Mi compañera de oficina

Mi compañera de trabajo y yo, decidimos celebrar nuestro día.

Mi compañera de oficina y yo.. celebramos nuestros días.

En el lugar donde trabajo el único hombre soy yo, así que me acompañan 9 mujeres a mi solo todo el día.

De las nueve, tres me llaman la atención, una se llama Marcela, tiene 24 años, es casada y tiene un hijo. La otra es Flora, tiene 26 años, soltera, profesional muy linda y la otra es Ema, tiene 33 años, viuda y con una hija.

La que mas me llama la atención es Marcela, es una mujer de piel blanca, ojos achinados, un cabello largo que el llega casi a la cintura de color negro y rojizo. Tiene un cuerpo muy lindo, lindos pero pequeños senos, bien formaditos, unas caderas exquisitas, es lo que más me gusta de ella, su culito.

Todo empezó con una situación inusual en la oficina. Marcela, un día amaneció algo enferma y antes de acabar la mañana se desmayó. Todos salimos de los puestos de trabajo a socorrerla, como todos en la ofician son mujeres tuve que acercarme para ayudar. En ese momento no tenia ningún pensamiento ni ninguna atracción por Marcela, pero cuando la vi tirada en el piso, desmayada y toda indefensa, me entro la morosidad y la perversión. La tome de los brazos mientras las demás compañeras de trabajo la agarraban de los pies. La subimos en una poltrona y la acostamos mientras le pasaba el desmayo.

Mientras todos pensaban en que hacer, yo solo fantaseaba en como sería comérmela en la oficina. Ella tenia las piernas algo abiertas, tenia un pantalón blanco ajustado y algo transparente que dejaba ver la marca de sus tangas. (Mi debilidad, las tangas). Me arrechaba mas al ver esas marcas en su pantalón.

Un tiempo después, comenzamos a hablar un poco mas seguido y de cosas muy personales e intimas. Ella decía que no le gustaba el sexo oral, que no sabia porque, y yo le decía que no sabia de lo que se perdía.

Esa tarde salimos a almorzar, la invite y ella me invito a mi porque yo cumplía años y se celebraba el día de la secretaria, que era el puesto que ella estaba haciendo en ese tiempo.

En el almuerzo seguimos hablando de lo mismo y yo me estaba calentando y creo que ella también,. Se nos paso la hora de almuerzo y al llegar a la oficina me pidieron el favor de llevar un archivo inactivo que no servia en la oficina a una oficina de la empresa que se encuentra desocupada pero que le pidiera el favor a Marcela que me acompañara para que organizara el archivo.

Salimos, cogimos un taxi y nos trasladamos a la oficina, cuando llegamos, solo había una poltrona vieja, un escritorio, un archivador y unas sillas.

  • Esto esta terrible y muy abandonado. - le dije a Marcela

  • Si, y hace mucho calor, no hay aire acondicionado.- Respondió.

  • Pero esto esta bueno es como para una culiadita - Dije en forma de charla y debido a que había mas confianza.

  • Ja ja ja , pero con tanto polvo no dan ganas o si? - Respondió Marcela en forma pícara.

  • Pues sería divertido probar un día de estos - Le dije

  • Será? - Respondió Marcela.

Me acerque un poco, pase mi mano por su cabellera, luego pase mi mano por su cara y le dije: "Seria delicioso o no?" Ella me miro a los ojos y me dijo: "tenemos poco tiempo para volver a la oficina" y me beso.

Ahora si se había compuesto esto, nos besamos por un tiempo, la lengua de Marcela solo paseaba por mi boca y yo solo aprovechaba para manosear todo su cuerpo, pasaba mis manos por su espalda buscando llegar a su culito.

Ella tenia un conjunto de una Chaqueta, camisa blanca manga larga y una minifalda color negro. En mis manoseadas logre quitar su chaqueta y bajar la cremallera de su falda. Ella me quito la corbata y desabrocho mi pantalón.

Mientras que nos besábamos y quitábamos la ropa, nos movíamos hacia la poltrona. Al llegar a la poltrona ella solo tenia la camisa puesta y yo solo los boxer. La tumbe en la poltrona y comencé a besarla por su cuello, en su boca y mientras lo hacia desabotonaba su camisa hasta que quedo solo en la tanga. Ella quito mis boxer y cogió mi verga, que ya estaba dura y grande y la comenzó a masturbar.

