Mi chica quince 6

Inicio oficial de la relación entre Ismael y Raquel… Raquel conoce a Inma… Raquel es sin duda la rosa más bella, pero también tiene las espinas mas afiladas, la relación entre ambos se sitúa al borde de la ruptura

MI CHICA QUINCE - 6

El lunes fue el inicio oficial de mi relación, cuando Raquel me dijo que necesitaba tiempo por lo que paso con su prima pensé que eso significaba mantenernos relativamente cerca, pero sin muchos aspavientos hasta que ella fuese poco a poco pasándolo. Pues me equivoque de medio a medio, nos encontramos en la puerta de la facultad y lo primero que hizo mi flamante Novia al verme fue tirarse a mi cuello y meterme un morreo de escándalo...

Por las caras que vi poner a sus amigas, que iban en ese momento con ella, me quedo claro que no le había dicho a ninguna de ellas sobre mi y nuestra nueva situación, esa fue nuestra presentación en "sociedad". Para ser sincero debo de reconocer que todo mi miedo desapareció al tener a Raquel en mis brazos besándome... Le devolví el beso poniendo de mi parte todo lo que pude y disfrutándolo al máximo, como ya he dicho, besar a Raquel es algo increíble y adictivo.

Mi flamante novia no se corto ni medio pelo, estuvimos besándonos allí por donde pillábamos y teníamos ganas, de hecho lo cierto es que como ganas no nos faltaron en todo el día... al final debió de vernos todo el campus. Lo cierto es que una pareja besándose no llamaría la atención, había muchas, pero Raquel besándose con un chico sí que la llamaba, y mucho. Empecé a detectar sobre mi muchísimas miradas de envidia, lo que no me importo tres pimientos al respecto, Raquel era mi chica, así que a fastidiarse. Estuve todo el día en una nube con ella.

Una de las cosas que si note en el acto es que sus amigas no veían con buenos ojos que saliera conmigo, se les noto a la legua. Únicamente Eva y Susana, sus dos mejores amigas parecieron contentas y pareció que no les desagradaba todo esto. Era plenamente consciente de que si sus amigas estaban en contra podía haber problemas serios, si empezaban a entrometerse y pinchar... bueno, yo ya sabía quién era el que tenía todas las de perder, contra esto solo había un arma, la sinceridad más absoluta y escrupulosa, que no te pudieran pillar en el menor renuncio, por estúpido que este fuese. Afortunadamente, esa era una de las cosas con las que no tendría el menor problema.

El martes fue más de lo mismo, Raquel era increíble y me hacía sentirme genial, además que me encantaba besarme con ella, lo hacíamos donde y cuando nos daba la gana, importándonos un bledo quien nos veía o nos dejaba de ver, evidentemente. Lo que yo no sabía, aunque desde luego sí que me imaginaba porque tonto no soy, es que había varios chicos detrás de ella, a los que evidentemente no les gusto en lo mas mínimo que empezáramos los dos a salir. También estaba más que seguro de que muchas de las chicas se preguntarían que había debido de ver Raquel en mi para elegirme por encima de la cantidad de tíos buenos que se la rifaban... ¡¡ojo eh!!, que no digo que intentara nadie ligar conmigo, solo que evidentemente se lo preguntaban.

A la hora de comer nos reunimos en la cafetería por idea de Raquel, con nosotros se sentaron varias de sus amigas además de Eva, Susana y por supuesto Marta, que se sentó con nosotros. Tenía sentada a un lado a Raquel, y al otro a Marta... Todo parecía ir de lo más normal, hablábamos de todo un poco, las amigas de Raquel me preguntaban mucho y de muy diversa índole... digamos que me estaban tanteando.

Raquel me pregunto de quedar después de salir para irnos al cine, a dar una vuelta o algo así... yo me disculpe porque tenía clase de Fotografía, tenía que prepararme para ir, ducharme, cambiarme de ropa, etc... de modo que imposible. Vi en su cara como no le hizo excesiva gracia eso, seguía con el tema de Inma, todavía le rechinaba lo que le dije que sucedió entre ella y yo.

