Mi compañero David, relatos de vida universitaria6
Sigue el sexo entre estos dos compañeros de piso, y también entra en escena el joven vecino Dani, para darle mas vida a la casa
- “Que tonto eres macho, siempre igual, jajajaja, por cierto en la piscina he coincidido con el vecino este rubito, que vive arriba nuestro. Vive en el 6º y se llama Dani, me ha parecido muy majo la verdad”
- “¿Y qué tal estaba desnudo?”
- “Te vas a quedar con las ganas de saberlo, otro me acompañas a la piscina y ves lo bueno que está en persona, jajajaja. Voy a hacer la cena”
Estar ahí en la habitación de David y pensar en el vecino hacía que me pusiese cachondo, solo de imaginarle ahí desnudo como estuvo el otro día Mario. Hice la cena, y tras reposar un rato me fui a mi cuarto a estudiar. Cuando me cansé me fui a dormir, pero una imagen me vino a la cabeza, era la de mi vecino desnudo. Ojalá pudiésemos vernos alguna que otra vez desnudos, y porque no en esta cama.
Al día siguiente cuando llegaba de la universidad coincidí en la entrada de mi edificio con Dani, el chaval muy atento enseguida me saludó y me dijo:
-“Hola Pedro, ¿Qué tal van las clases?, un coñazo supongo”.
-“Pues sí la verdad que hoy no había quien aguantase la chapa que nos ha soltado el profesor” le contesté.
-“Pásame tu teléfono, que el otro día con las prisas que saliste de la piscina no me dio tiempo a pedírtelo, así alguna tarde podemos quedar para ir a nadar, o algún fin de semana si estas por aquí, o algún día que yo no tenga instituto vamos por la mañana”
-“¿¿Instituto?? ¿Pues cuántos años tienes tú?”
-“Pues cumplí 18 hace poco, en Enero, estoy en segundo de bachiller, en unos meses si todo va bien podré empezar la universidad”
-“Joder tío, pues parecías mayor, de unos 22 o 23 años, jajajaja”
Tras intercambiarnos los móviles, el ascensor paró en mi piso, nos despedimos y Dani siguió el camino hasta su piso. Al llegar a casa me encontré que David estaba allí, ese día no tenía clase y había preparado la comida para los dos. Que rico era, cada día me gustaba más, siempre tan atento, tan cariñoso, tan bromista, y porque no decirlo, tan caliente. Dejé la mochila con los apuntes, me puse el chándal que utilizaba para estar por casa y fui a la cocina para ayudar a David con los platos y poner la mesa. Justo al terminar de comer me llamaron al móvil, era mi madre para saber de mí, que llevábamos varios días sin habla. Colgué el teléfono, fui a la cocina para fregar los platos y cuando ya estaba acabando llegó David por detrás, me abrazó y comenzó a morderme el cuello, pegó su cuerpo junto al mío, y me dijo al oído a la vez que comenzaba a sobarme la polla por encima del chándal:
-“Llevo aquí toda la mañana aburrido pensando en ti y estoy muy cachondo, ¿quieres que juguemos un poco?”
Mi verga en pocos segundos se puso a tope, y pude notar sobre mi culo que la suya también estaba creciendo. “Venga, vete al sofá que en cuanto termine de fregar voy y vemos que podemos hacer para solucionar tu problema, jajajaja”
Terminé de fregar los platos y fui al salón, al entrar vi que David estaba sentando en uno de los sofá, sin camiseta. Me acerqué a él y al instante me quitó la camiseta, me sujetó el culo y acercó mi cuerpo hacia el suyo de tal forma que mi paquete quedase en su cara. Pegó su boca a mi pantalón y empezó a morder suavemente mi polla por encima del chándal. Al instante mi polla volvió a ponerse dura como lo hizo en la cocina. Tras jugar un rato y ponerme muy caliente, me dio varios besos sobre el pecho. Con sus manos me llevó hacia él, indicándome que me sentase encima suyo. Cuando lo hice, noté como su verga esta dura como una piedra. Cuando me acomodé sobre él, nos comenzamos a besar con pasión.
