Mi Año Nuevo (2)
Despues de ver a Alicia y Miguel cogiendo y ante mi calentura decido jugarmela.
Hola. Ya regrese y quería continuar contándoles lo que paso en mi mañana de año nuevo. Como lo había mencionado, tras ver a Miguel, el amigo de mi esposo Alejandro, cogiendo con Alicia en la sala de mi casa quede toda pensativa y con ganas en la conchita, ganas de que me metieran algo rico porque el masturbarme realmente solo me había calmado por un rato.
Me levante de la cama lentamente, poniendo cuidado de no despertar a Alejandro quien parecía que dormiría aunque me pusiera a dar brincos sobre la cama. Camine hacia la puerta y la abrí muy lentamente porque sabia que si yo había escuchado a Alicia abrir la suya, era probable que ella también escucharía la nuestra. Parecía demorar una eternidad y rechinaba un poco pero tras salir decidí dejarla bien cerrada para poder oír si se abría. Tras cerrarla me detuve un momento de pie allí, esperando a ver si oía algo. Nada. Camine por el pasillo, casi de puntas, pase por la puerta del cuarto de invitados y me detuve a escuchar un momento. No se escuchaba nada y seguramente Alicia ya se había quedado dormida. Continué caminando, apoyando una mano en la pared hasta llegar al final del pasillo, donde me detuve un instante. Mi corazón palpitaba y sentía un friecito recorrer mi espalda y bajar hasta mis nalgas. Pensé que si iba a dar marcha atrás este era el momento pero pensé en la escena que había presenciado hace unos minutos y decidí que esto era algo que quería intentar. No me regresaría ahora para quedarme con la duda del "¿Qué hubiese pasado?". Pensé que si Miguel estaba despierto y me veía entrar a la sala de puntillas, le parecería raro así que respire hondo, me arme de valor y salí a la sala caminando sin hacer ruido pero en forma decidida. La luz de la cocina estaba apagada así que solo se distinguían las sombras por lo cual puse un poco de cuidado en no tropezar con nada. Como la sala es un ambiente más grande se sentía más el frío y pensé que debí haber traído otro cobertor para Miguel como pretexto pero ya era tarde para hacer eso. Pase el primer sillón y continué avanzando hacia la cocina.
Miguel se encontraba recostado sobre el sofá, cubierto por un cobertor delgado y dándome la espalda que se encontraba desnuda. Pensé que no se había vuelto a vestir e imagine que se encontraba aun desnudo lo que hizo que me detuviera allí mismo. Mi conchita empezaba como a latir y sentía que de nuevo se me ponía húmeda. Viendo la situación en retrospectiva creo que ese fue el momento crucial si continuaba hacia la cocina, aunque él se despertara lo mas probable era que al ver que era yo intercambiaríamos unas cuantas palabras y después me tendría que regresar a mi recamara. Decidí jugármela.
Me incline hacia delante, poniéndome de rodillas junto al sofá apoye una mano sobre uno de los cojines con mucho cuidado pero en ese momento él dijo, "¿De regreso tan pronto?" y soltó una pequeña risa pero no se dio la vuelta. Casi brinco del susto pero me quede inmóvil un instante, parecía que el corazón se me iba a salir del el pecho, sentí como la sangre me subía al rostro y las piernas me flaqueaban. Alcancé a musitar un "uhum". Continué reclinándome sobre él, metí una mano debajo del cobertor y acerque los labios a su cuello, dándole un beso suave y empezando a recorrer con ellos la parte superior de su espalda. Mi mano toco su piel que se encontraba caliente y empecé a acariciarlo suavemente. Él giró su cabeza mientras empezaba a decir algo como que "nos van a cachar " pero no termino porque aunque estaba oscuro se dio cuenta al instante de que no era Alicia. Deje de besarlo y nos quedamos mirando en la penumbra unos momentos. La situación no se prestaba a "confusiones". Yo era la mujer de su amigo y estaba arrodillada junto al sofá con una mano sobre su cuerpo y le acababa de besar la espalda. Si tenia algún "pero" ese era el momento de decirlo. No dijo nada, creo que yo sonreí y el alzo la cabeza un poco mientras terminaba de girar el cuerpo y nos besamos.
