Mi comadre está decaída

Le presento al primo de mi amante y salimos a bailar los cuatro

Mi comadre está decaída y le presentamos al primo de Rubén.

Tenía tiempo que no sabía nada de mi comadre hasta que un día estaba tomando mi café, cuando suena mi teléfono y era ella.

Estuvimos platicando un buen tiempo poniéndonos al día jeje entre sus comentarios me dijo que estaba un poco desanimada y desilusionada con Arturo, su nueva pareja, ya que quitando los primeros meses de unión casi no la tocaba y cuando lo hacia, terminaba muy rápido ya que era eyaculador precoz.

Le dije que porque no lo platicaban o se trataba, que tenía remedio fácil, ya que tenía buenas erecciones pero me dijo que ya lo había tratado de hablar con él y le contestó muy mal y por eso me hablaba porque estaba deprimida ya que como proveedor y atención a sus hijos era excelente, como mujer no la valoraba y se sentía muy mal por eso.

En broma le dije: pues si no tiene interés, deberías buscarte un amante que cubra tus necesidades.

Estaría bien jajaja me contestó.

Si te animarías? Deberías intentarlo, de seguro hay más de un candidato… recuerdo cómo los traías loquitos allá en Coacalco..

No, para nada y ahora menos con la papelería debajo de mI casa…?? Imposible!!!

En verdad no te gustaría sentirte deseada y tener alguien que te valore y te haga sentir mujer??

A veces sí, sobretodo cuando me busca y me deja a medias jajaja al otro día me meto al chat y me pongo a platicar con alguien.

A ver cuenta comadre, has salido con alguno del chat?

No aún no, pero hay un brasileño de unos 45 años que va a venir a una convención y quiere conocerme, pero no sé, lo estoy pensando todavía.

Si te animas luego me platicas… no preferirías uno de aquí, al que puedas llamar cuando lo necesites? Porque un encuentro ocasional en lugar de relajarte te puede dejar peor jajaja.

Eso es cierto, mejor sigo como estoy dedicada a mis hijos y mi negocio y me quito de problemas.

No se me hace justo, eres joven y guapa como para resignarte así, luego te puedes arrepentir y ya será tarde comadre… piénsalo, algún día tus hijos se van a ir y te vas a quedar al lado de un hombre que no te valora? En fin tú sabrás..!

Terminamos de platicar, seguí con mis cosas y el día que vi a Rubén, le comenté mientras reposábamos sobre mi comadre y me dice: ha de ser muy fea o antipática!!

Al contrario es muy guapa, algo seria pero cuando coge confianza es muy agradable…. En Coacalco los traía babeando!!! Cogí mi teléfono y le enseñé una foto de mi comadre: mira es ella.

Oh qué bien se ve!!! Está buena la comadre, mira qué nalgas!!! Si le hacía el favor jajaja

Bobo…y tú porque?

Compadre que no atiende a la comadre no es compadre de verdad, me contestó riendo.

Cogí su pene y le dije: en ése caso sería mi marido y no tú..

Es por ayudar a mi socio jajaja

Ya en serio me preocupa mi comadre porque sé lo que se siente… antes que aparecieras tú, estaba igual que ella, bajo otra circunstancia pero igual de necesitada, me explico?

Si, cariño…. Podríamos presentarle a alguien y salir a qué se divierta.

Ya lo había pensado pero no sé con quién, no conozco a nadie le comenté.

Podría decirle a mi primo, cómo ves?

Ok, me avisas y mientras le digo a ella a ver si se anima.

Así quedamos y en cuanto me avisó Rubén, le envié una foto de Julio a mi comadre y luego le llamé para preguntarle qué le parecía y si quería que saliéramos a bailar, ya que a ella le fascina eso. Me comentó que no le desagradaba y que ella me avisaba, pues con la papelería cerca de su casa era casi imposible tomarse el tiempo.

Lo siguiente es narrado por mi comadre y yo alternadamente.

Con mis hijas mi relación ya era más íntima, eran mis confidentes y yo de ellas.

