Mi compañera Begoña (IV)
Comienzo de unas placenteras vacaciones
Ya habían pasado unos meses, y nuestra relación iba cada vez mejor. Los tres habíamos formado una pequeña familia, mi relación con Ainhoa era estupenda habíamos llegado a un nivel de confianza muy bueno.
Bego había preparado un viaje de una semana a Mallorca, en el que había alquilado un apartamento cerca de una zona de calas, me dijo. A primeros de Abril estamos llegando a Mallorca, alquilamos un coche en el aeropuerto y nos dirigimos hacia el apartamento, mientras que llegábamos al apartamento en el trayecto Bego se quitó las bragas y le metí los dedos hasta que llego a correrse, lo primero que hicimos nada más llegar fue echar un polvo en la cama.
Después fuimos a un súper cercano donde compramos algunos víveres para la semana, cuando llegamos al apartamento nos pusimos los bañadores y bajamos a bañarnos.
Al día siguiente cogimos el coche y Bego me indicaba por donde ir a una cala que había visto en internet, después de aparcar bajamos a la cala y resulto que la poca gente que había estaban desnudos, la mayoría de los que habían eran de nuestra edad calculo yo.
Bego me beso y empezó a desnudarme y yo a ella, cuando estuvimos desnudos nos fuimos al agua, allí nos pegamos un refregón para calmarnos, después salimos del agua y nos tumbamos al sol. Un rato después llegaron unos nórdicos que se colocaron cerca de nosotros la verdad que para la edad que podían tener estaban muy bien dotados.
Me quede un rato dormido y cuando me desperté Bego estaba sentada con ellos y no paraba de reírse. Me los presento se llamaban Miranda y Rob y tenían un chalet cerca de allí. Compartimos la comida y bebida que llevábamos entre risas y miradas lujuriosas. Estaba anocheciendo y nos invitaron a su casa y Bego acepto al instante. Preparamos unos sándwich y unas bebidas y las sacamos al jardín junto una espectacular piscina. Miranda y Bego se volvieron a desnudar y se tiraron a la piscina. Rob y yo las imitamos y en un momento estábamos los cuatro desnudos en la piscina Miranda se acercó a Bego y comenzó a comerle la boca, se salieron de la piscina y empezaron un 69 espectacular, las dos se afanaban en comerse las almejas con auténtica pasión Miranda cogió a Bego la puso de espaldas en la tumbona le abrió las piernas y comenzó a pasarle la lengua de arriba abajo por toda la almeja deteniéndose en el botón del placer de Bego que no paraba de jadear en un momento dado se acercó rob y le agarro la polla y comenzó a mamársela, ver todo ese espectáculo me puso la polla bien dura así queme acerque a Miranda por detrás y se la metí de un tirón ya que entro con una facilidad tremenda ya que lo tenía encharcado, mis embestidas hicieron que Miranda le pusiera más ahínco a la comida que le estaba realizando a Bego, tras unas cuantas embestidas Begoña y Miranda empezaron a correrse y a continuación Rob y ello echamos nuestras corridas en las hembras del otro. Tras la cena las chicas decidieron que esa noche íbamos a cambiar de montura. Pero antes ellas se montaron una sesión de sexo lésbico que nos puso el nabo a Rob y a mí como una barra de acero.
Una vez que hubieron descansado de su sesión de sexo lésbico nos agarraron por la polla y nos llevaron cada uno a un dormitorio separados.
Miranda es una hembra de unas hermosas tetas algo caídas efecto de la edad y un generoso culo el cual tuve el placer de descubrir esa noche que lo usaba con maestría, el coño lo llevaba totalmente depilado, estuvimos toda la noche follando tanto por el culo como por la almeja, desde el otro dormitorio también se escuchaban los gemidos de placer tanto De Rob como de Begoña. Fue una noche larga de placer y gemidos en los que disfrutamos los cuatros de nuestros cuerpos.