Después de un largo rato jugando con nuestras lenguas, me empujó hacia un lado del sofá, y de un tirón bajó mi pantalón de chándal, dejando al descubierto el gran bulto que se dibujaba dentro de mi bóxer blanco. Volvió a darme varios besos sobre mi bulto, para después bajar un poco el bóxer y dejar al aire mi polla. Tras varios besos sobre el tronco, me quitó por completo el pantalón y el bóxer para poder acercarse más a mi polla y poder chuparla mejor. Que maestría estaba cogiendo mi compañero de piso, lo hacía de maravilla la verdad, que placer me daba en cada lamida que hacia sobre mi verga, cuando jugaba con su lengua sobre mi glande y mi frenillo y cuando se la metía en su boca por completo. Debía devolverle tanto placer como me estaba dando, así que ahora fui yo quien le empujó para atrás, me incorporé, me acerqué a su boca y nos comenzamos a besar de nuevo, bajé por su cuello y continué sobre su pecho desnudo, bajando hasta su ombligo, le quité el pantalón y cuando estaba en bóxer, unos preciosos bóxer verde y negro, metí la mano por debajo para poder engancharle del culo y acercar su verga dura sobre mi cara. Le daba pequeños mordiscos en la punta, el sabor del precum que impregnaba la tela de su bóxer aparecía en mi boca. No tardé en quitarle los bóxer por completo, dejando su maravillosa polla libre, retiré la piel para dejar al aire su glande, que brillaba por el precum y comencé a mamarle el rabo con delicadeza y gusto, estuvimos así un rato largo, David gemía de placer y como esos gemidos cada vez eran más fuertes y se acercaban más en el tiempo decidí parar para que no llenase mi boca con su leche.
Le ayudé a incorporase para quedar los dos sentados en el sofá con las piernas entrelazadas y las pollas casi juntas. Nos fundimos en un apasionado beso. Aprovechando que nuestras pollas estaban muy juntas, uní mis manos para poder juntarlas ambas a la vez y masturbar las 2 vergas juntas, como había visto en un video porno no hace mucho. Nuestros glandes se rozaban, el prepucio de ambas pollas subía y bajaba. David que le había dejado a punto de correrse por la mamada no tardó mucho en hacerlo ante esta nueva forma de pajearnos que había puesto en práctica. Mis manos y nuestras pollas se llenaron del semen caliente que salió en varios chorros de la polla de David, al sentir esto sobre mi cuerpo mi polla no tardó en responder y casi al instante me corrí sobre ambos. Nos volvimos a besar, para después retirarnos un poco.
-“Madre mía como hemos puesto el sofá de leche, cómo lo vea el casero nos echa del piso, jajajaja” dijo David al levantarnos y ver como habíamos puesto todo con nuestras corridas. Nos fuimos al baño a limpiarnos y tras hacerlo nosotros hicimos lo propio con el sofá y el suelo del salón, para suerte nuestras todo quedó limpio. Nos vestimos y David tras mirar el reloj, dijo que tenía que irse, que a las 4 había quedado con unos compañeros para hacer un trabajo.
Yo la verdad que tenía cosas que hacer, pero después de esta corrida, tenía pocas ganas de hacer nada, fui a mi habitación a tumbarme en la cama y escuchar algo de música. Me despertó el sonido del móvil, no sabía ni donde estaba, me había debido quedar durmiendo después de la escena con David y el madrugón que había dado. Miré que tenía varios WhatsApp de Dani. “Buenas Pedro, estoy agotado de estudiar, necesito despejarme un poco y hoy no entrenamos con el club de natación. ¿Nos vamos a hacer unos largos antes de cenar?” Le dije que sí, no tenía mucho que hacer de la universidad hoy y aunque me había corrido hace unas horas, ver de nuevo a mi vecino desnudo me producida una sensación agradable.
Preparé la mochila, y le dije que cuando estuviese pasase por mi piso y llamase al timbre para irnos los dos juntos. En el trayecto fuimos hablando, conociéndonos algo más, me contó que era muy buen estudiante y que la natación aparte de para cuidarse y tener definido su cuerpo la practicaba para desconectar de los estudios, y porque no decirlo porque se le daba muy bien y había ganado varias medallas en pruebas locales y provinciales. Me preguntó si tenía novia o algún rollete que llevarme al piso, que debía estar chulo eso de vivir sólo con otro amigo. Él me dijo que no tenía novia, que con alguna chica se había liado pero que no se había dado la ocasión y nunca se había acostado con ninguna. Menos mal que llegamos a la piscina, que esa conversación me estaba haciendo pensar un poco sucio y no quería llegar empalmado a la piscina y que mi vecino lo notase. Nos pusimos en los bancos uno al lado del otro y cuando Dani estaba completamente desnudo, no se si por la conversación anterior o porque pero tenía la polla más grande de lo que la recordaba el otro día, un poco más larga y algo más gruesa. Yo me puse el bañador rápidamente para no mostrar mucho tiempo que estaba medio empalmado. Él hizo lo mismo y nos fuimos a nadar, no había mucha gente a esas horas, debe ser que como había partido de fútbol mucha gente lo estaba viendo en la tele. Estuvimos un rato bastante largo nadando, se nota que Dani tenía mucho más fondo que yo, porque yo estaba bastante agotado y a él se le notaba bastante fresco. Él al verme que ya no nadaba mucho y que entre largo y largo hacía bastante descanso me dijo que si nos salíamos.