Después de comer nos levantamos todos, quedándonos solos Marta, Raquel y yo. Estaba un poco preocupado por Raquel, vi que se quedo como un poco así cuando lo de mi clase de esa tarde... fui a decirla de dejarlo para el día siguiente, ir entonces donde quisiese y compensarla por ello, pero al final decidí hacer otra cosa distinta y que posiblemente le gustara mas.

- Ismael : Raquel, el viernes tengo clase especial hasta muy tarde, porque no me llevas a ella, después me recoges para irnos por ahí y de paso te presento a Inma y a la gente de la academia...

- Marta : Este viernes es cuando tienes que dejarle el coche a tu hermano ¿no?

- Ismael : Exacto, se lo tendría que dejar al terminar, pero si Raquel quiere podemos quedar al salir si ella va a buscarme...

Raquel se abrazo a mi besándome, después me dio las gracias por lo del viernes, pretendí hacerme el tonto pero no me lo permitió para nada. Se dio perfecta cuenta de mis intenciones, que me llevara y me fuese luego a recoger solo era una escusa para poder presentarla a Inma y que así se quedara tranquila al respecto. Desde luego su humor mejoro muchísimos enteros tras esto.

La semana fue pasando rápidamente, Raquel y yo aprovechábamos todo el tiempo que podíamos para comernos a besos, aunque eso a mi hermano pequeño cada vez le afectaba mas, cada vez se ponía duro más rápido y por mucho más tiempo, desde luego es que Raquel era mucha Raquel. Por fin llego el viernes por la tarde y Raquel me llevo al curso, lo cierto es que no ocurrió nada digno de mención hasta el momento de recogerme

Cuando por la noche regreso a por mi estuvo esperándome apenas diez minutos a que saliera, cuando lo hice iba acompañado de Inma, riéndome con ella a carcajadas. Vi a Raquel fruncir el ceño al vernos, supuse en el acto que no le gustaba nada de nada Inma... no se podían comparar pero pese a todo, desde luego Inma tenía un polvazo de aúpa, y el que yo fuese riéndome no la agrado en lo más mínimo, mas todavía después de lo que la conté sobre nosotros.

Lo mejor para esto es la naturalidad, no moví ni medio musculo al respecto, seguí igual con Inma mientras me acercaba a Raquel, pero al llegar a ella la sorprendí sujetándola por la cintura y delante de todo el mundo pegarla un besazo de muerte... Algún gracioso soltó un "Para tío que te la vas a comer... deja algo para la noche"... las risas fueron instantáneas por parte de todo el mundo. Cuando nos separamos Raquel me miraba con los ojos muy brillantes.

Fui presentándola a todo el mundo, uno por uno, eso sí, no la solté en ningún momento, seguía manteniéndola sujeta por la cintura y abrazada a mí, y no parecía que la molestara en absoluto. Cuando le llego el turno a Inma en plan coña y riéndose me dijo que la soltara, que no se me iba a escapar... tras los dos besitos de rigor entre ellas Inma la felicito por el gran chico que se llevaba...Raquel contesto que ya lo sabía de primera mano... Hubiese jurado que entre las dos hubo como un chispazo eléctrico y miradas extrañas cuando se saludaron, aunque solo duraron segundos y ambas retiraron sus ojos de los de la otra... Solo esperaba que no se liara alguna, tras esto Raquel y yo nos montamos en su coche yéndonos hacia su casa para cenar... Vi que iba todo el camino pensativa, mordisqueándose el labio inferior... algo que ya había visto que hacía cada vez que se concentraba en pensar algo importante, pero decidí que había salido todo bien y no le di más vueltas, principalmente porque ahora tenía que enfrentarme a los novios de las otras tres.

La cena fue la mar de agradable, los novios de María y Ana eran dos gilipollas de cuidado... además que no sabía bien qué hacer con respecto a ellos, ya que se estaban divirtiendo metiéndose conmigo, y lo malo es que yo sabía ciertas cosas de los dos que evidentemente pensaba decir, pero cuando pudiera hablar a solas con Raquel y Marta para que ellas decidieran como proceder con ambos. Sabia fehacientemente que en al menos dos ocasiones cada uno habían engañado con otra a sus novias... lo peor es que eso era la parte suave de lo que sabía, pero si lo soltaba allí se podía liar la de dios y no quería nada de eso, así que me controle para no decir nada por mucho que se metieran conmigo. Por otro lado también sabía ciertas cosas por Marta de las que no debía darme por enterado con respecto a María y a Ana para con sus novios, todo un marroncito.

