Mi buena amiga gordibuena

Y mientras le embestía, amasándole sus enormes pechos y de juguetear con sus gordos pezones, veía como disfrutaba, dándome por acercarme y comerle su boca, pero su enorme cuerpo lo evitaba. Y en medio de mis embestidas, pasmado me quede al escucharle decirme... “Métemela por detrás... venga métela”.

Mi buena amiga gordibuena

Hace un tiempo que no sabría precisar, una amiga sabiendo que suelo escribir mis experiencias, le dio por comentarme los motivos por el cual no he publicado lo nuestro, acabando esta por preguntarme ‘si es por motivo de vergüenza’, cosa que no es así. Y hacerle saber que antes debía de pedirle permiso, cosa que ella no solo me lo ha dado, sino que me pide que ponga su nombre, pero nada más que la pueda saber de ella. Y ante esta reprimenda, aquí publico mi aventura con ella, espero que os guste y la disfrutéis, comenzando como...

Recuerdo ese día por unos acontecimientos, como cuando llegas a la oficina temprano, y nada más verme mi supervisor, coge y me manda a recoger una documentación a registro. Cosa que hago y con gusto, encaminándome hacia el coche, mientras pienso sobre todo en la recepcionista, morena que me tiene hechizado con esos ojos verdes. Llego a mi coche, y me pongo en marcha hacia el registro, donde llegas y aparcas, entro en dicha oficina y me sorprende al no encontrar a nadie en recepción.

Dándome por entrar, aventurándome y con la idea de encontrar a esta persona encargada, observando que no había nadie, algo sospechoso la verdad. Y caminando por ese pasillo, cerciorándome en cada una de esas puertas, llama mi atención una de ellas. Puerta que no está cerrada pero si entornada, dándome por acercarme y escuchar proveniente de su interior, suspiros y jadeos... uuummm!!.

Miró con cautela, descubriendo a la morena recepcionista sentada con los ojos entornados, soltando por esa boquita sonidos de satisfacción... uuuffff!!. Dándome por bajar la vista, llevándome la sorpresa al ver a esta sentada con las piernas abiertas, estando entre estas una persona, hombre que le estaba comiendo el coñito, y debo de decir que, por las expresiones de ella, debía de hacerlo muy bien. Y poniéndome como una moto, escuchar a aquella recepcionista...

  • “Aaahhh!!... sí... uuummm!!, ooohhhh!!... sigue... uuuffff!!, aahhhh!!... sí... sí... ooohhh!!, siiii... uuuffff!!”.

Dándome por salir con prisa hasta la entrada, hacer ruido y llamarla, intención no es otra que cortarle el rollo, apareciendo estos a los cinco minutos, fingiendo una conversación, y saber que ese hombre es un gestor inmobiliario. Viendo cómo se despiden, quedando en volver y buscar ese dichoso archivo juntos, cosa que ya me imagino como lo harán. Y tras despedirse, está chica me mira con mala cara, preguntándome...

  • “Y a ver... ¿Qué desea usted?”.

Sarcásticamente le suelto...

  • “Hombre desear deseo muchas cosas, una lotería ganadora, una casa en la playa, un yate, o incluso comerle el coñito a una preciosa chica, como por ejemplo como le estaba haciendo ese gestor dentro”.

La chica me mira sorprendida, no sabiendo bien dónde mirar, acusándome al principio de mirón y tras interrumpirle, haciéndole saber que no les he dicho nada, ni tengo pensamiento de hacerlo. Comenzando un intercambio de ataques dialectico, cogiendo esta y tras mirarme con esa carita de zorrona, me pregunta...

  • “Y entonces que deseas aparte de los informes, pues supongo que querrá algo más”.

Dice abriéndose el escote, provocándome y cuando fui a contestar, suelta esta ni tan siquiera contestar, soltándome...

  • “Y una ¡¡Mierda!!, pervertido degenerado”.

Entrando en ese momento su compañera, mujer que no tiene esos ojos que tanto enamora, pero que tiene un corazón tan enorme como el resto de su cuerpo, mujer voluminosa que te hace reír. Cuya conversación con ella son sarcásticas y con doble sentido, una persona que son de esas que pareces que la conoces toda la vida, deseando compartirla alguna vez en la cama, pero vendo sus dimensiones, necesitaría al menos dos. Y viéndonos discutir, coge y me dice...

  • “A ver si adivino... le has sorprendido liada con uno dentro”.

Cuando le confieso que así ha sido, esta me cuenta que ella lo sabe, pues la otra le manda algunas veces fuera, como si fuera la jefa del registro, pero sabiendo perfectamente los motivos, simplemente pasa. Acabando por lamentarse por como es, no dejando de mentar la suerte que tienen otras, sobre todo a la hora de encontrarse a uno para follar. Y fue escucharla y sentir que me pitaban los oídos, dándome por darle ‘coba’, comenzando a comerle esa cabecita, preguntándome...

  • “Dime... ¿quién en su sano juicio querría liarse como una mujer como yo?, dime... eeehhh!!”.