La mayor con 14 años, Sonia con casi 9 y el niño 4.; Por las repetidas ausencias de Arturo y su poca atención para mí persona, retomé el meterme a internet y platicar por chat, contacté algunas chicas con quien platicaba cosas propias de mujeres y aceptaba algunas invitaciones para conversar con hombres.

Algunos los descartaba de inmediato por su vulgaridad y falta de tacto al abordarme, no es que me espante pero si vas a intercambiar ideas con alguien que sea de la mejor manera o no?

Mi amistad con Araceli seguía, platicábamos de nuestros sentimientos, y necesidades tanto sentimentales como físicas, nos reuníamos a tomar café, ya fuera en su casa o en la mía, o pasaba a la papelería, aproveché una ocasión que Arturo se fue a Veracruz con el niño y que Don Luis fue a verme y se llevó el fin de semana a las niñas a su casa, para decirle a Araceli que si me animaba a conocer a Julio, el primo de su amante Rubén y quedamos de vernos el viernes.

Ese día pasó Julio por mí a la papelería, fuimos a comer al centro unos ricos camarones con cervezas en el salón corona, escuchando música de trio, nos la pasamos muy bien, platicando amenamente, se portó muy caballeroso aunque con cualquier pretexto, tomaba mis manos o posaba las suyas en mi pierna o cintura, o me daba pequeños besitos cerca de mi oreja diciéndome lo guapa que me veía. Yo le agradecía sus piropos.

Ese día llevaba un conjunto de lencería negra de encaje, medias ajustables a medio muslo un vestido corto de tela elástica que me quedaba como pintado, resaltando mi figura y zapatillas de tacón alto.

Ya estábamos terminando cuando le llamó Rubén para avisarle que iba a recoger a Araceli y que nos viéramos ahí para ver a dónde íbamos y solo llevar un auto.

Pagó la cuenta y nos fuimos a casa de Araceli, que en realidad nos esperaba a dos calles de su casa ya que le dijo a su esposo que iría a cuidar a su tía enferma. Cómo inventaba escusas ésta mujer que bárbara jejeje.

Fuimos a un antro por el toreo, la música a alto volumen nos obligaba a hablarnos al oído lo que ellos aprovechaban para discretamente estar tocándonos, comenzamos a bailar separados Araceli y yo nos contoneábamos sensualmente mostrando nuestros mejores pasos de baile, teniéndolos atentos a nuestros movimientos, me sentía muy bien y con ganas de pasarla súper ya que últimamente no salía a divertirme. Terminó la última pieza y nos fuimos al sanitario Araceli y yo.

Le dije a Rocío que a Julio le habían prestado un departamento en Echegaray y que nos íbamos a divertir mucho, ella me comentó que le gustaba más la intimidad que estar todos juntos, le dije pobre de Rubén porque quería estar contigo. Me encoji de hombros, no le dije más y ahí quedó la cosa.

Salimos y nos esperaba Rubén que de inmediato me besó y nos cogió de la cintura posando su mano en la nalga de mi comadre que sutilmente la retiro.

Nos sentamos quedando frente a frente, Rubén Julio mi comadre y yo, lo que nos permitía platicar entre todos y a la vez entre ellos. Rubén sacó a bailar a Rocío.

Rubén puso sus manos prácticamente en mis nalgas, le dije que esa no era mi cadera, se sonrió y puso una en mi espalda y la otra en mi cintura, seguimos bailando y me atraía cada vez más hacia él haciendo que sintiera su abultado paquete y bajaba su mano para acariciar mi nalga y yo la subía a mi cintura, sus escarceos hacían que me humedeciera, me decía al oído que no dejaba de pensar en mí y que quería estar conmigo, yo le contestaba: Ara es tu chica, porque vas a pensar en mí si apenas me conoces?

Desde que vi tu foto me gustaste mucho, sobretodo tus ricas nalgas, qué dieta por estar contigo a solas..!!

Cuál foto? Eres un atrevido y descarado, pobre de mi comadre, le contesté, volviendo a quitar su mano de mis nalgas.

