Mi chica quince 2
De fiesta con Raquel Unos días después Ismael consigue cabrearla hasta extremos Ismael se liga el fin de semana a una morenaza
MI CHICA QUINCE - 2
El día de la cena me puse de punta en blanco, quería estar lo más presentable posible, ya que me habían embarcado en semejante lio, por lo menos quería pasarlo lo bastante decentemente como para no tener que arrepentirme después. A la hora convenida pase a recoger a Raquel a su casa... Cuando la vi me quede con la boca abierta, os juro que fue algo impresionante, en ese momento a su lado cualquier otra chica parecería el patito feo más feo que nunca.
Mientras conducía no podía evitar echar sobre Raquel todas las miradas furtivas de que era capaz sin ponernos en peligro, vi además que Raquel sonreía levemente mientras hablábamos. Ella cada vez parecía más risueña y alegre... yo cada vez estaba un poco más nervioso con la situación, por mucho que lo intentara era incapaz del todo de dejar de mirar a Raquel, era algo superior a mí.
Cuando llegamos a la cena me lleve dos desagradables sorpresas, por un lado Marta no iría a la cena, al verlas juntas di por sentado que ella también estaría en la fiesta, lo que me tranquilizo al pensar que al menos había alguien "normal" con quien poder hablar tranquilamente... pues no, por lo que se ve, si vino a pedírmelo con Raquel fue a petición de esta para que no me pudiese negar a acompañarla, para hacer más fuerza, y no porque ella también fuera a ir como yo pensé en ese momento. Eso me pasa por andar presuponiendo cosas en lugar de asegurarme preguntando. La segunda sorpresa fue mirar al resto de los comensales, menuda colección de guapos y guapas, aquello parecía un desfile de modelos… y no me equivoque en mucho con mi apreciación ya que pertenecían a ese mundillo, al lado de lo que allí había yo debía de parecer la rana Gustavo pero sin el micrófono... Me sentía como desplazado de lugar, incomodo con mi presencia en ese sitio, con toda esa gente “guapa”....
El ex de Raquel se presento solito al vernos, creedme que me dejo muy sorprendido ver lo capullo que era, no entendía como una chica tan maja y agradable como me estaba pareciendo Raquel podía haber estado saliendo con un imbécil semejante salvo que fuese por lo atractivo y lo bueno que estaba, como diría cualquier chica que le viera. Nos pusimos los dos en un extremo de la mesa, situándose Raquel en la esquina para tenerme a mí a un lado y el otro libre. Durante la cena me entere de algunas cosas sobre Raquel, como que era modelo, que estaba bastante cotizada como tal, que muchos de los presentes también eran de ese mundillo y algunas otras cosas más que me callo puesto que considero que no vienen al caso, chismorreos vamos. Durante toda la cena estuve principalmente hablando con Raquel, dos amigas suyas y sus respectivos novios que eran quienes estaban a nuestro alrededor, eso sí, mientras hablaba cordialmente con esas personas aguantaba las tonterías del ex de Raquel que no había podido sentarse cerca de Raquel y estaba que rebuznaba por las esquinas, el asno no cejaba en decir una estupidez tras otra.
El pobre tipo olía a cuerno quemado que espantaba, se ve que el ver a su ex con otro tío le sacaba de quicio, y eso que no hicimos el menor gesto de cariño entre nosotros ni nada que le pudiera hacer suponer que entre ambos había algo, pero supongo que los celos son ciegos, o eso, o el pensar que su ex chica, había dejado a un tipazo como el por un tiparraco como yo... Si al principio sus chistecitos sobre mi hacían gracia a todo el mundo menos a Raquel y a mí, al final terminaron no haciendo gracia a nadie, mucho menos porque yo no decía al respecto esta boca es mia no entrándole al trapo ni haciéndole el menor caso, demostrando muchísima más educación que el que no hacía más que insistir, algo de lo que bastantes se empezaban a dar cuenta y a mostrar claros síntomas de estar cansándose de semejante imbécil, que no hacía más que fastidiar. Únicamente le conteste una vez, solo una, y fue cuando se metió con Raquel, en ese momento hice un ademan con la mano como de que esperara un instante que iba a hablarle por primera vez en la noche. Me limpie con mucha calma los labios con la servilleta, la volví a colocar en su sitio, después de lo cual me dirigí al ex de Raquel, diciéndole que por favor demostrara de una vez la exquisita educación que sin duda debió haber recibido de pequeño, porque parecía que esa noche se le había debido de olvidar en casa en alguna parte del pesebre cuando dejo las alforjas para vestirse para esta cena... No fue gran cosa, pero lo cierto es que se oyeron bastantes risas que sentaron muy mal al sujeto en cuestión.
