Mi compañero David, relatos de vida universitaria4

La relacion de David y Pedro avanza por buen camino, mas sexo y alguna que otra sorpresa

“Creo que a partir de ahora vamos a pasárnoslo muy bien en este piso” dijo David, y comenzamos los dos a reír.

Fui al baño a ducharme de nuevo, entre el sudor y la corrida de mi amigo en la cara, necesitaba de nuevo una ducha. A pesar de haberme corrido hace unos momentos y estar duchándome con agua fresquita para bajar mi calentura, no podía quitarme de la cabeza la escena de sexo que habíamos tenido en mi habitación hace unos minutos. Mi polla estaba morcillona y por momentos me empalmaba, creo que estos encuentros con David, habían hecho que mi cuerpo necesitase más placer.

Aunque mi polla no se tranquilizaba del todo, una vez en la cama conseguí dormirme rápidamente, las cervezas y el estrés de la semana había ayudado. El sábado por la mañana me desperté pronto y como seguía con ganas de juerga, decidí dar el paso yo esta vez y fui a la habitación de David, subí la persiana para que entrase algo de luz y con mi amigo medio durmiendo aún me metí en su cama, me arrimé todo lo que pude a él y lo abracé. Mi polla morcillona, se iba poniendo dura poco a poco al sentir el roce con el culo de David. “¡¡Vamos dormilón!! Despierta que tengo ganas de jugar” le dije.

David, ya más despierto, se giró por completo quedando su cara a pocos centímetros de la mía, agarró fuerte mi polla y dijo: “¿Con que quieres que juguemos, con esto tan duro que hay aquí dentro?” . Al agarrar mi polla hizo que me pusiese a mil, y las pocas dudas que podía tener desaparecieron, me lancé a sus labios, y comenzamos a comernos la boca muy despacio. Poco a poco el ritmo iba aumentando, con mi pierna enganché a David para unirnos más aún. Con este movimiento mío, quedé prácticamente tumbado encima suyo. Nuestras pollas duras se rozaban dentro de los pijamas, que poco a poco comenzamos a quitarnos, le ayudé a quitarse su camiseta y él hizo lo mismo con la mía, nuestros cuerpos iban cada vez tomando más temperatura, las sábanas ya sobraban, seguíamos besándonos en la boca apasionadamente. Por unos momentos dejé su boca, para comenzar a besar su cuello, e ir bajando lentamente por su pecho. No dejaba ni un centímetro de su piel sin probar, mis manos sujetaban su cintura y mi boca cada vez se acercaba más a ese trozo de carne, que anoche probé por primera vez y que tan loco me estaba volviendo estos últimos meses.

Bajé el pantalón de su pijama y su bóxer dejando a la vista su preciosa polla, que salió disparada contra su pecho. Le quité por completo la ropa, quedando mi amigo tumbado boca arriba, totalmente desnudo y con la polla dura, pidiendo ser chupada. Qué imagen más bella estaba contemplando, pasé mis manos por sus caderas y su pecho, acerqué mi boca a sus huevos, y comencé a lamerlos, no eran muy grandes, por lo que podía metérmelos en la boca, los chupaba una y otra vez, David ponía sus manos sobre mi cabeza, tocaba mi pelo, y yo comenzaba a dar besos sobre el tronco de su polla, desde la base hasta la cabeza, recorría esos 16 centímetros dándole besos en todos lados. David se retorcía de placer. Pedía con el roce de su mano sobre mi cabeza que metiese su polla en mi boca, con mi mano acerque un poco su verga a mi boca, y la metí dentro, que rico sabor, estaba muy lubricada del precum que ya llevaba un rato en su punta, al dejar su glande al aire, pude recibir en mi boca, todo ese precum que acumulaba y lubricaba su preciosa, y dura polla. Mi cabeza subía y bajaba dándole placer, David gemía más y más, estaba supercaliente, a punto de descargar. Con su voz entrecortada por el placer, me dijo: “Para cabrón, que me voy a correr y yo también quiero comerte el rabo”

