Mi Aventura parte. 2
Como conocimos a Julio
Continuamos, ya dijimos que ibamos a realizar esta fantasia que teniamos. Para encontrar el hombre indicado busquemos en redes sociales. Pasemos unas semanas en busca sin resultos reales. Hablemos con muchos hombres pero nadie que era para nosotros. Me aburrí buscando y ya creí que no iba pasar hasta una mañana que mi marido me envió un mensaje. Conocio a alguien por la red social. Habia platicado un poco y le parecia bueno para nosotros y una persona discreta. El arregló que mi hija iba ir con una amiga por el fin de semana y ese misma noche el señor iba venir a casa para conocernos. Senti demasiada emocion en ese momento y nervios y susto tambien. Todavia tenia algunas horas para preparar y me arreglé tanto que pude. Fui directo a bañarme bien y depilarme todo el cuerpo incluso mi vagina. Me vestí con un simple vestido blanca y tacones altos. Primero de llegar fue mi esposo y trajo botellas de vino tinto y licores. Nos saludemos con un beso apasionado y acomodemos a la casa. Luego a la hora correcta se oyó el timbre de la puerta. Senti que mi corazon se cayo de mi pecho. Era él. Mi marido fue abrir la puerta y fui atras de el. En mi puerta estuvo un hombre bastante guapo. Se presento como Julio y me dio un besito en la mejilla. Julio tenia una sonrisa hermosa con dientes brillantes de blanco. Con una mano le guié a la sala. Nos sentemos juntos en el sillon y Carlos nos sirvio a todos una copa de vino. Charlemos un buen rato juntos sobre todo. Julio nos contó como habia venido a Mexico de Cuba y aqui trabaja en un gimnasio de boxeo como entrenador. Me sorprendí mucho de saber que tenia 50 años casi igual que Carlos y le comenté que no se veia de ese edad. Julio se veia entonces bastante guapo y sofisticado. Era demasiado musculo y su color como café de mocha. Noté que largos era sus brazos y piernas y sus manos eran grandes como doble de mi manita. Entre platicando nos acercamos en el sillon y sentia como el alcohol me habia llegado. No me pude aguantar y puse mi mano en su muslo. Era duro como una piedra. Sonreindo le dije como tenia muchos nervios y que nunca habia hecho algo asi en mi vida. Sentí mi corazon latir rapido. Julio sonrio y dijo que me preocupe. El tenia experiencia con esto. Él tenia una esposa y despues de algunos años casados se divorciaron. Puso su mano encima la mia y viendome en los ojos me dijo "me gusta cojer mujeres casadas".
Se me aguó la boca de oir sus palabras. Me mordí los labios pensando en él y todo que decia. No dejaba de ver sus deliciosos labios gruesos. Le di un vistazo a mi marido que no habia dicho nada toda la noche y sus ojos no nos dejaban de ver Senti la mano de Julio bajandose en mi espalda y agarrando un puñado de mi nalga. Me besó acercandome de el y senti sus labios por primera vez y el sabor de su saliva en mi boca. Pasé mi otra mano por su cabeza calva. Me di cuenta en ese momento que Julio de verdad era un hombre poderoso. Me quitó de su beso y preguntó a Carlos si vamos a la cama. Carlos solo pudo decir que sí, esta bien.
Cuando nos paremos juntos nos vi en un espejo y la gran diferencia de Julio y yo. Él alto de 1.9 metros y yo chaparrita de 1.5 metros. Él musculoso y yo gordita. Lleguemos al dormitorio y no perdia tiempo. Parados me abrazó por detras acariciando mis pechos con esos enormes y fuertes manos. Me besaba el cuello y sentí su pene tocar mi culo entre mis nalgas la sensacion hizo mi ano apretar y mi conchita lubricarse.
"Quitate la ropa pero deja los tacones asi me gusta" me dijo.
Obedientemente me quité toda la ropa sin ninguna palabra. Dando la vuelta lo encontré ya encuerandose tambien. Fue un momento como ningun otro de mi vida. Su piel hermosa brillaba como chocolate derretido y todo su cuerpo estaba cubierto en musculos abultados. Cuando vi su pene fue un susto y creo que se dio cuenta porque se rio de mi mirada. Era enorme como nada que habia visto. Ancho, venoso y largo. Reindose me dijo que media 27 cms de largo y 20 de circunferencia. Pude ver como se hinchaba y como le salian las venas. Me excité como una loca tocandolo y sentiendo sus venas llenas. Era tan grande que aún asi se puntaba para abajo colgando como el tronco de un elefante. No pude evitar compararlo con mi marido digamos que era casi 3 veces mas grande que mi Carlitos...