Salvo por ese pequeño incidente la velada fue de lo más agradable en todos los aspectos, descubrí a Raquel como una chica majísima, sencillísima y por supuesto simpática a más no poder, una gran mujer en definitiva, al margen claro, de lo atractiva que es, por supuesto, en mi modesta opinión se tenía ganado a pulso su posición de mujer quince, como ya os digo cada dos por tres, era perfecta. Cuando terminamos nos fuimos todos a un local de moda a bailar un poco, yo estuve haciéndolo con varias de las amigas de Raquel, pero únicamente cuando esta estaba ocupada bailando con alguno de sus amigos, realmente parecía que solo tenía ojos para mi acompañante, algo que ella me agradeció cuando nos fuimos. Cuando me dijo eso simplemente le conteste que era lo natural, había ido con ella y por tanto ella era la única mujer a la que debía de mirar... juraría que se ruborizo un pelín al oírme y se le escapo una leve sonrisita. Por cierto que el borrico, digo su ex, no pudo bailar con ella ni una sola vez, cada vez que lo intentaba Raquel le metía unos cortes que ni os cuento, a mi me dan uno de esos y os juro que me meto bajo tierra.
Según volvíamos hacia su casa, ya que como todo un caballero lo primero era dejarla a ella... bueno y porque íbamos en mi coche, eso también influyo bastante. Me estuvo explicando que tres de las comensales, me indico quienes, eran sus mejores amigas en su mundillo de trabajo, algo de lo que ya me di cuenta yo, pero no dije nada. Después me dijo que desgraciadamente alguno de los otros también eran muy amigos de su ex novio, así que no solía ir si sabía que él iba, pero que en esta ocasión como ya vi, era el cumpleaños de una de sus mejores amigas y no lo pudo evitar, después dijo que menos mal que había ido yo con ella, sino seguro que el pelma de su ex hubiese estado dándole la brasa todo el rato, estuvimos callados casi cinco minutos. De repente se giro en el asiento del copiloto y muy seria, de sopetón, me dijo...
- Raquel : Isma…, vámonos por ahí...
- Yo : ¿Cómo?
- Raquel : Que nos vayamos los dos por ahí... mañana es Sábado... vámonos venga... divirtámonos un poco mas… aun queda noche…
- Yo : Vale, de acuerdo, esta noche vos mandáis... ¿Donde queréis ir princesa?... (Esa tontería de tratarla de vos hizo que se riera de lo lindo, dándome al hablar un suave golpecito cariñoso en el hombro).
- Raquel : ¡¡Tonto…!!, donde sea... vamos donde sea, no quiero que termine la noche... quiero seguir divirtiéndome, hacia mucho que no me lo pasaba tan bien... hacía mucho que no me sentía tan cómoda estando con alguien.
- Yo : De acuerdo... sigamos la noche princesa... (Lo cierto es que esa última observación que Raquel hizo, no supe muy bien si era algo bueno o no…)
Decidí que nos fuéramos a un irlandés que conocía, sabía que ese viernes había una pequeña fiesta con bailes típicos, etc... No os digo como nos lo pasamos los dos, Raquel en muchos momentos parecía una niña pequeña, estaba muy juguetona y disparatada bailando, divirtiéndose. Cuando deje a Raquel en su casa eran casi las ocho de la mañana, por supuesto no antes de habernos desayunado los dos los típicos churros con chocolate. Al despedirse de mi supongo que por causa del alcohol que se había tomado perdió un poco el equilibrio y me beso muy cerca de la comisura de los labios, después me guiño un ojo se metió en su portal, no me moví hasta que no la vi asomarse a la ventana donde me dijo que lo haría para que me quedase tranquilo de que había llegado a casa.