Yo seguía besándola y frotándole mi verga en sus manos. Después de un rato de masturbarme, baje con mis besos por sus pechos, besaba sus senos pequeños pero bien redondos y ricos, baje a su abdomen y luego mordisqueaba su rajita por encima de la tanga. Ahora estaba aun mas caliente, los dos estabamos en un estado de calentura total, así que sin pensarlo baje sus tangas y metí mi cara en su vagina, mi lengua se enloqueció, hacia el abecedario en su vagina con mi lengua y ella solo atinaba a gemir, a respirar rápido y a acariciarme la cabeza con sus manos.

Me levante, la tome de la cintura y la voltee, así quedo en forma de perrito, ella me decía que si la iba a penetrar fuera por su vagina y no por su culo, casi no la escuche pero efectivamente, la penetre por su vagina, depilada, medio rosadita y algo lubricada, metí mi verga suavemente y al entrar en su totalidad Marcela solo decía: "Que delicioso se siente.. dame dame " . de esa manera comencé a penetrarla de una manera constante, ni rápido ni muy lento, podía ver como le gustaba el movimiento que le aplicaba pero yo quería ser un poco mas brusco, así que comencé a arremeterla mas rápido y duro, ella me decía que no tan duro, pero a medida que pasaba el tiempo no se quejaba mas y solo gemía mas fuerte.

Aprovechando que ella sentía algo de dureza en sus caderas, metí mi dedo índice suavemente en su culo, al principio no se dio cuenta, pero al rato me dijo: "suave... metelo suave.. se siente rico.." . Eso significaba vía libre a que la penetrará por su culo, así que con mi saliva ayudaba un poco mas a que su ano se lubricara. De un momento a otro saque mi verga y lo introduje en su ano, se una manera suave y lenta entro sin ningún problema. Marcela solo dio un pequeño grito y me pidió que no le fuera hacer duro. Obedecí sus ordenes y esta ves me estaba comiendo culito con mi verga.

En ese momento no podía creer que me estuviera culiando a mi compañera de trabajo pero eso me excito más y sentía acabar, pero la verdad todavía no quería terminar así que saque mi verga suavemente de su culo y ella se volteo, me dijo que me sentará, ella se volteó y mirándome a la cara se sentó encima de mi verga, sus senos y sus caderas quedaban a mi disposición. Mis manos las pase por su espalda hasta llegar a sus caderas, las agarraba algo fuerte mientras besaba sus senos, podía ver su cara, agitada, algo roja y sudando por montón, me encanta que suden, sentir su calentura del cuerpo. De nuevo sentía que me mi verga explotaría, entonces la bese en su boca y le dije: "Porque no aprovechas y te das cuenta lo rico que es mamar una verga"?. Ella me miro y con la cara llena de sexo en su mente, agacho su cabeza y la acerco a mi miembro, saco su lengua y con la punta de ella la paso por todo mi tronco, hasta llegar a la cabeza, jugo con su lengua y mi verga un minuto y después introdujo su boca en mi miembro, que delicioso se sentía.

Con una de sus manos me toca el cuerpo hasta llegar a mis testículos, los sobaba con sus dedos y luego abrió su mano para masturbarme. Ahora si no aguantaba más, así que le dije que ya iba a terminar, que si quería que terminara dentro de su boca o lo sacaba, ella solo me miro y con un gesto en su cara me dio a entender que la dejara. Pasados unos minutos más, mi verga exploto y solo sentía que pasaba mi semen por todo el miembro hasta llegar a la boca de Marcela. Ella también lo sintió, me miro y blanqueo un poco sus ojos, saque lentamente mi verga de su boca y me dijo: "Que culiada tan deliciosa me has dado, mejor que todas las que me ha dado mi marido en mas de 5 años", Yo solo me reí y le dije: "Feliz día de la Secretaría" y ella me dijo:" Feliz Cumpleaños".

De esta manera mi compañera de trabajo me celebro el cumpleaños y yo a ella su día.

Espero les guste esta historia que me sucedió hace menos de un mes.

Chao perrunos.

Perro.