Mi compañera de piso es una escort 2/4 Inicios

Sofi me cuenta como empezó a ofrecer sexo por dinero, nuestra situación se vuelve cada vez más caliente y hemos establecido una política de Quid pro quo

Después de lo ocurrido, el ambiente en casa mejoró mucho. Pasábamos mucho tiempo ligeros de ropa, compartíamos confidencias, a veces nos tocábamos más de la cuenta, pero habíamos establecido una barrera en torno a la penetración. Era frecuente que compartiéramos ducha, ella me hablaba de los clientes, de las cosas que hacía o de las que le pedían hacer y se negaba. Le habían llegado a ofrecer una decena de miles de euros por desvirgar a un chaval o por romper una relación, conocía chicas que lo hacían, pero ese no era su estilo, ella prefería hacer cosas con las que se divirtiera y nada más, limpio y sencillo.

Una de las noches, cuando el calor empezaba a calmarse, estábamos los dos en el sofá desnudos, ella me masturbaba distraída mientras miraba la tele y a mí, me picó la curiosidad.

-¿Cómo empezaste esto?- Le pregunté mirándola extrañado.

Ella paró de pajearme y sin levantar la vista de la película que veíamos me preguntó

-¿Cómo empecé a hacerte una paja o a que te refieres? Lo primero es sencillo, me aburría y la tenía a la mano…

-No, no… me refiero a todo lo de ser una escort y el sexo por dinero…

Ella se echó a reír, se giró y se levantó para sentarse a continuación a horcajadas sobre mí, con mi pene bajo su coño pero sin meterlo. Me puso las manos en el pecho, apoyándose con fuerza con dominancia, como la vez que me pidió que hiciera de mirón con aquel vejete. Se empezó a mover ligeramente, frotándose.

-Quieres sabes desde cuando soy puta- Dijo con gesto serio.- Eso tendrá un coste.

Yo la miré con un poco de preocupación. Nuestros tratos siempre se basaban en lo mismo, uno quería hacer algo y el otro tenía que aceptar sin negociar un precio, sin echarse atrás. Sofi sonreía con descaro, lucía encantadora.

-Mira, yo te cuento eso… y tú, traes a casa a una de tus conquistas para que yo os pille follando…

Sabía que no tenía más remedio que aceptar, normalmente nuestros tratos eran beneficiosos para ambos y los dos disfrutábamos, y si algo salía mal, se compensaba, Sofi había tenido que hacerme de cenar dos noches por dos tratos que habían fallado. Así que acepté. Ella seguía restregándose conmigo mientras empezó a contármelo:

-Todo empezó cuando yo estaba terminando secundaria, mis tías tenían un par de años más y siempre pasábamos los veranos juntas en el apartamento de mis abuelos. Ese año traían a sus novios a escondidas y claro, a mí me llevaban de excusa para que sus padres no lo prohibieran.- Empezó a rozar mi capullo contra el glande de su clítoris, estaba empapada- Mis primas se empeñaban en ir a una playa nudista, yo siempre que iba me quedaba con el bikini puesto, era una chica recatada aún, y ese año tuve que ver como se despelotaban todos y aprovechaban para rozarse en el agua o se iban a dar paseos y me dejaban de lado. Aunque empecé a hacer amistad con sus novios que parecían majos, aunque eran unos cerdos como verás luego.

Se acomodó, alejando mi polla de su vagina.

-Uno de los días, cuando mis primas se fueron a dar un paseo, los dos cerdos estos se pusieron a bromear conmigo, a decirme que me quitase al menos el top del bikini, o que era la única vestida de la playa y seguro que me encontraban un chico allí.- Dijo mirando distraída al vacío, como recordando- Hasta que me empezaron a decir de broma que me ofrecían dinero a cambio de quitarme una prenda… primero me ofrecieron por el top, y al día siguiente fui solo con las braguitas del bikini, luego para que fuera desnuda y mis tías no paraban de celebrar que la niña se soltaba… si supieran lo que ocurría. A los pocos días me pidieron que les espiase cuando se iban de paseo, así que los veía follar con mis tías, les hacían de todo, sabía que mis tías eran un poco guarras, pero no tanto.

Se adelantó poco a poco hasta ir poniendo su coño sobre mi pecho, dejándome sentir su humedad.

-Y lo demás vino solo, al cabo de una semana, los cuatro salieron de fiesta y volvieron borrachos. Mis tías apenas se sostenían en pie y las metieron en la cama. Al cabo de un rato los dos moscones se vinieron conmigo y empezaron a ofrecerme dinero por desnudarme, en unos minutos estaba desnuda con uno a cada lado cuando empezaron a manosearme, y ahí los paré.- Sonreía- Ya había espabilado, les dije que si querían más, les costaría más y ellos ni cortos ni perezosos me dijeron que pidiera lo que quisiera… Al cabo de un rato estaba mamándosela a los dos, mientras uno me metía dos dedos en el coño y el otro me manoseaba las tetas. Luego uno me cogió en brazos y me hizo ponerme encima suyo y el otro me puso de nuevo el rabo en la boca. Me estuvieron follando un buen rato, cambiándose e incluso intentaron meterla los dos a la vez.

Ya tenía su coño sobre mi boca.

-A partir de ahí, supe que los tenía jodidos… me habían follado por dinero, y yo tenía el dinero y había hecho fotos, así que me divertí un poco a su costa- Dijo mientras gemía- Fue un verano brutal, les convencí de follarse entre los dos a cada una de mis tías, a mí solo me tocaban pagando, pero a mis tías las emputecieron a base de bien. Llegaron a confesarme que solo estaban con ellas para follar. Al final del verano, los dos rompieron con ellas y quisieron contactarme, pero pase de ellos, les dije que o se piraban o contaba lo ocurrido y no volví a saber de ellos.

Se quedó callada, gimiendo en susurros, mientras con una mano me seguía pajeando. Finalmente se corrió en mi boca, cuando recuperó el aliento se echó tumbada sobre mí.

-Y así empecé. Durante un tiempo no lo hice, hasta que llegué a la universidad y vi que todo era caro y complicado… y hasta ahora… ¿Contento? ¿Sí?- Dijo mientras yo asentía- Pues ahora te toca cumplir.

Al cabo de una semana, conocí a una chica y ella entró de golpe. La cosa salió mal, la otra salió dando voces, cogiendo su ropa a la carrera y Sofi se meaba de risa. Descojonada y roja de reírse me dijo:

-Lástima, si llega a salir bien te iba a dejar que me follaras.

CONTINUARÁ