El lunes todo volvió a la normalidad, yo a mi mundo y ella al suyo, todo otra vez perfectamente organizado y en su sitio, ese día todo fue sobre ruedas, yo estaba otra vez en mi sitio, a mi aire y Raquel con sus amigas en el suyo... Mi vida de nuevo retornaba a su regularidad, a su previsibilidad, se terminaron las sorpresas... o eso al menos fue lo que pensé yo que pasaría tras tener un día de lo más "normal". Hasta que llego el miércoles... se puede decir que ese fue el punto de inflexión en mi vida… aunque en ese momento no lo sabía.
El miércoles estuve en clase normalmente, todo parecía seguir como siempre hasta más o menos las doce del medio día, teníamos casi una hora libre y estaba en la cafetería tomando algo con Marta cuando se presento Raquel con Eva sentándose en nuestra mesa como si tal cosa. Levante la cabeza, las salude y seguí mirando mis apuntes... desde que las dos se nos unieron Marta permaneció callada, lo que debió de haberme puesto en guardia en el acto, ya que cuando se sentaron estábamos hablando los dos. Raquel se había sentado justo enfrente de mí, me di cuenta cuando se levanto un poco, inclinándose hacia mí e hizo que dejara de leer los apuntes al quitármelos de las manos...
- Raquel : ¿Se puede saber qué te pasa conmigo?
- Yo : ¿Es a mí?
- Raquel : No, es al de la mesa de enfrente... pues claro que es a ti Ismael...
- Yo : Lo siento, supongo que ha sonado estúpido, pero es que no se a que te refieres...
- Raquel : ¿Como que a que me refiero?, me refiero a que el viernes nos lo pasamos en grande, me divertí contigo como hace meses que no lo hacía con un chico, que consideraba que éramos amigos, o por lo menos estábamos en proceso de poder serlo, y de repente me encuentro que en estos días que llevamos de clase desde entonces no te has dignado ni a mirarme una sola vez siquiera...
- Yo : ¡Ahhh!, así que era eso... bueno Raquel... ya sabes, tú y yo somos de mundos diferentes...
- Raquel : ¿Como que mundos diferentes?, se puede saber de que hablas...
- Yo : Joder pues está muy claro... vosotras sois las tías que estáis mas buenas de toda la Uni, y yo... bueno, yo soy del montoncito...
- Raquel : Mira Ismael, como no te expliques mejor... no entiendo qué narices tiene eso que ver
- Yo : A ver Raquel joder, tu y las demás sois chicas diez, bueno tu realmente eres una chica quince, eres perfecta... y yo soy un chico siete como mucho, las chicas como tú solo salen con tíos diez, nueve como mínimo... estas muy fuera de mi alcance... por eso es normal que no nos relacionemos...
- Raquel : No lo dirás en serio, ¿es una broma verdad? (Su cara parecía reflejar asombro por lo que acababa de escucharme decirla, como si no se creyera que le hubiese soltado eso en su cara)
- Yo : No... Es lo que pienso...
Vi como Raquel se levantaba de la mesa seguida de Eva, lo cierto es que seguía tan preciosa como siempre, aunque en ese momento tenía una cara de mala ostia que tiraba de espaldas. Se apoyo con las dos manos en la mesa, metiendo su cabeza hasta que su cara quedo a escasos centímetros de la mia...
- Raquel : Has tenido un pequeño fallo en lo que has dicho, ¿sabes?
- Yo : ¿El qué...? (Os aseguro que eso me desconcertó)
- Raquel : En que has dicho que eres un chico siete...
- Yo : Bueno sí, eso es lo que he dicho... veras según mi apreciación...
- Raquel : Me importan un pimiento tus apreciaciones... ¿sabes lo que pienso de ellas...?
- Yo : ¿Qué? (No fui capaz de evitar preguntar aun sabiendo que era mala idea)
- Raquel : Pues que te has confundido en tu puntuación... eres tan capullo que no pasas del tres y medio como mucho... ¡¡¡Idiota!!!
Me quede con la boca abierta mientras veía como se iban tranquilamente, me quede otra vez solo con Marta, que me miraba meneando la cabeza con una cara bastante rara...
- Yo : ¿Pero qué mosca le ha picado?
- Marta : De verdad Ismael que hay veces en las que me pregunto ¿como con lo adorable que eres, puedes ser tan memo?
- Yo : ¿Pero se puede saber que se supone que he hecho?
