Mi compañero
Como trabajabamos juntos yo me sentaba al lado de él y aprovechaba para tocarlo y pasar mi mano por sus brazos y espalda. Esteban era un fiel deportista y levantaba pesas muy seguido, por esta razón tenia un cuerpo esplendoroso que daban ganas de lamerlo todo.
Mi compañero me tenia loco desde hacia mucho tiempo, su cuerpo esbelto, sus fuertes brazos peludos, su pecho cuyos hermosos y másculos pelos grises y negros salían todos los días por encima de su camisa. Esteban era así, un hombre precioso, que me encantaba y que estaba seguro algún día sería mio. Apenas lo veia se me mojaban los calzoncillos.
Esteban era calvo y sólo tenia cabello atrás y alrededor de sus oidos. Tenia una hermosa barba gris muy tupida que lo hacia ver como todo un macho erótico. A veces iba vestido con unos pantalones color café claro que lo hacian ver super sexi y donde se dejaban ver claramente unos enormes testículos bien marcados. Esa visión provocaba en mi tremendas exitaciones dia tras dia.
Como trabajabamos juntos yo me sentaba al lado de él y aprovechaba para tocarlo y pasar mi mano por sus brazos y espalda. Esteban era un fiel deportista y levantaba pesas muy seguido, por esta razón tenia un cuerpo esplendoroso que daban ganas de lamerlo todo.
Una noche Esteban y yo tuvimos que quedarnos en la oficina y yo como siempre estaba super cariñoso con él, cosa que a él le encantaba, en varias ocasiones me habia manifestado que era su mejor amigo, pues sabia que yo lo queria de verdad. Tarde en la noche nos percatamos que estaba lloviendo y Esteban me dijo que era mejor terminar e irnos para casa. Al subir a su carro notó que este no prendia pues su bateria habia muerto. Feliz le dije que yo lo podia llevar a su casa, que estaba en la ruta mia aunque un poco más l.ejos del trabajo.
Con gusto Esteban aceptó y partimos. Era el momento esperado, el gran sueño de mi vida. Podria tener en mis manos al hombre que tanto habia deseado. Acariciar su enorme pecho, besar sus grandes pectorales, tocar sus musculosas piernas, sentir su pelo en mis labios, chupar su pene.
Al llegar a su casa me invitó a pasar, me dijo que su esposa habia salido con sus dos hijos a casa de los abuelos y que solo regresaria dos dias después. El agua no dejaba de caer y la noche estaba muy fria.
Ya dentro pude observar una casa muy hermosa, muy bien decorada y muy ordenada, reflejo de su personalidad.
Me invitó a sentarme mientras se fue a poner más cómodo y a traer algo de tomar. Mientras estaba lejos me puse a obsrvar algunos albumes de fotos que estaban alli cerca. Pude ver como era Esteban hace diez años, todo un atleta, tenia un cuerpo maravilloso y unas piernas bien marcadas. Yo estaba a mil, lo que estaba viendo era precisamente lo que me hacia sentirme loco por este hombronazo. Yo tenia todo el calzoncillo húmedo y mi pene completamente erecto.
Como si fuera poco el deleite que estaba viviendo Esteban retorna en ese momento vistiendo un bermuda muy pequeño que dejaba casi al descubierto su entrepierna y una camiseta sin mangas que dejaba al aire libre sus bellos pelos del pecho y tosa su inmensa musculatura pectoral. En ese momento mi reacción no pudo esperar casi me desmayo de tan celestial visión. Mi pene dio un salto de emoción que creo él notó pues mis ojos se encontraron con los de él apenas entró en la sala.
No pude evitar mirar a su bulto que lucia tremendo en ese pantalón. Esteban se sentó a mi lado y comencé a preguntarle sobre las fotos. Me dijo que en varias ocasiones habia ganado concursos con su cuerpo y que era muy perseguido por las chicas por su elegancia masculina, en verdad era bello su cuerpo.
Esteban notando mi gran excitación me dijo que si le interesaba comprovar en persona su estado muscular actual a lo que accedí antes de que terminara de hablar. Se quitó su camiseta dejando al descubierto un pecho peludo muy musculoso y muy bien proporcionado. Le pedí permiso para tocarlo a lo que accedió sin dudar un instante, él también estaba fascinado con el momento. Toque ese hermoso pecho, pasé mis manos por sus pectorales y sentí las colugas de su estomago duro y musculoso. Esteban habia notado como mi mano bajaba cerca de su ingle y como mi pene se manifestaba por salir de mi pantalón.
Bajé mi mano y toque su musculoso muslo bien marcado, era duro y bien grueso, sus piernas muy peludas y venosas me incitaban a masajearlas. No soporté más y acosté a Esteban en el sofá, fui bajando mi mano derecha y toqué su enorme pene ya casi erecto. Bajé su bermuda para liberarlo y que maravillosa visión surgió ante mis ojos, un pene de 21 cm erecto, muy blanco y recto. Acerqué mi boca y comencé a chupar esa belleza de mi compañero. Al fin el hombre que tanto deseaba era mio y sin titubear le di un enorme beso en la boca que fue muy bien correspondido por Esteban. Era un placer sentir su bella barba en mi rostro.
Yo estaba muy exitado y continuaba chupando aquella maravilla que casi ni cabia en mi boca. Esteban estaba a punto de venirse pero en ese momento él me vira y comienza acariciar mi ano. Me baja el pantalón y para mi sorpresa tambien queria mamarme el pene. Que deliciosa sensación se siente que el hombre soñado te desee. Gocé y viví ese momento como nunca antes. Me vine en su boca llenandosela de leche muy blanca y espesa que él saboreo como nestar.
Pasamos largo rato en un verdadero 69 hasta que luego él insistió en mi ano. Poco a poco fue lubricandome para prepararme y asi poder penetrar mejor sus 21 cm muy gruesos. Cuando lo logró fue realmente un momento glorioso, tenerlo dentro de mí y al mismo tiempo yo poder tocar su maravilloso cuerpo a mis anchas. Era un dolor pero muy sabroso. El se movia con gran ritmo y sus testículos chocaban con mi ano. Esteban se vino en mi pecho y me lo regó por todo el cuerpo con un maravilloso masaje, después ambos nos abrazamos con mucho amor y nos dormimos uno encima del otro.
Cada vez que podemos repetimos nuestra aventura de amor. Cada dia somos más amigos y nos queremos más.