Mi chica insaciable

A mi chica no le bastaba tener sexo conmigo porque la sorprendi con un pedazo de carne en la boca...

Después de la sorpresa que me había preparado m prima junto a su mejor amiga (ver..Mi prima desbordaba sexo 2) no tuve noticias de ella por un tiempo. Sin embargo, luego de aquel encuentro con Florencia estuvimos viendonos, haciendo el amor salvajemente y teniendo una relación cual enamorados. Para llegar a lograr eso tuve que romper definitivamente mi relación con mi novia que ya se estaba tornando insoportable. Todo lo contrario a mi ex, Flor, no era muy rígida en sus pensamientos, no era una frívola chica de shopping y poseía una gran cultura; amante de la literatura y de la pintura en todas sus formas, cambiaba su personalidad de un modo asombroso, capaz de comportarse como una dama distinguida en una muestra de arte contemporáneo y de exponerse como una puta en celo en el momento del sexo.

Mi relación con ella había comenzado a crecer tanto que me fui a vivir a su amplio loft céntrico. Conocí con ella un ambiente que era muy nuevo para un oficinista bancario como yo. Frecuentabamos cafes literarios, galeria de artes y todo tipos de fiestas en la cual la intelectualidad y el snobismo estaban a la orden del día. Uno de esos agasajos, lo ofrecía una personalidad importante dentro del ambiente literario que ni recuerdo y que era docente de Flor. Y allí estuvimos, con nuestras copas repletas de champagne ante tanta presentación y charlatanería. Florencía estaba muy linda y por demás sexy ese día. Vestía un escote importante que dejaba ver buena parte de sus exorbitantes tetas y los ojos de los presentes dejaban traslucir su libido.

En un descuido en la reunión, observo a Flor junto al anfitrión hablando y sonriendo muy animadamente. El hombre, de 45 años aproximadamente, era alto, bien parecido y dotado de una gran simpatía. Percaté en un momento que le estaba susurrando cosas al oído a mi chica por lo que mi humor no era del mejor. Quise acercarme al lugar en donde estaban pero perdí mucho tiempo tratando de deshacerme de una señora que me hablaba sin parar del romanticismo del siglo XIX. Cuando por fin pude excusarme de la mujer, a Flor y al dueño de casa pareció que la tierra se lo hubiera tragado. Los busqué por la amplia casa pero sin suerte. Junto a mi desorientación llegó un mensaje de texto a mi teléfono móvil. Era de mi chica y decía: "Estoy en la habitación de al lado del baño esperandote, muy caliente y con una verga en la boca" Mis sensaciones en ese momento variaron, pasaron del enojo, el desconcierto y por cierto la excitación. Mas cuando recordé la vez que ella me confesó su fantasía de hacerlo con mas de un hombre. Encontré por fin el lugar y abrí la puerta que estaba entreabierta. Allí estaba ella arrodillada frente a un pene de un tamaño por demás considerable en su boca, lo cogía con maestría y hasta con desesperación para que no le quedara ningún pedazo de carne en su ardiente boca. Apenas tomó un respiro para, al verme, decirme con una voz entrecortada

_- hmm amor porque tardaste tanto

No tardó un segundo en abrirme el cierre del pantalón y llevar mi verga a su boca, sin dejar de masturbar al hombre. A pesar de la cansadora sesión de sexo oral que tuvimos por la mañana, estaba por correrme rapidamente, quise sacarla de su golosa boca pero ella siguió mamando desesperadamente hasta tragarse todo mi semen que fue bastante. La paja que le hacia a su profesor también logró que le descargaran leche aunque esta vez en su escote y en su vestido que todavía no se había sacado.

Después se desnudo toda y se sentó con las piernas bien abiertas, su vagina bien depiladita, sus pechos bien formados con los pezones bien paraditos por la excitación. Mi boca fue hacia su entrepierna que sabía como un manjar de la divinidad, junto a ella los dedos eran cómplices de la satisfacción hacia mi chica, quien no resistió el frotamiento de su clitoris y se vino en un orgasmo fulminante y furtivo. En tanto, el profesor manoseaba y chupaba las tetas ávidamente. Su miembro volvió a tomar su gran forma. Pensaba en ese momento que Flor no eligió mal el sexo de su amante ya que tenía unas buenas dimensiones.

En esa posición comencé a follarla con avidez, puse sus piernas en mis hombros y empecé con la penetración de un modo casi animal. Por su parte, el profesor se sentó junto a los pechos y emprendió con su pene a cogerlos. Flor, que gemia de gozo, llevó sus manos al culo del muchacho y un dedo lo penetró sin ningún preludio, parecía que al hombre le gustaba eso y ella lo sabía muy bien.

Luego, todos muy calientes nos levantamos y empezamos a manosear el bendito cuerpo de ella. Fue él quien empezó a penetrarla de parado.

Vamos mi amor quiero tu verga tambien!! Grito ella antes de un –aaaaghhhh que parecía el grito en una selva pero no era otra cosa que un orgasmo. No perdí tiempo y traté de ubicar mi pene en su ano pero ella me avisó

El culito para después destrozame la concha que hay lugarrrr..

Nunca la había visto asi a Flor, la excitación y el tremendo miembro de su profesor hizo que mi verga entrará sin inconvenientes. Empezamos a bajar el ritmo y a rozar nuestras pollas en la caliente vagina para terminar con unas descargas casi paralelas dentro de su cuerpo. A Flor no se avergonzó para nada en terminar de limpiarlas con su boquita.

Terminamos los tres exhaustos con deseos de repetirlo algún día. En especial Flor y su amigo. A mi me gustó pero me devinieron algunos celos, aunque no hubo motivos para que no siga disfrutando de mi belleza.