Mi comienzo

Asi comenze a convertirme en la esclava de mi jefa.

Hola a todos, mi nombre es Alicia, tengo 35 años, trabajo en una oficina y me gusta mi jefa, su nombre es Ana, es un par de años mayor que yo, es alta, casi como una modelo, de larga melena negra azabache, ojos negros como una noche sin estrellas, su boca invita a besarla, a comerla entera, sus pechos no son pequeños ni grandes, a mi me parecen maravillosos, y el resto de su cuerpo esta modelado por horas de gimnasio, es simplemente la mujer perfecta.

Desde hace ya tiempo me fijo en ella constantemente, no puedo evitarlo, cada dia imagino como seria estar con ella, desnudas las dos, como tiene que ser su cuerpo, imagino sus tetas aprisionadas dentro del sujetador, su culo y su coño escondidos tras un minusculo tanga, hummmm cada dia nada mas verla ya me mojo, empapo mis bragas con solo pensar en ella.

Cierto dia se presento en la oficina con un vestuario nada convencional en ella, llevaba un traje de chaqueta y falda, era claro, camisa semitransparente que hacia entrever su sujetador, su falda era excesivamente corta, mas bien parecia una mini que una falda de un traje, nada mas verla me empape toda, ese dia no me dio tiempo ni a imaginarla, solo la vi y ya comenzo mi calentura.

A media mañana llego un cliente, y lo hizo pasar a su despacho, me indico que tenia que salir a hacer unos recados que no podian esperar. Alli quedaron ellos mientras yo bajaba a la calle, ahhhh tonta de mi, olvide coger mi movil del cajon por si me llamaba Ana, volvi a subir a la oficina, y según me dirigia hacia mi mesa oi unos jadeos, unos ruidos raros, los segui hasta el despacho de Ana, la puerta entreabierta y unos ruidos algo familiares me dieron el valor necesario para asomarme por la puerta. Lo que vi me lleno de asombro, y a la vez de lujuria incontrolable, alli delante de mis ojos estaba Ana arrodillada ante el desconocido con su polla entre sus labios, la falda remangada por la cintura y sus hermosas tetas al aire, me quede unos minutos observando, la veia chupar y chupar, y yo cada vez mas caliente; sin proponermelo, sin ni siquiera plantearmelo deslice mis manos hasta mi entrepierna, comenze a masturbarme en silencio mientras veia como Ana se levantaba del suelo, se inclinaba sobre su escritorio de cara a la puerta y le decia al desconocido –"vamos cabron, a que esperas para follarme" el desconocido se coloco detrás de ella y de un solo empujon la penetro, sus ojos se abrieron como platos, Ana jadeaba, el desconocido no dejaba de follarla como un loco, y yo, alli delante de ellos tras la puerta me masturbaba como una loca, tanto disfrutaba que me deje llevar y al llegar al que seria uno de los mas placenteros orgasmos que habia tenido hasta ese dia, golpee la puerta, no se abrio, pero llamo la atención de Ana que se quedo mirando, yo me contuve, aguante la respiración y volvi a asomarme, fue ahí, en ese preciso momento cuando mis ojos se cruzaron con los de Ana, yo asustada corri tan en silencio como pude, sali de la oficina y ya en la escalera me arregle y fui corriendo al banco. ¿me habria visto?-y si es asi ¿Qué habra pensado? Miles de preguntas asaltaban mi cabeza. En lo que hacia los recados intente tranquilizarme, ya pensaria algo si ella me decia cualquier cosa, ademas, tampoco estaba segura de que me hubiese visto.

Al regresar al despacho todo estaba en orden, Ana tras su escritorio, el desconocido hacia desaparecio, ella con la cabeza metida en su ordenador trabajando, pedi permiso para entrar,-¿todo bien en el banco? – si todo bien, aquí tienes los documentos que me pediste. ¿estas bien Alicia? Te noto como algo palida, - si todo bien, abra sido el ajetreo del banco, voy a mi mesa.

Al parecer no me vio, y si lo hizo no quiso hacer ningun comentario al respecto. En ese momento me senti mas aliviada.

Pasaban los dias y yo segia mirando a Ana, no podia evitarlo, y cada dia venian a mi cabeza imágenes de ella y el desconocido, y m seguia mojando. Ya comenzaba a mirarla con descaro, sin ocultarme de ella, le miraba tu lindo culo, me quedaba embobada mirando sus tetas, las veia una y otra vez balanceandose mientras ella engullia la polla del desconocido. Ella me veia embobada y se reia, y disimulaba, hasta una tarde. Esta tarde cambio mi vida.

Ana me llamo a su despacho, queria darme unos comunicados o al menos eso fue lo que me dijo,- sientate Alicia, enseguida estoy contigo, salio del despacho y se dirigio al baño, yo estaba pensando en mis cosas, distraida cuando una especie de cuerda plana se enrollo a mis brazos y espalda sujetándome a la silla, intente protestar y al abrir mi boca Ana introdujo algo, ahogando mis gritos, agarro rapidamente mis manos y las ato tambien a mi espalda, ya prácticamente inmovilizada de cintura para arriba ato tranquilamente mis piernas a cada pata de la silla.