Nos fuimos tras estirar a vestuarios, justo unos minutos antes de nosotros había pasado otro chaval, con pinta de ser jovencito, luego me dijo Dani que era de su edad, pero de otro instituto, que le conocía de vista de alguna competición y tal. Sacamos nuestras cosas de las taquillas y al ver que Dani se quitaba el bañador para ir a la ducha yo hice lo mismo. Al llegar a las duchas estaba el chaval que había pasado justo antes, con el pelo larguito, un poco más bajito que nosotros y muy blanco, estaba mirando hacia la pared, por lo que no pude ver su polla al principio, a Dani intentaba no mirarle mucho, no fuese a ser que me empalmase de estar con mi vecino desnudo al lado. Pero mi sorpresa fue cuando el chico que estaba en las duchas con nosotros se dio la vuelta para aclararse el champú y pude contemplar su polla, bueno que digo polla, una obra de arte, un pollo grandísimo, muy largo y grueso, con el glande a medio salir del prepucio que lo recubría. El chico tardó poco en aclararse y se fue. Cuando nos quedamos solos Dani y yo, me dijo éste: “¿Has visto el chaval, que monstruo tiene entre las piernas? Jajajaj”. Yo intenté disimular y dije:
-“No me he fijado la verdad”.
-“Venga ya, si casi se te salen los ojos y se te cae la baba. Como el otro día con mis compañeros de natación, ¿te ha gustado? jajajaja”
No dije nada, me había pillado fijándome viendo las pollas, debí ponerme rojo, pero el enseguida dijo riéndose : “No te pongas rojo, si yo también me quedo embobado viendo rabos, y más si son tan largos como el de este chico. No puedo evitarlo, me gustan las tías, pero también ver pollas, me da mucho morbo, y por lo que veo tú también” . Me sentí un poco aliviado aunque todavía seguía un poco cortado, pero bueno al menos la pillada no había hecho que Dani se mosquease conmigo, todo lo contrario, se había abierto y me había mostrado sus sentimientos.
-“A saber lo que hacéis en ese piso tu compañero y tú, más de un pajote los dos juntos sí que ha caído, jajajajaja”
-“Bueno alguna vez, pero no te creas que nos follamos ni nada de eso, jajajaja”
No nos follamos entre nosotros, pero el otro día con Mario, bien que se la metimos, pensé para mí. La cosa quedó ahí, la verdad que quería cambiar de tema para salir un poco de la situación que se nos había presentado. Salimos de la piscina y la vuelta a casa hablamos de temas banales, llegamos al piso entramos en el ascensor y al llegar al cuarto nos despedimos.
Entré al piso, tenía ganas de contarle a David lo que me había pasado con el vecino, pero aún no había llegado, miré el móvil y me había escrito diciéndome que no le esperase para cenar, que estaba con los compañeros haciendo el trabajo, que más tarde nos veíamos. David se retrasó un poco en llegar, yo mientras estaba en el sofá viendo la tele. Cuando entró se sentó conmigo en el sofá. Me estuvo contando unas cosas que le habían pasado y algunas chorradas de sus compañeros. “ Pues yo al final me he ido a nadar con Dani el vecino, nos hemos hecho unos cuantos largos, la verdad que el cabrón tiene aguante, se nota que está en forma, pero me ha pasado una cosa en las duchas que por un momento quería que me tragase la tierra”
-“Te has empalmado con el vecinito cabronazo”.
