Mi clase, mi harem ~Parte 1: Las primeras 4~
Poseer a 25 chicas de un salón de clases en un mes parecería imposible para cualquiera, pero no para Jorge. Acostumbrado a tener todo lo que quiere, preñar a sus alumnas solo sera una diversión mas.
El dinero mueve al mundo. Es algo que Jorge tuvo muy claro desde chico y su ambición siempre fue ser alguien poderoso. Empezó desde abajo, luchando constante y a veces no de manera honrada para tener cada vez mas. Muchos con poder se rieron de él y le dijeron que nunca sería como ellos. Pero el no descanso hasta que los sobre paso. Ahora ellos eran los que suplicaban por tenerlo como aliado, pero él supo arréglaselas siempre solo. A sus casi treinta años tenía todas las posesiones materiales que cualquiera pudiera desear, terrenos, casas, hoteles, empresas exitosas y al fin, todo lo que un millonario puede desear aparte de las mujeres que eso conlleva. Pero el quería sobre pasar ese límite también. Estando en ese medio se dio cuenta de que necesitaba un heredero aunque sus ambiciones también se extendían en ese ámbito. ¿Por qué solo uno? El sabía que tenia resistencia, fuerza y estaba en perfecto estado. Una corrida y podría dejar embarazada a cualquier mujer que no estuviera preparada.
Una afortunada conversación con uno de sus socios le hizo saber que la mayor parte de los ricos y millonarios de la zona mandaban a sus hijos e hijas a una escuela religiosa privada donde eran separados por sexo, así que había solo grupos de puras chicas y grupos de puros chicos, que solo se veían en el receso. Ahí fue cuando concibió un plan que dividió entre su ambición de venganza contra los que no creyeron en el, su propio deseo de sobre pasar los limites y su lujuria natural, que además le proporcionaría el heredero deseado; o en todo caso 25 herederos ya que ese era el numero de alumnas que había por clase. Así es, se había propuesto inseminarlas a todas, y ese simple pensamiento lo entusiasmaba, además no habría peligro de que las chicas abortaran pues eran educadas de manera que su religión no se los permitiría.
No descansó hasta saber en que salón se encontraban las hijas de sus enemigos, la mayoría eran chicas de secundaria. Perfecto. Concibió su plan de tal manera que logro que el profesor de economía estuviera que ausentarse un mes y que la escuela necesitara con urgencia un maestro sustituto. Cambio su nombre, sus ropas finas y oculto algunos rasgos como cambiar el color de cabello y llevar gafas para que nadie pudiera reconocerlo. Con los papeles que llevo no tuvo ningún problema en ser aceptado, y pronto se encontró frente a una clase de 3ro de secundaria llena de chicas. –Vaya parece que las crían especialmente para su estatus- pensó, pues todas las chicas eran hermosas, no había una fea; ojos, cabello y cuerpos distintos pero ninguno mal hecho. Todas con uniforme de falda larga, blusa y chaleco, nada favorecedor y aun así se veían todas estupendas.
Desde que entrara ubicó los apellidos de los 3 hombres que mas reclamaban su venganza, su plan era empezar con ellas y al pasar lista no se arrepintió. La primera era la típica rubia, con grandes pechos, rostro presumido y ademanes arrogantes. Las siguientes eran unas gemelas, ambas idénticas pelirrojas con cuerpos esbeltos de modelo y rostros serios. La tercera llevaba cabello rizado castaño, tenia cuerpo atlético y era algo bajita. Solo tenía un mes para llevar a cabo su plan así que debía empezar lo mas pronto posible. Durante la primera clase se dio cuenta de que la rubia era la que peor iba en la materia. Cuando toco el timbre para salir al receso se dirigió a ella. –Señorita Martha quédese en su asiento por favor he de hablar con Ud.- Esperó a que salieran las demás chicas y mientras ella volteaba hacia la ventana el cerro con seguro la puerta del salón y encendió un incienso que llevaba guardado. –La he detenido por que me he dado cuenta de que va muy mal en esta materia y me gustaría saber por que- Ella lo miro enfadada y le espeto –Ud. solo es un maestro sustituto, no se por que debe de molestarse por algo como eso.