Vivía como un hombre y seis horas del viernes era la otro yo... Deseaba pasar un poco mas de tiempo con Antonio pero sabía que era imposible sin levantar sospechas. Y realmente no quería que nadie se entere de mi parte femenina.
Pero un día de la semana pasada mi mujer viajó de imprevisto, a su ciudad natal, a visitar a sus padres y esa era mi oportunidad. Cuando me lo planteó mi corazón se agitó. Quería decirle a Antonio inmediatamente, pero temí que él se sintiera obligado, siempre era Antonio el que ponía los horarios y su casa.
Al otro día en la oficina, me debatía en como contarle mi novedad.
Caminé hasta su oficina y ahí estaba trabajando, cuando levantó la vista y me vio.
- Hola, que sucede? - Tendría cara de asustada. Me acerque para hablarle bajo y le dije.
- Podemos vernos esta tarde?
- Venir a casa?
- Si, estoy libre, mi mujer se fue a ver a sus padres...
- Me parece bien, pero nos encontramos en casa ya que yo voy a salir una hora antes.
- Si es mejor así por si alguien nos ve un día de semana salir juntos...
Sentí que lo hacía presionado, que me decía que si para compensar que la semana pasada me había desvirgado y me había hecho llorar de dolor. Por otro lado no iba a poder quedarme a dormir ya que no había traído ropa para cambiarme.
Salí de la oficina y me tomé un taxi hasta su casa. Esperaba que él ya haya llegado... Lo llamé al celular cuando estaba llegando y me confirmó que ya estaba en su casa.
Era extraño llegar sin él
Abrió la puerta y me dijo que vaya a cambiarme, sin beso sin nada. Me sentí una tonta, era notorio lo estaba invadiendo.
Igualmente me vestí esta vez me puse el juego de ropa interior medías tanga, La misma que me había puesta la otra vez que él había lavado, y el corpiño... la otra blusita que era mas corta y dejaba ver mi obligo y la mini falda. Me calcé las sandalias y fui a buscarlo.
- Hola mi amor. - recibió esperándome en la sala. Se acaró y me dio un beso
- te gusta que esté hoy aquí?
- No me lo esperaba y me encanta. - suspiré aliviada. Pensaste que no iba a querer?
- Si sentí que habías aceptado porque yo te lo pedí.
Se rió y me volvió a besar, esta vez con pasión.
- Te compré un realito, siempre que aceptes mi proposición...
- Qué proposición?
- Quiero que esta noche duermas conmigo. . Yo no podía creer que mi deseo sea el de él.
- Me encantaría pero no tengo ropa para cambiarme.
- Yo te presto una camisa mía y un par de medias... podes ir con la tanga.
- La última vez que fui con una tanga al trabajo mirá lo que pasó... y nos reímos.
- Fijate deebajo de la almohada y encontraras mi regalo.
Me levanté como una colegiala en busca de un obsequio, pero él me toco la cola, descaradamente, mientras me paraba. Sentí su mano en mis nalgas y me excité mucho... En lugar de caminar hacia su cama me quedé ahí dejándolo que me siga tocando y lo hizo. Ahora eran las dos manos las que acariciaban mi culo que le ofrecía como se ofrecen las perras cuando se hayan en celo.
- Ahora ve a buscarlo, espero que te guste, mis megalitos...
- Dijiste un realito y ahora son varios. - él me dio una nalgada que hizo mucho ruido.
- Aaaaiaaa.- Me quejé
- Ve a buscarlo no seas tonta.
Bajo la almohada encontré un camisón negro y rojo transparente muy cortito, una tanga que hacía juego, una caja de como de remedio y una pera de esas que usaban mi madre para hacerme enemas... un rouge para pintar los labios y una crema para la cara.... Y yo que creía que él me había dicho que venga por compromiso.
Antonio me sorprendió por detrás y me abrazó mientras yo miraba alas cosas que me había regalado.
- Te gustan las cosas que te compré? Son necesarias, no te parece mi amor? - Abandonarme fuerte. Apoyando su bulto en mis nalgas.
- Si si me encanta todo pero esto y esto no se para que son.
- Esto es para que cuando entres a casa, te hagas un enema, para que estés limpia. Y esta cajuta es de hormonas...
- Hormonas?
- Si me gustaría que tus tetitas crezcan un poco. No te gustaría?
- Pero, no sé... no será mucho?
- M las recomendó una amiga, no vas a tener unas tetas enormes pero si se te va a dar mas forma... Tenes que tomar una al día.
Hasta ese momento no pensé en mis tetas... pero enseguida se me formó la idea de tenerlas y me volví loca. Me di vuelta y lo tome por la nuca y lo besé. Era la primera vez que lo besaba yo a él.
- Gracia mi amor
- Pensé que no me lo agradecerías nunca. .
Tomó la pera y me llevó al baño. - Sabes como usarlo? Quieres que te enseñe?. Abrió la canilla del agua caliente y llenó la pera... Me puso en cuatro apoyada en el lavabo y corrió el hilo de la tanga lubricó el la punta del artefacto
y me empezó a meter dentro de mi culo luego la apretó y el agua caliente me inundo por dentro
- Salí del baño. -le grité y él obedeció cerrando la puerta... apenas pude sentarme en la taza y bajarme la tanga y me desagoté entera.
Me moría de vergüenza por la situación. Me limpien bien. Me acomodé la tanga y salí.
Pensé que eso a él lo haría recapacitar sobre mi y sobre toda la posición en que estábamos.
Cuando salí del baño toda colorada de vergüenza fui al cuarto y allí estaba Antonio. Se me acercó, me dejó caer en la cama.
Se bajó los pantalones y me puso mis pernas en sus hombros. Sacó del cajón de la mesa de luz un lubricante y me lo pasó por mi culito. Apoyó su verga en mi orificio y me la metió.
Sentí como mee la metía despacio pero sin parar... sentí cada milímetro de su pene abriendo mi efínter Me dolió pero enseguéda sentí el placer y la tensión del cuerpo de Antonio...
entraba y salía dentro de mi y podía ver su cara de placer. Cada vez mas se aceleraba y mas placer le daba. Sentí justó el segundo exácto en que se iba a venir... Yo gemía como una nena y él dejó escapar una aaaaaaaaaahhhggggg y yo agradecí con un gemido igual de intenso, igual de placentero.
Sacó su verga de mi culo y la miró... no había restos de nada.
- Limpiala.- Me dijo.
Bajé las piernas de sus hombros, mi medias estaba todas caidas... sentía su leche detro de mi culo... en senté y le tomé con la mano su pija... se la miré y le deje:
- Está limpia.
- Quiero que me la limpies con tu boquita
Cerre los ojos y me la metí en la boca... le pasé la lengua y se kla limpié.
- Eres genial Sole... me gsutas mucho. Solo falta que sepas cocinar y se rió.
- También se cocinar.
Esa noche dormimos juntos y por la mañana me tomé mi primera pastilla de hormonas.
No sé como seguirá mi vida, pero yo la pasé genial...