Mi Compañero de Sistemas (3)

MI COMPAÑERO DE SISTEMAS 3

Hola amigos, hoy les cuento el final de la historia que ocurre al asistir a una conferencia de trabajo y unos problemas en mi computadora me llevan a conocer a un caliente y sexy compañero con el que comparto momentos de sexo caliente y mucho placer y ahora se suma también mi otro compañero viviendo los tres una sesión de puro sexo.

Desperté y note la verga ahora flácida de Gerardo dentro de mi culito, me salí de ella y noté como su leche desbordaba de mi culito y chorreaba por mis piernas, me agaché sobre él y comencé a lamer su verga, saboreaba su leche mezclada con mis jugos y la sentía comenzar a endurecerse en mi boca, se la chupe mas fuerte, esto despertó a Gerardo que comenzó a acariciar mis cabellos al tiempo que me devoraba toda su pija ya muy dura y caliente, luego lo monté y comencé a cabalgarlo, clavándome toda su rica verga hasta el fondo de mi sexo mojado, él tomaba mis enormes pechos con sus manos y los apretaba, excitando mis pezones duros, seguía montándolo fuerte y profundo, hasta que me levanté y me di vuelta sentándome de espaldas a él y bajando lentamente sobre su pija dura, penetrándome despacio por mi culito, la sentía deslizarse dentro de mi ano, lenta pero sin detenerse y no pare hasta sentirla enterrada hasta sus huevos, para luego comenzar a subir y bajar por su verga caliente que llenaba mi culo de placer.

Gerardo tomaba ahora mis caderas y acompañaba mis clavadas en su verga, ambos gemíamos de excitación y placer, podía sentir como su sexo palpitaba en el interior de mi recto, llenándomelo todo y haciéndome gozar, lo cabalgaba cada vez mas fuerte y él me clavaba mas profundo, eso me llevó a acabar de manera intensa, inundando mi culo y su verga con mis jugos, mi culito excitado por el orgasmo, apretaba mas su pija, exprimiéndola y haciéndola estallar dentro de mi, colmándome con su leche caliente en mi interior, me levanté y me abracé a Gerardo, besándonos, cuando siento como golpean a la puerta de la habitación, al ver la hora que era me di cuenta que debería ser Alfredo ya que habíamos quedado en reunirnos para repasar los temas a tratar en la presentación del día.

Me sorprendió un poco y no sabía bien que hacer, debía recibirlo, pero estaba Gerardo y yo todavía seguía excitada, entonces recordé como mi otro compañero también había intentado salir conmigo y decidí excitarlo un poco, solo me puse una tanguita negra y encima un camisón negro pero todo transparente que dejaba ver muy bien mis enormes pechos y mis grandes pezones y fui a atender, le dije a Gerardo que fuera al baño y que diríamos que se quedo conmigo porque mi computadora había vuelto a fallar y estuvimos hasta tarde, me dirigí a abrirle

buen día, le dije, disculpa que tarde pero aún estaba dormida, anoche no dormí hasta tarde de madrugada, y pude ver su cara de asombro al verme con mi camisón

buen día, me dijo como pudo, ¿que te pasó?

Es que mi computador volvió a fallar y Gerardo vino a repararlo pero terminó tarde y luego recién pude terminar la presentación

te habrás acostado muy tarde, veo que aún dormías y casi no te has vestido, me dijo mirando aún mas mi cuerpo casi desnudo

si, se hizo tan tarde que incluso Gerardo durmió acá en el sillón, y por si acaso volvía a tener un problema, él se está duchando ahora y perdona mi vestimenta, es que desperté un poco sorprendida y me puse lo primero que encontré

no te preocupes, de hecho se te ve muy bien así, eres muy hermosa, dijo

muchas gracias, pero siéntate que nos ponemos a trabajar

y comenzamos a ver la presentación que había preparado, me levanté un par de veces a buscar algunas cosas y noté como Alfredo no podía evitar desviar su vista hacia mis pechos o mi cola apenas cubierta por mi tanga, pero lo trataba de disimular y yo comencé un juego de seducción al mismo tiempo que crecía mi excitación.

Le mostraba el trabajo y también hacía todo lo posible para que alguna parte de mi cuerpo quedara expuesta, incluso al sentarme se subió mi camisón y dejo al descubierto mi tanga, lo deje de esa manera como haciendo que no me daba cuenta, pero Alfredo si lo noto y ahora su excitación era visible con una tremenda erección que mostraba bajo su pantalón.