- - Aunque sea sustituto sigo siendo maestro y me preocupo por lo que aprendan las alumnas- Ella iba a replicar cuando sintió que su mente se relajaba. De repente los pezones comenzaron a marcarse en su blusa y se sorprendió pues no se dio cuenta en que momento se había comenzado a excitar. Ella no sabia que el incienso que Jorge había encendido era en realidad un estimulante, que afectaba sobre todo a adolecentes. Se sintió confusa, mientras Jorge seguía hablando. –Se que soy nuevo pero eso no quita el hecho de que vengo a enseñarles- mientras hablaba empezó a caminar hasta ponerse detrás del asiento de Martha. –Por lo que veo Ud. se distrae con facilidad- Al decir eso sus manos se apoderaron de sus pezones ya excitados. Martha se puso de pie enfadada y trato de irse pero Jorge la pego a el apretando suavemente sus pezones. Martha no pudo evitar gemir pues el incienso la había excitado sobremanera y notaba su mente como embotada. –Sabe señorita por ser tan presuntuosa, voy a tener que enseñarle a comportarse, mire- dijo mientras sus dedos se colaban bajo la falda y los sacaba empapados. –No hemos estado aquí ni diez minutos y Ud. ya esta chorreando.- Martha con esfuerzo solo logro decir que no era su culpa. Seguía luchando por zafarse de los brazos de Jorge pero el con destreza desabrocho su blusa – Ya ve como es presuntuosa hasta su sujetador es de diseñador, pero en este momento no nos servirá.- Y al momento lo desabrocho, sus pechos estaba ya tan excitados que botaron al abrirse el sostén. El empezó a masajearlos y Martha gemía sin control. Se dio cuenta de que eran muy suaves. Bajó el cierre de la falda para que callera al piso. Tenía unas braguitas a juego que ya estaban completamente empapadas y también las dejo caer al piso. Martha sintió como el sacaba su miembro y lo ponía entre sus muslos. Comenzó primero a masturbarla con el. Tenía la mente en blanco, solo sentía un inmenso placer. Al fondo de su mente aun existía la preocupación, pero era rebasada por lo que estaba sintiendo por primera vez. No resistió mas y se corrió con un jadeo. Ya preparada, el hizo que ella colocara las manos en su escritorio y alzara sus nalguitas. Empujo y el coñito de Martha lo recibió fácilmente, empujo hasta sentir su virginidad pero no se detuvo hasta estar todo completo dentro de ella.
Ella jadeo un poco adolorida pero estaba tan caliente y su mente tan excitada que ella misma comenzó a mover sus caderas instintivamente. El dejo que las moviera un rato hasta que empezó a bombearla. Ella gemía sin control, sin poder articular palabra. El empujaba mas y mas. Le encantaba, esa chica era deliciosa y su coñito lo atrapaba dentro de ella. Después de un rato se dio cuenta de que el receso acabaría muy pronto y dejo salir su leche ardiendo provocándole a Martha un orgasmo increíble que dejo salir con un grito de placer. En ese momento Martha se desmayo pero su coño siguió succionando la leche de Jorge hasta la última gota. –Media hora y ya se ha convertido en toda una mujer- pensó con una sonrisa de satisfacción. El espero hasta dejarla completamente llena de el y mientras recogía la dejo recostada para que su cuerpo asimilara todo su semen. Mientras estaba inconsciente la volvió a vestir, desde la ropa interior hasta el uniforme y la coloco de tal manera en su escritorio que cuando llegaron sus compañeras del receso, la despertaron reprochándole que se hubiera dormido en vez de ir a comer. Ella sin recordar nada y sintiendo la cabeza pesada les dijo que estaba muy cansada, y como noto su estomago expandido les contesto que si había comido. Jorge entro al salón fingiendo que el también había salido a comer, escucho que le preguntaban a Martha que era lo que había comido y el con una sonrisa inocente les dijo –Me parece haber visto que bebía un largo trago de leche-, Martha se sonrojo aunque no supo por que y el pidió silencio a la clase.
Al terminar el horario de clases la escuela tenia clases extracurriculares para todos los alumnos, y al salir ese día Jorge se dio cuenta de que las gemelas entraban en los vestidores del club de natación. Decidió esperar y tomar nota de sus movimientos. Al parecer terminada la práctica general entraban al vestidor a tomar un poco de agua y después se quedaban aun otro rato practicando por su cuenta. Al día siguiente platicando con la entrenadora, hábilmente saco el tema de las gemelas y ella le comento que ellas se lo tomaban muy enserio y practicaban solas siempre después del entrenamiento habitual.