Al novio de Marta me pareció un tío la mar de majo, simpático y enormemente agradable, pero entre él y yo como que no acabábamos... Marta y Raquel estuvieron intentando limar asperezas entre ambos sin lograr nada de nada al respecto. Era fácil saber lo que ocurría, yo era el Ex de su novia y ahora iba a salir con su prima Raquel... le chirriaba por todos sitios, normal, y menos mal que no tenía ni idea de que también me había acostado con su hermana, sino sinceramente pienso que hubiésemos salido los dos a ostia limpia de allí.

Ana y María se fueron después de cenar con sus novios por ahí, evidentemente para dejarnos el campo libre a las dos parejas, ya que todos se dieron cuenta de que entre Alex (Alejandro), el novio de Marta y yo como que no, así que pretendía dejar a nuestras novias campo libre para que lo arreglaran con nosotros, o que nos obligaran a hacerlo que más o menos viene a ser igual. Tanto Marta como Raquel se dispusieron a meternos a los dos en vereda, anda que no se les noto ni nada a las dos cuando Ana, María y sus novios desaparecieron por la puerta.

- Marta : Sentaos los dos ahí, en el sofá por favor, que tenemos que hablar las dos con vosotros muy seriamente...

- Ismael : Antes tengo yo que deciros algo a los tres sobre esos dos imbéciles que se han ido con Ana y María... y no os va a gustar a ninguno de vosotros dos... (Señale con el dedo a Raquel y a Alex) lo mejor es que ambos os sentéis.

- Raquel : ¿Qué pasa con eso cielo?

- Alex : Dinos...

- Ismael : Que yo sepa de cierto, las han engañado a ambas con otras por lo menos dos veces

- Raquel : ¿Estás seguro de eso?

- Ismael : Completamente, y lo peor no es eso... incluso si queréis puedo indicaros a las dos de las chicas con las que también están de novios para que indaguéis por vuestra cuenta, lo digo porque las conozco y os garantizo que no saben que esos dos tienen otras novias, están jugando a dos bandas.

- Marta : ¿Las conozco?

- Ismael : Si, si las conoces... (Entonces le di dos nombres...)

- Raquel y Alex : (Se volvieron a Marta para preguntarla) ¿Las conoces?

- Marta : Si las conozco, si, como se enteren de que tienen otras novias... mas les vale a ambos desaparecer del mapa, y conociendo a esas dos, estos están como dice Isma, jugando a dos bandas… y aunque esos dos imbéciles no lo saben, también están poniendo en un serio riesgo su salud.

- Alex : Me voy a cargar a esos dos hijos de puta... les voy a dar hasta en el carnet de identidad…

- Ismael : Creo que eso sería un error Alex, lo mejor que podríais hacer es que Marta llame a esas dos para decírselo, y quedar de acuerdo con ellas en algún local, después llamáis a María y a Ana para que vayan con ellos allí...

- Raquel : No me parece mala idea, vámonos, llamamos por el camino...

- Ismael : No es aconsejable que vayamos Alex y yo... mejor es que vayáis solo vosotras...

- Alex : Que pasa que eres un acojonado... no tienes huevos...

- Ismael : Tengo cabeza Alex, si vamos nosotros terminaremos a ostias con ellos, créeme que eso sería lo último que les haría falta a tu hermana y a María, que acabáramos detenidos por culpa de sus novios... no creo que se alegrasen mucho precisamente... créeme que con lo que van a descubrir ya se van a amargar las dos bastante… además, por esta vez confía en mí, si aparecemos solo estorbaremos a sus “otras novias”. (Guiñe un ojo a Marta, que sonrió ya que sabía a que me refería con eso y me apoyo en mi idea riéndose)

Al final aceptaron lo que dije, hicieron las llamada y se fueron las dos al lugar del encuentro mientras Alex y yo nos quedábamos solos en casa de Raquel, que no pudo evitar mirarnos preocupada antes de irse, imagino que visto como nos llevábamos Alex y yo no se fiaba mucho que digamos. Estuvimos los dos hablando largo y tendido de la situación, reconociendo ambos que era un poco extraña, pero que bueno, que habría que afrontarla por ellas. No diré que quedáramos los dos como íntimos amigos, pero después de esa conversación que tuvimos salimos de allí llevándonos bien... lo que sorprendió a Raquel y a Marta cuando regresaron. Cuando a sus preguntas sobre lo que había pasado entre los dos les respondimos que eran cosas de chicos no veáis el cabreo que se agarraron las dos, pero pese a todo no dijimos ni media de nuestra conversación.