Una que me enseñó Ara, te ves hermosa, con tu pantalón blanco súper mojado que todo se veía!!! Ahí me enamoré de tus nalgas…!!! Y volvió a acariciármelas.

Terminó la pieza, pero no me soltó y enseguida comenzó otra balada romántica y volvió a acariciarme las nalgas apretándome hacia él, su miembro ya estaba bastante duro y me lo hacía sentir en mi pierna, (era bastante grande, más que el de Arturo mi pareja) y entonces me dijo que sintiera cómo lo excitaba, que si no me gustaba lo que sentía?

Le dije que si, pero me sentía rara porque mi cita era con Julio su primo y él era el novio de mi comadre.

Por eso no te preocupes ella y yo tenemos una relación muy abierta y hemos estado con otras personas sin problema.

Terminó la pieza y me fui a sentar, tome mi bebida, pues estaba muy acalorada y excitada, Ara lo notó y me dijo: traes las altas, no le entendí pero al fijar su vista en mis senos lo entendí, tenía mis pezones erguidos y nos reímos.

Julio empezó a meterme mano, junté mis piernas y puse mis manos en mi regazo evitando así su avance y que comprobara la humedad de mi pantaleta, estaba muy receptiva, cualquier roce o caricia erizaba mi piel sobre todo en mi nuca era electrizante, acariciaba el interior de mi muslo haciendo círculos con su dedo medio. Apretó mi pierna y avanzó su mano hasta tocar el borde de mi media, abriendo sus ojos de sorpresa y volteando a verme.

Aproveché y tomando su mano entre las mías las puse sobre la mesa, acercando sus labios a mi oído me preguntó con excitación si traía liguero.

No, le contesté

Entonces?

Con cara seductora le dije: no seas curiosoe, me besó y me sacó a bailar, tomó mi mano y junto a la suya, la puso junto a nuestras piernas y con la otra me agarró entre la cintura y el inicio de mis nalgas, comenzamos a bailar, me acercó más a él y con su dedo medio jugaba en la raya de mi culito que hacia se me erizara la piel, mientras con los dedos de su otra mano tocaba mi pierna como buscando si en verdad no traía liguero, yo me sonreía, burlándome de su inútil búsqueda, que lo único que estaba logrando era excitarme más.

Con sus toques entre mis nalgas y mi pierna el también se estaba motivando, se apretaba a mi, haciéndome sentir su erección, me empezó a besar mi cuello y cuando me hablaba al oído su bao me ponía a tono jejeje.

Puse mi cabeza en su hombro, disfrutando sus caricias y lo duro de su pene en mi pubis, ya que cómo éramos casi de la misma altura su paquete quedaba justo en medio de mis labios vaginales, nos movíamos al compás de la melodía, sostenía mi mano en medio de nosotros de manera que acercaba su pene ya bastante duro al dorso de mi mano, se sentía muy caliente y duro y moviendo mis dedos tocaba sus testículos pellizcándolos levemente. Ya estaba muy excitada y decidida a disfrutar la noche con él.

Terminó la pieza y al sentarnos me abrazó y me beso metiendo su mano bajo mi vestido y poniendo sus dedos en mi vulva presionando a través de mis pantaletas mi clítoris, diciéndome: Estás mojadita hummm ya vámonos nena, quiero poseerte, yo gemí y mirándolo a los ojos le dije que también quería estar con él.