Espero hábilmente después de clase y cuando la practica acabo dejo que los demás integrantes del equipo salieran, y antes de que las gemelas entraran a hidratarse se coló en el vestidor y encendió su útil incienso, solo que le puso mucho mas pues su plan era que entraran en el vestidor y cerrar la puerta para que lo inhalaran, pero no podía dejarlas mucho tiempo o llamarían la atención así que tendría que ser mas fuerte para que actuara mas rápido. Todo salió como el lo planeara, ellas al entrar notaron un olor extraño, mas no desagradable y los único que se les ocurrió fue que las otras chicas habían rociado de mas su perfume. Al tratar de abrir la puerta notaron que no podían abrirla y pensaron que estaba atascada, Jorge escuchándolas espero hasta el último momento para quitar el seguro de la puerta y se zambullo en el agua. Ahí lo encontraron las chicas sorprendidas de que alguien estuviera en el agua.
Al verlas, fingió sorpresa y les dijo –Disculpen chicas pensé que ya todas habían salido, vi marcharse a todas las del equipo.- Vanessa y Vania se miraron extrañadas, pues los hombres no podían nadar en esa piscina. Fingiendo arrepentimiento les contesto –De verdad disculpen no estoy acostumbrado a las reglas de la escuela aun-. Las dos empezaron a sentir la cabeza ligera y sin contestarle volvieron al agua, sin embargo Vania al entrar noto que su pezón rozaba una de los escalones de la escalerilla y soltó un gemido, pues sus pezones ya estaban erizados. Su hermana se le acerco pues Vania se quedo sujetándose de la escalerilla. Jorge fingiendo preocupación se acerco por detrás y le pregunto con tono convincente -¿Te has hecho daño?- Vania confusa y un poco mareada le contesto –No, no se preocupe estoy bien- pero el replico, -Seguro te has hecho daño déjame echar un vistazo- Vania iba a replicar pero el se apodero de su pecho y empezó a masajearlo con suavidad, no eran tan grandes como los de Martha, pero debido al ejercicio estaban muy bien formados y redondeados.
Vanessa observaba la escena impresionada. Tenía la mente confusa y su hermana había comenzado a jadear de manera excitante. Jorge noto que los pezones de ambas hermanas parecían querer atravesar la tela del traje. Tenía a una de espaldas contra la escalerilla y a otra de frente sujetándose de la misma. Con una voz mas sutil les dijo a ambas -¿Saben que? Les ayudare a tener mas resistencia para que sean las mejores de su equipo- Vania seguía jadeando y Vanessa empezaba a perder el aliento viendo como se excitaba su hermana, las dos solo lograron asentir con la cabeza. Jorge bajo los tirantes del traje de Vania dejando salir sus pechos, ella aun logro sorprenderse y jadeando dijo –No- pero en un tono tan bajo que se perdió en su garganta. Se sujetaba de la escalerilla mientras Jorge masajeaba sus dos pechos. Noto que Vanessa había empezado a masajearse ella misma inconscientemente. Las chicas no habían notado que el no llevaba bañador cuando salieran del vestidor. El hizo a un lado el traje de Vania y empezó a penetrarla, estaba un poco estrecha pero el agua y su propio cuerpo la tenían ardiendo, empujo y noto que ella sentía un poco de dolor, asi que lo hizo lo mas suave que pudo hasta insertarse en ella por completo, se quedo quieto un momento y empezó a bombear lentamente.
