Mi amor te he sido infiel

Pensamientos de una mujer.

Mi amor te he sido infiel

Bajo del taxi de madrugada, la calle está completamente vacía. Entro con sigilo al edificio, aun en el ascensor mi corazón bate con fuerza, abro la puerta, dejo mi cartera en la sala, me quitó el pantalón y me deslizo a tu lado, en la cama, nuestra cama.

Tú aun duermes, mejor, no tengo cabeza para inventar una mentira, mejor dicho otra, ya te he dicho que estaba con Marita y no quiero inventar qué ha sido de ella. La verdad, he estado con otro, por primera vez te he sido infiel cariño.

Hoy mi cuerpo ha sido de otro, otro me ha regalado las caricias y besos que tú haces meses me niegas, otro me ha regado con su saliva y se ha corrido en mi vientre. Debería sentirme culpable, avergonzada, pero nada de eso sucede. Respiras calmado y me siento increíblemente viva, si pudiera te despertaría para contarte que fui feliz en otros brazos, que me sentí de nuevo deseaba, que tuve de nuevo un orgasmo.

Mi cuerpo ha quedado con el olor de otra cama, de otra semilla, porque no he tomado ni el tiempo de bañarme. Quiero prolongar la sensación de sentirme bien follada, hace tanto que no me siento así. Ya ni recordaba cómo era.

En sus ojos vi el deseo que ya en ti no despierto, en sus caricias una ansiedad que tú ya no demuestras y entre sus brazos una pasión que me hace hacer realidad todas las perversiones de quien hasta hace poco era un desconocido.

Me ha llamado puta, ¿te imaginas mi amor? Yo, a quien tú tienes en un altar, tratada como una puta y lo peor es que me ha resultado divertido, excitante. Si, con descaro lo admito, he sido una puta en su cama de alquiler, no le he negado nada, ninguna parte de mi cuerpo te pertenece ahora en exclusiva. Me he excitado siendo la puta de un hombre que me ha hecho sentir que cada agujero de mi cuerpo le pertenece.

Te preguntarás por qué, quizás no lo sepas, quizás no entiendas las razones. La verdad es que razones tengo y muchas, pero dejaste de darte cuenta de la mujer que tenías al lado, comenzaste a estar muy seguro de tu esposa. Abusaste de mi confianza, cuantas noches has pasado lejos de casa, cuantas noches me has dejado esperando, hace meses que somos extraños, que no soy tu mujer, que no eres mi marido.

Pero además, mi vida, es que el hombre con el que estado me ha dado algo que nunca tuve a tu lado y es la adrenalina de lo prohibido, de lo incorrecto, me ha dejado ser indecente y libre de todo me sentí de nuevo la mujer que era contigo, de la cual te enamoraste. Querrás saber si quise evitarlo. Si. Traté de evitarlo, claro que si, hice muestras de templanza, te busqué, ¿recuerdas?, busqué actividades juntos, te puse citas pero no había espacio en tu agenda, más de una vez me cancelabas. Dejando toda la cancha, para que otro llenara tu puesto y me ha llenado, no te quepa duda.

Creo que lo sabes, lo sospechas. Más de una vez te he visto mirar mis mensajes con alguna excusa, seguro te tropezaste con sus saludos: "te extraño encanto", "deseo tu cuerpo caliente a mi lado", te dije que era un amigo, que se jugaba así conmigo. En ese momento era cierto, lo que no sabes es que, mientras me dejabas sola, él era quien me acompañaba. No, no pienses tan mal, hasta hoy, no había sido suya, pero hablábamos, chateábamos, nos comíamos las ganas. Sabía que no debía pero le he seguido el juego, poco a poco le he contado tanto de mí, que conoce todas mis fantasías, las más íntimas.

Con él he repasado nuestros primeros encuentros, nuestros momentos felices, ¿recuerdas? Cuando me vestía de puta para ti y te sonsacaba, recuerdas el corsé negro y las media con liguero. Cuando me sacaba las braguitas en tu auto o en alguna comida importante y después follábamos como locos. Qué lástima que ahora sientas que no estamos para eso, que hacer eso es incorrecto. Yo aun siento ganas. Pero no hay problema, que sepas que he vuelto a hacerlo.

Hoy cuando me ha tenido, me ha hecho todas las guarradas que tú no te permites. Ha sacado a flote una parte de mí que tú no conoces. Una parte salvaje, perversa e irreverente. Estoy segura que ha sido la primera vez, tanto como que no será la última. Aunque no lo sepas te hemos convertido en un cabrón y yo me he convertido en una puta. Su puta. No te mortifiques no ha sido tu culpa, no es un reproche. Si algún merito tengo es que yo misma tomé la decisión de serte infiel. Justo antes de que él se ensartara en mí, te he pensado, me vi frente al altar prometiendo serte fiel, me supo mal, pero ya estaba hecho, levanté la cadera y recibí su miembro erecto, la melancolía del recuerdo se esfumó y dejé de ser yo, para convertirme en esta que respira a tu lado, que huele a otro hombre y que se siente feliz de haber roto la promesa.

Amanece, tú continuas dormido, yo te he sido infiel y créeme, mi amor, no siento el menor remordimiento. Me acercó a ti, te abrazo, ya no tengo el resentimiento por no sentirme querida por ti, así que mi abrazo es sincero. Me duermo. Al despertarte, me arropas, me besas la frente, me preguntas si todo está bien y te vas al trabajo, sin esperar respuesta.

No notas que he cambiado y siento deseos de decirte, "mi amor, te he sido infiel", pero ibas muy apurado. Quisiera que lo supieras, ver tu cara de sorpresa. Saber si te duelen los cachos, no es lo mismo ponerlos que llevarlos. Un beso cariño, que tengas buen día.