-“Qué va tío, estábamos en la ducha y había un chavalín, según me ha dicho Dani de su edad, así bajito y muy blanquito, pero se ha dado la vuelta y tenía un pollón impresionante, y debe ser que he puesto cara de querer darle un par de lametones y Dani se ha dado cuenta, y me ha preguntado que si me ha gustado el pollón del chico”
-“jajajajaja, si es que eres un puto salido Pedro, ¿no has tenido bastante con lo del sofá de esta tarde? Jajajaja”
-“y luego va y me dice, que el otro día también me quedé embobado viendo las pollas de sus compañeros de natación, yo me quería morir, pero lo mejor de todo, que me ha dicho él, que no me preocupe, que le molan las tías, pero que le va el rollo de ver pollas y que le da mucho morbo”
-“Pues ya sabes, un día le invitas al piso y se las enseñamos, a ver si le da morbo o no, y ya de paso le veo a él desnudo, que con estas cosas estás haciendo que se dispare mi imaginación y lo que no es la imaginación, jajajaja”
Estaba agotado, y como David estuviese con ganas de marcha, nos daban las tantas, desnudos y con el cuerpo o la cara llena de leche. Por hoy había vivido bastantes emociones ya, asique opté por irme a la cama. Necesitaba descansar, el cuerpo y la mente sobre todo, no lo estaba pensando, pero había pasado en pocos meses de no sentir nada por los tíos, a primero a obsesionarme con la polla de mi compañero de piso, luego a hacernos pajas uno al otro, enrollarnos y hasta follarnos a otro tío, pero ya con esto de hoy en la piscina, con la pillada de hoy había sido mucho. Pero bueno mañana sería otro día, ahora tocaba descansar.
A la mañana siguiente me levanté pronto porque aunque era viernes y no tenía clase, había quedado con unos compañeros en ir a la biblioteca para hacer un trabajo, no había visto a David porque él se quedaba durmiendo cuando me fui. A media mañana miro el móvil y veo varios WhatsApp de David. “Buenos días, no mires muchas pollas hoy, tu céntrate en los libros, jajajaja, oye que me levantado un poco guarrete, y he pensado que esta noche podíamos hacer un botellón aquí en el piso y nosotros y el vecino, y pasamos una buena noche de viernes. ¿te hace el plan?” . Este ya me había desconcentrado de lo que estaba haciendo con su mensaje, ya se me había pasado un poco el cargo de conciencia de ayer y le dije que sí, que luego le mandaba un WhatsApp a Dani y le preguntaba. Al mediodía, cuando paramos con los compañeros de hacer el trabajo y nos íbamos a comer, aproveché que ya habría salido Dani del instituto para escribirle un mensaje. “¿Esta noche hacemos un botellón en mi piso y así conoces a mi compañero David, te parece bien? No hace falta que compres nada, vas de invitado”
-“Me parece cojonudo el plan, luego me dices y bajo”.
Bueno pues nada ya teníamos plan, emborracharnos e intentar que nuestro vecino se pusiese un poco cachondo y poder pasar un buen rato los tres. La tarde solo de pensarlo se me hizo eterna, le mandé un mensaje a David para comprase las cosas del botellón. Me contestó con el emoticono de la cara con los ojos con corazones. Seguro que el cabronazo en casa se había hecho algún pajote para aliviarse y para matar el aburrimiento.
Cenamos, me duché y nos arreglamos un poco, un vaquero y una sudadera. Avisé a Dani que al minuto bajó, sonó el timbre y fue David el que fue a abrir a Dani. Se presentaron y pasaron al salón. “Mira Dani, aquí está el que se queda embobado viendo rabos en las duchas, jajajaja” Dani y David se rieron a carcajadas, a mí la verdad que me hizo gracia el comentario pero me seguía dando un poco de vergüenza.
“Ya veo que te ha contado, que por poco le da algo al verle el rabo al chaval de las duchas, bueno a ese y a mis compañeros de natación, jajajaja”
Bueno parece que se había roto el hielo, y eso que las botellas estaban aún cerradas. Nos sentamos en el sofá, Dani en medio de nosotros 2. Comenzamos a beber y tras unas copas, David que llevaba todo el día muy salido, dijo : “A parte de eso de que se quedó embobado viendo la polla del chaval y que té le pillaste, me contó Pedro, que por lo visto a ti también te mola ver rabos, ¿has hecho algo con algún tío, o solo el morbo de tíos desnudos?”
- Dani respondió: “que va, nunca he hecho nada con ninguno, si ni siquiera he follado con una tía, me la han mamado, pero meterla nunca, y con los tíos nada de nada, nunca me he atrevido a hacer nada, pero me pone cachondo ver rabos y me hago pajas viendo porno gay” .
Acto seguido y nada más terminar de decir eso, David se lanzó y puso su mano en el paquete de Dani: “hoy nos lo vamos a pasar bien, no te preocupes, tu dejante llevar y no pienses mucho”. Dani echó un trago grande a su copa y sonrió, se recostó sobre el sofá y dejo que David siguiese sobándole el rabo por encima del vaquero, el bulto ahí debajo cada vez era más grande. Yo miraba sin querer actuar por el momento, me ponía cachondo la situación. Dani con los ojos cerrados, disfrutaba del manoseo de David sobre su polla. David se cansó de tocar el vaquero y comenzó a desabrochar los botones de la bragueta, Dani se incorporó un poco para ayudar a David a bajar los pantalones. No tardó mucho David en sacárselos del todo.