Le hice caso, dejé su mojada polla y decidí hacer con besos el camino opuesto hasta llegar de nuevo a su boca, donde de nuevo comenzamos a jugar con nuestras lenguas, el mientras tanto, metió sus manos dentro de mis bóxer y empezó a acariciarme el culo, me bajó como pudo los bóxer. Mi polla a duras penas se liberó, la tenía muy dura, y el precum salía y se impregnaba sobre el cuerpo de David. Me retiré del pantalón del pijama y el bóxer y me senté sobre el pecho de David, para que mi polla quedase cerca de su boca, se la metió de golpe y empezó a comérmela, de vez en cuando la sacaba de su boca y con la lengua limpiaba las gotas que salían de líquido preseminal, que delicia, cuando pasaba su lengua por todo mi glande. Me tenía tan caliente con su mamada que agarré su polla y comencé a hacerle una paja mientras me la comía, estaba a punto de explotar y se lo hice saber a David, pero el decidió no parar hasta que varios chorros de semen, llenaron su boca, cerró sus ojos y se lo tragó como si fuese el mayor de los manjares, yo seguía con mi paja y a los pocos segundos pude notar como llenaba mi espalda de semen, varios chorros de leche caliente mancharon mis espalda. Quedamos los dos rendidos uno encima de otro, y nos fundimos en un tierno beso, su boca sabia raro, mi semen se mezclaba con su saliva, era un sabor raro, pero a la vez rico.

“Tío, nos hemos hecho dos maricas auténticos” dijo David con ese tono que él tenía siempre y que conseguía hacer con unas risas se rompiese lo comprometido de la situación. Enseguida comenzamos los dos a reírnos.

Le dije: “Voy a la ducha a limpiarme esto que me has echado en la espalda y preparo el desayuno, aunque tú la leche ya te las bebido, jajajaja”. David hacía que me sintiese muy cómodo y como si llevásemos haciendo esto toda la vida, era raro, pero yo me sentía encantado.

Tras ducharnos ambos y David poner sus sábanas en la lavadora nos sentamos en la mesa a desayunar, en una semana habíamos pasado de ponerme cachondo viéndolo en las duchas y mamarnos las pollas, y todo ello sin hablar de la situación. Necesitábamos una pequeña charla, aunque la verdad, estamos cómodos con aquello y no había afectado a nuestra relación de compañeros de piso, al contrario, la había reforzado.

Como siempre David, más lanzado y sin darle tantas vueltas a las cosas, me dijo, que le había encantado el cambio que había dado nuestra relación . “Tío, no sé cómo no hemos hecho esto antes, estoy disfrutando como un cabrón, cada vez me pones más y tengo más ganas de experimentar contigo, fíjate que siendo tan amigos desde niños nunca nos hayamos hecho ni una paja juntos viendo porno”

“Ya sabes que soy un poco cortado algunas veces, y cuando nos llamabas para ver porno y pajearnos en tu casa, yo nunca iba porque siempre me daba corte, a saber lo que habrás hecho tú con estos en tu casa, cabronazo, jajajaja” Necesitaba saber si David había hecho algo alguna vez con alguno de mis amigos de siempre. El cuándo se quedaba solo en su casa, nos invitaba a ver alguna película porno de las que siempre tenía en el pc.

“Pues las cosas típicas de críos, ver porno y hacernos pajas, pero no te pienses nada raro, cada uno con su polla, jajajaja. Aunque una vez hubo algo más, cuando nos fuimos a la excursión de fin de curso de 2º de Bachiller, una noche, volviendo borrachos, Javi y yo nos fuimos a la habitación de una de las italianas que había en el hotel y nos hizo una mamada a los dos juntos, no hicimos nada más porque ella no quiso, pero como la comía la italiana y por cierto menudo pollo se gasta el amigo Javi, bastante más grande que la nuestra y una cabeza que tiene que la italiana casi no podía metérsela en la boca”

Javi era amigo nuestro del grupo, pero la verdad que se fue a otra ciudad a vivir y perdimos el contacto, en verano y alguna navidad nos vemos, pero poco más.

