Mi clase, mi harem ~Parte 3~

Jorge y algunas chicas se van de campamento de estudio... o eso es lo que ellas creen.

Antes que nada disculpen el retraso pero me tardo para llevar bien la historia y no hacerlo a la carrera

Después de la clase unas tres chicas se le acercaron a Jorge. El en las dos semanas que había estado, ya tenía fama de ser muy accesible y a las chicas les agradaba. Ellas le comentaron que no iban nada bien en la materia y le pidieron de favor que les diera clases extra. El les dijo que lo pensaría y les diría su respuesta cuando acabaran las clases. Lo que realmente quería es pensar en algo con lo que sacarle el mayor provecho a esa situación. Cuando acabaron las clases las vio fuera de la escuela y les comento que se le había ocurrido que podrían hacer un campamento de estudio. Al día siguiente era sábado y podrían verse desde temprano e ir a una casa en la playa que el poseía, podrían pasarlo bien a la vez que estudiarían lejos de todo lo que pudiera causarles distracción. Ellas se emocionaron y solo lo aplazaron hasta pedir permiso. Por la noche ya todas le habían confirmado que irían, ya que ningún padre (sobre todo los que no tienen tiempo para pasarlo con sus hijas) pensarían mal de un profesor de esa escuela. El llego al punto de encuentro, las iba a llevar en su camioneta. Lo que le sorprendió era que Martha se les había unido al grupo. Ella había recordado que el primer día el le había dicho que no iba bien en su materia y una de sus amigas llamada Renata, que era parte del grupo que iría, le comento del campamento de estudio y ella se animo a ir, disculpándose por no avisarle con anticipación. El muy contento le dijo que no había problema pues mientras mas mejor. Al verlas a todas se dio cuenta de lo guapas que eran. Todas llevaban vestidos ligeros. Sobre todo Marta que llevaba un vestido anudado en la nuca, la espalda descubierta y le llegaba a medio muslo.

Llegaron al lugar y todas se maravillaron de lo bonito que era. Se veía todo muy calmado y no había mas casas. Para no parecer muy condescendiente, les dijo que estudiarían un rato y que después de comer podrían salir a la playa, así no se quemarían mucho. Todas estuvieron de acuerdo. Cuando llego la tarde todas salieron a caminar y jugar en la playa. Mientras el las vigilaba vio que Martha se alejaba del grupo y se metía entre unas rocas al borde del mar que la ocultaban de la vista de todos. El se intrigo y fue a buscarla. Ella estaba recargada en una de las grandes rocas con los pies metidos en el agua y tenía su mano entre sus piernas. Oyó que ella murmuraba su nombre al tocarse. Se le acerco con una sonrisa satisfecha colocándose frente a ella le pregunto si le había llamado. Ella completamente nerviosa iba a echar a correr pero el metió sus dedos entre las piernas de Martha comprobando que no llevaba ropa interior. Estaba empapada y ella empezó a jadear diciéndole que la dejara pero aferrándose a los hombros de Jorge. –Tienes que ser mas sincera contigo misma- le dijo el al oído mientras hundía dos dedos en ella. Ella no pudo resistir y entre gemidos le confesó –Profesor desde hace poco siento que quiero hacerlo con usted. Es embarazoso y no lo entiendo, pero mi cuerpo me lo pide.- el le respondió –Si tu cuerpo te lo pide es que lo necesitas- El desabrocho el short que llevaba liberando su miembro que ya estaba duro como piedra, alzo una de las piernas de Martha colocándola alrededor de su cadera y se hundió en ella. Al mismo tiempo la beso para que sus gemidos no los delataran. Empezó a follarla contra la roca sin dejar de besarla. Deshizo el nudo del vestido que llevaba en la nuca sacado sus pechos, sintiendo como sus pezones presionaban su pecho. Le tapo la boca mientras saboreaba sus grandes  pechos mamándolos con placer que hacían que su coñito se estrechara. Noto que estaba a punto. La cargo haciendo que rodeara su otra pierna alrededor de el aumentando el ritmo hasta que los dos se corrieron a la vez. El volvió a besarla acallando su gemido. Sin separarse de ella, Martha lo abrazo y le susurro al oído –Se que no es bueno que piense en esto pero no sabía que su leche sabría tan rico dentro de mi-. Al separarse, Martha tuvo que sentarse pues sus piernas no la sostenían el le dijo que se arreglara, retomara el aliento y volviera a la casa. El se inventaría una excusa por su tardanza pues el sol estaba por ocultarse.