- Marta : Anda majo... tómatelo con calma, me voy que tengo que hablar con Raquel...
- Yo : ¿Con Raquel?, ¿Para qué?
- Marta : Tú preocúpate de ti, que bastante tienes màjete... tienes todo un trago completo, ¿sabes?
- Yo : Pero Marta… joder, se puede saber qué coño he dicho… solo he dicho la verdad, ¿o no?
- Marta : Nada Ismael, tu sigue con lo tuyo que así te luce…
- Yo : Pero que…
No me moleste en seguir hablando… sobretodo porque en ese momento Marta se fue como un rayo bastante enfadada también y dejándome con la palabra en la boca. Joder, tan tonto no era, sabía que el cabreo de Raquel es por lo que dije de que ella era una chica quince y yo un chico siete… sin duda se creería muy maja y muy accesible. En honor a la verdad debo de decir que lo cierto es que durante la cena sí que lo fue, pero yo ya me conocía el percal, como dice el refrán… tía muy buena más chico normal… igual a amigos nada más, y eso como mucho… no tenía ganas de hacerme ilusiones con nada de todo esto y luego terminar jodido, que era en estos casos como siempre terminaba el chico.
No diré que no la entendiera en el fondo, pero tenía muy claro que el acercarme a ella solo seria para que antes o después me dejara de lado, incluso puede que tuviese “suerte” y solo me colocara en un sitito como uno más de sus “amigos” solo con derecho a admirarla… Sinceramente como ya he dicho antes, no estaba por la labor de correr el riesgo de pillarme con alguien fuera de mi alcance solo porque ella fuera “accesible”, lo mejor es que cada uno de nosotros siguiéramos en nuestros respectivos mundos. Que por otro lado me estaba empezando a preguntar qué narices tenía que ver Marta en todo este lio, de repente parecía muy amiguita de Raquel y las demás… en fin, que como pensando no iba a sacar nada en claro lo deje correr, si me acordaba ya se lo preguntaría a Marta en cuanto la volviera a echar la vista encima.
Yo aun no lo sabía, pero ese miércoles Raquel se marcho de la cafetería muchísimo más enfadada de lo que pensé en su momento, literalmente salió de la cafetería que mordía y arañaba, fue con ese cabreo donde todo se empezó a poner en marcha. La tarde del jueves y la del viernes vi que fue a buscarla uno de los chicos guapos que estuvo en la cena a la que fui con ella, si no recordaba mal también era modelo como ella, aunque en esa cena casi todos lo eran… vi como se iban los dos muy juntitos. Podría decir que me alegre por ella para quedar bien, pero lo cierto es que aunque me fastidio un poco bastante verla con ese chico tras la que me monto el día anterior, también me confirmo mis sospechas al respecto, me gustara ella o no, esto demostraba claramente a mi modo de ver que Raquel estaba fuera de mi alcance… entre ese adonis y yo no había ni punto de comparación posible, a mi modo de ver perdía en todo con él.
El viernes me esmere en prepararme para salir con mis amigos, salía con la sanísima intención de ligarme alguna chica con la que divertirme esa noche, o incluso con un poco de suerte puede que todo ese fin de semana. Estuvimos por varios locales y no me comí ni medio colín, por lo menos hasta la 1 de la madrugada o así, en ese momento entramos en un local, yo me fui a pedir algo a la barra. Al retirarme con la bebida sin querer le di en el brazo a una chica que estaba justo detrás de mí derramándosela. Os juro que me pareció que había salido de la nada, ni la vi, afortunadamente la bebida callo toda en el suelo y no nos mancho a ninguno de los dos. Como comprenderéis me deshice en disculpas con ella por mi torpeza, invitándola en el acto a una nueva copa, ya que había sido por culpa mia al no verla tras de mi antes de moverme… me acepto la copa con una sonrisa.
Sinceramente no intente ligar con ella ni muchísimo menos, primero no sabía si iba acompañada de su novio y en segundo lugar el haber sido todo un patoso con ella tampoco es que diera muchas oportunidades, pero sin embargo todo salió a pedir de boca… follar no folle con ella si es lo que alguno se está pensando. Empezamos a hablar los dos, ella iba sola con sus amigas y sin su novio, como seguíamos hablando al final estábamos tan agusto los dos hablando que nos quedamos solos, yo me fui a despedir de mis amigos y ella de sus amigas, en todo el resto de noche ninguno de los dos intento el más mínimo acercamiento, solo estuvimos hablando… confieso que esa debió de ser la segunda vez que me pasaba eso con una chica a la que acababa de conocer cuando iba con intención de ligar, el estar hablando con ella y no preocuparme de si al final me la podría follar o no.