Él ya no podía disimularlo más y en un momento me levante sobre la computadora, dejando mis nalgas frente a su cara y Alfredo las veía deleitado

¿te gusta lo que ves?, pregunté

Me encanta, respondió

¿quieres tocarlas?, le dije

Su única respuesta fue que sus manos se posaron bajo mi camisón y comenzaron a acariciar mis nalgas que mi tanga dejaba desnudas, me agache un poco para ofrecérselas mejor y él corrió mi tanguita y empezó a recorrer mi canal con su lengua, abrió un poco mis nalgas y su lengua se deslizó desde mi agujerito hasta mi rajita mojada, yo gemía de placer, sintiendo su lengua recorriéndome de arriba abajo.

Luego quitó mi tanguita y me siguió dando placer, ahora sumando a su lengua dos de sus dedos que penetraban mi conchita húmeda, entonces me di vuelta y me arrodillé frente a él, desabroché sus pantalones y se los quite, bajo su bóxer se levantaba una dura erección, saque su verga en mi mano y comencé a pajearlo lentamente y a recorrerla con mi lengua, solo sobre su cabeza y luego bajando por su tronco hasta sus huevos, subí por su pija caliente y la metí en mi boca para comérsela lenta y profundo, cada vez mas hasta tenerla en mi garganta, se la mamaba mas duro, subiendo y bajando rápido por toda su verga, metiéndomela toda en mi boca, sintiendo como mis labios rozaban su pubis, él gemía de placer con la intensa mamada que recibía.

Me levanté y quité mi camisón desnudándome por completo, me senté sobre él clavándome en su polla dura, mis enormes pechos quedaban frente a su cara y él los lamía, mientras comenzaba a cabalgarlo montada en su verga por mi rajita, sus manos rodeaban mis nalgas y acompañaban mis clavadas, yo gozaba de su verga entrando y saliendo y su lengua mamando mis tetas, lo cabalgaba mas fuerte y rápido, ambos gemíamos excitados, sentí como sus dedos abrían mis nalgas y acariciaban mi ano, pasaban mis jugos por él y me lo penetraban, yo seguía montándolo fuerte e intensamente

¿quieres dármela por el culo?, le pregunté

Si, deseo ese culito rico que tienes, me dijo

Voy a metérmela por el culito para ti

Me incorporé solo un poco sacando su verga de mi sexo y la froté contra el agujerito de mi ano, mojándolo y excitándolo al mismo tiempo y luego apoyé su verga sobre el y me fui dejando penetrar por ella, sentía como se deslizaba lento pero sin detenerse y no lo hizo hasta que sus huevos chocaron contra mis nalgas, la tenía toda en mi culo y volví a cabalgarlo como recién lo había hecho por mi concha.

Subía y bajaba por su verga con mi culo apretado, Alfredo se ahogaba entre mis enormes tetas, devorándolas y gozaba con mi culito enterrado en su pija, la sentía caliente y muy dura en mi interior, supe que no duraría mucho, lo cabalgué mas intensamente y sentí como su verga se hinchó y explotó dentro de mi culito, inundándolo de su leche, lo exprimí con mi culito excitado hasta vaciar su verga, yo había gozado pero no logre acabar, me baje arrodillándome de nuevo y chupando su verga para limpiarla, cuando noté que Gerardo estaba en la habitación y tenía su verga en la mano tremendamente dura, seguramente había estado pajeandose viéndonos coger

parece que empezaron la diversión sin mí, nos dijo

Y sin esperar nada, se puso detrás de mí y me penetró duro por la concha, hasta el fondo y empezando a cogerme fuerte, mientras que al comerme la verga de Alfredo y viendo como Gerardo me cogía, esta recobró rápidamente su dureza en mi boca, Gerardo tomaba mis caderas y me embestía fuerte y profundo, haciéndome comer entera y profundo la verga de Alfredo

