Mi ardiente y cibernético amante (1)
De cómo se inició esa relación maravillosa con Juan Carlos.
Mi ardiente y cibernético amante (I)
Soy María Jesús y vivo en San Borja, Lima, Perú. Tengo dos profesiones con las que convivo a diario. Me gustan y mis asesorías son bien vistas en el medio en el que me desenvuelvo. Tengo una hija, Karla, tambien profesional pero que sigue en la universidad buscando concluir su segunda carrera. Normalmente nos reunimos ambas con un grupo de amigas: Mauri (Sicóloga), Marie (Ingeniero de Sistemas) y Mónica (Administradora y también Sicóloga). Lo hacemos a las 15:00 horas en la piscina de mi casa. Conversamos de todo. Criticamos al gobierno, alabamos lo que se debe alabar, hacemos algún negocio juntas a raíz de esa conversación... en fin, todo lindo. No se como salió pero ahora nos decimos Las Mosqueteras. Somos como hermanas. Cuando conocí a Juan Carlos estaba tratando de relajarme de las tareas diarias. Fue en Julio pasado. Los primeros días nos comunicamos con todo respeto pero poco a poco mi interés en él, más aún siendo muchacho se incremento. Le dije que era una persona casada, aunque en vías de divorcio muy probablemente, pero que mi esposo aún vivía con nosotros. Le conté mucho de mi vida, de mis amigas, de mi hija. A las pocas semanas ya me sentía parte de él y comenzamos a decirnos las palabras más dulces que se pueden decir por este medio. Mi deseo por él crecía a cada momento y las ganas que él tenía de besarme y hacerme suya se notaban en sus escritos. Me entendía a las mil maravillas pero sabíamos que iría a ser un idilio cibernético... al menos por el momento. Un día me dijo que quería entrar al chat para decirme algunas cosas y yo accedí, procuré ser cumplida con el horario que me dio (el trabajo que tengo a veces me satura)... pero ahí estaba. "Deseo estar contigo", me dijo. "Ya no soporto más el saber que puedo tenerte y no hacerlo. Quiero besarte, acariciarte, hacerte mía una y mil veces. Sin embargo no podía cumplirse ese también deseo mío. Le mande unas fotos que me tome con mi cámara digital. Mi cuerpo sin rostro estaba en una de ellas. Me tomé otra de espaldas... mis glúteos se le presentaban a mi amante como dándole paciencia. Cinco fotos que le decían que yo también deseaba tenerlo a mi lado y poder sentirlo mío. Juan Carlos me había confesado que tenía una enamorada con la que estaba saliendo. No importaba eso. Más bien yo le aconsejaba en su trato hacia ella. Me dijo también que nunca había tenido relaciones con una mujer adulta y que nunca lo había hecho por atrás. Yo le dije que ese sería mi regalo por la espera a la que lo estaba obligando. Un día en la piscina con mis amigas les hablé de Juan Carlos (JC). Se mostraron sorprendidas al principio pero después cuando les fui narrando las conversaciones con él, sus deseos, los míos y como me dejaba cuando acabábamos de chatear, se interesaron más. Mi hija, que sabe lo que sucede entre su papá y yo, no puso problemas (eso lo sabía pues somos amigas mas que madre e hija). Entre la conversación Mónica dijo que deseaba conocer a JC y que si podría escribirle a su e-mail. Todas quisieron lo mismo y accedí. Al día siguiente mientras hablaba con JC le dije el acuerdo al que habíamos llegado con mis amigas y este, sorprendido primero, aceptó gustoso el que pudiera chatear y escribirles a todas. Así pasamos unos meses. Chateando y amándonos cada día más. Sabía que JC también deseaba estar con mis amigas y decidimos invitarlo a la piscina en cuanto se solucionase lo de mi divorcio. Una vez le dije que mis amigas habían preparado un recibimiento para él. Que ese primer día en que fuese a casa nos meteríamos a la piscina a tomar un trago y que luego de algunas caricias de todas para él y de él para todas nosotras procederíamos a jugar al "muñeco ruso" (yo