Menudo bulto había debajo del bóxer rojo de Dani, ese rabo había crecido mucho, David hizo lo mismo que con los pantalones, y sacó el bóxer de Dani. Me había equivocado cuando dije que la polla de Dani era similar a la mía y la de David, era algo más grande, y sobre todo gruesa. David al dejar al aire la polla de Dani la cogió con su mano y la comenzó a pajear, la cara de Dani reflejaba un gran placer.
Yo me encontraba muy excitado y comencé a desabrochar los botones de la camisa de Dani, para poder tocar su pecho, él al ver que yo me animaba a participar, puso su mano sobre mi entrepierna, en donde debajo del vaquero había un enorme bulto. Antes de seguir con Dani, me quité la sudadera ya la camiseta, dejando mi torso desnudo. Dani intentó meter su mano dentro de mi pantalón, pero al ver que tras varios intentos no era capaz decidí ayudarlo y me desabroche el vaquero y lo bajé junto a mis bóxer, dejando al aire mi polla para que Dani me masturbase. Yo mientras comencé a besar a Dani por su cuello y su pecho.
David que seguía haciéndole una paja a Dani paró para desnudarse. Se puso de pie y al instante se quedó desnudo, yo aproveche para tocar la polla de Dani. David se sentó de nuevo al lado de Dani, el cual nos pajeaba a los dos, la polla de David con la mano derecha y la mía con la izquierda. David aprovechaba también para besar el cuerpo de Dani. Después de un rato así en esta postura, David se retiró un poco, agachó su cabeza y comenzó a mamarle la polla a Dani. Yo al recordar lo que disfruté mamando la polla de Mario junto con David, me arrodillé en el suelo y puse mi cabeza junto a la David, para poder jugar ambos con nuestra lengua por el largo y gordo tronco que tenía el joven vecinito. Por cierto, como gemía el cabronazo, del placer que le estábamos dando con nuestras lenguas.
Dani que seguía masturbando a David, extendió su brazo izquierdo, me agarró del brazo para que me levantase, me hizo un claro gesto para que me acercase a él y le pusiese mi rabo cerca de su boca, con su mano retiró el prepucio que cubría mi glande y se metió mi polla en su boca, no era una buena mamada, la verdad, le falta experiencia, pero la situación era tan morbosa que estaba cachondo perdido. Poco a poco Dani iba cogiendo más soltura, y me pajeaba a la vez que me la comía, cada vez más rápido así poco más iba a durar, Dani seguía y seguía comiendo rabo, cada vez con más ansia, yo iba a explotar en poco tiempo, y así pasó, saque mi polla de la boca de Dani, la agarré y en dos o tres pasadas de mi mano sobre mi rabo comencé a echar leche sobre el cuerpo de Dani, estaba tan excitado que algún chorro saltó hasta la espalda de David que continuaba con mamada a Dani.
Por los gemidos que tenía no tenía que tardar mucho en correrse, así fue, la cara de David terminó llena de la leche de Dani. David se incorporó y empezó a masturbase muy fuerte, para lanzar su leche sobre el cuerpo de Dani, en pocos minutos lo consiguió, dejando a nuestro vecino cubierto de nuestras dos corridas y la suya propia, que si bien había caído en gran parte sobre la cara de David, también le había caído sobre su cuerpo.
- “Como sabía que aquí en este piso os lo teníais que pasar de puta madre, voy a hablar con mis padres para que me deje mudarme con vosotros, jajajajajaja”
-“Puedes bajar cuando quieras y si bajas con ganas de polla no hace falta ni que pidas permiso para bajar, jajajajaja”, le respondió David.
Fuimos a limpiarnos, dijimos a nuestro vecino que se duchase para que no llegase pringoso de leche a su casa. Nos vestimos, y fuimos al salón para echarnos una copa y reposar la corrida que habíamos tenido.
-Una vez de nuevo en el sofá dijo David: “Vaya el vecinito, seguro que nos lo pasamos de puta madre, se lo diremos a Mario que se venga y así se la puede meter a alguien por primera vez, que seguro que tiene ganas el chaval, jajajaja”
Pero eso será en otra ocasión.
CONTINUARÁ……….