Ella me había dejado bien claro desde el principio que tenía novio, marcando claramente lo que había si seguíamos hablando, pero que queréis que os diga, me encontraba tan agusto hablando con ella que no me importo dejar mis expectativas de follar para otro día. María como se llamaba la chica me pareció una preciosidad, una chica siete, incluso diría que ocho más que siete… pero desgraciadamente tenia novio y no se perfilaba como una posible aventura, pero bueno, era muy simpática y me reí muchísimo con ella durante toda la noche. Cuando nos separamos cambiamos los números de teléfono, aunque sabía que era difícil que yo o ella nos llamáramos… esa noche había sido perfecta, pero difícilmente se volvería a repetir una situación así. Sin embargo al despedirnos, tras el beso de rigor en las mejillas, María al oído me dijo…
- María : Ya nos veremos Ismael… y antes de lo que tú piensas…
- Yo : ¿Qué…?
No me dejo terminar de susurrarla mi pregunta ya que se retiro. Me quede mirándola muy fijamente sin entender a que había venido eso, ella se limito a sonreírme y según se iba me guiño un ojo… Os garantizo que estaba perplejo, más todavía cuando a los dos o tres minutos mi móvil se puso a vibrar en mi bolsillo, al sacarlo me di cuenta de que era un sms de María, me ponía…
- “Eres un cielo, no dudes en llamarme si quieres salir a tomar algo alguna tarde… nos veremos pronto Ismael. María”
Estaba alucinando en colores, por lo que parecía todo esto jamás me habían fallado mis impresiones de una forma tan estrepitosa como con María, yo pensando que no podría pasar nada de nada entre nosotros y ella me salía con esto. Aunque me daba la impresión de que ese salir iba más en plan amigos que otra cosa, pero bueno, también pensaba que no volveríamos a vernos más y ella misma acababa de dejarme claro que no quería que eso fuese así… aunque os confieso que no entendía nada de nada de esta situación, era algo totalmente imprevisto para mí.
El mismo sábado la llame, pero su móvil estaba apagado o fuera de cobertura, así que pensé que lo mismo es que se había querido reír un poco de mí, tampoco le di mayor importancia, salvo el típico... “si ya decía yo que no podía ser”. Ese sábado salí otra vez con mis amigos por ahí, en esta ocasión tuve más suerte ya que me ligue o me ligo a mí que no lo tuve yo muy claro, una morenita preciosa de nombre Ana que aparentemente debía de estar sola, cosa rara con lo buena que estaba, estuvimos bailando durante casi dos horas. Empezamos bailando juntos, seguimos bailando mas juntitos todavía y terminando bailando piel con piel… entre nuestros cuerpos no pasaría ni una brizna de aire. Cuando empezaron con las canciones lentas fue cuando los dos empezamos a dejar claro lo que queríamos…
Empezamos bailando normal, pero en menos de 30sg estábamos pegados como lapas, a esas alturas mi endurecido pene se frotaba contra ella, mientras sus endurecidos pitones se empotraban contra mi pecho, su pubis se frotaba suavemente contra mí, mis manos bajaron a su culo, empezando a acariciárselo y masajeárselo, las suyas bajaron también al mío para hacer exactamente lo mismo… nos fuimos de allí cuando de nuestros respectivos labios empezaron a escaparse ahogados gemidos. Íbamos tan calientes los dos que sabíamos que no nos daría tiempo de ir ni a su casa ni a la mia, así que fue ella misma quien me propuso que fuésemos a un hotel cercano a pasárnoslo bien.