le digo muñeco a ese miembro tan delicioso que tiene JC y él le dice mi cuevita al mío). Sabíamos que estaría JC con su muñeco tan grande como lo deseábamos. Asi que una a una lo besaríamos para verlo crecer más y más. Ya crecido procesaríamos a ese juego sexual inventado por Marie. Nos desvestiríamos luego de echar a JC en una toalla y una cada vez avanzaría hacia él y se sentaría en su muñeco por espacio de 10 segundos. Saldría de allí e iría a la cola dándole la oportunidad a quien estuviese en segundo lugar. Y asi sucesivamente. Una tras otra, diez segundos y a la cola. El premio sería para aquella que recibiera la primera eyaculación de JC. Se lo llevaría al dormitorio y estaría con el todo el tiempo que desease. Un juego delicioso que ya deseábamos se lleve a cabo. Cuando le conté a JC ese acuerdo con mis amigas me dijo algo que nunca olvidaré. Dijo que estaba bien ese juego, que era lindo sentirse de la manera que lo estaba haciendo pero que deseaba por encima de todo estar conmigo la primera vez. Y que por favor viera la forma de que eso sucediese. Mis amigas al enterarse de ello se alegraron mucho y procedieron a darme orientaciones de como podría ser ese primer encuentro nuestro. Un día de Mayo, luego de muchos meses de chateos y conversaciones. Le dije a JC que fuese a un hostal llamado Torreblanca en Miraflores y viese si le gustaba para poder encontrarnos ahí. Su reacción fue de lo más juvenil. Se alegró muchísimo y fue a verificar la situación de dicho hostal. Le gustó (yo había ido a verlo antes con Mónica) y me respondió que sería un lugar encantador para nuestra primera cita. Luego del divorcio me fui con mis amigas a las Islas Margaritas a pasar unos días de descanso y a pensar en todo lo mío, de mi hija, trabajo y demás que uno debe de pensar. Al regreso llamé por teléfono (cosa que no hacía normalmente) a JC. y le dije que separara el hostal para el día sábado. Saltó, creo, como un niño, de contento, feliz. ya deseaba que sea sábado según el... aunque faltaban dos días... Le dije lo que tenía que hacer y a la hora que debía llegar. Quería yo llegar antes para prepararme y ver su carita de sorpresa, asombro y deleite al verme. El sábado en la mañana llamé por teléfono al hostal para verificar la separación del cuarto y luego procedí a vestirme con unos pantalones sencillos y una blusa. Puse mi ropa sorpresa en una maleta y me enrumbe al hostal en el auto. Cuando llegué me inscribí en el registro del hostal y subí al cuarto. Era bello. No tan espacioso pero bello para lo que vendría después. Eran las 09:00 horas y sabía que tenía hora y media para alistarme a recibir a mi adorado y joven galán. Me duché, perfumé y vestí con un vestido beige, blusa marrón, zapatos marrones. Me puse una ropa interior como sabía le gustaría pues habíamos hablado de ello tantas veces... beige con algunos encajes y con una abertura adelante que mostraba a la cuevita de mi amado en todo su esplendor. Solicité una botella de vino a recepción y esperé. Me sentía eufórica, rara, adolescente, excitada al máximo. Todos mis sueños con él, todas las palabras que me dijera estuvieron en mi mente y me ponían mas y más ardiente. A la hora exacta tocaron a la puerta y abrí. Ahí estaba él. Con un terno azul a rayas, todo un hombre, todo un joven... mi ardiente y cibernético amante. Fue solo un "Hola". Y luego tomó mi rostro y me dio el beso más largo y delicioso que haya recibido hasta ese día. Solo fue un beso, tierno. Vio luego mi cara y beso mis ojos que estaban al borde de las lágrimas, sintió mi cuerpo vibrar y deseo tambien vibrara el suyo. Me tomo del talle y me cargo. Mientras lo hacía me llevaba a la cama sin dejar de mirarme y yo verlo a los ojos. No me echó en la cama sino que se detuvo frente a ella y procedió a besar mis manos, subiendo por mis brazos.