Jorge regreso a la casa justo cuando Renata entraba en ella, las otras dos seguían divirtiéndose pero Renata le dijo que se iría a cambiar pues estaba toda mojada. El la siguió discretamente, pues cuando las chicas acababan de salir a la playa el había aprovechado para llevar incienso a su cuarto. Ella entro a la recamara y el espero con paciencia unos minutos. Abrió la puerta con suavidad para observarla; ya se había quitado la ropa y se estaba secando con la toalla, noto que sus pezones ya se habían erizado. Poco después vio que solo seguía frotándose entre las piernas con la toalla aparentemente sin darse cuenta. Espero un poco mas pues le gustaba lo que veía pero no sabía cuánto tiempo más tardarían las otras en entrar así que cerró la puerta tras el. Ella lo miro y el solo le dijo –Déjame ayudarte- La sentó al borde de la cama y se hinco frente a ella, empezando a chuparla por todas partes estaba chorreando y no tardo en correrse. La tumbo en la cama y saco su espada dispuesto a envainarla en ella. Masajeo un poco sus pechos, eran muy pequeños pero firmes y tenía unos pezones muy duros. La tomo de la cadera empujo. Entro poco a poco, ella era pequeña y estaba muy estrecha para su gran miembro pero poco a poco logro hacerla suya. Ella gimió de dolor y placer y el espero moviendo su cadera en círculos para que se acostumbrara a el. Suavemente empezó a bombearla muy lento, tomándose su tiempo, saliendo de ella casi por completo para después volverla a empalar con suavidad. Poco a poco su conchita empezó a suavizarse, su miembro empezó a entrar con facilidad y sus gemidos empezaron a ser de placer. Desde donde estaba podía ver hacia afuera por la ventana y poder checar si entraban las otras pero ellas seguían muy entretenidas en el mar. Aumento el bombeo cada vez mas, mientras ella gemía suavemente, su voz era muy queda y no tenia que preocuparse por acallarla. El sol se ocultaba cuando alzo sus piernas y colocándolas sobre su hombro le dio muy fuerte por última vez  y al tocar el fondo dejo salir toda su leche dentro de ella. Renata se sujeto de las sabanas muy excitada jadeando satisfecha. Dejo salir hasta la última gota. Ella se quedo dormida rápidamente y el la tapo con la sabana. Al entrar las otras les dijo que ella se había cansado mucho por el sol y se había quedado dormida. Las otras dos chicas se llamaban Luisa y Nuria y entraron muy contentas y comentando lo mucho que habían avanzado en la clase de cocina que les daban en la escuela y al punto se ofrecieron a hacer la cena. El les dijo que se los encargaba mientras iba a su recamara un rato. Sin embargo al dirigirse ahí Martha lo tomo por sorpresa y lo empujo dentro de un armario. El le iba a empezar a reclamar cuando la vio hincada desabrochando su short. Empezó a lamerlo con fiereza por todas partes, poniéndolo duro en un momento, lo metió dentro de su boca y empezó a mamarlo intensamente. Cuando ya no pudo mas alzo su vestido y dándole la espalda se inclino lo que pudo en el apretado armario y al hacerlo la punta del miembro de Jorge se hundió sola dentro de la conchita de Martha. El con una mano tapo la boca de Marta y con la otra la sujeto de la cadera empalándola con fuerza hasta el fondo desde el principio. Empezó a follarla con fuerza, el nudo del vestido no resistió se desanudo solo liberando los pechos de Martha que se bamboleaban como locos. Entraba y salía sin cesar hasta que sintió a Martha correrse y el la lleno nuevamente. Después de un momento ella se reacomodo el vestido y sin decir nada se fijo con cuidado que no hubiera nadie en el pasillo para salir de prisa a su habitación.

Cuando la cena estuvo lista Renata bajo un poco cansada y Martha muy callada. Cenaron tranquilamente y Jorge las mando a dormir temprano según dijo para que despertaran a buena hora para desayunar y seguir estudiando.