Intento incorporarse pero yo lo empuje hacia abajo poniendo la mano sobre su pecho, los besos eran al principio suaves pero fueron subiendo en intensidad rápidamente, nuestras lenguas se acariciaban mientras yo levantaba el cobertor y me metía debajo de el. Su cuerpo se sentía duro y tibio, comprobé que se había vuelto a poner el bóxer y nada más. Conmigo encima de él comenzó a acariciarme los muslos y subir hacia mis nalgas, que fuertes y suaves se sentían sus manos y por unos instantes pensé en como se habían visto apretando las nalgas de Alicia. Sentí su verga, que se empezaba a poner dura debajo del bóxer, presionar contra mi vientre así que sin dejar de besarnos separe las piernas y subí mi cuerpo para sentirla contra mi monte de venus y presionarme contra él.
"Mmmmmm", dijo, "¿Estas segura?".
"Shh , si. Pero nos tenemos que apurar".
"Que buena que estas y que rico culito que tienes...", con lo que me tomo ambas nalgas y las apretó bien fuerte y yo me pegue mas a él.
"¿Te gusta?"
"Me encanta.
"¿Que mas te gusta?"
"Tu sabes.."
"Dímelo."
"Tus grandes bubbies."
"¿Qué mas?"
"Tus labios "
Acerco su boca nuevamente a la mía y mientras yo acariciaba su cabello, "que bien que besa" pensé. Él empujaba hacia arriba con la cadera y yo sintiendo su verga me frotaba contra ella sintiéndome cada vez mas caliente. Estuvimos así un rato más pero ya no podía aguantar mas, quería ver su verga, quería tocarla, quería metérmela a la boca y mamársela pero sobre todo quería que me la metiera adentro. ¡Cómo quería que me coja! Además que cada segundo que pasaba era una potencial catástrofe.
"Estas bien duro ", le dije.
"Es que tu me pones así".
"Quiero que lo hagamos quiero que me cojas bien duro." (Hasta da un poco de pena escribirlo)
No necesito que le diga más. Sentí sus músculos ponerse tensos y como si fuera un luchador me dio la vuelta y volcó hacia atrás, con los brazos y piernas me aferre fuerte y él rompió la caída con sus brazos mientras aterrizábamos sobre la alfombra. Rompimos el beso unos instantes mientras el se quitaba con una manos los boxers, mire hacia abajo y vi la silueta pero no tuve tiempo de mas porque él ya estaba sacándome la playera para dejarme completamente desnuda. Sentí la textura de la alfombre sobre mi espalda y el peso de su cuerpo sobre el mió por un momento, me sentía completamente dominada, él se apoyo sobre un codo y las rodillas y empezó a besarme el cuello y a bajar poco a poco mientras que con una mano me acariciaba los senos, estrujándolos y tomando mis duros pezones entre los dedos. Yo sentía como pequeños toques de cosquillas me recorrían y sentía que mi conchita se calentaba mas y mas. Con las manos recorría su espalda, sus brazos y su cuello, quería que me la meta y me reviente de una vez, comencé a gemir mas fuerte y mi respiración se hacia entrecortada. Note que por las persianas verticales de la sala ya comenzaba a hacerse de día y sentí la desesperación de no poder hacer que esto durara mas.
Separe mas las piernas y con las caderas empecé a buscar su verga hasta que la toque. Él entendió y la empezó a presionar sobre mí, yo tenia las manos sobre sus hombros así que él bajo una mano y la puso en mi entrada. Mi conchita sintió por primera vez la cabeza caliente y empuje hacia él con lo que sentí el glande. ¡Era grande! Sonreí El continuó empujando un poco mas, como yo no sabia cuan grande podría ser intente quedarme quieta pero mis caderas no se dejaban de mover hacia él hasta que me la metió un poco mas.
"Mmmmm . Estas bien apretita .", y la metió un poco mas haciéndome gemir.
"Ahhhh ."