A los dos casanovas les cayó encima la del pulpo, y al final tuvo que intervenir la policía, conocía a esas dos perfectamente... me había acostado con ambas de hecho, incluso con ambas a la vez. Sus hermanos y primos eran auténticos armarios roperos y fueron a la cita acompañadas... cuando vieron que era verdad lo que Marta les había dicho... ni os digo sus familiares como repartieron leña, motivo principal por el que no quería que ni Alex, ni yo estuviéramos por allí, solo hubiésemos molestado.

La diferencia entre los casanovas y yo cuando me lie con ellas, es que yo siempre les fui con la verdad por delante, en aquel momento no las hizo mucha gracia cuando deje de verlas porque estaban empezando a pegarse en exceso, pero no les quedo otra... yo jamás las dije nada que fuese mentira, tuvieron que reconocer que desde el inicio les había advertido que solo seria sexo, que si veía algo mas cortaría por lo sano, justo lo que hice. Ese también fue el motivo de que llamara Marta y no yo, a parte que tampoco me apetecía que pudieran hablar con Raquel... aquello fue hace mucho, pero déjate tu, que con lo de Inma por ahí colgando prefería no tener que contestarla a según qué preguntas... porque esa es otra, estaba más que seguro que aquello de Inma tampoco se había terminado del todo para Raquel.

Las cosas fueron mejorando, dos meses y medio después me llevaba muy bien con María y Ana, también me llevaba bien con Alex... Raquel cogió la costumbre de ir a llevarme y recogerme a la academia de Fotografía cada vez que iba... me hacia relativa gracia... ella era la que levantaba pasiones por donde pasaba y sin embargo era quien estaba celosa, increíble. Lo cierto es que además no sé bien hasta que punto no le faltaba razón... una tarde una Inma la mar de juguetona me soltó que recordara que todavía tenía que follarla el culito... que se lo había prometido... después se echo a reír como si todo hubiese sido una broma, pero no me fiaba ni media de sus bromas, empecé a ir con pies de plomo con ella.

Para arreglarlo, yo tengo las cosas muy claras así que un fin de semana que estábamos por la tarde solos en mi casa los dos besándonos, Raquel me pregunto si me pasaba algo con Inma... porque parecía que estaba un poco raro con ella. Ni corto ni perezoso le conté lo de la broma de follarme su culito... como podéis comprender ella sí que no se lo tomo a broma, de echo tuve una de aúpa con ella, quería ir a su casa a destriparla por atreverse a decir algo semejante a su chico... No os hacéis una idea de la que se cogió Raquel con ello. De hecho si no terminamos mal nosotros en ese momento fue porque había una cosa que Raquel no podía negar, y es que a sinceridad no me ganaba ni dios, en este último mes y medio habíamos tenido algunas pequeñas discusiones por eso mismo... ella contestaba y yo respondía... algunas veces la respuesta no la gustaba y se la tenía que comer. Cuando se calmaba estaba encantada con mi sinceridad, pero hasta que lo hacia... Eso sí, si veía que no la iba a gustar únicamente le contestaba en casa y a solas, no tenía la menor intención de llevarla la contraria o contestarla delante de nadie...

Con Raquel no todo era un camino de rosas... ella sin duda era una de las más bellas, pero también de las que tenían las espinas mas afiladas. En este tiempo habíamos intimado bastante, yo la había masturbado y ella a mí, pero fuera de eso nada, todavía estaba como bloqueada por lo de Ana conmigo, pero seguí manteniendo mi palabra de no agobiarla y de si tenía ganas me la machacaba, así de claro, empezó a mejorar la cosa en ese sentido de forma totalmente fortuita... aunque lo cierto es que siempre que avanzábamos en ese terreno era a base de darnos de ostias los dos... metafóricamente hablando se entiende, pero ostias.