Ya completamente inmovilizada intentaba pelear por soltarme, ella apoyada sobre su mesa se reia mientras me obserbaba, ¿crees que no te vi el otro dia?¿crees que no se que me viste? ¿y crees que no se que te estuviste masturbando? – te he estado observando mucho tiempo, de cómo me miras, como me devoras con la mirada, ¿te gusto verdad?, vamos contesta no te quedes muda, jejeje, olvidaba que tienes mis bragas dentro de tu boca, -sus bragas ahora comprendo ese sabor tan peculiar a mujer que inunda mi boca,- solo saber que eran sus bragas hizo que mi coño se encendiera, y mas cuando levanto su falda mostrandome su coño desnudo mientras me decia: - ¿no me crees? Mira mi coño desnudo, ¿te gusta? No pude por menos bajar la mirada y afirmar con la cabeza, veo que si, que te gusto, ahora te voy a sacar las bragas de la boca, puedes gritar si quieres, pero creo que seria inútil, por la hora que es no queda nadie en el edificio; mientras se acercaba a mi aun con la falda enrollada a la cintura yo mantenia la cabeza baja y negaba despacio, se paro ante mi y su dulce perfume de mujer inundo mis pensamientos, acerco su mano y la deslizo por mi mejilla antes de introducir 2 dedos para sacar sus bragas de mi boca y las arrogo a un rincón del despacho.

-y bien ¿tienes algo que decir? – no, me alegro de que me hayas descubierto, me quitas un gran peso de encima, te doy las gracias por esta leccion que me estas dando y mas aun por dejarme saborear tus bragas, ahora por fin me siento libre, el sentirme atraida por ti y no atreverme a decirtelo era una losa que me aplastaba cada dia, me he masturbado pensando en ti, con solo verte he deseado estar arrodillada a tus pies, estar ante ti tal y como estoy ahora era mi gran sueño y se ha cumplido, no he deseado otra cosa desde que te conozco, estar a tus pies y que me trates como tu quieras es otro de mis sueños, ya te habras dado cuenta que soy sumisa, una esclava de los deseos de mi ama, y ahora solo tengo un deseo, ¿Ana, quiere usted a esta esclava? Y terminando de decir esto baje mi cabeza en señal de sumisión mientras unas lagrimas rodaban por mis mejillas, unas lagrimas de felicidad.

-No se que pensar, tal vez me estes diciendo eso para que te suelte y ya esta.

-no es esa mi intencion, se lo aseguro, ¿Cómo desea mi ama, siempre que acepte a esta esclava a su servicio, que la llame?

-en el caso de que acepte tu propuesta, deveras de llamarme Ama siempre que estemos a solas, y solo Ana cuando haya mas gente con nosotras, - si ama, me apresure a decir.- me sorprendes, aun no te he dicho si te acepto o no y ya cumples mis deseos, bien, muy bien, te voy a aceptar, pero con una condicion, que desde ahora mismo me perteneces, y para que no haya dudas lo quiero por escrito,¿ entendido? – mi corazon dio un vuelco de alegria, comenzo a latir con mas fuerza, parecia que queria escapar de mi pecho, levante un poco la cabeza, queria que Ana viese la felicidad que me habia proporcionado al convertirse en mi Ama, - si Ama, acepto, firmare lo que usted me dija, y si lo cree oportuno yo misma lo escribire.

-Bien, tu lo escribiras aquí y ahora, delante de mi, voy a soltarte y vas a buscar tu portátil y vuelves ¿entendiste? – si ama, entendi. – Se acerco a mi y fue desatando mis ataduras, y en el momento en el que me vi completamente liberada, corri, corri por el pasillo hasta mi mesa, agarre el ordenador y refrese tan rapido como pude, -aquí esta su esclava ama, ¿donde da permiso para que pueda entregarle mi vida? - ¿Dónde? Pues no se, en el suelo mismo, ahí puedes ponerte a escribir, - no habia terminado su frase cuando yo ya me encontraba de rodillas con los codos apoyados en el suelo preparando mi ordenador para proceder a entregarle mi vida a mi Ama, yo era la mujer mas afortunada del mundo en aquellos momentos, la mas feliz.

-Me disponia a comenzar a escribir cuando recibi la que seria la primera orden de mi Ama. – Antes de comenzar a escribir, desnudate.- tan rapido como me fue posible me desnude, era tal mi estado de exitacion que en mi ímpetu por complacer a mi Ama rompi varios botones de mi camisa, de la falda que llevaba rasge la cremallera por que no bajaba lo bastante rapido, en menos de 2 minutos me unicamente con mi tanga y mi sujetador puesto, mi Ama me miro complacida, -muy bien esclava, quitate tambien el sujetador, el tanga por el momento puedes tenerlo puesto.- deslice mis manos y desabroche mi sujetador, - bien, muy bien, veo que eres muy obediente, eso me gusta en ti, - me senti feliz, mi Ama me habia felicitado, no podia desear nada mas, me bastaba el saber que habia complacido a mi Ama para ser feliz.