Le dijo a Rubén que pidiera la cuenta y le dio las llaves del auto, al parecer ya sabía donde era, desde que nos subimos al auto me empezó a acariciar y besar, le decía que se esperara a que llegáramos pero me dijo que ya no aguantaba, acercó mi mano a su pene que estaba súper duro y acariciando mis piernas fue subiendo mi vestido quedándose absorto al ver las medias que llevaba, siguió subiendo por mi piel desnuda hasta llegar a mi pantaleta que seguía húmeda del baile, pasaba sus dedos por mi vagina presionando mi clítoris, que empezaba a erectarse me recostó en el asiento, sobaba mis nalgas sin dejar de acariciar mi clítoris, yo estaba muy excitada con sus caricias y le besaba las mejillas y sus labios sacó su miembro de los pantalones, se puso en medio de mi y haciendo mi pantaleta a un lado, me lo metió, se deslizó fácilmente en mi interior por lo mojada que ya estaba, lo besé para mitigar mi gemido comenzó a bombearme muy rápido metiéndomelo y sacándolo casi por completo, haciéndome terminar en un riquísimo orgasmo, Rubén volteó a vernos y le dijo a Julio que se detuviera porque ya estábamos llegando, se retiró de mi sacándomelo tan rápido que hizo un ruido que causó la risa de Ara y Rubén, yo me reacomodé la ropa, sentía mis mejillas arder de pena que al bajar del auto no podía mirarles a la cara.

Nos subimos al elevador, Julio me abrazó de la cintura haciéndome sentir su potente erección en medio de mis nalgas, Rubén y Ara se empezaron a meter mano, llegamos al departamento, Rubén sirvió algunas bebidas que Julio y yo ni tomamos ya que nos metimos directamente a una de las recámaras, me acariciaba mis redondas nalgas sin dejar de puntearlas con su miembro, me bajó el cierre de mi vestido, dejándolo caer al piso, me volteó frente a él, levantó mis manos sobre mi cabeza, y me dijo “que rica te ves mamita”, se quitó la camisa y los pantalones, nos descalzamos, él se hincó en medio de mis piernas acariciándolas de arriba abajo y separándolas un poco subió sus manos por detrás hasta mis nalgas estrujándolas con gran excitación, besando mi pubis por encima de mí pantaleta, lamiendo mi rajita y presionando mi clítoris deliciosamente con su nariz.

Que rico sentía, mi cabeza la hacia atrás acariciándole los cabellos disfrutando de su caricia lingual; me bajó lentamente mi pantaleta sin dejar de besar mi ombligo bajando paulatinamente sus labios por mi vientre entreteniéndose en mi escaso vello púbico, abriéndose paso entre mi vagina con su húmeda lengua, besando y succionando mi clítoris, afloje mis piernas por el placer que me hacía sentir, mis suspiros y gemidos aumentaban en intensidad, apretaba con mis manos sus brazos, el apretaba y abría mis nalgas acariciando con sus dedos mi ano.

Ya no aguantaba más quería sentirlo dentro de mí inundándome con su espeso esperma, lo jalaba de sus brazos para que se incorporara, no dejaba de acariciar mis glúteos, me desabrochó el brassier arrojándolo a un lado y besando mis senos alternadamente, le bajé su bóxer a media pierna, saliendo su pene duro como resorte estrellándose entre mis labios vaginales, abrí un poco más mis piernas dándole libre acceso, comenzó un movimiento de vaivén delicioso rozando a todo lo largo de mi vulva hasta el inicio de mi culito, cerré mis piernas aprisionado su miembro intensificándose mi placer al sentir su exquisito roce que abría mis labios vaginales, sintiendo la presión de ese durísimo trozo de carne sobre mi clítoris.

Le dije al oído besándole: ya dámelo por favor, ya no aguanto más….

Me cargó sujetando mis piernas, las que enlace a su cintura, sintiendo la punta de su glande en la entrada de mi vagina, llevé mi mano hacia su pene dirigiéndolo dentro de mí impulsando mi cadera a su encuentro metiéndome la mitad de su potente pistón, acariciando ligeramente con mis dedos su escroto.

Me acostó sobre la cama y sosteniendo mis nalgas con sus manos, metió el resto de su duro pene en mi interior, yo movía mi cadera hacia su encuentro, sintiendo como topaba su glande en mi cuello uterino y sus testículos se estrellaban en mi culito.