Una de las broncas más fuertes, la primera que tuvimos y por la que estuvimos en un tris de romper, fue por un conjunto de lencería de lo más sexy, aunque al final nos sirvió para avanzar y fortaleció muchísimo más nuestra relación... Hizo un trabajo, eran unas fotos para un catalogo de ropa interior femenina... y que ropa, cuando termino se llevo uno de los conjuntos como regalo. No se le ocurrió otra cosa que modelarlo para mí el mismo viernes de esa semana antes de irnos por ahí... cuando la vi con ello solo me falto aullarle a la luna... toda mi sangre acudió a toda velocidad a la parte de mi anatomía que podéis imaginaros... como estaba mi niña... Conjunto blanco sobre su piel morena, tanguita semí transparente... liguero con medias blancas. Sostén también semí transparente que dejaba ver perfectamente la oscura aureola de sus enhiestos pezones, que parecían querer atravesarlo...

Me lo estuvo enseñando desde todas las perspectivas habidas y por haber... fue increíble, me dolía la polla como creo que jamás me había dolido... pienso que me hubiese podido follar en esos momentos una pared de hormigón del calentón que llevaba... Llevaba un pantalón corto en el que se apreciaba un gran bulto... llevaba montada una tienda de campaña tamaño extra grande. Fue entonces cuando me pregunto y tuvimos la que tuvimos con mi respuesta... Ella más risueña, seductora y excitante que nunca me pregunto mientras se volvía a vestir de nuevo...

- Raquel : ¿Que te he parecido?

- Ismael : Que solo eres una calienta pollas con tu chico...

Adiós la que se formo, para que queremos más, pero os juro que me salió del alma, fue superior a mí, no pude evitar contestarla y decir la verdad, llevaba ya mucho tiempo quemado con eso... no veáis como le sentó la contestación. Sinceramente entiendo hasta cierto punto que se cabreara conmigo, pero joder, entendedme a mí, es que después de más de un mes a base de pajas y duchas solamente... joder lo del modelito era como enseñar una cantimplora en el desierto a un sediento y luego vaciarla en sus morros sin dejar que beba... para matarla.

Dejo de vestirse y se vino a mí con las manos engarfiadas como si fuese una pantera... los ojos la brillaban de la furia, daba autentico miedo. Cuando se acerco a mi hizo ademan de soltarme un guantazo, pero algo debió de ver en mi cara que se lo impidió, su mano quedo a media altura, en perfecta posición para soltarlo, pero se retuvo.

- Raquel : Y esto a que ha venido, dime, a que ha venido... te parece normal lo que me acabas de llamar... ¿di?

- Ismael : Solo he contestado a tu pregunta Raquel, me preguntaste que me parecías y te conteste, siento si no te gusto la respuesta...

- Raquel : Respuesta, pero que respuesta Ismael... eres un gilipollas que no tienes idea de nada, ni de lo que es querer, ni respetar, ni...

No la deje terminar, me abalance sobre ella que dio un respingo al ver mi reacción y se echo hacia atrás, yendo a tropezar con el sofá grande... Me lance sobre ella, evite que gritara poniéndola una mano en la boca mientras que la otra descendía veloz hacia su tanguita blanco. Sujetándola con fuerza, evitando que pudiera gritar, me las apañe para mover se sitio la tela de su prenda intima, quite de en medio el leve y fino tejido que protegía las entradas a su intimidad y a su placer.

En todo este tiempo lo único que habíamos hecho era besarnos como descosidos y acariciarnos por encima de la ropa, yo había acariciado alguna que otra vez sus pechos y sus muslos, lo más atrevido había sido precisamente en mi casa, el día que le presente a mi hermano y decidimos ser pareja. Durante todo este tiempo había sobrevivido a base de pelármela mas que un mono, pero cada vez eso me hacia menos efecto y me encontraba muchísimo mas irritable. Tango un gran autocontrol, así que no se notaba mi casi permanente estado de ansiedad.

Sus ojos se empañaron de lagrimas, no me hizo falta ser adivino para saber porque lloraba, consideraba que la estaba forzando... y en cierto modo era la pura verdad, pero creía que esta era la única forma de que me entendiera, de que entendiera a que me refería. Uno de mis dedos empezó a acariciarla el coño, moviéndose lentamente por su rajita, que ya se encontraba húmeda de antes... parecía que el modelado que me había hecho la había puesto cachonda. Mi mano empezó a jugar con su sexo, acariciándoselo lenta y delicadamente, todo lo delicadamente que la situación me permitía.