El coñito de Vania se adapto rápidamente a Jorge y sus jadeos se convirtieron en gemidos de placer mientras el aumentaba el ritmo. Con una mano la sujeto de la cadera bombeándola cada vez mas fuerte. Vio que Vanessa estaba demasiado excitada, y dirigiéndose a ella le dijo –Pronto será tu turno no te preocupes, mientras tanto…- con su otra mano se coló entre sus piernas y haciendo a un lado el traje empezó a masturbarla con sus dedos, primero acariciando su perla, que noto deseosa, empezó a gemir, entonces dirigió sus dedos a la conchita de Vanessa y se sorprendió al sentir que con solo meter la puntita su conchita lo jalaba hacia adentro. Al parecer ella ya había experimentado con algún chico así que no dudo en meter tres dedos dentro de ella. Ambas hermanas gemían, una follada por el poderoso miembro de Jorge y otra disfrutando de sus dedos. El no detenía sus caderas y Vania movía las suyas al mismo tiempo. El agua salpicaba por todas partes hasta que noto que las dos se vendrían –Incluso en esta situación lo hacen de manera sincronizada- Jorge llenó a Vania con su leche mientras que las dos gritaban de placer. La inundo con su leche, muy al fondo. Después de recuperar el aliento, les dijo a las dos que salieran del agua. Se sentó en una de las bancas mas ocultas de la piscina, donde casi no daba la luz pues el sol ya estaba ocultándose. Ellas tenían mas resistencia que Martha pues eran nadadoras, y estaban tan idas por el incienso que acataban las ordenes de Jorge sin replicar, ambas se hincaron frente a el y empezaron a chuparlo. Ser servido por dos chicas idénticas nunca le había pasado y era estupendo, pensó que si le quedaba tiempo después de tomar a sus compañeras volvería a hacerlo con ellas. Dejo que lo sirvieran un rato, cuando, dirigiéndose a Vania le replico –Seguro quieres que tu hermana disfrute tanto como tu, así que ahora es su turno, ¿por que no te recuestas un momento?.- Vania así lo hizo, mientras Jorge colocaba a Vanessa sobre el. Ella seguía teniendo todo el traje puesto y sus pechos estaban a punto de estallar dentro de el, así que bajo los tirantes liberándolos y comenzó a mamarlos, al contacto con su lengua Vanessa se puso a gemir nuevamente. Jorge hizo a un lado el traje dejando que su espada se colara en el coño de Vanessa. Como sucediera con sus dedos, el coño de Vanessa empezó a succionarlo al momento de sentir la punta y la envaino de un sentón. Ella grito de placer y Jorge, guiándola y sujetándola de sus caderas la hizo subir y bajar con fuerza. Vanessa se sujeto de sus hombros y el la hizo montarlo casi salvajemente. Sus pechos botaban frente a su cara y se apodero de ellos con la boca mientras la sujetaba de las nalgas. Vanessa gimió extasiada. Jorge sintió que su miembro crecía dentro de Vanessa y estaba tan excitado que no tardo en explotar. A pesar de todo ninguno de los dos dejo de mover sus caderas, Vanessa era como una amazona sobre Jorge y no paso mucho tiempo para que volvieran a correrse de nuevo. Vanessa grito de placer apretando sus piernas. Jorge la inundo, aun mas que a su hermana, de hecho se quedaron pegados tanto tiempo que el pensó que se haría de noche. Además Vanessa lo succionaba deliciosamente. Pero al fin todo quedo dentro. Al momento Vanessa se sumió en un sueño profundo.
Noto que Vania no les había quitado el ojo, recostada como estaba sobre otra banca cercana y su mano se encontraba acariciando su clítoris. –¿Quieres que te llene lo mismo que a tu hermana verdad? No seria justo que ella se llevara mas leche que tu.- Al momento se coloco entre sus piernas abriéndolas, hizo a un lado el traje y nuevamente se hundió en ella. Ya no estaba tan estrecha y su coñito lo recibió al igual que su hermana succionándolo a pesar de ya tener una corrida dentro. –Se nota que son hermanas- le dijo sonriendo. Esta vez la follo con fuerza desde el principio, ella gemía sin control, estaba ardiendo y eso excitó tanto a Jorge que no tardo en inundarla de nuevo mientras ella se corría. Esta vez dejo salir toda la leche que quedaba dentro de el. Ella volvió a gritar, durmiéndose en un instante al igual que su hermana. Pero como pasara con Martha su coñito no dejo de succionar toda la leche. Además así aseguraba inseminarla de verdad pues en la piscina podría no haber sido tan fácil. Al final ya estaba oscuro cuando se separo de Vania. Se vistió y recogiendo todas sus cosas se fijo en no dejar nada que lo delatara. Había esperado un momento a que el cuerpo de las chicas asimilaran su semen para después arreglarles el traje de baño. Las cargo hasta dejarlas en el vestidor ya ventilado sentándolas juntas de manera que pareciera que se quedaran dormidas.
Entro a la escuela, había dejado su despacho cerrado con llave pero con la luz y un poco de música baja prendida para que pensaran que estaba trabajando pues ya había hablado con la prefecta sobre el temario y el le había dicho que esa tarde trabajaría en el. Se metió por la ventana, apago la luz y la música y salió. En la puerta se encontró con una de las religiosas encargadas y se veía preocupada y el le pregunto por que. Ella le contesto que la familia de las gemelas había telefoneado y les habían dicho que no habían llegado aun a casa. Despreocupadamente le dijo – ¿No seguirán en la piscina?- ella le contesto que había ido a revisar pero la puerta había estado cerrada. – A lo mejor no la oyeron, esas chicas se esfuerzan demasiado por lo que me ha contado la entrenadora- . Al día siguiente supo de pasada que ellas se habían llevado una buena regañina por haberse dormido en los vestidores.