Fue llegar a la recepción, pedir una habitación e ir todo el camino hasta la misma metiéndonos manos y comiéndonos a besos. Incluso en la puerta de la misma no pude aguantar más, le abrí la blusa levantándola el sujetador como buenamente pude para dejar libres su magnífico par de pechos, cuyos pezones me fui metiendo en la boca de forma alterna mientras los lamia con la lengua y hacia luego succión con los labios. Iba tan caliente que solo con eso logre que se corriera allí mismo… entonces me separo con cierta violencia quitándome la llave de la mano… con ojos muy turbios me dijo…
- Ana : Trae las llaves cabròn… has hecho que me corra como una perra… prepárate porque me muero de ganas de devolverte el favor enseguida…
Abrió la puerta me cogió de la mano tirando de mi hacia dentro del cuarto, me abrazo según entramos besándome como si me quisiera devorar. Cerro tras de ella la puerta con el talón… me llevo hasta la cama a empujones, una vez allí me derribo sobre ella, lanzándose a por mis pantalones, nos afanamos los dos en quitármelos, una vez hecho esto tiro de mis bóxer dejando libre a mi enrojecida polla, por su aspecto creo que toda mi sangre debía de estar concentrada en ella a esas alturas. No me dio tiempo a nada, antes de que me diera cuenta tenía mi pene entero dentro de su boca, empezó a succionármelo como su fuese una aspiradora, estaba tan caliente que no aguante casi nada, no le dure casi ni un minuto, si llegue a un poco más de tiempo fue porque estuve aguantando todo lo que pude para poder avisarla y que se la sacara de la boca para correrme.
Me reincorpore un poco para mirarla y decirla que se la sacara que no aguantaba más, no quiso, mirándome a los ojos aumento la velocidad de succión que estaba haciendo sobre mi polla con su boca, derramándome por completo en su interior, fue de lo mas morboso ver como tragaba con cara de gula toda mi leche, apenas dejo escapar un hilillo pon una de las comisuras de los labios, hilillo que tras sacarse mi polla de la boca recogió con uno de sus dedos devorándolo también. Tras ello se lanzo a besarme, cosa a la que yo correspondí con ansias, mi leche nunca ha sido algo que me moleste a la hora de besar a mi acompañante después de que esta me hubiese hecho una mamada.
Tras esto aproveche que mi primo estaba momentáneamente fuera de combate para dedicarme a desnudar a Ana con tranquilidad, mientras la besaba y lamia el cuerpo… lentamente, cuando llegue a la ultima prenda que le quedaba… sus braguitas, estas dejando al descubierto una rajita completamente depilada, sin un solo pelo, completamente chorreante… sus jugos escapaban de ella en dirección al perineo… me apresure a recogerlos con mi lengua para después introducirla esta en el coñito… la sujete con fuerza por las caderas ya que empezó a moverse nada mas sentir mi lengua penetrarla…
Mi lengua empezó a jugar con su botoncito, retirando el capuchón lentamente, ensalivándolo bien… retire una de mis manos de sus caderas para que dos de mis dedos pudieran penetrar en su coño y empezar a follàrsela mientras mi lengua hacia diabluras en su clítoris… Me aguanto poco, en cuestión de menos de cinco minutos se corría como un grifo dando auténticos alaridos y llamándome de todo mientras se intentaba contorsionar en medio del placer. Para ese momento mi pene se encontraba otra vez listo para el combate… me incorpore hasta quedar a su altura, empezando a besarla suavemente, besos que ella me devolvía, volviéndonos cada vez más salvajes los dos. Cuando estuvo otra vez dispuesta…
- Ana : Métemela ya… métemela…
Entonces empecé a jugar un poco con ella, me puse a restregársela por la rajita, punteándola un poquito pero sin llegar a introducírsela. Mostrándola simplemente en su entrada, restregándola, procurando que le acariciara el clítoris al pasar de largo de su gruta… Reclamándola que me lo rogara…
- Ana : Eres un hijo de puta… fòllame ya por favor… fòllame… ¡¡métemela ya!!
Aproveche ese momento para metérsela hasta los huevos, se la enterré de golpe hasta lo más profundo de sus entrañas de un solo movimiento, con fuerza…
- Ana : ¡¡¡¡Joderrrrrrrrrr….!!! Siiiiiiiii…. Arggggggggg... que buenoooooo….