Ya me quedaba algo más tranquilo, David nunca había tenido nada con otro tío, o por lo menos no lo había reconocido, aunque sabiendo cómo es él y lo abiertos que estábamos en ese momento seguro que me lo habría dicho.

Terminamos de desayunar y cogimos nuestros apuntes y nos fuimos de casa, yo a la biblioteca que era donde más estudiaba y David con unos compañeros de clase a hacer un trabajo, aunque era sábado había que aprovechar para hacer cosas y estudiar, el no volvería para comer pero quedamos en por la noche invitar a algunos amigos al piso y hacer botellón.

Estaba en la biblioteca, pero mi cabeza estaba pensando en David, su polla y las mamadas de esta mañana y las de anoche. Un sábado, con buen tiempo y con la polla dura en la biblioteca no era lo más idóneo para estudiar, asique me fui a casa, y cambié los libros de la mochila, por el bañador, el gorro, las gafas y la toalla y me fui a nadar, que con los estudios en toda la semana no había ido. La verdad que los sábados nunca había ido tan pronto a nadar, siempre iba más al medio día, pero ese día serían las 12:30 o así y no sabía cuanta gente habría, seguro que mucha, esas horas son las peores.

Una vez allí y después de cambiarme pude comprobar que estaba en lo cierto, una gran cantidad de gente ocupaba todas las calles, entre cursos de natación y gente nadando por libre, parecía aquello una playa del levante español en pleno mes de julio. Pero bueno me metí por la calle que menos gente había, intenté aislarme como pude y me puse a nadar, cuando llevaba un rato, en uno de los descansos que hice, vi que en la calle de al lado, había alguien que me resultaba familiar, era Mario, un compañero de clase de David, nos saludamos, hablamos de forma un poco superficial y seguimos nadando, No sé cuánto tiempo llevaría él, pero yo tras una hora de natación creo que ya estaba bien. Le dije que yo me salía me ya, y me dijo que me esperase un rato, que a esa hora era justo cuando se iban todo el mundo y el vestuario era una locura. Como no tenía más ganas de nadar y en el agua parado hacia frio, le dije que nos fuésemos a uno de los fondos a estirar un poco. Nunca había visto a Mario, sin ropa, la verdad que tenía un cuerpazo espectacular, de verlo siempre con sus vaqueros y su sudadera, a verlo con el bañador ajustado ganaba bastante. Mario era de piel clara, el pelo era castaño tirado a pelirrojo, algo más alto que yo, y con unas piernas bien trabajadas, recubiertas por completo de un fino pelo rubio. De ese pelo rubio subía desde su bañador hasta su ombligo una línea de pelo, que al verlo hizo saltar mi imaginación. Llevaba razón David, un poco marica sí que nos habíamos vuelto, yo por lo menos, ya no solo me fijaba en el cuerpo de David, ahora viendo ahí a Mario había hecho que me empezase a excitar. Pero es que menudo cuerpazo tenía el amigo, y menudo bulto se notaba debajo del bañador.

Cuando llevábamos un rato estirando nos fuimos al vestuario, para ducharnos y vestirnos. Llevaba Mario razón, quedaban 4 o 5 personas que estaban terminando de vestirse, fuimos cada uno a nuestra taquilla a buscar nuestra bolsa y nuestra ropa. Mario cerca de la zona de duchas, cogió rápido su toalla y su champú y se fue a duchar sin quitarse su bañador. Le imité para poder coincidir con él el mayor tiempo posible y por verlo desnudo completamente. Al llegar la ducha, me desilusioné un poco, seguía con su bañador puesto, estaba cubierto de espuma pero no se quitaba el bañador. Yo por el contrario sí que me lo quité para ver si él se animaba, pero no hubo manera, ya perdí toda la esperanza, hasta que vi cómo se desanudaba el bañador y dándose la vuelta, dejándome ver su espalda se bajó el bañador. En los pocos segundos que tardó en quitarse el bañador y en anudarse la toalla a la cintura, pude contemplar un precioso culo, cubierto totalmente de ese fino pelo rubio, que tanto abundaba en sus piernas, se giró y al ver que yo aún estaba con la espuma por el cuerpo, me dijo que iba a vestirse, que me esperaba allí.