En esos momentos ya no sabía yo donde me encontraba. Sabía que por fin tenía a mi amante frente a mí. Sentí sus besos en mi cuello y como desabotonaba mi blusa y la retiraba con delicadeza. Vio mi ropa interior y beso mis senos por encima de ella. Mientras lo hacía yo le quitaba su saco, su corbata, y hacia lo mismo que su camisa. Vi su torso desnudo y empecé a besarle el pecho pasaba mi lengua en él y buscaba sus pezones al igual que él quería los míos. Mi sostén quedó afuera y sentía sus caricias en todo mi cuerpo. Mi espalda era suya, sus besos jugaban con mi vientre y me volvían loca, sus manos buscaban el zipper de la falda y la retiraban dejándole ver mis piernas. Ya no sabía que pasaba. No sabía cuantas manos acariciaban mi cuerpo pero sabía que allí estaba, frente a mí, Juan Carlos... procedí a quitarle el pantalón y mientras lo hacía besaba su vientre y jugaba mi lengua con su cuerpo. Bajaba más y llegó la zona de mi muñeco... era enorme, al fin lo tenía cerca, ya era mío, le bajé su ropa interior y el muñeco apareció majestuoso ante mí. Parecía llamarme y pedirme lo acariciara. Asi que lo hice. Lo bese delicadamente. Primero en el glande y luego por los costados para posteriormente introducirlo en mi boca todo y sentir su latir y el goce que me transmitía. Veía la carita de JC y me sentía feliz de verla así. Juan Carlos retiró mi rostro de su muñeco me alzó y me echó en la cama. Empezó a besar mis piernas una a una. Me deleitaba con su lengua y más aún mientras subía y lo hacía en mis muslos. En esos momentos sentí mi primer orgasmo y el se dio cuenta de ello. Puso su carita entre mis piernas y aprovechando la abertura que había pasó su lengua por todos lados encontrando mis jugos y bebiéndoselos como sediento beduino. Esa lengua me hizo alocar nuevamente y presione su cabecita para que pudiera profundizar mas... ese orgasmo que sentí fue increíble. Notaba a mi amado como se deleitaba con mi cuevita que ahora era suya.
Siguió subiendo y besando mi vientre mientras acariciaba mis senos y me sentía gozar. Sus besos llegaron a mis pezones y uno a uno fue chupándolos hasta verlos crecer más aún. Mi cuello sintió su lengua y sus besos mis labios buscaron los suyos y me respondió con deleite. Su lengua jugaba ahora con la mía como deseando profundizar también más por allí. Sus manos acariciaban mi cuerpo y en una rotación de ambos abrazados quedé encima de él. Sentía sus manos en mi potito. Como los presionaba y buscaba ese agujero de deleites. Mis jugos ya habían lubricado toda esa zona y el no tuvo problemas para introducir un dedo por ahí. Lo sentí moverse y me moví también. Sentí un segundo dedo penetrarme. El goce era enorme. Luego un tercero.
Mientras jugaba asi por atrás yo le besaba su cuello y sus pechos y sentía como ese muñeco crecía más y más. Dios ¿Cuando dejará de crecer?. En una de esas movidas de ambos sentí al muñeco tan cerca a su vulvita que no aguanté más y lo introduje dentro... fue un deleite, era enorme y grueso. Sentí a mi amado gemir de placer y retirar sus deditos de atrás. Aproveché y me senté encima de él. Esa posición era mi sueño hecho realidad. Lo sentía totalmente metido y procedí a moverme primero en un mete y saca de deleite inigualable para luego al ver la carita de JC, al ver su goce... en movimiento circular presionando a mi muñeco con los músculos interiores en el proceso. JC no se pudo contener y sentí el orgasmo más delicioso que pude sentir, era inacabable, una y otra vez, mientras me abrazaba y besaba de mil maneras. Me eche encima de el y él me volteó para ponerse encima de mí. Su peso hizo que penetrara aun más ese muñeco lindo. Sus besos me alocaban, deseaba sentirlo más y más quería que me sintiera a mí y que gozara conmigo como recompensa de tanta espera. JC me beso. Mis labios buscaron los de el con ansias y deseos de ser suya nuevamente de no acabar nunca. Descansamos un momento. Uno encima del otro. Sólo viéndonos. Recorriendo nuestros cuerpos con las manos y sintiendo esa tranquilidad y felicidad sin par. Estábamos sudando. El día se tornó más caluroso de lo que era.