Poco a poco sus gestos empezaron a cambiar, su cara se empezó a transfigurar... su rostro empezaba a dar muestras del placer que estaba sintiendo. Su cuerpo se empezó a tensar lentamente, despacio, alzando sus glúteos, intentando llegar a ese punto de no retorno para el máximo placer. Me cuide muy mucho de permitirla llegar al orgasmo, estuve reteniéndoselo como buenamente pude... retire mi mano de su boca, tenia lagrimas en sus ojos, que me miraban acusadores mientras sus labios la traicionaban dejando escapar agónicos quejidos... todo su cuerpo se movía como sin control buscando la forma de alcanzar de una vez el desahogo que necesitaba, de escapar a la tortura a la que estaba siendo sometido por mis manejos.

Cuando vi que de sus ojos empezaban a correr libremente las lagrimas, mezcla de la tortura que estaba sufriendo, mezcla del dolor que le provocaba mi acción contra ella, mi casi violación de su cuerpo... fue cuando la deje alcanzar por fin el orgasmo, baje un segundo para pegarla unos lengüetazos en el clítoris que la llevaron a un orgasmo de una intensidad devastadora, fruto del deseo incontrolado que sentía en esos momentos... se corrió gimiendo y chillando como una desesperada. Entonces me levante de encima de ella dejándola en el sofá tendida, recuperándose de todo lo vivido... Entonces la señale, le indique su estado anterior al orgasmo...

- Ismael : Eso Raquel es lo que tú me haces a mí, lo que llevas haciendo estos casi dos meses conmigo... llevarme al límite como yo te acabo de llevar ahora... la diferencia está en que yo no lo he dejado hasta que por lo menos te has desahogado a gusto. Tu sin embargo con tus juegos me dejas siempre al limite... debiendo desahogarme por mis propios medios como y cuando buenamente puedo... dime Raquel por favor... ¿Cómo le llamarías tu a eso, dime?, ¿Que nombre le pondrías a esa chica que le hace siempre eso a su pareja...? Porque en mi tierra, eso es de ser una calienta pollas Raquel... Lo siento si no te gusta oírlo, pero te dije en su momento que no pensaba mentirte en nada...

Salí de allí dejándola tirada en el sofá completamente derrengada del todo. Lo peor de todo es que me sentía fatal por lo que le había hecho, sentía como si la hubiese forzado, no me hubiera extrañado nada que esa hubiese sido nuestra última vez juntos. Estaba a punto de desaparecer por la puerta del salón cuando Raquel...

- Raquel : ¿Adónde vas Ismael...?

- Ismael : A darme una ducha fría para ver si consigo que me baje esto... y si no lo logro tendré que hacerme una paja para desahogarme... no te preocupes cielo, para mí esto es el pan nuestro de cada día... ya estoy acostumbrado... (Mi voz sonaba cargada de una mezcla de cariño y amargura)

Me desnude en el servicio, dejando la ropa tirada en el suelo, me metí en la ducha abriendo el grifo del agua fría al tope y apretando los dientes para aguantar su impacto sobre mi cuerpo, estábamos en pleno invierno, así que haceos una idea. Lo cierto es que era de lo más efectivo, en cuestión de segundos mi polla se escondió como pudo, supongo que para evitar el gélido liquido que caía sobre mi aterido cuerpo.

Estaba secándome entre tiritonas cuando entro Raquel al servicio para verme, como pude aguante el tipo ante ella, mostrándome todo lo normal que podía... Entro vestida, me dijo que se iba, que ya hablaríamos de lo que había pasado, que necesitaba pesar en todo esto. Fui a acariciarle la cara mientras la decía que lo que ella necesitara pero aparto la cara del posible contacto de mi mano, dando un pasito atrás y desvió sus ojos de mi... Tras lo sucedido y con todos estos gestos supuse que por mi propia estupidez acababa de perder a la mujer que amaba... sí, porque si de algo estaba seguro a esas alturas es que quería a Raquel... a mi chica. El palo moral no os digo como fue, fue algo nefasto, justo lo que me faltaba para terminar de caer en picado... todos mis miedos y mis neuras sobre puntuaciones y las chicas que no estaban a mi alcance volvieron a mí aplastándolo todo a su paso como si fuesen un Panzer.