La saco un poco y luego la volvió a meter mas adentro, se sentía caliente y bien, bien, dura, estirándome alrededor de ella mientras me abría. Que verga mas deliciosa y gruesa. Comenzó a moverse hacia delante y atrás, lentamente y con cada metida me la introducía mas, mi conchita se estiraba y el calorcito que yo sentía en ella se hacia mas rico, ya quería que me la meta toda, quería que este macho me cabalgara y me diera duro. Subí las cadera y el paso su mano por debajo de mis nalgas, me levanto un poco y de un solo golpe me la clavo hasta el fondo. "Ayyyyy ayyy", solté por el dolor que me produjo cuando toco fondo pero que delicioso se sintió. Mi conchita estaba bien llena, llena, llena y sentía como se pegaba a su celestial verga. Estuvimos así unos instantes, besándonos y yo sintiéndome empalada, hembra, poseída. Miguel empezó mover las caderas y las mías instintivamente le seguían, empezó a aumentar el ritmo y su verga salía y entraba haciéndome gemir cada vez mas fuerte.
"Ahhhh . que rico se siente clávame clávame mas duro ¡mas duroooo!".
"Que rica que estas . que concha tan caliente."
"Si, si, si . ahhh así así ay ahhhhh."
Se me estaba haciendo difícil mantener la voz baja pero es que no podía contenerme así que lo atraje hacia mí y mordí su hombro. ¡Me lo quería comer! Su verga empezaba a moverse cada vez mas rápido dentro de mí entrando y saliendo haciéndome gozar. Como se movía este hombre, que manera de joder, y que duro que me lo estaba metiendo, parecía no se iba a cansar nunca! Con ambas manos tome sus nalgas duras y las apreté hacia mí mientras sentía sus movimientos. Tenia las nalgas de este macho en mis manos y las apretaba mientras él me clavaba su delicioso pene hasta el fondo. Sentí como la sangre se juntaba en mi conchita, el calor iba subiendo por mi vientre y fue entonces que explote. ¡Mis mejores orgasmos los he tenido masturbándome pero este fue distinto y delicioso! Sentí como si una corriente de electricidad empezara bien adentro de mi vagina y se fuera extendiendo por todo mi cuerpo llegando hasta mis pezones que se sentían calientes y subiendo hasta mi rostro mientras que por abajo se extendía hasta la punta de mis pies. Solo llegue a decir algo como, "ya ya . me corro me corro ahhhh . ahhhhhh, no pares, no pares así . así . ahhhhhh". Estire las piernas y lo abracé, pegándome a él solté un grito y aunque de nuevo le mordí el hombro estoy segura que salio bien fuerte. Ambos estábamos sudando como animales y yo ya no pensaba en nada mas que en lo que este hombre y su gruesa verga enterrada en mi concha me estaban haciendo sentir. Las oleadas de placer seguían recorriendo mi cuerpo y yo no quería que terminase pero al mismo tiempo sentía que no iba a poder aguantar eso mucho tiempo. Él continuaba metiéndomela pero ahora mas lento. Su verga seguía dura dentro de mí. Pensé que era inconveniente que él no haya acabado pero imagine que era por haberse echado ya un polvo con Alicia.
El día empezaba a clarear y ya veía su rostro cubierto por sudor sonriéndome. Pensé en que ya era de día aunque el sol aun no había salido y sentí miedo. Mi esposo estaba dormido a menos de 15 metros de nosotros y su hermana estaba a menos de 10 en el cuarto de invitados. Miguel me beso, un beso largo, introduciendo su lengua en mi boca mientras reiniciaba con el mete y saca de nuevo, poco a poco mas rápido. Yo, ya con mas cordura pensaba en que teníamos que terminar pero se veía que él tenia otras intenciones y para ser franca yo no quería dejar a quien me había hecho gozar de esa manera sin "terminar", además que me entro el orgullo. ¿Como era posible que yo no consiguiera que un hombre termine? Además que quería sentir su leche dentro de mí.
Sentí como me la saco completamente y dijo, "Ven" y se levanto llevándome consigo. Es allí donde vi su hermosa verga, parada y orgullosa con la cabeza roja brillando desafiante y vaya que si estaba gruesa. Se la bese y pensé que era una pena no poder mamársela pero no teníamos tiempo. Nos subimos al sofá, me dio la vuelta y se coloco detrás mió. "Que hermoso que es tu culo, eres una belleza", me dijo. Yo me incline hacia adelante y él tomándome por la cintura apunto hacia mi conchita una vez mas. Siempre me ha gustado la posición de perritos porque la verdad me hace sentir morbosa, como si fuese mas animal. La empezó a meter y a pesar de que ya me había cogido un buen rato sentí como me estiraba de nuevo además de que en esta posición es como si me entrara mas adentro. Era una locura, mi esposo dormía en nuestra recamara y allí estaba yo, Erika, casada, encuerada, con los senos sacudiéndose mientras uno de los mejores amigos de mi esposo me metía su verga a fondo desde atrás. El pensar eso me hizo sentir caliente de nuevo, el solo imaginarme que mi esposo dormía la borrachera mientras Miguel me cogia en la sala era morboso y fuera de este mundo. Me sentí hembra. Me sentí puta y me gusto. Era jugar con fuego.
