Mi compañera de baile (Parte II)
Nuestra historia como bailarines avanza, y nuestras posturas se acercan. Pero aun queda un largo recorrido. ¿Me acompañaís?
Una vez realizada la confesión, yo no podía salir de mi asombro. Cabía una posibilidad, por mínima que fuera, de poder estar con semejante mujerón... Lo cierto es que no paraba de preguntarme cómo sería la persona que todas las noches yacía a su lado, le acariciaba el pelo y le hacía el amor recien levantados, y sólo pensaba en poder ser esa persona por un día.
Aparte de coincidir en clase y salir a bailar, teníamos una buena relación fuera del mundo del baile, ya que solíamos hablar frecuentemente por whatsapp sobre diversas chorradas. Fue por aquí que me contó que el desliz que tuvo con su antiguo compañero de baile había quedado atrás hacía un tiempo, y que él había rehecho su vida, aparte de que ellahabía decidido "portarse bien". Y yo deseando lo contrario...
Pasé así a ser una suerte de confidente, y siempre que tenía un momento de aburrimiento o decaimento, me hablaba por whatsapp para contarme sus cosas o proponerme ir a bailar un rato. En una de esas ocasiones, surgió a modo de cachondeo la idea de empezar a competir juntos en competiciones de baile, ya que teníamos mucha conexión bailando y casi todo nos salía cuando lo practicábamos juntos. Lo que comenzó como una broma en algo de tiempo se convertiría en una realidad, sin embargo, aun faltaba para eso. La cosa es que comentamos entre risas a nuestra profesora la posibilidad de federarnos y competir, y nos dijo que por qué no. A raiz de esto, una idea surgió en mi mente, y era la de pasar tiempo a solas con ella cuando salieramos de competición, quizá cabía la posibilidad de tener que compartir habitación en algún momento que tuvieramos que irnos a competir. Dios, solamente podía pensar en eso, en como podría transformarse esa situación en una larga sesión de sexo, incluso me daba morbo pensar en hacerlo antes de ir a competir y llegaramos todo despeinados. ¿Qué pensaría la gente de nosotros? Era puro morbo pensar en ello...
Aunque la idea se comentó, estabamos casi al final del curso de baile y ya no había posibilidad de llevar esto a cabo, por lo que aun teníamos tiempo para realizar los preparativos para poder comenzar a competir. Mientras tanto, y a pesar de que yo estaba en mi último año de universidad, continuábamos viéndonos en clases y siempre que la universidad y las tareas me permitían salir, y por supuesto, hablábamos todo lo que podíamos por whatsapp. Mi novia comenzó a sentir algo de celos ya que en una ocasión acudió a mi escuela para recogerme y después irnos a cenar, y al ver la buena relación que teníamos ambos no pudo aguantar los celos, cosa que me hizo saber, pero que pude solventar antes de que fuera a más.
En una ocasión, yo me encontraba estudiando, y me llegó un mensaje al movil. Era un mensaje con una foto, que me enviaba mi compañera. En la foto se la podía ver en una piscina, luciendo un precioso bañador negro, con gafas y sonriendo a la cámara. Después de enviarme la foto me contaba que se había escapado con su familia unos días aprovechando el buen tiempo que comenzaba a hacer debido a que ya estábamos en Mayo.Mientras ella me contaba todo esto, y aprovechando que me encontraba solo en casa y ya estaba aburrido de estudiar, me desabroché el pantalón y me saqué el miembro de mis calzoncillos. No recuerdo nada de lo que hablamos, ya que entre mensaje y mensaje, aprovechaba a mirar de nuevo la fotografía y pajearme contemplándola. Lo cierto es que salía luciendo una figura más esbelta de la que tenía en realidad, ya que el color negro del bañador realzaba su figura. De igual forma, la postura que tenía en la foto era de lo mas provocativa, dejando todo el peso sobre una de sus piernas y felxionando la contraria, lo cual hacía que su culo saliera hacia atrás. Y sus tetas...maravillosas en esa imagen. Lo cierto es que a día de hoy sigo pensando que me mandó la foto para provocarme porque ya era conocedora de los sudores frios que me provocaba. Pero en esta ocasión lo que me provocó fue una gran erección que tuve que bajar haciendome una paja que duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio.
Pasaron los días y acabó por llegar el final del curso, por lo que la escuela organizó un festival para despedir el curso hasta el próximo septiembre. Lo cierto es que se nos echó el tiempo encima, y sobre todo a mi, ya que tenía muchísimas tareas que hacer de la universidad y apenas tenía tiempo para poder ensayar, estudiar y poder estar con mi novia. Todo esto me generó un gran estrés que se reflejó en mis relaciones sexuales con mi pareja, ya que no podía mantener la concentración en la cama por culpa de todas mis responsabilidades. Sin embargo, conseguí recomponerme y mantener el apetito voraz que me caracteriza. La cuestión era que para el festival, contratamos un local en el que apenas teníamos espacio para cambiarnos aquellos bailarines que teníamos más de una coreografía, y teníamos que realizar los cambios en un pequeño corredor todos juntos. Una vez realizamos la primera coreografía, nos tocó ir a toda prisa a realizar el primer cambio, cosa que yo realicé en un tiempo record, ya que deseaba tener un pequeño lapso de tiempo para contemplarla en sujetador. Mientras que yo ya había acabado, ella aun estaba quitándose los pantalones de la anterior coreografía, por lo que pude disfrutar de sus preciosas piernas cubiertas por varices, pero que aun así me resultaban la mar de sexys. Imagino que debió de pillarme observandola, porque me quedé sin poder ver como se quitaba la camisa delante de mi. Ese fue mi primer fracaso, pero acabaría por ganar donde otro hubieron perdido.