Sin embargo mi adorado supo saciar mi sed. Se paró. Se dirigió a la botella de vino y luego de abrirla y echarlo en las copas se acercó a mi lado. Gracias amor", me dijo... eres maravillosa. Y me dio a tomar de su copa mientras el tomaba de la mía en brazos cruzados. Pero no termino de beber la suya. Tomo mi copa y la puso en la mesa de noche. Mientras que me echaba en la cama boca arriba. Subió mis piernas hasta que mis rodillas tocaron mis senos y se arrodillo en el piso dando frente a mi cuevita. Asi procedió a besarla y pasar nuevamente su lengua alrededor y en su interior. Eso me hacia vibrar y me removía como pidiéndole que nunca acabara. Lo que hizo luego me aloco más. La copa de vino la echo dentro de mi vagina y, cual si esta fuese suya, procedió a beber de ahí. Cada sorbo que tomaba, cada lengua que sentía era un orgasmo mío. No sé cuantos tuve. Lo que sí se es que estaba feliz, muy feliz. Mientras sentía esa lengua deliciosa dentro de mí y veía a mi adorado saborear mis jugos sentí como introducía uno, dos luego tres dedos en mi potito. No tienen idea del gozo. Mis jugos estaban lubricando más y más ese otro agujerito que tenía prometido a mi amado. Yo sería su primera vez. Asi que lo invite a hacerlo. Sus dedos sintieron como mis músculos interiores le pedían que se metiera por ahí. El se puso de pie y me volteo en la cama poniéndome tres almohadas debajo del vientre. Mi potito quedaba a su disposición abrí mis piernas y sentí su lengua nuevamente recorrerme toda. A ese momento yo ya no sabia cuantos orgasmos habia tenido (soy multiorgásmica, eso si lo se) pero cuando sentí sus labios recorrer mi vulva y mi cuevita y jugar con su lengua me sentí nuevamente alocada, me movía y deseaba ya tenerlo dentro. JC me acariciaba los glúteos, mis caderas, mis senos, subió a jugar con mi espalda y mi cuello y, de pronto, sentí como introducía un poco a mi muñeco en mi potito. Solo fue un poquito, parecía que tenía temor de dañarme. A mí ya me daba igual solo deseaba tenerlo.
Luego otro poco más, yo me sentía con deseos de que me penetrara toda. Un poco más, ya no pude aguantarme y fui yo la que retrocedió introduciendo todo ese miembro hermoso y delicioso muy dentro de mí. Grite. De dolor, de placer, no sé, pero el deleite fue enorme. Mi adorado sintió mi placer y se movía en un mete y saca delicioso. Sentí sus manos en mis pechos y sus labios en mi cuello cuando se echo encima. Yo me sentía en las nubes. Procedí a jugar con mi muñeco moviendo mis músculos interiores como diciéndole no te vayas y dame todo lo que tengas. JC no se hizo esperar y sentí sus juguitos muy dentro de mí. Fue espectacular y delicioso. JC estaba feliz y yo sentía esa felicidad. Ahora tenía a mi amante realizado y yo había sido la que le enseñó y como verán en otra oportunidad le seguiría enseñando. Nos quedamos así. Tendidos en la cama yo con mi muñeco dentro y sintiendo el cuerpo de mi joven amante. Lo que sucedió luego fue un momento de locura y búsqueda de mas deleite de ambos. Bueno, creo que más de mi parte. Vi que estaba algo cansado y le dije que iba a ir al baño. Se quedó en la cama mientras yo me dirigí al baño y abrí la ducha. Quería remojarme. Darme un poco mas de fuerzas para ser la mujer nuevamente de JC. Mientras estaba en la ducha sentí como JC ingresó al baño y se introdujo donde yo estaba. ¿Puedo jabonarte?, me dijo. Lo miré a los ojos y acepte gustosa su invitación. Mientras lo hacía veía como también se jabonaba él. Pero jugaba con su cuevita mientras yo inicie mi juego con mi muñeco. Estábamos mojados pero se sentía el deseo mutuo de tenernos nuevamente.
Vi su rostro y le dije que deseaba besar a mi muñeco. Asi que mirándole a los ojos fui bajando hasta él y al encontrarlo lo bese. Por todo lado. Hasta sentirlo nuevamente duro como lo quería. Procedí a masajearlo de arriba abajo, a besar su glande, a besar sus bolitas, a jugar con la lengua hasta que lo tuve dentro de mi boca. Empecé a chuparlo con todas mis ganas, con mi sed por él, mientras seguia masajeándolo de arriba hacia abajo. Poco a poco vi el rostro de mi amado como se desencajaba y pedía que no me detenga. Unos minutos después sentí en mi boca ese jugo delicioso que antes habia sentido dentro de mí. Lo bebí todo, siempre mirándolo, viendo su rostro feliz. Lo lave nuevamente con delicadeza y mientras lo hacia busque que creciera otra vez. Lo hizo y de que manera. Me tomó en brazos y me llevó a la cama nuevamente. Ahí procedimos a hacer el amor una y mil veces más... hasta la noche. Ese día no almorcé como de costumbre. Pero si supe que habia encontrado a mi joven amante y que no me desharía de el. Supe que la charla con mis amigas sería grandiosa al día siguiente. Y supe que ellas también sentirían ese placer que yo... pero eso se los contaré en la continuación. Si tienen algún comentario por favor háganmelo saber a mjlombardin@hotmail.com . Besos y caricias a todos.