Mi Angel, mi amigo

Despúes de una rumba, la mañana se pinta como el mejor momento para que dos jovenes se entreguen al placer de descubrirse sin advertir, que el amor de alguna forma jugaba con ellos para que conciliaran sus sentimientos.

Nos conocimos en la Universidad, al comenzar la carrera, el estudia medicina, yo ingeniería, tiene 21 años blanco cabello liso y suave castaño, una piel tersa y unos ojos que matan solo con mirarlos, ojos que se pierden en la profundidad del azul del cielo su voz puede incinerar el hielo, su olor opacar la primavera, sus manos fuertes pero delicadas ansiosas de descubrir misterios….. Yo soy de piel bronceada cabello corto negro, alguien común, 22 años mas bajo que el a pesar de tener esta edad, mi apariencia es de un niño de 17 años de mirada fuerte y seguro de lo que desea en su vida. Siempre hemos sido amigos, siempre pensamos que nuestra sexualidad estaba definida, ambos pensábamos ser heterosexuales, a pesar que siempre existió una tensión entre ambos, pero nada que no tuviera mas importancia que la excusa de la amistad.

Un sábado decidimos salir de rumba con los amigos, el vivía residenciado en la habitación de un apartamento y yo vivía solo en una casa, así que esa noche antes de acabar la rumba me pidió que lo dejara quedarse en mi casa, porque se sentía solo en su apartamento, yo accedí sin ningún problema y sin ninguna intención… Llegamos a mi casa a las 3:10 a.m., riéndonos y comentando lo sucedido durante la noche ambos estábamos muy cansados así que decidimos subir a las habitaciones a dormir, el me comento:

Es domingo, en la mañana es el gran premio de San Marino a las 7:00 a.m., vamos a levantarnos temprano para verlo

Claro, respondí

Cuando fui a buscar sus almohadas y llevarlo a su habitación ya estaba casi dormido, decidí no molestarlo y como mi cama es amplia, sentí que no había problema en dormir al otro lado, tome una cobija lo arrope y después me quede dormido.

Cuando despuntaban los primeros rayos de luz, escuche que se duchaban en el baño de la habitación, mire el otro lado de la cama y era el que ya se había levantado y se estaba bañando, seguí dormido y al rato escuche su voz que me decía:

Tome una toalla tuya, ¿algún problema?

Abrí mis ojos y estaba allí de pie en frente de mi, con su cuerpo húmedo y mi toalla amarrada a su cintura.

¿Hay algún problema? repitió de nuevo,

Le dije – No vale, tranquilo

Me levante y tenia una evidente erección, disimule y me fui al baño, tome una ducha y recordaba su cuerpo, su cara y su voz diciéndome que había tomado una de mis toallas, no hice caso… pero algo me impulsaba a seguir pensando en el, termine de ducharme y salí a la habitación. Cuando miro hacia mi cama estaba el acostado viendo la carrera por TV, para sorpresa mía tenia uno de mis boxers, le quedaba algo chico porque el es 1 talla mayor, algo estaba sucediendo y no conseguía explicación, giro su cabeza y me miro, me dijo:

Disculpa, tome un bóxer tuyo ¿te molesta?

No tranquilo, respondí

Me senté a su lado en la cama, mi cabello húmedo escurría agua por mi cuerpo y mi toalla solo se sostenía porque yo la agarraba, mientras veíamos la carrera se acerco a mi oído y con un tono suave me dijo:

Va a ganar Kimi

No había terminado, cuando gire mi cabeza y nuestros ojos quedaron frente a frente, menos de 1 segundo paso, pero en aquella mirada se abrió una puerta que ni el ni yo entendíamos, se reflejo su alma en mis ojos y la mía en los de el, le dije:

No creo que gane el.

Regresamos a nuestros lugares y con un poco de miedo por no saber lo que sucedía, pero ansioso le dije:

¿Estas cansado?

Si, anoche fue agotadora la rumba

Ya lo resuelve, respondí

Baje a sus pies y los tome, dándole masajes, primero el derecho y luego el izquierdo, el sonreía y me decía

Que bien gracias

Continué tocando sus pies, luego su pantorrilla, cada vez acercaba y levantaba mas sus piernas a mi rostro, y fue ahí cuando se me escapo un beso y lo bese en el tobillo, me detuve esperando lo que sucedería, me miro y pregunto:

¿Por qué te detienes?, quiero otro beso

Ya era claro lo que ambos pensábamos y continúe besando sus piernas, la carrera se borro de nuestras mentes, mientras lo besaba acariciaba mi pelo el cual aun estaba húmedo, el movimiento hacia que ambos nos mojáramos con las gotas que salían dispersas de mi cabello, yo continúe besando sus piernas ambas, hasta llegar a sus muslos, cuando levantaba mi mirada veía que mi bóxer no podía retener su pene, eso empezó a excitarme mucho mas, me dijo:

Ven, quiero besarte

Su cuerpo estaba tendido en la cama, yo subí hasta su cara, nuestros labios solo se rozaron por un instante y yo continúe tocando su piel con mis labios, sus mejillas su barbilla, podía sentir el halo de sus expiraciones y el las mías, el mi quitaba la toalla, mientras mis labios exploraban su cara, cuando llegue a sus labios nos besamos suave y tiernamente, el tocaba mi espalda y fue cuando con mi lengua comencé a tocar su cuerpo, baje por su cuello y llegue a su pecho, el acariciaba mi rostro y mi cabello, la punta de mi lengua recorría sus pezones, tomo mis manos y las apretó fuertemente con las mías, yo continúe explorando su cuerpo que era virgen para mi hasta llegar a su ombligo, allí me perdí, oliendo su aroma, sentía como cada poro de su cuerpo se unía a los míos, y cada vello que lo cubría acariciaba mi piel y se enredaban en los míos, nuestras piernas juntas parecían tener sus propias sensaciones, como si otra parte de nuestros cuerpos hicieran el amor de forma paralela.