Llevaba a base de duchas frías unos cuantos días, cada vez estaba peor con Raquel, cada vez la deseaba mas, cada vez mi necesidad de ella era mayor, así que cuando me dejaba como me dejaba la solución para no destrozarme la polla a pajas era un ducha de agua fría que descubrí que funcionaba de forma instantánea... pero esto en invierno y de seguido, paso lo que tenía que pasar... al sábado tuve que llamar al médico de urgencias ya por narices porque tenía 41º de fiebre... no podía ni moverme, me dolía todo y tenía unas tiritonas bestiales. La doctora que vino al saber que estaba yo solo, ya que Andrés llevaba una semana fuera de viaje por Europa, y aun le quedaba otra semana más para regresar... estuvo incluso considerando la posible conveniencia de ingresarme en el hospital... Si debía de valerme por mi mismo no quería que mi estado de fortísima gripe pasase a una neumonía o algo quizá peor... logre convencerla para no hacerlo.

Al final tomo nota para volver a pasarse el lunes por la tarde otra vez, me advirtió de que si había empeorado lo mas mínimo iría de cabeza al hospital. Como pude me levante para hacerme comida, me prepare una olla enterita de arroz cocido para ese fin de semana... la doctora me dejo medicación suficiente hasta el martes, si el lunes estaba mejor el martes debería de subir a mi medico a por mas. Ese fin de semana Raquel no me llamo, pero Marta si, fue para preguntarme qué había pasado entre Raquel y yo... no le dije ni media, no recuerdo ni qué narices argumente para librarme de su acoso... Logre que me diera tregua hasta el lunes y me dejase tranquilo... además, para terminar de arreglarlo y como llamaron tres o cuatro veces con la mierda de las ofertas para cambiarte de compañía telefónica… descolgué el teléfono fijo, no estaba dispuesto a que me volviera loco ni mucho menos, el que me quisiera llamar, que lo hiciera al móvil.

El lunes estaba mejor, solo tenía 39.6 de fiebre y los dolores habían desaparecido al igual que las tiritonas... sudaba como un cerdo y no podía ni con mi alma, pero bueno, ni punto de comparación con el sábado. Ese mismo día me estallo en la cara una que ni os cuento... la que se me lio fue cojonuda del todo.

Ese lunes tuve problemas serios, Marta se preocupo cuando no aparecí por clase a primera hora, mas todavía cuando llego la tarde y tampoco di señales de vida, además mi móvil estaba fuera de servicio, como comprenderéis lo que menos me preocupo en el estado en que estaba fue cargarlo, y el teléfono fijo comunicaba. Cuando las clases terminaron a la salida se encontró con Alex que la estaba esperando porque habían quedado, hablo con él sobre mi extraña ausencia y ambos fueron a ver a Raquel por si esta sabía algo... por lo que Marta me conto esta solo la dijo que desde el viernes no sabía nada de mí.

Marta vio a Raquel bastante abatida y le pregunto qué pasaba, esta solo la dijo que nada, que es que estaba considerando dar por terminada nuestra relación porque creía que no nos entendíamos... Por lo que me dijo Marta la dijo con los ojos muy tristes y medio anegados en lágrimas que es que yo no la comprendía... que lo mejor quizá fuese separarnos. Ni corta ni perezosa llamo a María y a Ana para preguntarlas si sabían que le pasaba a Raquel y de paso si sabían si entre los dos había sucedido algo... ambas dijeron que no sabían nada, pero que Raquel cuando el viernes regreso de estar conmigo, primero regreso muy pronto y segundo regreso llorando. Dijeron que no hubo forma de hablar con ella y que yo no contestaba al teléfono... creo que por mi parte a esas horas debía estar medio grogui porque no me entere de nada de nada, no oí ninguna llamada... claro que en todo el fin de semana tampoco es que comprobara si me habían llamado o no, estaba cojonudo, como para tonterías.