Miguel me tomaba fuertemente por las caderas, el sofá empezaba a crujir y su ritmo aumentaba. Mis gemidos volvían a surgir y yo solo decía, "si así así cogeme ". Empujaba las nalgas hacia él, sentía sus testículos chocar contra mis labios mayores y el calorcito en mi conchita volvía a subir. Mis gemidos se hacían mas fuertes así que baje la cabeza e intente enterrar la cara en un cojín. Que rica que se sentía esa verga clavándome cada vez mas fuerte y duro mientras su pelvis chocaba contra mis nalgas y mis senos se sacudían con cada golpe. Sentía los pezones cosquillear así que con una mano me los empecé a estrujar. Miguel tomo la pauta y con una mano empezó a apretármelos causándome algo de dolor pero se sentía rico. Lleve la mano hacia atrás y sentí su muslo duro y fuerte contrayéndose con sus movimientos. El cosquilleo y calor en mi conchita se hacían mas intensos y yo quería correrme de nuevo así que empecé a acariciarme entre las piernas. Sentí con mi mano como su verga abría a todo lo que daban los labios de mi vagina, estaba muy, muy mojada! Empecé a frotar rápido sobre mi clítoris que estaba bien durito, todo mientras intentaba pegar la boca al cojín para sofocar en algo mis gemidos aunque los de Miguel casi y me hacían competencia. Sentía que casi no podía respirar. Todo mi cuerpo se sacudía con sus deliciosas embestidas y frotándome fuerte el clítoris volví a sentir el calorcito que se extendía desde el hacia mi vientre y piernas . Ahhhhh otro orgasmo, este suave pero igual de rico, rico, rico Miguel ya estaba a todo lo que daba, metiéndomela como un taladro hasta que sentí que empujo a fondo y se puso duro. Empuje mi culo hacia él para enterrarlo en mi concha hasta el fondo mientras sentía como su verga latía dentro de mí soltando su leche llenándome. Pase mi mano hacia atrás y apreté su cuerpo contra el mió mientras él se dejaba caer encima de mí, pegando su rostro contra el mió.
Quedamos los dos así, tendidos sobre el sofá que mas bien es bastante pesado por lo cual no acabo siendo empujado por toda la sala. Ya era de día y un rayo de sol entraba por las persianas. No quería levantarme y sentía que mi cuerpo no me iba a obedecer si lo intentaba. Estaba feliz, extenuada y me sentía como una hembra se debe sentir cansada, satisfecha, con la verga de un macho aun dentro de mí, su cuerpo sobre el mió y su leche empezando a chorrear por mi concha.
Aunque no lo crean ese fue el pensamiento que me salvo de seguir allí esperando que ocurra la tragedia porque pensé, "Si se mancha el sofá, desmancharlo va a ser una pesadilla." Le di un beso a medias y le dije. "Vamos ". Él entendió y se levanto tras darme un beso tierno en la boca y otro en la espalda, protegimos rápidamente el sofá con sus boxers que estaban a la mano y me levante.
Ya era de día, el primero del año. Me puse la playera, nos dimos un ultimo beso y tras darle un suave apretón a su heroica verga me dirigí al pasillo. Abrí la puerta y vi a Alejandro tan dormido como lo había dejado. Sentí un golpe de culpa. Entre al baño para limpiarme un poco y me metí a la cama. Estaba contenta. Y así me quede dormida.
He estado pensando mucho en lo que ocurrió, me siento un poco mal pero definitivamente no me arrepiento. Un detalle gracioso fue que Alicia se levanto "temprano" para limpiar la sala y abrir las ventanas "porque todo olía a parranda". Ja, ja, ja estuvo bien.
Parece que será un buen año