Yo continúe recorriendo con mi lengua su vientre y comencé a quitarle mi bóxer, el me ayudaba, escuchaba como los latidos de su corazón se aceleraban, los míos no tenían nada que envidiarle a los de el, cuando quitamos el bóxer comencé a lamer su pene, lo recorrí con la punta de mi lengua de extremo a extremo, llegue a sus testículos y los olía, su olor era una mezcla de perfume y sudor que hacia que estimulara todos mis sentidos, los recorría con mi lengua, buscando la forma de morderlos con mis labios, luego regrese a la punta de su pene en su glande, con mi lengua lo exploraba todo, metí la punta de mi lengua por el orificio de su uretra, escuche por un momento un pequeño gemido que solo escuchamos el y yo, su liquido preseminal ya salía mojando y lubricando su pene, lo metí en mi boca por unos momentos y moví mi cabeza un par de veces, lo saque, y me dijo:

Continua, por favor

Tranquilo tengo algo para ti, respondí.

Levante sus piernas y las puse en mis hombros, mi pene estaba claramente erecto, comencé a introducirlo en el orificio de su ano, poco a poco para que se sintiera cómodo y se fuera acostumbrando, cada vez que lo hacia movía su cabeza a un lado y empuñaba las sabanas con su mano, me decía:

Si tranquilo, continua

Hasta que lo penetre por completo, me quede un rato inmóvil y nos besamos, comencé a moverme lento y suave, ya el placer podía verlo en sus ojos, hasta que empecé a dejar escapar gemidos de mi garganta, sus pupilas se dilataron y comenzó a gemir igual, ambos nos sentíamos plenos y yo comencé a moverme mas rápido, por instantes cortos me detenía para besarlo, en ese momento su esfínter se contraía y empujaba mi pene fuera de su ano, pero yo imprimía fuerza para evitarlo, cuando lo hacia sus gemidos eran mas fuertes, llenando la habitación de intensas emociones, pasado un tiempo comencé a eyacular dentro de el y saqué mi pene un poco de mi semen cayo en la cama y otro tanto salía de su ano caí exhausto en su pecho.

El no perdió oportunidad y me tomo, me levanto y me pudo sentado de espalda hacia su cuerpo, empecé a sentir como su pene me llenaba por dentro, como su cuerpo se fundía con el mió, hizo lo mismo que yo poco a poco para adecuarme a el, siguió hasta que estuvo todo adentro, con sus fuertes manos me tomo por mi pecho y era el quien me movía sobre sus piernas, mis manos estaban encima de las suyas, sentía que su pene iba a estallar saliendo a través del mió, el cual aun seguía con semen a su alrededor, mis gemidos se confundían con los de el, nuestros cuerpos sentían placer en todo los sentidos, mi cuerpo flotaba a la deriva en el aire y lo único que me mantenía unido a el era su pene, que se introducía como un ancla que no me dejaba escapar, comencé a sentir como su semen tibio me llenaba por dentro, desbordándose como un rió sin cauce, beso mi cuello, dejo de penetrarme, me acostó boca arriba, me beso y se sentó encima mió, continuo masturbándose, mientras lo hacia yo lo acariciaba su semen aun salía de su pene tomo un poco del mió y lo llevo a su boca, luego tomo un poco del suyo y lo llevo a mi boca, nos besamos, sentí que era su forma de sellar el pacto de silencio o de amor, aun no lo sabia, bese su cuello y se coloco a mi lado derecho en la cama

La carrera continuaba, en mi cabeza tenia demasiadas preguntas, el silencio entre ambos era ensordecedor me metí debajo de su brazo, buscando su protección, enredándome en el, buscando su calor, el me tomo y me apretó fuerte, cuando sentí su brazo, enrede mis piernas en las de el, nos miramos a los ojos un par de segundos que pareció un par de años, le dije en voz baja sin ánimos de que me escuchara:

Te amo, te amo mi ángel.

Me miro, esta vez sus ojos querían decirme algo que no entendía, se sonrió y replico:

Descansa, tenemos cosas que hacer duerme tranquilo, yo te despierto en un rato.

Cerré mis ojos sentí pena por mi, tontamente estaba enamorado solo y había quedado en evidencia, mi cabeza estaba revuelta no podía dormir a pesar que tenia mis ojos cerrados, pasaron 15 min. Y el pensaba que estaba dormido, sentí como su mano acaricio mi rostro pero no abrí mis ojos, inclino su cabeza, busco mi oído y dijo en voz baja:

Yo te amo mucho mas…..

Hizo un breve silencio, y continuo diciendo

No soy dueño de mi alma, porque te pertenece.