Cuando fui a la otra habitación, él ya estaba completamente vestido y estaba mirando el móvil. Y me dijo: “Por lo que se ve esta noche voy a tu piso de botellón, acabo de ver un whatsapp de David por el grupo de los compañeros de la panda, no estamos muchos pero 3 o 4 sí que iremos creo yo. Bueno Pedro, esta noche nos vemos, que yo llevo prisa, que me están esperando mis padres para comer” Mario, era de la misma ciudad, y vivía con sus padres, no tenía la libertad que nosotros, debería ser un coñazo empezar a hacer una carrera y no poder gozar de esa libertad que tienes al irte de casa.

Me puse la ropa y me fui a casa, comí, me eché un rato la siesta y por la tarde me puse a estudiar, la verdad que la tarde hasta que vino David casi a las 9 sí que fue aprovechada. “¡¡Ya estoy aquí!! ¿¿Me has echado de menos mi amor??”Dijo David riéndose, este chico cada vez está peor de la cabeza pensé, jajajaja. Salí para ver que había comprado para el botellón y vi que no llevaba nada, al preguntarle dijo, que lo traían todo los amigos, pero que vendrían solo Mario y Luis, el resto tenía planes. Cenamos y al poco de recoger las cosas llamaron al timbre, eran Mario y Luis, y venían con 4 botellas de ginebra, se pensarían que íbamos a estar media clase. Pusimos algo de picar, unas patatas fritas y empezamos a beber y a hablar.

Pasaba la noche con normalidad, hasta que a las 12 sonó el teléfono de Luis, su novia le reclamaba, era de los pocos de los amigos tanto de su panda como de la mía que tenía novia formal, el resto solo rollos o algunos directamente nada de nada. Nos quedamos Mario, David y yo en el piso, seguimos bebiendo, la verdad que ya nos habíamos bebido tres botellas, yo ya no quería más, iba bastante pedo. David también iba bastante contento, el que peor estaba de los tres y con mucha diferencia era Mario. Viendo su estado le dijimos que se quedase en casa a dormir, que le mandase un whatsapp a su madre y se quedase en el colchón hinchable que tenía David en su cuarto, a duras penas consiguió escribir a su madre, a lo que ella pese a ser la una de la madrugada contestó enseguida con un “OK. Tened Cuidado. Hasta mañana hijo”. Mario cada vez estaba peor, a pesar de haber dejado de beber hace un rato, hizo el intento de ir al baño a orinar y no se podía mantener de pie.

David y yo nos asustamos un poco, y al final le convencimos de que se duchase con agua fría, para ver si se le iba un poco el pedo. Pero en su estado no era capaz ni de quitarse la ropa, le desnudamos y le metimos en la bañera. No quería quitarse el bóxer, porque hasta pedo tenia vergüenza, le duchamos y al rato parece que estaba algo mejor, helado de frio, pero menos borracho, le ayudamos a salir de la ducha y secarse y le acompañamos hasta la habitación de David. Nada más sentarse en su cama, se recostó un poco y se quedó dormido, con la toalla anudada en la cintura y el bóxer chorreando debajo. David viendo que le iba a poner toda la cama empapada y que además se iba a quedar helado me pidió que le ayudase a desnudar a Mario. Le levantamos la cintura entre los dos, le sacamos la toalla y le quitamos el bóxer. Menuda sorpresa nos llevamos al bajarle el bóxer. Menudo pollón tenía el amigo, una polla dormida bastante gruesa, circuncidada y por lo menos de 12 centímetros estando dormida. El fino pelo que recubría sus piernas, su culo y subía hasta su ombligo, desaparecía en su pubis, rasurado completamente, lo que hacía que su rabo resaltase aún más.