• ahora móntalo como lo hiciste recién por tu concha, me ordenó Gerardo

Me puse sobre Alfredo y volví a montarlo clavándome en su verga y enseguida sentí como la pija de Gerardo se abría paso entre mis nalgas y buscaba mi culo, penetrándolo despacio, poco a poco sentí la sensación de tener dos vergas llenando mis agujeros y eso me excitó al máximo, cuando los dos machos comenzaron a cogerme fuerte y duro, acabé en un fuerte orgasmo que mojó sus duras vergas que me llenaban por completo, pero no por eso dejaron de cogerme, lo seguían haciendo intensamente

date vuelta y móntalo por el culo, me dijo Gerardo

Yo gire aceptando como él me dirigía según sus deseos y de espaldas a Alfredo me clavé su pija por el culo y ahora Gerardo se acercó por delante y me clavó por mi raja, volviendo a gozar con la doble penetración que me daban, estuvimos cogiendo así unos minutos y luego Gerardo me ordenó cambiar de nuevo

ahora vuelve a montarte por tu concha sobre Alfredo

lo monté y lo cabalgaba, cuando Gerardo volvió sobre mí y noté como apoyaba su verga junto a la de mi otro macho en la entrada de mi concha y empujando fuerte penetró su cabeza, me besó fuerte en la boca y de otra embestida clavó su enorme en mi concha, que ya alojaba a la de Alfredo, pero se abrió permitiendo que esas dos pijas entraran juntas y comenzaran a cogerme llenándome de placer, yo gemía y gritaba gozando de estar llena de verga en mi sexo caliente, que las albergaba apretándolas y exprimiéndolas, esto me llevó a acabar muy fuerte, convulsionando mi cuerpo y prolongando mi orgasmo con la cogida de ambos que no resistieron mucho más la excitación y casi al mismo tiempo acabaron en mi concha, sentí un rió de semen inundándome toda, abundante leche caliente me llenaba y seguía saliendo de esas dos vergas alojada s en mi interior, las sentí vaciarse por completo dentro de mí.

Al salir de mi interior, un fuerte flujo de leche corrió del interior de mi conchita, cayendo por mis piernas, los dos machos se sentaron algo exhaustos en el sillón y yo me dediqué a lamer y chupar sus vergas, limpiándolas de sus acabadas y mis jugos, había tenido un tremendo orgasmo, pero todavía deseaba más y aunque sus vergas estaban blandas, no permití que aflojaran y los seguí estimulando con mi boca y también pajeandolos con mis tetas, lo que los volvió a excitar y nuevamente tenía dos vergas bien duras para mí, lo acosté a Gerardo en el piso y me monté de frente sobre él, pero clavándome su verga en mi culo, mientras Alfredo parado junto a mí me daba su verga para que me la coma toda, aunque esto no duró mucho, porque Alfredo se corrió poniéndose detrás de mí

a este rico culo, tampoco le alcanza con una sola verga, dijo

y en ese instante sentí como su verga presionaba junto a la Gerardo para meterse en mi culo, que lejos de resistirse se abrió y dio paso a ese otra penetración, sentí algo de dolor, y mi ano se dilataba casi desgarrándose pero el placer fue superando todo y permitiendo que las dos vergas se alojaran enteras dentro de mí y me cogieran, lento primero pero de manera muy dura después, todos gemíamos y gritábamos de placer, me cogían tan duro las dos vergas juntas en mi culo que acabé de manera salvaje a los gritos y chorreando jugos por mi concha y con mi culito convulsionado apretando las vergas que a punto de explotar no resistían más

• quiero que me acaben en la cara, les pedí

Y muy rápidamente se pusieron sobre mí y pajeandose solo un poco, Alfredo fue el primero en acabar, dos fuertes chorros cruzaron mi cara y otros dos alcanzaron mis tetas, abrí mi boca acercándome y recibí otro chorro dentro de ella, cuando sentí como un chorro golpeaba mi mejilla, era Gerardo acabando y al girar mi cara un fuerte chorro se estrelló contra mi boca y otro entro en ella, uno mas voló sobre mi cabeza, cayendo en mi pelo, los chupé alternadamente, hasta sacarles toda la leche y luego dejar su vergas bien limpias.

• muchas gracias por tan rica cogida, les dije, pero ahora debemos trabajar así que vayan a sus habitaciones y luego nos vemos.

Me fui a duchar, tenía mi culito y mi conchita que me ardían y algo adoloridas, incluso llenas de leche de mis machos, pero todavía podía sentir las sensaciones de placer que me invadían, me relaje con el baño y luego salí para vestirme y asistir a la presentación que era a lo que había venido, todo fue muy bien e hice un buen trabajo, pero al mismo tiempo obtuve un fin de semana con mucho sexo y placer gracias a mi compañero de sistemas.