Mi cita con un angel

Dicen que los angeles no tienen sexo, con todos mis respetos a los creyentes,para mi los angeles son feminas.

MI CITA CON UN ANGEL

Dicen que los ángeles no tienen sexo, pues bien para mi si, es una fémina de vertiginosas y desafiantes curvas, de un 1,70 de altura y pelo rubio y rizado.

Su sonrisa provoca que mi alma se retuerza en mi cuerpo luchando por salir.

Su mirada es con un calor que te penetra hasta el corazón y te envuelve de una inquietante paz.

Su voz, su voz es dulce, clara y atrayente, cada vez que la escucho es como si cayera en un sueño embrujado por sus encantos.

Todo esto que os he contado nunca me habría atrevido a decírselo a ella para mi era una mujer inalcanzable.

Hasta que un día por motivos de trabajo salimos los dos solos a las afueras de Madrid, la reunion se preveía ser larga pero resulto que enseguida se llego a un acuerdo y mi ángel y yo teníamos el resto del día para hacer cosas, así que me invito a café y comenzamos a intimar dejamos a un lado el que fuéramos compañeros de trabajo y claro llego el tema del sexo.

Hablamos de sus fantasías y de las mías sin atreverme a decirla que mi mas ferviente fantasía era ella.

Pasaban las horas volando escuchando su dulce voz y mirando aquellos maravillosos ojos, llego la hora de comer y nos fuimos a un lujoso restaran de la zona, entre plato y plato y copita de vino sentí hervir mi sangre y la imperiosa necesidad de contarla todo lo que la deseaba.

A la llegada de los postres, surgió un silencio, (dicen que cuando pasa eso es que ha pasado un ángel). Así que vi mi oportunidad de decirle que la deseaba que ella era mi fantasía, que llevaba su voz metida en mi cabeza en todo momento que me enloquecía el movimiento de sus caderas al andar, su piel, su olor toda ella me tenia loco de deseo.

Me sonrió, con esa sonrisa que hace que mi alma quiera escapar, alargo sus manos y me sujeto fuertemente las mías.

  • ¿te gustaría comprobar lo bien que se me da chupar una verga? Me dijo

Mi cuerpo tembló y apenas pude mover un músculo, no daba crédito a lo que me acababa de decir y quería gritar que si, que deseaba con toda mi alma sentirla. Pero para cuando reuní las fuerzas ya estábamos fuera del restaurante camino del coche.

Puse en marcha el coche sin saber que dirección coger, ella no decía nada pero me sonreía con una mirada picara a cada momento, al llegar ala autopista alargo la mano me desabrocho el pantalón y saco mi polla con gran habilidad y firmeza.

sigue conduciendo y no apartes los ojos de la carretera. Me dijo

No tarde en comprobar que era cierto que lo hacia muy bien, permanecía inmóvil conduciendo y sentía el aliento acariciar mi pene, la humedad de sus labios recorriéndome y poco después el calor intenso de tener mi polla en el interior de su boca, la sensación era inigualable.

Tenia que controlar mis impulsos y eso hacia que mi orgasmo se retrasara mucho más. Aunque nunca se produjo la situación duro más de media hora, en la que ella hizo con mi polla de todo.

Pare el coche y recline el asiento momento en el que ella intensifico mucho mas su actividad haciéndome enloquecer y gritar su nombre a los pocos minutos un torrente de semen salpicaba mi estomago llegando hasta mi cuello.

Reiniciamos el camino a petición de ella claro, pues tenía otro plan para mí, me llevo a unos cines y elegimos la película más rara para asegurarnos que no habría mucha gente, además eran las 5 de la tarde por lo que la poca asistencia estaba asegurada.

Nos sentamos de manera estratégica para que los pocos asistentes no pudieran percatarse de nada y nada mas sentarnos me estampo un morreo que casi me deja si aire, mis manos recorrían todo su cuerpo, no podía creer lo que me estaba pasando, tenia a mi ángel para mi solito y por lo que podía ver con muchas ganas de mi.

Me cojio de la cabeza y me dirigió hacia su entrepierna me puse en cuclillas frente a ella y pude ver en todo su esplendor lo que escondía debajo de su falda. El espectáculo era maravilloso podía oler el aroma a sexo que desprendía, veía su tanga color negro y apreciaba lo fina y tersa que tenia su piel en todo lo ancho y largo de sus largas piernas.

Mi cara fue acercándose lentamente mientras daba besitos muy suaves en sus muslos hasta llegar al tanga que estaba verdaderamente muy húmedo, aparte delicadamente con un dedo la fina tela y hundí mí cara en aquel preciado tesoro que un ángel me regalaba, mis labios y mi lengua recorrían cada centímetro de su sexo buscando no dejar escapar ni una gota de sus preciados fluidos, sentía su respiración agitada y sus manos apretándome mas y mas fuerte hacia ella, su cuerpo cada vez se agitaba mas en el sillón y la sola idea de saber que estaba apunto de tener un orgasmos me hacia estremecer de placer.

De pronto, me separo y de una de sus manos me ofreció un objeto, era un consolador, mi ángel llevaba un consolador y me lo ofrecía para que me la follara allí mismo, en el cine.

No lo dude dos veces lo agarre y en un apto de deseo lo lamí para humedecerlo cosa que no hacia falta pues ella ya esta bien preparada, pero no pude soportar la necesidad de lamer y chupar aquel consolador que a buen seguro hacia las delicias de mi ángel.

Apto seguido se lo acerque y ella misma en un apto de pasión y deseo se introdujo de un solo golpe todo el consolador, mantuve sujeto el aparato y comencé un mete saca muy lento que enloquecía a mi chica y que podía escuchar como me suplicaba que lo hiciera mas fuerte, así que poco a poco intensifique los movimientos y continué trabajándome su clítoris con mi lengua, aunque por estar en un lugar publico no podía demostrarlo, se notaba que lo estaba pasando de maravilla y yo también, sus pequeñas y disimuladas contracciones eran palpables en mi cara que permanecía sin despegarse de su clítoris y el incremento de la fuerza con la que me presionaba su mano en la cabeza para que no me separara ni un milímetro de ella, me hacia percibir que el orgasmo estaba cerca y así fue unos segundos después su sexo se retorcía como poseído restregándoseme en la cara e introduciéndose el consolador a marchas forzadas. Unos segundos después sus músculos se relajaron y pude sacar la cabeza de entre sus piernas, aquella sonrisa angelical afloraba si cabe aun mas intensa en símbolo de agradecimiento. Me incorpore y regrese al asiento, nuestros ojos se clavaron y nuestros labios fueron acercándose lentamente hasta tomar contacto en un beso que sin dejar de ser apasionado, esta vez había tomado mas sabor a aun beso lleno de ternura y dulzura.

Realmente ella era un ángel, capaz de hacerme sentir lo que nunca una mujer me ha hecho ni me hará sentir, es tan solo rozar su piel o mirar sus ojos y todo lo que rodea pierde sentido todo, salvo mi ángel.

Si, si, tu