Jorge ya estaba en la cama pensando el todo lo que había pasado ese día. Apago la luz pero no se durmió su mente estaba aun demasiado activa. Tanto así que no escucho la puerta abrirse hasta que sintió un peso mas en su cama. Era Martha, iba completamente desnuda, al sentir su piel se dio cuenta de que acababa de ducharse. -¿Así que aun no estás satisfecha? ¿Después de haberte corrido dos veces hoy?- Ella se coloco sobre el, Jorge aun llevaba su ropa interior. Martha empezó a frotarse contra el moviendo su cadera seguía empapada  y jadeando le contesto –No se lo que me pasa profesor es como si no quedara satisfecha, como si quisiera tenerlo dentro de mi siempre- el condescendiente le dijo. –Es que ahora que te has hecho mujer tu cuerpo tiene mas necesidades pero no te preocupes tenemos toda la noche para que estés satisfecha el resto del fin de semana y deje mi olor impregnado en ti- diciendo esto Martha  dejo salir el miembro de Jorge que ya estaba muy duro. Siguió frotándose un rato hasta que dejo que la penetrara hasta adentro para después montarlo. Primero lentamente. Ella trataba de acallar sus gemidos pero el le dijo que podía dejarlos salir, las paredes de ese lugar eran muy gruesas y estaban lejos de las demás. Jorge siguió empujando sus caderas mas y mas duro, sujetándola de la cintura haciéndola que montara muy fuerte. Era la primera vez que la veía completamente desnuda. Sus pechos botaban deliciosamente. No tardo en llenarla. Esa noche la poseyó sin parar. De madrugada ya estaba tan llena de leche que se regaba por sus piernas, sin embargo estando a 4 sobre la cama ninguno de los dos podía dejar de mover sus caderas. Ella gemía, jadeaba de placer. Muy tarde (o muy temprano) cayeron desfallecidos en la cama, el abrazándola por la espalda aun ensartado en ella. Por la mañana cuando una de las chicas fue a tocar la puerta para decirle que bajara a desayunar no pudo dejar de volver a follarla, atascando su conchita con leche ardiente.

El bajo primero dándole tiempo a Martha de ir a su habitación a vestirse. Encontró sola a Nuria que le dijo que las demás habían salido hacia un momento pues pensaron que el se tardaría y prefirieron ir a caminar para abrir el apetito. Por alguna razón se la notaba algo ruborizada y podría no haber notado nada de no haber ella tratado de tomar un plato de un estante alto y resbalado. Jorge apenas la atrapo pues aun así ella se golpeo la cabeza y cayeron al piso, con Nuria de espaldas sobre Jorge, pero en vez de quejarse de dolor oyó como reprimió un gemido de excitación. La falda que llevaba se había alzado con la caída, dejando a la vista un vibrador dentro de las bragas de Nuria. Ella parpadeo y en voz queda dijo que estaba un poco mareada. Aprovechando la situación Jorge saco su spray y le roció la cara. Mientras hacia efecto empezó a acariciar su clítoris que se notaba excitado. Ella ya estaba húmeda y solo sirvió para que sus bragas se empaparan. Sin perder tiempo saco su miembro y empezó a restregarlo sobre sus bragas empujando el vibrador. Con una mano tapo su boca y con la otra tiro del vibrador sacándolo y haciendo a un lado las bragas, la empalo. Se hundió con mucha facilidad en ella provocándole un orgasmo de inmediato. Bombeo con furia hasta que se corrió dentro de ella. Solo duro unos minutos  y aun así su leche la inundo completa. Volvió a colocar el vibrador para que su leche no se regara y la llevo a su recamara, sabía que no estaba completamente inconsciente aunque tenía los ojos cerrados. La dejo recostada en la cama, y mientras las otras regresaban termino de poner la mesa.

Cuando las otras llegaron y preguntaron por Nuria el les dijo que se había golpeado la cabeza y la había recostado un momento en la cama para que descansara. Les dijo que no se preocuparan y que después de desayunar el le llevaría algo de comer. Mientras se acomodaban en la mesa Martha bajo de su habitación, llevaba una blusa de tirantes bastante escotada y un short tan corto que se podían ver sus nalguitas al inclinarse. Incluso sus amigas se le quedaron viendo escandalizadas pero no dijeron nada. Después de desayunar, Jorge fue a ver a Nuria ella ya estaba despierta pero no recordaba lo que había pasado. El le explico que se había golpeado la cabeza y el la había llevado a su habitación. Le dijo que comiera un poco y si se sentía bien bajara a estudiar un rato. Como ese día regresaban las hizo estudiar en serio varias horas y después les dijo que disfrutaran lo que quedaban del día para divertirse en la playa. Como todas tenían que ducharse antes de irse a una hora adecuada les dijo que ya tenían que empezar a ir una por una y convenientemente le dijo a Luisa que subiera. La tina estaba preparada y ella se metió sin dudarlo pero el agua era la que ahora tenía un aceite estimulante. Luisa comenzó a restregar su cuerpo mientras Jorge esperaba fuera de la ducha hasta que empezó a oír gemidos y entro. Solo llevaba una toalla alrededor de la cadera y se la quito al meterse dentro de la tina con Luisa. Ella lo vio pero no pudo detener su mano que acariciaba su perla entre sus piernas. Sin decir nada el la sentó en sus piernas y mientras una de sus manos la acariciaba entre las piernas su boca comenzó a mamar sus pechos que ya estaban duros. Luisa gimió mas y mas hasta que Jorge no pudo resistir y la coloco frente a el, puso su miembro en el coño de Luisa y empujo. El agua, el aceite y la misma Luisa hicieron que se deslizara fácilmente dentro de ella. Luisa gimió un poco adolorida pero rápidamente se acostumbro y comenzó a mover sus caderas por su cuenta. El la tomaba de la nalgas haciendo que lo montara mas rápido. Su boca se apodero de sus pechos, mamando y jalando un poco sus pezones, lo que la hacia gemir mas. Después de un rato Luisa se sujeto de la tina y arqueando su cuerpo hizo que Jorge llegara hasta el fondo donde exploto con un jadeo. Jorge tapo la boca de Luisa para que no la oyeran. Se quedaron en la tina un rato conectados. El calor del agua y los aceites adormecieron a Luisa que no noto cuando Jorge salió de la tina.