Empecé a moverme de inmediato, metiéndola y sacándola con rapidez, con fuerza mientras nos llamábamos ambos de todo, parecía que ese tipo de lenguaje calentaba todavía mas a Ana. Me retiraba de ella todo lo que podía para después volver a enterrársela todo lo fuerte que era capaz… nos mordíamos los labios mientras fóllabamos. Ana se corrió dando gritos a los pocos minutos mientras que con sus piernas rodeaba con fuerza mi cintura y se apretaba contra mí como si me quisiera incrustar en ella, entonces me hizo darme la vuelta, situándose ella encima sin habérsela sacado siquiera, que maestría la chica. Empezó a moverse suavemente mientras me decía…
- Ana : ahhh… ahora me toca a mi follarteeeee… de esta te vas a acordar… nunca te han follado así…
Sus caderas parecían una batidora por la forma de moverse sobre mí, sentía como mi polla era estrujada desde todas direcciones en el interior de su vagina mientras ella se movía, era una sensación increíble… Desde luego tenía razón, era una autentica maquina follando, como siguiera haciéndome eso no tardaría mucho en correrme en su interior. Efectivamente apenas unos pocos minutos después ambos nos corríamos al a vez, no pude aguantarlo más y me derrame por completo en su interior, quedando los dos completamente jadeantes sobre la cama.
Diez minutos después Ana se incorporo diciendo que se iba a duchar porque se tenía que marchar ya a casa, que era muy tarde. Propuse que nos ducháramos juntos, le dije con voz juguetona que así le ayudaría a enjabonarse… riéndose me dijo que de acuerdo, pero que fuese bueno, que llevaba prisa y no tenía tiempo de volver a repetir. Estábamos en la ducha enjabonándonos mutuamente, yo estaba acariciándola con todo descaro el coño, que cada vez se le humedecía mas, sus pezones volvieron a ponerse como piedras de duros… sonriéndome me dijo que era un cabròn que estaba intentando calentarla otra vez, pero me advirtió sonriente que mi polla no volvería a entrar otra vez en su coño por mucho que hiciera… que perdía el tiempo y solo me llevaría a casa un calentón.
Se dio la vuelta para evitar que pudiese seguir jugando con su rajita, pero dejo a mi alcance los cachetes de su culo, me incline sobre ellos para besárselos y mordisqueárselos… Ana no podía evitar soltar algún que otro gemido mientras le hacía esto… remarcándome que no conseguiría que volviéramos a follar, que no pensaba darse la vuelta… aunque no hacía nada por evitar mis manejos. Lo malo es que viéndola en esa posición y situación se me ocurrió una brillante idea… por su coño no entraría mas mi polla como ella decía, pero ese no era su único agujero disponible a mi alcance en esos momentos. Usando el jabón liquido me embadurne la polla por completo con él a modo de lubricante, mientras simulaba llegar desde atrás a su coñito, aprovechaba el juego para embadurnarle el culito a base de bien…
Cuando considere que ambos elementos ya estaban lo suficientemente lubricados me incorpore y me situé tras ella, abrazándola por la cintura, pasando una mano hacia su coño, haciendo presión sobre su estomago para que echara un poco el culo hacia atrás. Ella al principio pensó que pretendía metérsela otra vez en el coño desde atrás, ya que todos los intentos que hacía con mi polla parecían ir dirigidos en ese sentido… se dio cuenta de mis verdaderas intenciones demasiado tarde… metió hacia atrás el culo para impedirme llegar bien a su coñito, pero me colocolo su retaguardia en la posición que yo quería desde el principio… entonces…
- Yo : Error zorrita… lo que quiero no es follarte el coño…
Entonces fue cuando se dio cuenta, cuando la punta de mi polla se detuvo ante su culito y empezó a intentar entrar en su interior… introduciéndose poco a poco, resbalando sin problemas dentro de ella con suavidad debido al jabón que hacía de lubricante….
- Ana : Nooooo… por favor… por ahí no… nunca lo he hecho, me vas a destrozar… argghhhhhh… (Soltó el grito cuando sintió como le entraba hasta las amígdalas, al clavársela de un solo golpe hasta la empuñadura)
- Yo : Relájate… ya entro toda… no me moveré hasta que tú me digas que solo te molesta…
- Ana : (Con los ojos llenos de lagrimas) Eres un hijo de puta… me has reventado el culo… te dije que no cabròn de mierda…
- Yo : Shhhhhh… relájate putita… dentro de poco me pedirás que no para de follarte el culo…
- Ana : Eso no te lo crees ni tu cabròn, hijo de puta…
- Yo : Yo creo que si… es mas… querrás ser mi puta y todo… ya verás como si zorrita…
Entonces sentí como poco a poco se iba relajando y cada vez sintiendo menos dolor… fue cuando empecé a moverme suavemente dentro de ella. Poco a poco sus iniciales gemidos de dolor pasaron a ser gemidos de molestia, para al poco transformarse en gemidos de placer… en ese momento empecé a machacarla el clítoris con mi mano, manteniéndola firmemente sujeta para que se moviera lo menos posible mientras la embestía.