Y la vez ahí con esa carita de no haber roto un plato, diciéndome que, con sus 28 años, mide 165 cm, pesa 120/130 kilos, y cuya talla mejor callar. Pero si deseáis saber sus medidas, estas son: 132/124/140cm. Y que no deja de hablarme, no deja de decirme que no es su culpa el sobrepeso de su cuerpo, no dejando de lamentarse los problemas que tiene por su obesidad. Y como manera de quitarle hierro a sus palabras, intento decirle que ella es una ‘curvy’ de muy buen ver, acabando ella por decirse... ‘que más que ‘curvy’ ella es una ‘gordafobia’. Y un tira y afloja, me da una vez más por tirarle los tejos, haciéndole saber que deseo probar la miel de su cuerpo, y como se diría... ‘eche toda la carne en la parrilla’, me dio por darle un piquito.

Debo confesaros que me esperaba una bofetada por esta mujer, pero en vez de eso, cogió ella y tomándome con esa mano por mi cabeza, acabo por devolverme el beso, comenzando a comernos la boca y aprovechando que no había nadie. Y está separando sus labios de los míos, no solo hizo está mención a que estaba casado, sino posiblemente repetiríamos sí disfrutaba, comentario que dejo caer. Y que, tras despedirnos, quedando en vernos esa misma tarde, dándome ella la dirección de donde vive, y que, tras presentarme en su puerta a la hora acordada, pulse el timbre.

La puerta se abrió, viendo que Paloma (como se llama la chica) con un vestuario nunca visto, pues vestía unas prendas muy sexys. Cosa que se lo hice saber primero, y segundos después agradecer antes de fundirnos en un apasionante beso, chica que iba con un conjunto de lencería de color negro con encajes, llevando del mismo color unas medias de ligas. Y como ella misma me soltó...

  • “Quería que esta primera vez entre nosotros, fuera especial y me desearas viéndome sexy”.

Cosa que le hice saber que ya lo era por si, besos y caricias que me hizo llevarme a su dormitorio, siendo el llevarme... ‘literal’. Subiéndose ella a la cama y acabar arrodillada, no dejando de besarnos mientras una de mis manos magreaba uno de sus enormes pechos, siendo ella misma quien acabo por sacárselo de su prenda y ofrecérmelo... uuummm!!.

Comenzando a chupar de él, como si yo fuera un bebe y su seno la tetina de un biberón, escuchándola gemir y suspirar, acabando Paloma por sacarse el otro... uuummm!!. Tomando mi nuca y hacerme disfrutar de semejantes manjares, y mientras chupaba y devoraba sus pechos, aproveche por bajar mi mano izquierda hasta su entrepierna. Sintiendo esa prenda mojada, metiendo la mano por dentro de esta y palpar ese coñito peludo empapado, mientras ella estaba enfrascada en sacarme mi miembro del interior del pantalón, cosa que finalmente hizo.

Me bajo las prendas y tras cogérmela, vi cómo se agachaba hasta que sentí sus labios coronar mi glande, chupándomela con una maestría como pocas, lamiendo y tragando sin ayuda de manos algunas... ooohhh!!. Aprovechando yo para desvestirme, sintiendo esa lengua y por fin una de sus manos ayudarse, escuchándola suspirar y acabar por sujetarle su sien con ambas manos, mientras disfrutaba de esa boca, y sobre todo la visión de su gran cuerpo... uuuffff!!. Visión que pude ver que esas braguitas, no eran otra prenda que un tanga, observando como ese hilo se perdía entre esos grandes glúteos, imaginándome que deseaba perder otras cosas... ooohhh!!.

Y tras sacársela de la boca, y ser ella misma quien me pidió que la follase, acabe por pedirle que me dejara saborear su coñito, cosa que finalmente accedió, encontrándome entre esa pelambrera unos hermosos labios vaginales... ooohhh!!. Chupe y absorbí no dejando ella de estremecerse, ayudándome con mis dedos cuando comencé con su vulva y clítoris, estremeciéndose e incluso retorciéndose de placer... aaahhh!!. Acabando muy pronto a mi parecer en su primer orgasmo, pero continúe chupando y satisfaciéndola, no dejando de escucharla gemir y jadear, suplicándome salir y que la follara, y que tras cinco minutos, está me volvió a bañar mi rostro con un nuevo orgasmo... aaahhh!!.

Saliendo de entre sus piernas, buscando su boca y comérmela, transmitiéndole el sabor de sus jugos, saboreando sus labios y lengua, mientras aprovece para introducírsela... ooohhh!!. Sacándosela ante sus ruegos, pidiéndomela volvérsela a introducir, cosa que hice una vez me puse de pie, acercándose ella al borde de la cama, tomando una de sus piernas al tiempo que se la fui introduciendo... ooohhh!!. Comenzando a penetrarla mientras la escuchaba gemir y jadear, no dejando de soltar ella...

  • “Aaahhh!!... aaahhh!!... aaahhh!!... aaahhh!!”.