Besaba mi cuello, bufaba en mi oído eso me prendía más y aceleraba mis movimientos. Él seguía con sus fuertes embestidas perforándome, sentía como estiraban al máximo mis pliegues, tuve dos orgasmos seguidos, enterrando mis uñas en su espalda, continuó dándome duro durante unos minutos más hasta que en un fuerte empujón comenzó a eyacular dentro de mí, dejando completamente su miembro dentro, estrellando sus bolas en mis nalgas, me sentía plenamente llena, qué rico se sentían los chorros de esperma caliente y espeso entrando en mi matriz.

Apreté mis piernas sobre sus nalgas empujándolo hacia mi abrazándolo fuertemente uniendo mis jugos a su corrida y sintiendo cómo su pecho aplastaba deliciosamente mis senos, pegando mis erectos pezones con sus tetillas. Nos besamos apasionadamente viéndonos a los ojos con una gran sonrisa de plena satisfacción.

Seguimos moviéndonos hasta exprimir la última gota de semen, se recostó a mi lado boca arriba, le acaricié sus testículos y su pegajoso pene, me acosté boca abajo y el puso su mano en medio de mis nalgas acariciándolas, cerré mis ojos concentrándome en mis sensaciones, disfrutando sus caricias y sintiendo cómo recobraba vida su riquísimo órgano en mis manos.

Se puso sobre de mí colocando su pene en medio de mis piernas como masturbándose con ellas, besando mis hombros y mi espalda mientras acariciaba mis redondas nalgas; su pene se humedeció con lo que salía de mi vagina y lo pasaba de arriba abajo por entre mis glúteos, mojando la entrada de mi culito.

Metía su pene en mi vagina, bombeaba dos o tres veces, sacándolo embarrado de su semen y el excedente lo untaba en mi ano para lubricarlo bien metiéndome uno o dos dedos haciendo movimientos circulares.

De pronto puso su glande en la entrada de mi culito y presionando con su peso me lo fue encajando lentamente, haciéndome suspirar y gemir de placer; cuando ya lo metió completamente abriendo mis nalgas con sus manos, comenzó a embestirme, lentamente haciéndome sentir un placer indescriptible al entrar y salir de mi ano, que rico era sentirme totalmente llena con el grosor y dureza de su miembro, invadiendo mis intestinos, le tomé su mano y lo atraje hacia mi, disfrutando de su peso en mi espalda, yo movía mi cadera hacia atrás saliendo al encuentro de sus embistes, me estuvo dando por atrás durante un buen rato ya que con su corrida anterior tardó mas en terminar y eso hizo que mi placer se multiplicara apretando sus manos fuertemente en dos ocasiones al sentir como llegaba mi orgasmo con una fuerza tal que humedecí totalmente la colcha de la cama.

Me levantó de las caderas dejándome empinada con mi cabeza recargada en la almohada y viendo a través de un espejo que estaba en la pared lateral cómo entraba y salía de mi su poderoso mástil y el excitante balanceo de sus testículos al golpear mi vulva, lo que me excitaba sobremanera y empecé a acariciarme con una de mis manos mi clítoris, él acelero sus movimientos de mete y saca hasta que ensartándomelo por completo explotó dentro de mi culito llenándomelo con su esperma, siguió acariciando mi clítoris recargando su peso en mi espalda; metí mi mano entre mis piernas para acariciar su escroto y sobar sus testículos, mientras se vaciaban en mi interior.

Sin zafarse de mí, nos acostamos de lado, puso su mano sobre mis senos y yo lo jalé hacia mí de sus nalgas hasta que disminuyó de volumen su miembro, abandonando tan ajustado recinto. Quedándonos dormidos así abrazados.

Me desperté temprano para arreglarme e irme abrir la papelería, pero Julio me tomó de la mano y me dijo que a donde iba, que si no íbamos a estar todo el fin juntos?, Le dije que tenía que abrir mi negocio ya que no podía dejar de ir a mi casa para evitar murmuraciones.

Es muy temprano quédate un rato mas, yo te llevo para que abras a tiempo y se destapó acercándose a mí, cogió mis senos sentándose atrás de mi, apoyando su pene erecto entre mi cintura y mis nalgas, dejándome sentir su escroto en medio de ellas.