Intentaba evitarlo, pero poco a poco sus gemidos y jadeos empezaban a escapársele de su control… lentamente empezó a moverse también para acompasarse a mis embestidas, intentando con ello que mi polla profundizase más en su interior. Cada vez era más escandalosa con sus gemidos…
- Yo : ¿Quieres que te la saque…?, si quieres me retiro…
- Ana : Y te mato… si dejas de follarme ahora te mato cabròn…
- Yo : (Me detuve en mis embestidas) Dime lo que quieres o no sigo…
- Ana : Sigue joder… rómpeme el culo… sigue fòllandomelo… por favor… sigue… sigueeeeeeeeeee mariconnnnnnnn de mierdaaaaa...
- Yo : (Empecé a moverme otra vez, pero lentamente) Dime que serás mi putita… dime que lo serás… (Empecé a lamerle las orejas y la nuca mientras la embestía)
- Ana : Soy tu puta… ya soy tu puta… fóllate a tu puta… dame mas fuerte… enseña a tu puta… rómpeme… destrózamelo…
- Yo : Así que mi putita quiere que le destroce el culo a pollazos, ¿no?
- Ana : Siiiiiiiiiiiiiiii… tu puta quiere que la destroces el culoooooooooooo… pero dame mas fuerte cabròn… por diossssss… mas fuerteeeee… sigueeeeeeeeeeeeee…
Lo cierto es que ya no podía mas de excitación, aunque no me lo hubiese pedido me habría dado igual… veía que a Ana le iba también cierto punto de dureza, así que empecé a embestirla a lo bestia. Mi polla entraba y salía de su culo como si fuese una barrenadora, sin piedad de ningún tipo. Tubo incluso que apoyarse con las manos contra la pared y hacer fuerza hacia atrás para evitar que la incrustase en ella con mis embestidas. Ya no trataba de ahogar su gritos, jadeos y gemidos, sus gritos eran atronadores… nos corrimos como dos animales, le llene el culo de leche por completo. Tras retirarme de ella baje mi mano, recogiendo la leche que escurría del mismo por sus piernas abajo con dos dedos mientras ella permanecía con su cabeza apoyada contra la pared jadeante.
Antes de separarnos le metí los dos dedos llenos de leche en su boca para que se la tragara. Al sentir lo que era giro su cabeza para mirarme, estuvo lamiéndolos y relamiéndolos mirándome mientras a los ojos con cara de golfa… yo la dije…
- Yo : Eso es preciosa… lame y chupa…
No dijo ni media, tras sacarse mis dedos de su boca, se giro y colgándose de mí cuello me metió un morreo de campeonato diciéndome después que la ayudara a lavarse, algo que hice encantado. Una vez terminamos de ducharnos con vestimos otra vez para irnos, me hizo gracia ver como andaba de extraño… al verme la cara con que la miraba, me soltó un golpecito y me dijo riéndose que si tenía que andar así era por culpa de que algún cabròn le había roto el culo…
Me dijo que iba a coger un taxi para regresar a su casa, me ofrecí a llevarla en mi coche, pero declino la oferta… me dijo que había disfrutado muchísimo conmigo, incluyendo el que la rompiera el culo, me dijo que había sido un autentico cabròn, pero que se alegraba de ello ya que había disfrutado de la enculada como una perra. Paramos un taxi, antes de montarse en el me dio un beso en la mejilla, diciéndome al oído que no me daba o me pedía el número de teléfono porque nos volveríamos a ver otra vez antes de lo que pensaba… tras esto me dio un suave beso en los labios y desapareció en el taxi dejándome perplejo del todo, era la segunda chica ese fin de semana que se despedía de mi diciéndome lo mismo, ella en ese momento, y María el día anterior.
CONTINUAR