Al salir de la ducha pudo ver por la ventana que Renata y Nuria seguían en la playa, busco a Martha y la vio en el jardín trasero estaba de pie recargada en un árbol, la brisa erizaba sus pezones, con un impulso corrió hacia ella y sin darle tiempo de pensar alzó el top sobre sus pechos y empezó a mamarlos con fervor. Martha tapaba su boca con las manos. Poco después abrió su short y no llevaba ropa interior, lo bajo solo un poco, lo suficiente para poder colar su miembro entre sus piernas y ensartarla. Aun seguía excitado por la ducha con Luisa y la follo con fuerza desde el principio. La beso para acallar sus gemidos y no dejo escapar su boca hasta haberla llenado de leche. Al separarse el mismo volvió a subir su short, para no darle tiempo de limpiarse, quería que se quedara excitada y húmeda.

Después de que las otras se bañaran y arreglaran, hicieron las maletas y Renata observo que no tenían agua y bocadillos para el camino, así que Jorge les dio indicaciones y mando a las tres chicas a comprar a la tienda mas cercana. En cuanto las otras salieron a comprar suplementos Jorge no perdió tiempo Martha ya llevaba un rato excitada e hizo que se hincara sobre el sillón de espaldas a el y se sujetara del respaldo. Bajo su short solo un poco dejándolo entre sus muslos. La tomo de la cadera y la empalo hasta adentro de una estocada. Martha grito de placer y el la bombeo con fuerza desde el principio hasta el fondo, ella estaba empapada y el se deslizaba con facilidad dentro de ella. Su vestimenta le provocaba mucho. La tomo de los pechos excitándola aun mas provocándole un orgasmo tras otro hasta correrse el mismo en su coño. Pero no se detuvo con la punta de su miembro comenzó a expandir su otro hoyito. Fue mas fácil de lo que pensaba, Martha estaba tan excitada que no tuvo la fuerza para decir nada. Cuando se dio cuenta Jorge ya la había poseído por ahí. Esta vez bombeo con suavidad, disfrutando de la estrechez de Martha, ella no paraba de gemir extasiada, hasta que también lo lleno. Martha estaba terminando de arreglarse la ropa cuando llegaron las otras. Solo cargaron la camioneta y partieron. Renata, Nuria y Luisa se instalaron en la parte de atrás y Martha se quedo en el copiloto. A medio camino Martha se dio cuenta de que las otras tres se habían dormido y sin pensarlo se inclino sobre Jorge mientras conducía y comenzó a chuparlo, lentamente por todos lados, lo puso como roca rápidamente. Empezó a mamarlo con pasión hasta que Jorge no pudo seguir conduciendo. Se detuvo lo mas suavemente posible y dejo que Martha lo siguiera mamando hasta correrse en su boca. Martha se quito el short y con rapidez lo monto como posesa. Jorge sonriendo le dijo al oído -¿Qué harás cuando no me tengas en casa?- Martha mordió su camisa acallando sus gemidos y los dos se corrieron en un instante. Ninguna de las otras chicas supo nada.

Cuando llegaron al lugar donde las recogerían y todas se despidieron, Renata comento que Martha tenía un aroma muy peculiar que no había reconocido, pero la hizo ruborizarse. Jorge hizo la cuenta, llevaba 9 faltaban 16, tenía que apurarse.