Al final Marta decidió ir a mi casa para ver qué narices pasaba y se fue a encontrar allí con una sorpresa la mar de desagradable... a la médico de urgencia echándome una charla impresionante por estar levantado en mi estado... y es que había bajado a por pan, a la farmacia, había pedido cita para el medico... así que estaba hecho más que una mierda, según la doctora estaba a las puertas de una neumonía así que me dijo que iba de cabeza para el hospital, que solo no me volvía a quedar bajo ningún concepto. No veáis cuando Marta y Alex entraron en mi casa y se encontraron con esto... para que oír a Marta. Lo último que oí fue decir a Marta y a Alex hablando con la doctora que ellos se encargaban de mi... después perdí el conocimiento, por lo visto mis excursiones había provocado que me volviera la fiebre por encima de 40º y que reaparecieran las tiritonas...

Esa noche se quedaron los dos a dormir en mi casa, por la mañana solo les permití perderse una clase ya que me puse pesado y les obligue a los dos a largarse a la uni. Por mucho que intentaron sacarme no solté prenda de lo que había pasado entre Raquel y yo, y como tampoco estaba como para interrogatorios, así que no les quedo otra que aguantarse. Incluso Marta preocupada por todo esto cometió el error de decirme que Raquel estaba pensando seriamente en cortar nuestra relación… que estaba a punto de perderla… si pensó que eso me haría cambiar de opinión para salvar la relación patino a lo grande. Llevaba mucho comiéndome la cabeza sobre si había metido la pata o no al apuntar tan alto… y lo único que consiguió Marta al decírmelo fue mandarme en esa dirección con fuerza… empezaba a pensar sinceramente por mucho que ello me doliera que posiblemente lo mejor era que Raquel siguiera su camino y fuese feliz con alguien que estuviese a su altura… que me dejase de una vez, y mas después de lo que le había hecho.

Sobre mi estado les dije que debí de haber cogido algo de frio y se me debió de agravar por si mismo... Pese a sus presiones no quise decir nada de mi problema con Raquel... no porque pudiese parecer un imbécil por haber aguantado tanto, sino porque no le dijeran nada a ella, no quería que lo pasase peor de lo que lo debía estar pasando tras mi acción, lo cierto es que me sentía fatal por lo que hice, me sentía como un autentico cerdo, con lo que el bajón de moral por eso y por lo de la relación, todo eso para curarme me venía de vicio, tampoco es que ayudara mucho cada uno de los broncazos de Marta, al final Alex se tuvo que poner firme con ella para que no me matara… porque joder con Marta la mala ostia que tenia con respecto a mí, y según ella mi profundísima estupidez crónica.

En la uni Marta intento hablar con Raquel sobre mí, para intentar sacar algo en claro pero no hubo forma, se negó a cualquier cosa que tratara sobre mí. Llamo entonces a María y a Ana por si sabían algo, al preguntarla ellas por mi les dijo como estaba, en casa y con unos 40º de fiebre, les dijo que había estado a punto de una pulmonía. Como tanto Marta como Alex tenían clases por la tarde y ellas no, se ofrecieron a estar conmigo, según ellas me lo debían por haber intercedido por Ana ante Raquel… evidentemente de esto último no se entero Alex ni media…

Cuando llegaron, las dos llamaron a Marta al móvil, esta les indico donde estaba y fueron a buscarla para recoger las llaves de mi casa y así poder entrar. Raquel las vio cuando se reunían con Marta, así que fue a ver qué pasaba y porque estaban esas dos allí… María inocentemente pensando que ella lo sabia le dijo que a mi casa a cuidarme hasta que llegara Marta… Entonces fue cuando se entero de todo lo que había pasado conmigo… ella supuso de inmediato la razón por la cual me había pillado semejante gripazo o lo que fuese que tuviera… ya que el viernes cuando se despidió de mi en el servicio yo ya estaba empezando con la tiritona. En ese momento, cuando se entero, Raquel empezó a atar cabos, duchas frías en invierno, temblaba cuando se despidió de mí…

Según me dijeron después Marta, Ana y María, de repente Raquel empezó a llorar… dijo entre hipos que todo era por culpa de ella, que me podía perder… entonces medio histérica perdida le arrebato las llaves a Marta de las manos y salió corriendo como alma que lleva el diablo. No fueron capaces de alcanzarla, la vieron salir con el coche del aparcamiento del campus conduciendo como si estuviera en un rally…

CONTINUARA