La que seguía en su lista se llamaba Sharon, era atlética (pertenecía al equipo de basketball) hubiera llegado a ser un poco tosca de no ser por la cara de niña y el hecho de que no era muy alta. Jorge ya había empezado a urdir un plan cuando las cosas se dieron de manera distinta. Al parecer Sharon había tenido una lesión jugando en el receso y estaba en la enfermería. Después de su clase ahí se dirigió para “averiguar como seguía” su alumna y la enfermera alagada con sus modales le explico que le habían dado un calmante para el dolor pero había sido un poco fuerte y se había quedado dormida. Jorge noto que la enfermera llevaba ahí desde el receso y le pregunto si tuvo tiempo de comer. Ella le contesto que no y el caballerosamente se ofreció a quedarse con la enferma mientras ella se tomaba su tiempo para comer. Ella muy agradecida y sonrojada le dio las gracias y salió. Al hacerlo el aseguro la puerta por si las dudas. Se acerco a Sharon y empezó a acariciarle los pechos suavemente, eran pequeños pero sus pezones se endurecieron al instante, al parecer eran sensibles pues gimió entre sueños.
Sacando de su bolsillo una pequeña botella, rocío en la cara de la chica una sustancia hecha del mismo componente que el incienso. No era tan potente pero al tener un calmante en el cuerpo el efecto sería el mismo. Alzó la playera deportiva y el sujetador y siguió masajeándola con ambas manos, sus pezones se erizaron como botones de flor, después de un momento comenzó a chuparlos suavemente, pasando la punta se su lengua por cada uno. Ella empezó a gemir sin despertar, sobre todo cuando pasaba por sus pezones, al parecer era su zona mas sensible. Sin dejar de mamarlos metió una mano dentro de sus shorts de deporte y de sus braguitas que ya estaban mojadas. Empezó a estimularla y al instante empapo sus dedos. Después de un momento la coloco de lado bajando el short con todo y bragas dejándolas en sus piernas, así seria mas fácil volver a ponerlas por si la enfermera se adelantaba. Busco su conchita completamente empapada y separo un poco sus piernas. Empezó a entrar y enseguida lo envolvió la calidez del coñito de Sharon, ya estimulado resultaba fácil deslizarse, entre sueños gimió de dolor pero Jorge no se detuvo hasta entrar por completo. Vio que una lágrima resbalaba por su mejilla pero ni así despertó. Sabía que aquí no tendría tiempo de ser considerado y empezó a bombearla. Masajeaba sus pechos a la vez que la follaba. Poco a poco los gemidos de dolor se convirtieron en gemidos de placer. Su coñito era tan estrecho y lo apretaba tan deliciosamente que no tuvo problema en inseminarla rápidamente. Tuvo que taparle la boca pues mientras la bombeaba sus gemidos fueron aumentando de intensidad y si no lo hubiera hecho se hubiera oído en el pasillo. Se quedo conectada a ella durante un rato incluso cuando su leche dejo de salir pues se sentía muy rico dentro de ella. Pero recordando que la rapidez era la clave, le reacomodo la ropa y la volvió a tapar con la sabana. En esos momentos ella entre abrió los ojos y lo miro directamente durante un momento antes de volver a cerrarlos.
Cuando la enfermera regreso, lo encontró leyendo tranquilamente y a Sharon aun profundamente dormida. Ella le dio las gracias y el salió diciéndole que no había problema. Ese día al terminar las clases vio a Sharon con sus amigas que le preguntaban como seguía. Ella respondió –Ya estoy bien gracias, solo que tuve un sueño muy extraño- En ese momento Jorge paso junto de las chicas deseándoles buenas tardes, ella lo vio a los ojos y se ruborizo hasta la punta del cabello… y no sabía por que.
Al día siguiente la clase entera noto que tanto Martha como Vanessa, Vania y Sharon empezaron a tratar al nuevo profesor de manera mas amable y sugestiva, incluso ellas no sabían por que solo que sentían una extraña atracción hacia el. Y el a su vez las trataba muy amablemente, sin embargo, siempre de manera educada. O al menos eso creían.
Cuatro chicas en cuatro días y dos de ellas a la vez. Era un buen comienzo. Ese sería un mes ocupado.