Besaba mi cuello, jugaba con mis pezones y acariciaba mis piernas, me excitaba sobremanera sentir su duro y caliente pene entre mis nalgas y sus testículos subiendo y bajando de su escroto pegados a mi trasero, giré mi cara para besarlo y nos rodamos sobre la cama, quedando él encima de mi y yo boca abajo en la cama, mis piernas colgaban él las separó y me puso mas a la orilla de forma que quedé hincada en la alfombra y mi dorso sobre la cama, se colocó atrás de mi y ensalivando mi vagina, cogió su miembro y lo acomodó en la entrada de mi vagina y de un solo empujón me lo metió completamente hasta sentir sus vellos rozar mis nalgas y sus bolas chocar contra mi pubis, levanté la cabeza gimiendo de placer al sentirme penetrada de esa forma y que mis pliegues vaginales se estiraran al máximo, me lo estuvo metiendo y sacando repetidamente mientras con sus manos acariciaba y abría mis nalgas, diciéndome lo “rica” que estaba que le gustaba mucho hacerlo conmigo.

Se salió de mi y sentándose en la cama, me hizo que lo montara de espaldas a él, me fui sentando en su erecto y poderoso pene, hasta dejar solo afuera su escroto, con sus deliciosos testículos colgando, me apoyaba en sus piernas y comencé a subir y bajar en su exquisito mástil que me estaba abriendo más que nunca, haciéndome destilar mis jugos en gran cantidad, mojando sus bolas que ya brillaban por ello.

Volteé a verme al espejo y la imagen que vi, me excito muchísimo, verme totalmente abierta y penetrada totalmente, con solo sus testículos fuera de mi y su glande golpeando fuertemente mi cuello uterino, que delicia!!!

Esa imagen me enardeció a tal grado que comencé a cabalgarlo frenéticamente, él acompasaba mis movimientos cogiéndome de las caderas, nuestros gemidos se escuchaban en toda la habitación, hasta recibir cuatro fuertes disparos sintiendo cómo golpeaban sus chorros de esperma dentro de mí, inundando mi vientre con su caliente semen. Apreté mis labios vaginales alrededor de su duro pene, contrayendo mis músculos para exprimirle hasta la última gota de su preciado liquido, que se mezclaba con mis jugos que salían como si mi vagina fuera un grifo.

No dejaba de masajear mis senos apretando mis pezones tan erguidos que hasta me dolían por la excitación y sus caricias los refrescaban. Cuando dejó de palpitar dentro de mí y comenzaba a reducir sus dimensiones, desmonté a Julio y zarandeando su pene le dije: a bañarse niño que se me hace tarde. Saqué una toalla y me envolví en ella dirigiéndome al baño.

Nos bañamos juntos enjabonándonos uno al otro, él quería volver a penetrarme pero le dije que no había tiempo que lo recompensaría después; nos vestimos y me fue a dejar a la papelería.

Mientras mi comadre Rocío disfrutaba plenamente con Julio, Rubén y yo en la sala tomábamos una última copa, besándonos y acariciándonos  comentando lo necesitada que estaba mi comadre que pronto cedió a la seducción y caricias de su primo.

El estar escuchando PAC PAC de la cama y los gemidos de mi comadre, aunado a las caricias de Rubén por todo mi cuerpo, me excitó de tal manera que pronto ya estábamos en ropa interior dándonos placer, me bajo la panty a medio muslo y comenzó a darme un riquísimo oral hasta hacerme terminar en su boca para después hacer que lo montara y comenzar a darme muy rico vaginalmente acariciando y besando mis senos, después me puso en 4 en el sofá y me lo fue metiendo lentamente por mi vagina todo su gran miembro haciéndome gemir de placer aaahhh!!!

Así estuvimos hasta que llenó mis entrañas con su potente chorro de semen, nos fuimos así desnudos a la otra habitación a seguir disfrutando nuestros cuerpos, no sin antes Rubén asomarse para verle las nalgas a mi comadre.

  1. Invito a mi comadre a una despedida de soltera