David y yo nos miramos con cara de asombro, joder con Mario, menudo animal tenía entre las piernas, con ese pollón y le daba vergüenza desnudarse. Si es para que la tuviese todo el día fuera, dijimos. Le secamos un poco como pudimos y subimos las piernas entre los dos y le arropamos, era mucha tentación ver ese pollón ahí tan cerca y no hacer alguna tontería. Yo la verdad que me había empalmado, entre la costumbre que habíamos cogido estos últimos días, el alcohol y la polla de Mario, la mía había empezado a ponerse dura.

Me fui a mi cuarto, me puse el pijama tapando mi morcillona polla y fui a recoger un poco el salón. David mientras tanto se fue a la ducha, volviendo al poco tiempo con su toalla anudada en la cintura a su habitación. Fui detrás de él y me senté en la silla de su escritorio, sentía pasión por el cuerpo de David, y ni podía, ni quería dejar de mirarlo.

Él me dijo, “ya que estás aquí, podías darme crema en la espalda” . Me pasó su bote de crema, puse un poco en mis manos y empecé a extender la crema por la espalda de mi amigo. Me estaba recreando y aprovechaba para sobar bien a David, volví a echarme más crema en las manos y juntándome más a él empecé a darle crema por el pecho, cada vez me pegaba más a él, recorría su pecho con mis manos que resbalaban con su piel cubierta de crema, mi polla dura totalmente presionaba su culo. Quité la toalla y agarré la polla de David que también se encontraba dura como una roca. La crema que aún quedaba en mis manos, hacía que su polla subiese y bajase en mi mano con mucha facilidad, parecía que le había echado lubricante, empecé a besar su cuello a la vez que seguía con la paja, lentamente para que el placer fuese superior, mordía su oreja, chupaba su cuello, rozaba mi polla contra su culo, masturbaba su pene. David se giró, me quitó la camiseta rápidamente y comenzamos a besarnos. Estábamos desatados, nos comíamos la boca con ansia, el alcohol y la lujuria se había apoderado de nuestros cuerpos, David me subió a su escritorio, y sacó mi polla bajando un poco pijama, se la metió en la boca, empezó a mover su cabeza, me estaba comiendo la polla con mucho deseo. Fruto del placer que me estaba dando cerré los ojos y comencé a gemir, cada vez que pasaba su lengua por mi glande lo hacía con más fuerza, que artista estaba hecho David mamando pollas, igual que si llevase toda la vida. Pegó un tirón David de mi pantalón para bajármelo por completo, esto hizo que me escurriese un poco de la mesa y abriese lo ojos. Me volvía a sentar de nuevo en la mesa, pero me percaté de algo que debido al calentón que teníamos habíamos pasado por alto. Mario seguía tumbado en la cama, pero mi sorpresa fue ver que ya no estaba dormido. Debió haberse despertado con el ruido que estábamos dando. Seguía tapado con las sábanas, pero estas mostraban una espectacular tienda de campaña. Al ver Mario que le habíamos descubierto mirándonos, sacó su mano de entre las sabanas para tapar por encima de ellas su erección. Aunque era bastante difícil de ocultar.

Mario nos había estado viendo en plena acción durante bastante rato y nosotros sin darnos cuenta, no solo nos había estado mirando, sino que encima estaba disfrutando de ello, y se estaba haciendo un pajote el cabrón. David con su particular falta de vergüenza, dijo riéndose: “Vaya vaya, si parece que vamos a tener a otro compañero para entretenernos esta noche” Mario sonrió pero a la vez se puso un poco rojo de la vergüenza.

CONTINUARÁ……….

Espero vuestros comentarios, llevo ya varios relatos y si lo estoy haciendo bien y os gusta continuaré la serie algo mas. Si estoy haciendo cosas mal (que seguro que sí), espero también vuestros comentarios para mejorar. Saludos amigos