-Puedes comenzar a escribir, pero antes recoge mi braga con la boca, - me dirigi al rincón donde habia arrogado mi Ama su braga, acerque mi boca y la recogi delicadamente entre mis labios, y volvi meneando mi culito hasta mi ordenador.

-Mi nombre es Alicia S.d.l.V. tengo 35 años, soy natural de Madrid, mi D.N.I. es XX.XXX.XXX y escribo este documento voluntariamente.

-Soy una mujer sumisa, deseosa de encontrar una Ama a quien servir, a quien obedecer, de cumplir todas sus ordenes, sus deseos. Soy lesbiana desde hace bastantes años, pero sere lo que mi Ama quiera que sea, si me pide que este con un hombre me volvere la mujer mas ardiente y lujuriosa que exista, si mi Ama me ordena pasear desnuda, mi piel sera mi unico abrigo, si mi Ama me pide la cosa mas inverosímil, mas humillante, mas degradante, yo me esforzare por satisfacer a mi Ama y no defraudarla.

Mi unico fin en mi vida es complacer a mi Ama, quien puede disponer de mi a su antojo

Firmado:

Una esclava

-Una vez que hube terminado de escribir le mostre mi carta a mi Ama para que ella me diese el visto bueno, le entrege mi ordenador y me mantube a su lado de rodillas, con la cabeza baja, mirando al suelo, esperando su respuesta, lo leyo en silencio, la incertidumbre me estaba torturando, los segundos parecian horas, ¿le gustaria? ¿me rechazaria? Por fin todo paso, poso una mano sobre mi cabeza y comenzo a acariciarme mientras mi decia –bien no esperaba menos de ti, y ahora que todo esta claro vas a comenzar a servirme bien, empieza por comerme mi coño, quiero saber que tan buena eres de sumisa.

-Acerque mi boca al coño de mi Ama, lo bese con suavidad, y le di mi primera muestra de sumisión, comenze a lamerselo de arriba a abajo, de abajo a arriba recorriendo cada milimetro con delicadeza, paseando mi lengua por todos y cada uno de los plieges de su coño, hummmm me sabia maravilloso, para mi era nectar de di diosa y no podia desperdiciar ni una gota, posaba mis labios contra su coño y introducia mi lengua tan profundamente como me era posible, moviendola dentro de su coño, mi Ama se retorcia de gusto, eso me enorgullecia, estaba haciendo bien mi trabajo, poso sus manos en mi cabeza y la apreto contra su coño, jadeaba, se estremecia, estaba a punto de correrse, y de correrse en mi boca, que gran orgullo, un espasmo recorrio su cuerpo y estallo, un torrente calido inundo mi boca, tragaba, degustaba, todo era para mi y no seria de buena esclava desperdiciar nada que le entrege su Ama, trage todo y cuando hubo terminado mi Ama me quede asi, de rodillas, pegada a ella, ya no hacia falta que sujetase mi cabeza, aquel era un sitio maravilloso, -bueno ya basta, ya as tenido bastante por hoy, - si ama, -¿tienes algo que decir? – no ama, solo gracias por encargarse de esta esclava.

-Me levante despacio, no tenia prisa, recogi mi ropa del despacho de mi Ama y comenze a vestirme, coloque mi falda, mi camisa y mi chaqueta, una vez que hube terminado de vestirme me volvi donde se encontraba mi Ama, -si da usted su permiso voy a retirarme, - No pareces la putita que acabo de adquirir, con ese traje mas pareces una señora decente, y de decente no tienes nada, ¿verdad? – Es cierto Ama, asi vestida no demuestro lo puta que soy, cambiare mi vestuario para que sea mas acorde a mi estatus de puta. Esta bien, ahora acercate a la mesa e inclinate, me coloque como me habia indicado mi Ama, -abre las piernas, -comenzo a acariciarlas de abajo hacia arriba, deslizandolas por mis muslos, subiendo, llegando a alcanzar mi chorreante entrepierna, mi coño destilaba jugo,- veo que estas muy mojada, ¿no? –si Ama, estoy tan mojada como se espera de una puta, que es lo que soy; jugaba con sus dedos entre la tela mojada de mi tanga, lo apartaba y lo volvia a soltar, por fin lo dejo a un lado, podia sentir mi coño libre, sin ostaculos, mi ama bajo su mano por mi muslo, y sin darme tiempo la subio rapida como un rayo ensantando mi coño con 3 o 4 dedos, no lo se, solo me senti llena y cada vez mas caliente, los retiro una vez volviendo a introducirlos con fuerza en mi coño, yo estaba en la gloria, volvio a sacarlos y los acerco a mi boca, -vamos limpiamelos, yo los devore con locura, -recoge tus cosas y vete a casa.

-En mi cabeza se ordenaban todos los hechos de aquella tarde, me acababa de entregar en cuerpo y alma a Ana ¿estaba loca? ¿Qué me habia pasado? ¿en que acabaria aquella locura? Nada de eso realmente me importaba, en el fondo sabia que abia echo lo correcto, sabia que desde ese momento mi vida cambiaria para ser mas feliz.