Mi chica y mi vecina
Mi vecina toca mi puerta con un gran cabreo con lo que pasa en su piso, mi chica ya esta haciendo de las suyas.
Llevo viviendo con mi novia María un año paso que decidimos dar después de tres años de relación, vivimos en un piso pequeño en el centro de Madrid donde solo somos seis vecinos.
Nuestra relación está consolidada con plena confianza el uno en el otro, hemos tenido nuestras experiencias sexuales fuera de la relación como fue hacer un trio con un hombre o follar con mirones en la playa, no somos de mucho innovar para eso siempre hemos dependido de lo cachondo que estuviera María.
Todo empezó un día que de verano que estaba en casa hacía mucho calor sería media tarde y estaba solo viendo la tele en el salón con el aire acondicionado puesto, en ese momento sonó la puerta, me levanto abrir y veo que es mi vecina Ana una chica pelirroja delgada sin apenas curvas pero muy atractiva de unos 40 años es decir unos cinco años más mayor que nosotros.
Está un poco alterada y me coge de la mano y me obliga a bajar a su piso no sé que quiere pero yo voy detrás, empuja la puerta de su casa que estaba abierta y me hace pasar poniendo su dedo en la boca me ordena que mantenga silencio mientras me indica que mire por la rendija de la puerta que da a su dormitorio.
Cuando miro veo a su marido un señor de su edad, fuerte y calvo follando a alguien con una polla desde la distancia bastante cabezona sigo mirando y me fijo en la chica que está en modo perrito y mi sorpresa es que se trata de mi novia, apoyada en una almohada con sus tetas balanceándose como un péndulo mientras él la agarraba con fuerza el culo.
Una vez que eche un vistazo volví mi vista a Ana la cual todavía no salía de su asombro, ver a su marido con otro la creo gran perplejidad, ella no entendía porque yo no estaba alterado a lo cual le dije que María y yo de vez en cuando hacíamos esto normalmente juntos .
Ana me miro con cara de sorpresa a la vez que preguntaba más mientras yo respondía a todas sus preguntas, la verdad que ella es una mujer atractiva y cada vez que me preguntaba me imaginaba follándomela y me volvía loco. Ana y yo seguíamos hablando de sexo cuando fruto del calentón que tenemos me dice bájate los pantalones que te voy a comer la polla que estoy más caliente que cualquier cosa y al hijo puta de Miguel no se la voy a chupar.
Yo obediente me baje los pantalones y me empezó a comer la polla que ya la tenía bastante dura cosa que a ella le gusto bastante ya que me sonrió y empezó a besarla desde el capullo a los huevos.
Llevariamos un par de minutos de mamada cuando salieron del cuarto nuestras parejas dirección al baño, cuando nos vieron se quedaron blancos sobre todo Miguel, sin llegar articular palabra, mi chica se acercó a nosotros y me empezó a besarme el cuello a la vez que me decía que esperaba que no me hubiese importado lo que había visto, yo la respondí que ya se podía portar bien ahora para arreglarlo con lo que ella con cara morbosa se agacho y empezó a besar por la espalda a Ana mientras esta no se quejaba.
Miguel fue acercarse pero Ana se levantó y empezó a gritarle diciéndole que se vistiera y se fuera que esta era su casa y aquí ya no pintaba nada, el quiso hablar pero Ana no lo dejo podiendose lo justo y necesario se fue.
En ese momento Ana me cogió de la polla y me llevo al cuarto sin consultar nada con mi chica la cual nos seguía sin saber muy bien si estaba invitada.
Me tumbo en la cama y después de dejarme chupar los pechos se metio mi polla de un salto soltando un ligero gemido, mi chica como no sabia muy bien que hacer se subio en la cama y me puso todo su coño follado en la boca para que se lo comiera.
Me apetecia castigar un poco a mi chica asique la dije que si quería se podía sentar en el butacón de enfrente mientras Ana y yo follabamos que ella ya había tenia su racion, este idea Ana la encanto de hecho se puso hasta mas guarra lanzando miradas a mi chica mientras la follaba.
La verdad que fue una buena follada terminando en la boca de mi querida vecina, que no quiso tragárselo sino que se lo dio a mi chica para que se lo bebiera ella.
A partir de esto hemos quedado mas veces con ella para follar los tres y también alguna vez con Miguel para que mi chica disfrutase de su cabezón.