Y a mí por amasar sus enormes pechos, no dejando de pellizcar sus pezones y ver como ella disfrutaba, intentando acercarme a ella para comerle su boca, no quedándome otra que saborear sus pechos... uuuffff!!. Y ver pasmado como ella tomaba sus senos y se los chupaba, dándome por aumentar mis embestidas, dándole a ella por detenerme y sacármela. Soltándome...

  • “Métemela por detrás, ¡métela venga... uuummm!!”.

Y decirme al introducírsela...

  • “Tú métela y estate quieto, veras lo que se hacer”.

Dice y veo, como es ella la que se mueve de delante hacia atrás, como ese enorme culo que tanto me gusta ver, desaparece mi miembro una vez tras otra, pero al mismo tiempo disfruto al ver su cuerpo contonearse al ritmo que ella marca. No dejando de preguntarme...

  • “Te gusta lo que vez”.

Obviamente le hago saber que sí, sacándosela y pedirle que ahora deseo estar yo debajo, deseando sentirla ella encima, cosa que me niega al principio, pero al hacerle saber que ella debe de moverse como una amazona, finaliza por hacerlo. Pero no sin antes hacerme prometer que debía de venirme dentro, pues deseaba sentir una corrida interna, y claro aún más después de saber que, yo no puedo dejarla embarazada. Y tras algo más de cinco minutos, acabe por venirme con la suerte que ella también lo hizo, no estaba programado pero fue algo muy especial... ooohhh!!. Sacándola de su interior con facilidad, acabando por metérsela en la boca, chupándola hasta dejármela bien limpia, saboreando mi corrida y el sabor de sus jugos vaginales... uuuffff!!. Soltándome...

  • “Bueno, y ahora me dejaras descansar a tú lado, o tú eres de los que terminas y te marchas”.

Y pudo ver como no soy como otros, pues tras tenderse, acabe por echarme a su lado, abrazando su gran espalda, besando esta hacia su cuello, mientras me decía...

  • “Para... para, vamos a descansar pillín”.

Y tras descansar un rato, me dejo ducharme e incluso me preparo algo de picar, acabando Paloma por preguntarme...

  • “Esto ha sido algo ocasional, o tú crees que lo podríamos repetir en otra ocasión”.

Cosa que le hago saber... que para nada es algo ocasional, pudiéndolo repetir tantas veces que ella lo desee, siempre y cuando no interfiera en nuestra amistad. Y volviéndonos a ver semanas más tarde en el registro, donde estaba esa otra chica de ojos verdes, la cual se mostró muy atenta hacia mí, cosa que ni me llamo la atención, quizás fuera al ver aparecer a Paloma. Que muy acaramelada, me suelta...

  • “Hola cielo, sabes que me tienes muy caliente, deseando repetir lo del otro día, ¡además me he comprado un camisón muy sugerente que quiero estrenarlo contigo... uuummm!!”.

Y cuando le pido por favor que se calle, no porque siento vergüenza, sino porque me está poniendo muy malo, siendo ella misma quien me sugiere acompañarla y ayudarle a buscar los archivos. Cosa que dudo, pero que finalmente accedo, llevándome ella al fondo, cerrar la puerta y tomar una de mis manos, llevándosela a su entrepierna, haciéndome sentir como de empapadas están sus braguitas. Diciéndome al oído...

  • “Me he depilado enterita para ti... uuummm!!”.

Y volverle a repetir...

  • “No me seas mala que no tenemos tiempo”.

Respondiéndome Paloma...

  • “Tengo lo suficiente, tengo diez para hacerte disfrutar, ya lo harás tú cuando nos veamos. Dime... ¿Qué me dices?”.

Y cuando voy a responderle, somos interrumpido en esos precisos momentos por su compañera de recepción, tomándome esa interrupción como una venganza hacia mí por haberle hecho lo mismo anteriormente. Cosa que mi amiga Paloma me pide que ignore y que no entre en su juego, preguntándome que hago el sábado, y sin dejarme contestarle, está misma me pide que haga lo posible de podernos ver, cosa que hice. Pero bueno, eso sí lo deseáis os lo hare saber en otra ocasión, ahora debo dejaros.

Debo decir hacia aquellos lectores que comparte conmigo sus criticas que, acepto todas ya que me enseñan a ver mis defectos. Pero no es mi intención entrar en un intercambio dialéctico al respecto, tampoco pido que nadie se crea mis vivencias, solo las comparto, porque son tan reales como la vida misma. No me tengo que excusar porque un día me dio por ahí, y desde entonces vivo y disfruto mi vida de una forma libertina y con pasión, dándome por compartirlo con vosotros como manera de desahogo.

Así que, aquellos que me leáis esto y no me crees, pienso que es tu problema, pero pienso que la vida hay que disfrutarla y vivirla, como uno sepa mejor porque pasa muy rápido. Y lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y me leéis, deseando que os haya gustado, espero que no os hayáis manchado demasiado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto).