Mi bóxer Hugo y yo. (4)

Cada uno en su casa tuvimos la misma idea de ducharnos pero tras un intercambio de chats me puso tan caliente como cuando estábamos frente a frente y me enteré de detalles de su hija demasiado íntimos o eso pensé yo.

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue ponerle agua fresca a Hugo que lo agradeció infinito y me dirigí a la ducha, no  había llegado a poner un pie adentro cuando oí el sonido del mensaje que entraba, oí a Hugo aullar, él también lo oyó y además sabía quién lo mandaba, no iba a contestar pues ya estaba desnudo y la polla se me pegaba a los huevos con la mezcla de semen y jugos femeninos pero al momento volvió a sonar el teléfono y Hugo vino con cara de resignación rogándome que lo cogiera porque tenía ganas de echarse una siesta tranquilo.

El primer mensaje era una fotografía, al abrirla vi a Gema desnuda de espalda entrando en el baño, el culo que acababa de perforar estaba tan erguido y duro que la piel brillaba, las tetas se le veían de perfil apenas sobresaliendo desde la axila apoyada en la puerta.

La polla empezó a dar señales de vida con unas leves pulsaciones, con curiosidad abrí el otro mensaje, éste era de texto y decía…

  • Como ves me voy a la ducha, supongo que habrás llegado “bien” a casa con Hugo, espero que la ducha me calme un poco.
  • A ti no sé pero a mí no me calmará nada, ya estaba a punto de entrar también pero tu foto me ha “alterado” y no creo que el agua fría pueda con la “reacción” que tengo.
  • Jajaja, pues eso no es nada, si me giro de frente…
  • No lo hagas porque mi polla ya está señalando al cielo…

La siguiente fotografía que llegó era una con las tetas mojadas de saliva, había escupido sobre una de ellas y el salivazo descendía directo al pezón, ya me disponía a contestar cuando entró otra, Hugo gemía lastimosamente pues no lo dejaba dormir.

En la siguiente se veía el coño de Gema abierto de par en par, eran la fotos que ya me envió el día anterior pero estaban tan vigentes como la primera vez.

  • ¿Qué dices de éstas?, dime qué opinas…
  • ¡Qué voy a opinar…!  Que ahora iría a tu casa y te comería eso coño hasta que te corrieras en mi boca.
  • Uy, que impetuoso, ¿qué diría mi hija?
  • Ufff lo siento no lo había pensado, por cierto vaya belleza de hija…
  • ¿Te gustó?
  • Me ha encantado, se te parece mucho, si está tan buena como guapa…
  • Pues no sé, es muy vergonzosa, apenas me deja verla, lo que si te puedo asegurar que tiene las tetas mejor que las mías.
  • ¿Mejor?  Imposible, las tuyas son perfectas…
  • Jajaja, gracias por el piropo pero no, soy consciente de que los años no pasan en balde, mi hija tiene unos pechos preciosos, aunque no se me parece a mí, los suyos son en punta con los pezones hacia arriba y los míos ya lo sabes, más bien redondos y los pezones… bueno esos no creo que están mal todavía.
  • Claro que no pero los de tu hija deben de ser divinos, envidio al chico que se los coma.
  • Uf, pues de eso creo que no… me parece que de chicos… nunca le he conocido ninguno en plan… serio, no le duran nada.
  • Pues está buenísima de culo y demás… ¿cómo es?
  • Jajaja ¡qué curioso eres!  Pues si quieres que te diga la verdad no lo sé muy bien es muy recatada, aunque al principio de la cuarentena me crucé con ella cuando salía de la ducha y se le cayó la toalla, sólo le pude ver un poco las piernas y el pubis.
  • ¿El pubis?...  ¿Cómo lo tiene?
  • Pues la verdad, no sé, como no se depila…
  • No me digas que tiene el coño peludo.
  • Bueno tanto como peludo no, se depila la ingle y se deja un poco corto el resto.
  • Ufff, me lo estoy imaginando, si no te enfadas te diré que la polla la tengo a mil pensando en el coño de Pati.
  • ¿Ah sí, y… que le harías?
  • Madre mía… me lo comería, me da igual que tenga pelo, lo abriría con la lengua y le chuparía los labios menores hasta que estuviera a punto de correrse y luego para rematar le lamería el clítoris y me bebería su corrida.
  • Jajaja, pues imagina si le pasa como a mí que te moja la cara…
  • Es igual, bebería lo que me diera, mmm, que rico.
  • Jajaja, que chiquillo que eres, seguro que te vas a hacer una paja a su salud…
  • Casi, tengo la polla como un garrote.
  • Me gustaría verla… pero sin reloj, mándame una con el capullo en primer plano.

No hizo falta insistir, la polla la tenía tan dura y brillante que enfoqué la cámara en un zoom que llenaba la pantalla y esperé a que se enfocara bien, disparé y yo mismo me

asusté del cabezón que parecía a punto de reventar, la mandé y al segundo volví a recibir otro mensaje.

  • Waw, en ésta foto te has esmerado, eso sí que es una polla, me dan ganas de lamer la pantalla y aspirarla, ya sabes cómo me gusta comerte la polla.
  • Bueno… todavía no lo sé… no me la has comido aún.
  • Es verdad, ¡qué cabeza la mía!  Es que me hace tanta ilusión que me la había imaginado, ahora haré prácticas para cuando te la coma pero no sé adónde podrás ser.
  • Pues creo que donde te he follado el culo hoy, no es mal sitio.
  • Ah sí… el culo ¿y te ha gustado?
  • Tú dirás, ¿sabes que ha sido lo que más me ha gustado?
  • No, no tengo idea.
  • Pues que apenas te has quejado, te lo deben de follar bastante.
  • Mmm…  pues a ti no te puedo engañar, es uno de los agujeros preferidos.
  • ¿Tuyo o de tu marido?
  • Mmm, ¡quieres saber demasiado!, mío por supuesto.
  • O sea que con tu marido y con…. ¿más…?
  • No me hagas hablar, no te voy a dar detalles pero sí, sé bien cómo se hace, ¿a ti te gustó?
  • Cómo no, cuando te llené de leche me vacié del todo.
  • ¿Qué te gusta más, el culo o el coño?
  • Ya lo sabes, el culo es especial pero el coño… aunque tú fuiste la que lo disfrutó más.
  • ¡Ah sí ya no me acordaba!  Cuéntame cómo lo hice, ¿te gustó?
  • Claro cuando me enseñaste el coño y luego viniste de espaldas y te sentaste de golpe sobre mi polla vertical, creí que te ibas a empalar.
  • Ah sí, que inconsciente fui, me podría haber roto el útero.
  • Jajaja, por supuesto y a mí la polla, te hundiste de un golpe pero…  ¿Adónde está tu hija?
  • ¿Pati?  Mmm, debe estar en… su cuarto, eso es siempre está ahí, como es tan tímida…
  • ¿Y qué hace?
  • ¿Ahora?, no sé, estudiar u oír música,
  • No, me refiero a los estudios…
  • Pues está deshojando la margarita todavía.
  • ¿No seguirá el ejemplo de su padre?
  • Nooo, ya tenemos bastantes médicos en la familia.
  • ¿Tienes más médicos?
  • ¿Qué no te lo dijo Miguel?, tengo un hijo en una ONG por Centro América y una hija también que no sé nada de ella, estará por ahí.
  • Vaya, pues Pati que elija otra cosa, con esa cara y ese cuerpo…
  • Sí, me dijo algo de que le gustaba la moda, le gusta dibujar modelos, siempre está diseñando algo y la verdad no lo hace mal, tiene buena mano.
  • Anímala, hoy en día con eso de las influencers…
  • Ya pero como no sabe de esas cosas, le gustaría hacerlo de forma más profesional, ya sabes por ordenador y todo eso, siempre me lo dice pero como no sabe adónde ir para aprender…
  • Pues creo que yo podría enseñarle algo, díselo a ver qué le parece, por supuesto no le cobraría nada, por ser ella…
  • Uy que va, como es tan retraída no se decidirá, a mi me preocupa, a su edad hoy en día las chicas…
  • Seguro que a su edad ya estabas cansada de follar, jajaja.
  • No digas eso, no seas indiscreto pero sí, empecé de jovencita, me gusta mucho, ojala mi hija saliera a mí en eso.
  • Yo también podría enseñarle un poco, jajaja.
  • Eso estaría bien, que fuerais pareja y así seguiríamos follando, nos tendrías a las dos a la vez.
  • ¿A la vez?  ¿Quieres decir en un trío?
  • Ay no, aunque no creas, a veces…
  • No digas que quieres hacer un trío.
  • No es eso, bueno sí, es una fantasía desde joven pero me da vergüenza, debe ser difícil aunque tener dos pollas para una sola…
  • Podría ser al revés, dos coños para una polla.
  • ¡Ah... eso te gustaría a ti!
  • Nooo, porque me destrozaríais las dos, tú y tu hija para mí, es un sueño, jajaja.
  • Bueno te dejo porque… el tiempo pasa rápido y…
  • Si, voy a ducharme porque la polla señala al techo, jajaja.
  • Dime que me harías, por donde me la meterías ahora.
  • Por el coño, apoyada en la ducha, ese coño pelado me enamora.
  • ¿Y si estuviera sin depilar como el de Pati, también?
  • Claro, a ella la comería primero y luego la follaría con un pie sobre el lavabo.
  • Eso está muy bien… bueno eso creo.
  • Seguro.

Por fin dejamos de mandarnos mensajes, tenía el dedo dislocado y la polla a punto de reventar, Hugo salía de su cama a cada momento, el pitido continuado del Whatsapp lo traía loco, cuando dejé el teléfono me miró la polla y me pareció que babeaba maliciosamente.

Al final no me hice la paja programada, me volvió la idea de Luisa, para mí era un problema de conciencia, recordaba haber leído que en tiempos de guerra, los soldados y las mujeres se mezclaban relajando las costumbres morales al tener la muerte tan cercana, nunca se sabía si vivirían al día siguiente y por eso follaban sin pensar en el futuro.

Me quería convencer que eso mismo podía pasar en el hospital, pensaba que era perdonable, que al fin y al cabo era follar de forma anónima y a la vez me compadecía por los dos, ella, viendo sólo unos ojos desconocidos y sintiendo una polla que la perforaba y que muchas veces no la esperaría y ellos casi lo mismo, unos ojos bonitos y un coño húmedo y como mucho la sensación de amasar unas tetas sobre la ropa… en definitiva no era reprochable o al menos eso quería pensar.

Estuve llamando a Luisa, me sentía mal por haber sido tan poco comprensivo, quería demostrarle mi empatía, no pensaba animarla por supuesto pero no quería que se sintiera culpable del todo, bastante sufría ya de estar en aquellas condiciones.

Cuando al fin cogió el teléfono lo hizo en una sala al lado del la UCI, con la mirada parecía rogarme perdón y me conmovió, antes de que pudiera hablar enfocó a la sala donde estaban las camas con los respiradores, por la puerta de cristal que dividía más o menos la estancia pude ver a muchas personas inmóviles.

La mayoría boca abajo prácticamente sin ropa con un montón de aparatos a su alrededor, las pantallas oscilaban continuamente y las alarmas pitaban al salirse de los límites, las figuras enfundadas de blanco acudían corriendo cuando algo se salía de madre y tras unos retoque en los aparatos que suministraban los medicamentos pasaban a otro enfermo.

Se me cayó el alma a los pies y lo primero que le dije a Luisa era que no se preocupara por mí, que ella era la más importante y que tenía mucha suerte de ser su amigo, ella se relajó y por el pliegue de los párpados noté que sonreía, como premio se cogió las tetas con los brazos cruzados y las apretó, con los índices buscó los pezones y no paró hasta que se le marcaron en la bata, le correspondí mandándole la foto de mi capullo, la misma que le mandé a Gema, estaba muy bien enfocada y supuse que le serviría para “acordarse” de mi.

Por la tarde sonreí al ver llegar corriendo a Terry, precedía a su dueña que la había soltado unos metros antes de llegar, pensé que quería llegar sola para que captara solamente mi atención y lo logró, la camisa que llevaba iba despasada hasta el estómago, las tetas sueltas sin sujetador bamboleaban de lado a lado y la falda larga hasta los pies era cruzada pero se abría en dos enseñando el muslo hasta casi la ingle, lo que más me sorprendió fueron los zapatos, eran de unos tacones muy, muy altos, pensé que quería que mi polla llegara bien a sus agujeros sin tener que ponerse de puntillas y me alegré, sin duda venía con ganas de follar.

Vino directa a mí y a casi un metro giró sobre si misma haciendo que la camisa se abriera hasta casi soltar las tetas afuera y la falda se abriera mostrando las dos piernas larguísimas con aquellos zapatos de aguja, las manos se me iban hacia ella pero con un movimiento rápido se volvió, movió coqueta el culo y fue hacia su banco.

Cuando me senté frente a ella tuve que recolocarme la polla dejando que siguiera su camino pierna abajo, ella sonrió al ver el bulto y se mordió el labio inferior.

  • ¡Gema estás rompedora!
  • ¿Ah sí?  No me lo imaginaba, me he puesto lo primero que vi, jajaja.
  • Por Dios, Gema, sabes que estás buenísima y que me pones como un burro.
  • No sé, no sé, aunque el tamaño de tu pantalón lo corrobora, vaya polla que se te ha puesto, lo noté mientras venía, jajaja.
  • Sí, ya te dije esta mañana lo que te haría,
  • ¿Ah sí?, no recuerdo… jajaja.
  • ¿Tu hija te ha dicho algo?
  • ¿Pati? no porque apenas la he visto esta mañana, cuando salí de la ducha entró ella y ha estado bastante rato, me extrañó porque ella con una regada tiene bastante pero cuando salió me pareció que se había retocado un poco, serían figuraciones mías.
  • ¿No habéis comentado nada sobre lo que quiere estudiar?
  • No, cada día quiere una cosa, a veces sale por secretaria, otras por idiomas otras por guía turística, qué se yo.
  • ¿Y de diseñadora de ropa no dice nada?
  • Ah sí, una vez comentó algo pero no le hice caso porque se le pasa pronto.
  • Ya sabes que puedes contar conmigo…
  • Pues no se me había ocurrido, es buena idea pero como es tan volátil…
  • No te preocupes, si viene a mi casa le enseñaré de forma que será  distraído, con el ordenador se pueden hacer maravillas.
  • Sí ya lo vi, jajaja, me pusiste un cuerpo de infarto.
  • Eso lo hice porque no tenía fotos del tuyo, si me mandas alguna foto desnuda te prometo que tu cara y tu cuerpo irán juntos, jajaja.
  • Casi prefiero que me pongas otro cuerpo, con el mío no estoy nada contenta.
  • No me digas, tienes un cuerpo diez, unas tetas y un culo precioso y del coño mejor no hablar porque del culo me quedo mudo, jajaja.
  • Calla que todavía no puedo sentarme bien, apenas puedo suspirar, jajaja.
  • ¿Lo dices por el escote que traes?
  • ¿Te gusta?  Pensé que esta camisa me conjuntaba bien, la tengo hace tiempo, entonces estaba más… delgadita pero ahora casi no me caben las tetas.
  • Ya veo, los pobres botones que te quedan sufren y yo más que ellos, de un momento a otro van a reventar, jajaja
  • ¿Y de la falda que me dices?  Es un  pañuelo cruzado atado a la cintura.
  • Ya lo he visto y bastante transparente…
  • Bueno un poco pero como voy depilada…
  • ¡Sí el tanga no se te nota!
  • ¿Qué tanga, no llevo nada, no ves?

Gema separó las dos partes del pañuelo y abrió las piernas, desde los tobillos hasta el coño se desplegó el bonito estampado dejando los labios semi abiertos, el clítoris se marcaba asomando entre ellos y cuando volvió a juntar el tejido miró el efecto que hizo en mi polla, había crecido tanto de largo como de gruesa, más de lo que supuso y decidió seguir aumentando la tensión.

La camisa fue su siguiente frente de guerra, tiró de ella hasta que la sacó de la falda y la terminó de abrir, cogiendo las dos solapas la abrió como un libro, las tetas redondas se dejaron caer a su posición natural, entonces me acordé de Pati, imaginé por un momento las puntas como astas de toro que tendría la hija.

Gema pareció adivinarme el pensamiento porque cogió las dos tetas con ambas manos y las oprimió hasta darles la forma de embudo.  Los pezones acostumbrados a ser lamidos y chupados salieron como dátiles y ella misma los estiró retorciéndolos con los dedos.

Mi polla estaba a punto de estallar, sentía los latidos del corazón en el muslo izquierdo, el prepucio se había quedado arremangado casi en los huevos y me dolía el frenillo de tan tenso que estaba.

  • ¿Te apetece jugar en el tobogán?  A mí me gustó el otro día la “cueva del amor”, jajaja
  • Lo imagino aunque no te llegaban los pies al suelo.
  • Por eso hoy llevo estos tacones, así no te haré sufrir y la polla entrará más fácil
  • ¿Más fácil?  Si el otro día te entró como un tren en un túnel.
  • Claro, lógico en eso estábamos, jajaja.
  • Dejemos los perros jugando y vamos hacia allí, se me ocurre una idea.
  • Seguro que será buena.

La idea era simple, le dije que se arrodillara y se metiera un poco en el tubo y yo me apoyé sobre él como si mirara por un balcón, ella comprendió enseguida y me soltó el cinturón, sentí que los pantalones y los calzoncillo bajaban a la vez y la polla saltaba hacia adelante.

Desde cualquier ángulo que me vieran no sospecharían qué hacíamos, ella no se veía para nada, cuando sentí que aspiraba mi polla como un aspirador me dio vértigo, se la tragó toda hasta tocar la nariz en los pelos, me cogió de las nalgas y bombeó mi polla en su boca, apenas me movía y sólo se oían a los pájaros trinar y a la boca de Gema chupar con avaricia.

No me fijé de adonde salió pero cuando me quise dar cuenta a diez metros vi llegar a Patí, me sonreía y traté de disimular, el tubo hacía eses de colores y ella se apoyó en el último del otro lado, su madre seguía ignorante de todo y sólo paró cuando oyó a su hija.

  • Hola Manu, no sabía que venías aquí con el perro.
  • Pues… si, venimos… vengo todos los días.
  • ¿Y Hugo?
  • Ahí en el cercado, lo dejo tranquilo pues no se puede escapar.
  • Ah sí, ya lo veo pero... está con Terry, ¿y mi madre?
  • Pues… se ha ido, creo que a comprar algo al súper, creo que dijo algo de perfumería.  Y… ¿tú adónde vas?
  • Pues igual, voy al súper a comprar algo que necesito.
  • Puede que te la encuentres.
  • Vale, me voy.
  • Muy bien si la ves dile que todo está muy bien, qué siga, que yo no tengo prisa.
  • Se lo diré, hasta luego Manu.

Gema se había quedado como una estatua con media polla en la boca, no se movía ni un pelo y cuando oyó que su hija se alejaba aspiró otra vez hasta que el capullo le tocó la campanilla, a partir de entones no paró hasta que me corrí en su boca, no quise advertirle y ella tampoco pareció importarle cuando me palpitaba avisando.

Tragó y tragó según me vaciaba en su garganta hasta que quedé seco, no le cayó ni una gota de leche al suelo y cuando me separé del tubo salió limpiándose los labios y sonriendo demostrando que no le quedaba resto alguno de semen en la lengua.  Estaba contenta pues la mamada había sido de lo más satisfactoria para los dos con el aliciente de la visita de Pati, los dos nos reímos a carcajadas cuando lo rememoramos.

Gema se sacudió las rodillas de polvo y fue a su banco pero yo le dije que volviera, ahora me tocaba a mí, hice que se pusiera como estaba yo antes y me metí de rodillas igual que había estado ella.  Abrí la falda como si fuera una cortina y me encontré las piernas semi abiertas de Gema, fui dándole besos cortos desde las rodillas hacia arriba y cuando llegué a los muslos por la parte interna con lo que iba separando las piernas cada vez más.

Cuando pasé la punta de la lengua por la raja del coño los labios se abrieron bajo la presión y al tocar el clítoris acabaron de separarse las piernas y adelantó la pelvis para que chupara mejor.  Le cogí las nalgas y atraje al cuerpo hacia mí, separé los labios y lamí dando rodeos alrededor del botón, el coño manaba flujos en abundancia y la oía gemir sobre el tubo, de pronto se quedó rígida y a lo lejos oí a Pati que volvía del súper…

  • Hola mamá, ¿ya has vuelto del súper?
  • Sí hija pero no encontré lo que buscaba, ¿y tú, has tenido más suerte?
  • Creo que sí pero me he dejado aconsejar, ya veremos.
  • ¿Qué buscabas?
  • No, nada de importancia, como se ve tanta publicidad ahora por la tv…  ¿Dónde está Manu?
  • Ehhh… pues ha ido a por tabaco, no creo que tarde.
  • No sabía que fumaba.
  • Ni yo tampoco que lo haga tan bien, éste chico me sorprende cada día.
  • Si quieres me quedo contigo hasta que venga.
  • Nooo, no te preocupes, él igual tarda, se entretiene mucho en sus cosas, más vale que me esperes en casa, prepara la cena que yo me ducharé nada más llegar.
  • ¿Otra vez?  Te duchaste esta mañana… creo.
  • Pues ssiii pero luego me depilaré, ya me molesta el vello para todo, tú como no tienes ese problema…
  • Tendré que probar… hasta luego.

Al contrario de Gema y como no oí que se acercara a nosotros, no dejé de comerle el coño a Gema, ésta movía las caderas para guiarme hacia adonde le daba más placer, según hablaban la madre y la hija y saber que estaba a cierta distancia aceleré la lengua a la vez que rodeaba las nalgas con ambas manos, con las puntas de los dedos acariciaba la zona anal y con cuidado fui metiendo un dedo de cada mano a la vez, los dos dedos largos entraron suaves y Gema aun entrecortando la conversación fue separando los tacones para que ambas manos llegaran hasta hundir los dos dedos a la vez.

Nada más despedirse Pati su madre explotó, dio un gemido que hizo retumbar el tubo de plástico y se corrió en mi cara, un chorro sin control se esparció por entero sobre mí, no tuve más remedio que pegar la cara a su coño y evitar en lo posible que me mojara toda la ropa.  Sobre el plástico del tubo oía arañar las largas uñas mientras se corría empujando el coño hacia mi cara para hacerme sentir todo el poder del brutal orgasmo.

Las piernas también las tenía mojadas cuando me dejó salir del tubo, me llenó de besos la cara sin importarle que la llevaba mojada y abrochó con dificultad la camisa ya que con el orgasmo se le había asomado un pezón y el otro amenazaba hacerlo también.

En una fuente con el chorro hacia arriba me lavé la cara un poco, ella se acercó a la fuente y a la vez que yo le sujetaba abierta la falda ella se enjuagó el coño y los muslos, los dos perros nos miraban extrañados aunque yo vi que Hugo tenía una expresión irónica.

  • Manu, no podemos seguir así, cualquier día nos van a ver, no te voy a negar que me gusta lo que me haces y cómo me lo haces pero como en la cama…
  • Lo comprendo Gema, a mí también me habría gustado que nos diéramos una mamada al mismo tiempo.
  • Eso debe ser fantástico Manu, ya sueño con ello.
  • Te prometo que pensaré en cómo hacerlo, aunque reconoce que hoy nos hemos corrido como locos.
  • Sí pero casi nos pilla Pati.
  • Precisamente por eso, me ha dado mucho morbo.
  • Sí, ya lo noté, cuando estaba hablando con ella tratando de disimular, más me chupabas el clítoris, ¿te das cuenta si me corro en ese momento?
  • Jajaja, igual se apunta también, me habría gustado comerte el coño al mismo tiempo que me montaba ella a mí, jajaja.
  • Eres incorregible Manu, no sé cómo se te ocurre eso…
  • ¿Qué a ti no se te ha pasado por la cabeza?
  • Mmm, calla, no digas burradas.
  • ¿A que sí?, ¡confiesa!
  • Bueno vale, sí lo he pensado pero para darte gusto.
  • Es que tener esas cuatro tetas para mí sólo... chuparía pezones sin parar.
  • Eres un goloso Manu, no tientes a la suerte.
  • Jajaja, eso quisiera yo, jajaja.

Acompañé a Gema a su casa, ya me había recompuesto la ropa y estaba casi seca, el día era muy bueno y la brisa secó rápidamente, tenía la esperanza de ver otra vez a Pati, me daba morbo ver la cara que pondría al ver abrirse la falda de su madre y enseñar el coño o casi, porque las tetas se le veían sin problema…

Continuará

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